Mostrando entradas con la etiqueta POLITICAMENTE INCORRECTO/DENUNCIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta POLITICAMENTE INCORRECTO/DENUNCIA. Mostrar todas las entradas

08 junio 2014

LOS RENOVADOS SUELDOS DE LA CASA REAL Y DEMÁS ADYACENTES

Es curioso, ahora que habrá nuevo rey y que España sigue estando como el culo en materia económica, a ningún fontanero de la casa real -con minúsculas- se le ha ocurrido aplicar una política de austeridad, aunque sólo sea para quedar bien con los súbditos y atenuar el cabreo generalizado. Que se sepa, no hay intención de bajar dotaciones -que es como le llaman a los sueldos del rey, príncipe y demás personajes- ni gastos de representación de éstos ni de los demás miembros de la casa. 
Es más, es probable que lejos de bajar sueldos sean mayores las dotaciones y gastos de representación tras la abdicación, sencillamente, porque más gente ocupará nuevos cargos e inéditas situaciones. Una sencilla operación nos lleva a lo siguiente, usando el presupuesto de este año: 

El rey saliente dejará de percibir la dotación de 140.519 € y los gastos de representación asignados de 152.233 €. Pero no nos hagamos ilusiones, ya que esas mismas cantidades se asignarán al rey entrante. Es decir, que este tipo -que a mi siempre me ha caído como el culo- va a tener una considerable subida de sueldo.
Pero lejos de pensar que lo que el recibía -el 50% tanto en dotación como en representación, de lo que cobraba el rey-, se ahorrará, esa cantidad pasará a la nueva princesa de Asturias, que es lo mismo que decir que al nuevo rey, ya que es su hija, menor de edad. Por tanto, la cantidad que se llevará al bolsillo será descomunal. Y cuando ésta crezca y se empareje, su pareja también obtendrán una dotación y gastos de representación que supondrán el 35 % de lo asignado al rey. Por lo tanto, jóvenes en paro de este país id espabilando y dejad de plantearos de emigrar a Alemania y a otros países a ganaros la vida. 
Su amante esposa, la nueva reina plebeya, pasará a ocupar la nómina de la anterior reina -la patricia griega-, es decir, que obtendrá unos gastos de dotación -sueldo- y representación del 45% de lo que tiene asignado el rey. Es decir, si sumamos lo que va a entrar en esa casa, nos entran ganas de echar la pota (dotación+gastos de representación del rey+dotación+gastos de representación de la reina+dotación  gastos de representación de la nueva princesa de Asturias. Haced la cuenta que yo ya me estoy mareando). Y todo eso libre de polvo y paja porque a diferencia de la fea costumbre que tenemos todos los españolitos de pagar nuestras facturas, ellos no pagarán nada de nada. No pagarán ni hipoteca, ni la luz, ni el gas, ni el servicio doméstico, ni la comida, ni los viajes, ni los colegios de los niños. O sea, es como decirle a un hipotecado español que el mes de junio se podrá quedar con toda la nómina él solito, que no se preocupe por nada, que ya lo paga el Estado.  
Pero lejos de pensar que todo se quedará ahí, a quién con dos dedos de luces se le ocurriría pensar que el rey y la reina salientes se iban a quedar sin asignación alguna. Sin duda, junto a la ley que les dotará de inmunidad, se les asignará una cantidad muy apañailla, que seguramente será muy similar a la que le asignan a los expresidentes del gobierno, si no mayor.
Al parecer, las hermanas -la imputada y la divorciada- no formarán parte de la casa real, por aquello que han hechos méritos más que ostentosos -principalmente la primera- para ser expulsadas, pero ¿eso significa que se les dejará sin un euro? A la imputada ya se le dejó sin gastos de representación -según se deduce de la propia página web de la casa real-, y a la segunda se le tenía asignada una cantidad de 25.000 €. Habrá que ver en qué situación se queda ahora.  Otra pregunta en el aire: ¿habrá asignación para la hija menor de los nuevos reyes, por aquello de que no odio a la hermana princesa? Al tiempo. 

En cuanto a lo material, me pregunto ¿qué ocurrirá con las dos casas? Se supone que la Zarzuerla será la que ocupará el nuevo rey, pero ¿quién ocupará la que se le hizo con todo lujo de detalles al príncipe cuando se casó? Lógicamente, no la va a ocupar la nueva princesa de Asturias que es aún menor de edad (con el tiempo la ocupará, cuando se empareje).¿La podría ocupar, pues, el rey saliente y la reina saliente? Es probable. Además, estos dos últimos necesitarán más coches y personal para su nueva situación jurídica. Es algo que aún no nos han contado. 

Por tanto ¿Esto era la democracia? ¿Esto fue la transición? ¿Hay alguna forma de darse de baja de este país?, pregunto.    

Con esas cifras, ¿cómo no va a haber motivos para sonreír? (o sea, reírse de todos los españolitos): 

   

05 junio 2014

LA MUY VERDADERA Y REAL HISTORIA DE LA ABDICACIÓN (HUMOR BORBÓNICO)

Seamos prácticos. Si ya está decidido; si no va ha haber proceso constituyente para iniciar la reforma de la Constitución; si ya el heredero le ha tomado apego al trono sin reinar aún; si ya sueña con más fama, poder y fortuna; si nadie de los que mandan de verdad está dispuesto a mover un dedo para que la cosa cambie, pues seamos prácticos y hagamos como los británicos (aunque estos si que llevan en los genes la monarquía, inseparable del nacimiento como nación; hasta los holligans la defienden, palabra): riámonos y contemos chascarrillos y chistes de esta tropa borbónica, que desde que se alzaron con la corona española -con no demasiadas interrupciones- allá en el año 1700 de la mano de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y que se puso el nombre de Felipe V. Por tanto, ya tenían gana de que el V se convirtiera en VI. Soñaban con ello. 

Última portada de la revista 'El Jueves', censurada
por su grupo editor RBA. Este hecho ha
provocado la dimisión de varios de sus más 
prestigiosos humoristas. Primeras 'víctimas' del nuevo 
rey de todos los españoles, vascones, catalanes
 y demás pueblos patrios.  
Ya antes en la segunda mitad el siglo XVI los 
Borbones ya habían hecho sus pinitos en la Corona de Navarra, pero eso es otra historia. Aunqueo les sirvió bastante para posicionarse. Observaban cómo la Casa Austria se estaba desmoronando con los ineficaces Austrias Menores y aprovecharon bien la ocasión para ocupar el trono español. Listos y oportunistas como pocos. Y así siguen: aferrados al poder y a la riqueza, sin que haya necesidad que sean buenos estadistas, gente seria o ética. Es igual: esto es España. Qué más da. 
Pero no me enrollaré, porque lo yo quiero aquí hoy es contar la verdadera historia de la abdicación de Juan Carlos I. No fue como no lo contaron. Veamos. 

Resulta que estaban en Zarzuela dando una recepción, como un día cualquiera. En esta ocasión se recibía al presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que son tipos muy importantes allí. 
Y este tipo, conocedor de la afición enóloga del rey, le trajo un excelente caldo californiano. Y el rey, no pudiendo esperar, mandó que lo descorcharán. Se sirvió y de forma espontánea -porque nuestro exrey es de sencillo que te cagas- exclamó con esa media lengua que dios le ha dado: '!Qué zdico..¡' Le gustó tanto el vino que no pudo evitar alabar su calidad. 
En la sala estaban los periodistas acreditados por Zarzuela para sus distintos medios. Pero ese día había un becario sustituyendo a uno de ellos que se encontraba mal, no se sabe de qué medio de comunicación. Y como becario que era, por aquello de los nervios y la falta de experiencia en estos menesteres regios, al escuchar esa exclamación del rey, no dudó un segundo en coger su smartphone y tuitear: 'El Rey acaba de decir: ¡Que abdico! Y claro, ya navegando el mensaje por la red a velocidad de vértigo y tratándose de un asunto de Estado, la noticia se extendió como la pólvora hasta acabar en los ordenadores centrales de los medios de comunicación de medio mundo. Y ya nada se pudo hacer.
Así que eso fue todo. Que de malentendidos está repleta la historia de la humanidad. 

     

23 mayo 2014

POR QUÉ YA NO VOTO

   Yo anduve una época en política. Jamás estuve metido hasta el tuétano, es más, ni tan siquiera llegué a militar -palabro y hecho que nunca me ha gustado-. La lista en la que me integré, IU, permitía -no sé ahora- este tipo de integraciones de préstamo, a las que se llamaban 'independiente'. Así que sin pertenecer al PCE pude trabajar a gusto, gracias a compañeros que siendo del PCE la mayoría, fueron gente muy abierta y amiga. Eran momentos de ilusión y, como me moví sólo a nivel local, de buenas a primeras me convertí en concejal de varias cosas en mi pueblo, cosa bonita, por cierto. Luego, por malas artes de unos cuantos -incluidos gentes del propio PCE-, perdimos las elecciones locales y ya no me volví a presentar en puestos de arriba. Busqué el último lugar de la lista, más que nada para apoyar moralmente a compañeros que habían trabajado conmigo en el ayuntamiento de Pinos Puente y seguían ahí, en la brecha. Una especie de homenaje a la amistad.
  Posteriormente, comencé a desilusionarme con la política, hasta acabar por no votar a nadie. Bueno, miento, he votado en las últimas elecciones a las que se ha presentado al PACMA, que es un partido muy simpático con un ideario básico en favorecer los derechos de los animales que, por lo general, me gustan más que las personas. Pero ya ni a este voto. No porque ya no me resulté simpático y honesto, sino porque he pasado de desilusionarme con los partidos a desilusionarme con el sistema político e institucional.
   Así que ya no voto a nadie. En ningún tipo de elecciones. Y no lo hago porque de hacerlo siempre me quedará la terrible duda de sospechar que con mi voto -aunque sea al PACMA- acabaré por refrendar este régimen corrupto en que se  ha convertido España y Europa.
  Lo sé. Sé que no votando podría ser peor. Que podría acabar entrando un dictador, que podrían acabar desapareciendo las instituciones, incluso la democracia. Pero qué tipo de de instituciones y democracia tenemos para tener que lamentarnos que desaparezcan, me pregunto.  
  Mi terrible duda de que con mi voto voy a refrendar este sistema corrupto no la tuve de la noche a la mañana. Es más, tardó en instalarse. Pero al fin lo ha hecho. Y cuando lo hace, ¿cómo te la quitas de encima? Es como cuando pierdes la confianza en tu novia, en tu mujer o en tu mejor amigo. No sé.
  Me dio por pensar que votando -aunque fuera al PACMA- iba a acabar apoyando a toda esta manada de sinvergüenzas que pululan por la cosa pública. Que iba a acabar apoyando el latrocinio del Urdanga, la impunidad de la infanta, a seguir viéndole el careto al príncipe -camino ya de rey- a seguir echando la pota ante la falta de transparencia del Jefe del Estado y demás miembros de la casa-cosa, a seguir manteniendo el estomacante sueldo de la Maleni en el Banco Europeo de Inversiones, la impunidad de todos los ladrones de los ERES y de la Gürtel, las sueldos millonarios de todos los pájaros que pululan por las instituciones patria y europeas. Incluso acabe pensando que con mi voto iba a contribuir a seguir manteniendo todos los privilegios de toda la Casta. A seguir favoreciendo que viajen gratis, coman ídem y vivan como Dios. A que sigan favoreciéndose de esa inmunidad, que sirve tanto para robar como para mentir. A que acaben su retiro en grandes multinacionales tocándose los dídimos y ganando una pasta, es decir, a que utilicen el cargo para seguir forrándose. A que sigan con esa endogamia nauseabunda en la que tu colocas a mi hijo y yo coloco al tuyo. A que siga la Botella diciendo paridas cada vez más insoportables en los actos públicos. A que sigan solicitando declaraciones al Chaves, aunque sólo sea para que nos divirtamos un rato. A que sigan marcando el paso los bancos y las multinacionales y no las leyes.
   En fin que como acabé sospechando que con mi voto iba a seguir favoreciendo todo esto, pedí disculpas en mi mente al PACMA y opté por dejar de ir a ningún colegio electoral, a no ser que con mala suerte -que la suelo tener para estas cosas- me obliguen a integrar una de esas mesas electorales, por aquello del civismos ciudadano.   

11 mayo 2014

¿VOTAR EN EUROPA?

En esta ficción que nos hemos dado los ciudadanos del mundo (iba a escribir primer mundo, pero, ¿qué significa eso?) más o menos rico, optamos por crearnos para nosotros mismos todo un cúmulo de instituciones, organizaciones, entidades, organismos, entes, fundaciones, y no sé yo qué cosas más, con la única y básica idea de crear un armazón que por sí sólo sostenga esta llamada democracia, que es algo que van imitando poco a poco esos países que cada vez son menos pobres para integrar con paso firme la nómina de los más ricos (curiosamente, a más rico es un país más democrático parece, a excepción de China, claro está). Ya llegará su turno -se dicen a sí mismos los padres de todo- para los países emergentes, esos que hacen los deberes y cumplen con las normas de la riqueza y el libre mercado. De los pobres de solemnidad ni hablamos. Total -se dicen-, si sus ciudadanos ya están cruzando nuestras fronteras, ¿qué sentido tiene que fomentemos la riqueza en sus propios países?. 
Y todo ese armazón lo intentamos estructurar a lo largo y ancho de los cinco continentes, con la particularidad de que ni todos somos igual de ricos, ni existe una riqueza homogénea dentro de cada continente. Por tanto, el resultado que va a salir de todo eso siempre será un tira y afloja. Es decir, tirarán y exigirán los ricos y aflojarán y se dejan arrastrar los pobres, que es algo que pone mucho a la Merkel en Europa y seguramente que a otros líderes en otros continentes.
Pues bien, toda esa ficción que nos hemos montado se va a renovar ahora en Europa, el día veinticinco de este mes sin ir más lejos. Y, claro, los políticos de toda esta Europa de los veintiocho están de los nervios. En primer lugar, porque saben que el ciudadano medio europeo, ese que paga todo ese armazón, está cada vez más desanimado. Entre otras cosas, porque por muy poco atento que esté y por poco que esté pendiente de las noticias que se arrojan desde esos lugares tan untuosos y enmoquetados, entre otras cosas , decía, sabe que algo no es cómo le cuentan. Observa que es cada vez más pobre, mientras que otros cada vez son más ricos. No lo digo sólo por Grecia, Portugal o España, también lo digo por la totalidad de las clases medias de cada uno de los veintiocho países. 
Y, entonces, ese ciudadano medio europeo se pregunta: ¿yo quiero seguir así? ¿Yo quiero seguir fomentando con mi voto cada cuatro años que sea cada vez más pobre, mientras otros son cada vez más rico? ¿Yo puedo detener esta sangría económica con mi voto? 
Y, claro, cuando se hace esa pregunta, las privilegiadas castas que integran todo ese armazón comienzan a acojonarse y a la vez se preguntan: ¿se estará preguntando el ciudadano medio para qué sirve su voto? ¿Habrá advertido que con su voto está contribuyendo a que yo tenga el estatus que tengo? Es lo que tiene preguntarse mucho.

Que cunde el desánimo a la hora de votar es evidente. El pasado sábado veía por televisión el festival de Eurovisión, no porque me interese el tipo de música que ahí se interpreta, a pesar de que a veces sale gente que canta muy bien (la música me la busco yo por mi cuenta), sino porque me divierte y me aclara mucho lo que se maneja ahí a la hora de votarse unos países a otros, y de esa manera comprender hacía dónde van las lealtades y las deslealtades entre países, toda vez que quien vota es el ciudadano medio desde su casa.
Y desde que llevo a cabo ese ejercicio, compruebo que los países del antiguo bloque del Este son una piña, los del norte, por lo general también, pero los fundadores de la actual UE y ubicados más en la zona central y escorados al oeste, van por libre. Es más, observas como los demás ni los miran apenas, (salvando siempre la calidad artística del algún ganador que otro, como el caso de este año con la mujer barbuda, que en realidad es un señor barbudo, como tantos). Lógicamente, no se trata de un análisis que nos vaya a dar todas las claves de hacía donde va Europa, pero sí ayuda bastante. Para muestre fíjense siempre en qué lugares se quedan los países más potentes de la vieja Europa, caso de Gran Bretaña, Alemanía, Francia o Italia.

Así que, reflexionando sobre todo eso, y volviendo al hecho de preguntarnos sobre qué es lo que votamos cada cuatro años, al ciudadano europeo le asaltan infinidad de dudas acerca de sí merece la pena o no sostener todo ese armazón al que me refería.
O pongamos el caso de España. ¿Hemos ganado o no los ciudadanos desde que estamos en la UE? ¿Hemos ganado con la moneda única, con la libertad de prestación de servicios y trabajo, con la homogeneización de normas básicas en materia económica y laboral? Es la hora de preguntárnoslo.
Lógicamente, los políticos patrios de la mayoría de los partidos afirman que sí. Igual que afirma que sí el tendero cuando se le pregunta sobre la calidad de los productos que vende. Sin embargo, lo importante no es que lo digan los políticos, sino que lo digamos nosotros, los ciudadanos. Que digamos, por ejemplo, si lo que se gana es calidad de vida en nuestros respectivos países o si por el contrario lo que se gana no es otra cosa que la preservación de la cantidad de parásitos que viven a nuestra costa, que viajan gratis total por toda Europa, que se someten dócilmente a los intereses de las grandes multinacionales, que se autoimponen por ello enormes sueldos sin el más mínimo rubor (por ejemplo, la imputada por el saqueo de los ERES andaluces, Magdalena Álvarez, cobra cada mes  27.000 -sin contar dietas- € como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, que no olvidemos se trata de un Banco que sostenemos con nuestros impuestos todos los ciudadanos europeos. Por su parte un eurodiputado cobra al mes 8020,53 euros brutos más 4.299 euros de dietas, sin contar los viajes gratis y otras prebendas). 
Sí, la idea de una Europa unida es muy atractiva. Yo siempre he apostado por esa unión. Y estoy convencido de que los grandes teóricos posteriores a la Segunda Guerra mundial se hilvanaron los sesos para construir algo sólido y positivo. Pero no esta Europa que se está construyendo, que en realidad no es otra cosa que un vasto enjuague burocrático montado de espaldas a los ciudadanos. Una prueba evidente es que la Constitución hizo aguas y está ahí, apalancada.
Por tanto, ya doy las claves hacía qué deriva cogerá mi derecho al voto el próximo día veinticinco. 

15 abril 2014

LA SEMANA SANTA: UNA REFLEXIÓN HETERODOXA.

Fotograma de la película 'Nadie conoce a nadie', basada
 en la novela de Juan Bonilla de igual título.
Lo que ocurre en estas fechas es siempre lo mismo. Mires por donde mires pulula por todas partes la denominada Semana Santa. Y eso se convierte casi en insoportable par quienes no participamos de ella ni entendemos esta manifestación que, con raras excepciones, me parece harto hipócrita. Todo un desfile de lujo, ostentación, avaricia y no se sabe más qué es lo que yo veo en los desfiles procesionales -a los que no asisto, pero que inevitablemente veo en imágenes y fotografías-. Vivo en Andalucía. Respeto a quien manifiesta un sincero sentimiento religioso pero no tanto a los que se escudan en él.
Porque, me pregunto, qué tendrá que ver todo aquel supuesto episodio que comenzó con la detención del tal Jesús hace 2014 años y que le llevó hasta la crucifixión por las huestes romanas, por iniciativa de las judías, con todo este montaje que se lleva a cabo en muchos lugares de España -principalmente en Andalucía-. Yo conozco esa historia del Nuevo Testamento. La he leído, la he visto recreada en películas y considero que es una historia interesante. La redención de un hombre o un hombre-dios o un hombre-iluminado, que acaba removiendo las cimientos de dos civilizaciones en juego: la judía y la imperial Roma, así como iniciando el proceso de otra civilización, digamos, mesiánica y que a la larga se convirtió en la base de la civilización occidental, además de ser puntal básico en la guerra de religiones medievales.
Pues bien, todo eso podríamos considerarlo como algo vital en la historia de la humanidad. Una mentira muy bien contada o una verdad desconocida, no sé qué definición sería la más adecuada. Y como tal no podemos ignorarla. Sirvió para fomentar países, destruir a otros, enervar a reyes y a próceres de la nueva iglesia e, incluso, para hacer fortuna. Pero de ahí a haberse convertido en lo que se ha convertido hay un abismo. Simplificar todo eso en este espectáculo que se monta cada abril me parece verdaderamente triste. Sobre todo si consideramos que muchos de los que participan en este supuesta recreación anual de esa historia de aquel hombre-dios o lo que fuera no se han parado a reflexionar en todo lo que supone todo eso. Se conforman, supongo, con simplificarlo en estos días llamados de 'pasión'. En montar un espectáculo que nada tiene que ver con el sentimiento religioso. 
Lógicamente, no se me escapa que la Semana Santa a estas alturas es más que todo eso. Es una forma de incrementar el turismo, de llenar hoteles y bares, de hacer caja en definitiva. Además, es una forma genial que se han inventado los políticos para rastrear el voto. Lo venía a decir el otro día en un periódico local un dirigente de las cofradías de Granada. Es más, yo en determinada época de mi vida pública como concejal de mi pueblo apoyé, sin participar, que los vecinos de la localidad pudieran llevar a cabo su afición, sentimiento o lo que sea. Y aunque no me crean, jamás pensé que con ello me iba a embolsar votos algunos, entre otras cosas, porque tenía decidido que no iba a hacer de la política carrera profesional alguna. Como así fue. Me movía solamente un afán de servicio público, que tal era mi misión (incluso, de las pocas felicitaciones que recibí -la vida municipal es muy perra- una de ellas fue por ese apoyo desinteresado. Pero eso es otra historia).  
Pero claro, a quienes ni nos va ni nos viene todo eso, no tenemos más remedio que enclaustrarnos en casa, cosa que no viene mal de vez en cuando. Es un enclaustramiento voluntario, claro, y parcial. Sobre todo si lo que pretendes es pasarte por el centro de la ciudad -cualquier ciudad- para pasear, tomar algo o ir cine. Si no participas de este ritual folclórico más vale que te vayas olvidando de ello. Mucho mejor salir al exterior: al campo o yo que sé...a algún lugar donde no se les haya ocurrido sacar alguna procesión, suponiendo que exista. Es la dictadura de las masas. Supongo.
Porque le pasó a un amigo. Iba por el centro de Granada en busca de su vehículo, intentando sortear a gente y pasos. De pronto, intentó cruzar una calle y comprobó cómo un hermano mayor o algo parecido, rigurosamente vestido de traje y corbata negra y gomina le detuvo en su intento.'No puede pasar. Va a pasar dentro de un rato un paso', le dijo. Mi amigo miró a un lado y otro de la calle y no vio paso alguno. Así que hizo caso omiso y deshaciéndose del tipo, el cual ya le había cogido del brazo, le dijo que se metiera la figura de yeso donde le cupiera. Que él tenía que pasar esa calle porque es un lugar público. Algo muy similar a lo que le decía el hermano mayor de una cofradía de Triana al policía que intentaba solucionar un atraco a una entidad bancaria en esa imaginativa película sevillana de 2012, de cuyo título ahora no me acuerdo. Lo pondré cuando me venga a la memoria (si alguien se acuerda, que me lo indique, porfa)*.  
Quizá se trate de una anécdota excesiva la de mi amigo. Pero resulta que éste a los pocos días -quizá como castigo de Dios- resbaló en una calle céntrica con su moto a causa de la cera. Probablemente, la misma cera del paso que decidió no respetar.  

*Me acabo de acordar: 'El mundo es nuestro' (España, 2012)   

14 enero 2014

ELLA NO SABE (Y LA MONARQUÍA IGNORA)

Ella sólo sabía que el careto que aparecía dibujado en los billetes de diversos colores era el de papá. Y eso no podía ser nada malo. 'Era papá, señoría, y papá siempre nos ha cuidado'. 

También sabía que lo único que tenía que tener en mente era un número de cuatro cifras. Se metía la tarjeta de plástico en un aparato y se pulsaban esas cuatro cifras. Y ya está. No había que hacer nada más. 
Es más, cuando tenía que sufrir el engorro de llevar repetidos los billetes con el rostro de papá en el bolso, bastaba tan sólo con entregarlos a quien, a cambio, te ofrecía el abrigo de visón, el móvil de última generación, la fiesta de cumpleaños de los niños, la estancia del hotel de Malibú, (¿o era Candanchú?, se pregunta).., si bien, en ocasiones el de la agencia decía que ese viaje ya estaba pagado '¿Pagado?', se preguntaba ella. 'Habrá sido papá', se decía. 
Ella no entendía las llamadas que hacía y recibía su atlético y esbelto marido ('Lo quiero, se decía mirando con los ojos vueltos al cielo. Es alto, guapo, listo...'), pero estaba segura que eran llamadas importantes. Luego, ya por la noche, la invitaría como siempre a cenar en un exclusivo restaurante de Barcelona y le contaría que había hecho un gran negocio en Valencia o Mallorca. Eso era lo que más le gustaba a ella. El momento en el que llegaban al restaurante después de una dura jornada, llamaba a la canguro para preguntar por los niños, pedían un exclusivo vino y, alzando, la copa para brindar, la especial luz de la vela y de la felicidad se reflejaba en su rostro, mientras su tierno marido ('qué listo es') le contaba los logros que había conseguido ese día. 
En ocasiones, estaba tentada de preguntarle a su amantísimo esposo si en los billetes que había ganado estaba el rostro de papá, pero le daba vergüenza hacer esa pregunta. Y también le daba algo de miedo hacerla, no vaya a ser que no estuviera como ya le ocurrió en una ocasión. La recuerda perfectamente: estaban ambos en Suiza ('¿O era Suecia?', se pregunta) y su amantísimo le enseñó unos billetes que había ganado en unos negocios días antes y, ante su sorpresa, descubrió que esos no tenían la imagen del careto de papá. No pudo negar que se alarmó, pero no quiso decirlo delante del esposo.
'Pero de todo, lo más, es el palacete que hemos comprado en Barcelona', le contaba a sus íntimas amigas mientras almorzaban en el puerto de Palma. Su marido siempre le decía que ella se lo merecía. Que no era posible que ella viviera en una casa normal siendo quien era y que la familia iba creciendo y necesitaban espacio. '¿Se lo decimos a papá?', preguntó ella emocionada. 'No, cariño, ya le daremos la sorpresa en su momento,' le contestó él. Lógicamente, ante la decisión de su amantísimo poco podía objetar: él era el que entendía de esas cosas de casas ('¿o se llaman inmuebles?', se preguntó). 
'¡Qué bien nos va con nuestras empresas y en la vida!', decía ella una y otra vez. 'No nos merecemos otra cosa', le comentaba él. Siempre tan atento. Y,además, papá era tan bueno. Todos los meses le mandaba un montón de billetes de esos en los que aparece su careto. De todos los colores y tamaños. 'Pero ¿papá- le preguntaba ella-, por qué tienes tantos billetes con tu cara?' Su papá reía socarrón y le acariciaba el pelo, como siempre había hecho. 
No obstante, esa felicidad, que parecía eterna, una mañana se nubló algo. Llamó su asesor por teléfono a su residencia de Whasington y le dijo que el nombre de su marido aparecía en varios periódicos de España. 'Pero eso no puede ser malo, es señal que allí lo quieren. Ha jugado al balonpié o como se llame ese juego', le contestó ella. El asesor, acostumbrado a las respuestas de ella, cambió la estrategia y le dijo con palabras suaves que su marido estaba siendo investigado. 'Es la envidia, le contestó ella algo descorazonada, es la envidia'.
En pocos meses, esas breves noticias fueron agrandándose y aumentando su presencia en los medios. Ella no comprendía nada de lo que estaba pasando, hasta que un buen día, también apareció el nombre de ella en los periódicos. Su abogado, le dijo a los periodistas que ella no sabía nada. 

Esta mañana ella se ha levantado triste. El día no tenía la luz que los días anteriores. Los periódicos dicen que le han imputado y que tiene que ir a un juzgado de Palma, pero ella no sabe bien qué significa eso. Está hecha un lío.'A ver si esta noche me lo explica mi amantísimo en nuestro restaurante favorito, como ha hecho siempre', se dice.  

                                                                                                          

                                                                                              Por: José Antonio Flores Vera

20 noviembre 2013

IMAGINAOS QUE NOS OFRECEN IRNOS A UN PAÍS QUE.....

Imaginemos que somos apátridas y nos ofrecen irnos a un país que tiene estos 'nimios' inconvenientes:

-Una monarquía en continúa sospecha, con miembros imputados o a punto de estarlo (y si no lo están ya es por son quienes son y no hay güevos), mientras que la clase política, la judicial y la prensa los siguen protegiendo contra viento y marea.   
-Una clase política dotada de enormes privilegios y exenta de control. 
-Una clase empresarial que, por lo general, cuenta con una caja b más grande que la a.
-Unos partidos políticos que ajenos al artículo 6 de la Constitución se pasan la democracia interna por el forro.
-Unos sindicatos mayoritarios que ajenos al artículo 7 de la Constitución ni se molestan en defender los defender los intereses económicos y sociales que le son propios (los de los trabajadores) y viven instalados en las subvenciones gubernamentales.   
-17 Comunidades Autónomas y 2 ciudades autónomas que, no sólo van a su bola, sino que cada vez necesitan más financiación para seguir protegiendo sus intereses particulares (las de sus gobernantes, claro está), y cuyos casos de corrupción institucional no está ni en los manuales de Ciencia Política. 
-Un Poder Legislativo inexistente y entregado al Ejecutivo.
-Un Poder Judicial cada vez menos independiente.
-Una Fiscalía General que manda en todos los fiscales de carrera del país y cuyo Fiscal General es nombrado por el Gobierno.
-Un Tribunal Constitucional que es cada vez más político y cada vez menos intérprete de la Constitución.
-Una Constitución obsoleta y retrógrada, que nadie parece tener interés en reformar.
-Un sistema electoral pensado para que sólo favorezca a los dos partidos que se alternan en el poder y que, lógicamente, ninguno de ellos está interesado en reforma.
-Un Tribunal Supremo que cada vez dicta resoluciones judiciales más incomprensibles.
-Un gobierno y un legislativo que no dictan normas para evitar que tribunales exógenos puedan meternos los dedos en la nariz.
-Una tasa de empleo galopante que va camino de cargarse -si no lo ha hecho ya- a las clases medias y está provocando que los jóvenes más preparados tengan que emigrar cada vez más a Europa, Asia y América.
-Unas eléctricas que se comen con sus recibos la mitad de la nómina de los españoles ante la inactividad del gobierno que, eso sí, es donde se jubilan sus miembros con enormes emolumentos.
-Unos ayuntamientos que cada vez imponen más tasas a los ciudadanos porque alegan que el gobierno y las comunidades autónomas (que por lo general gobiernan sus propios partidos) no les envían el suficiente dinero para asumir sus competencias.  
-Un país al que llegan cada año miles emigrantes para ser favorecidos por los despojos del sistema de bienestar social que una vez parece ser que hubo y que danzan a sus anchas sin control. 
-Un país en el que el sistema educativo público cada vez es más privado, a pesar de que cuesta un pico mantenerlo.
-Uno de los países con más carga impositiva de Europa, pero con menos servicios públicos. 
-Un país con nacionalistas que se levantan cada mañana con la amenaza de convocar un referéndum ídem pero que jamás lo hacen porque lo que pretenden es más pasta para alimentar a sus burguesías rampantes. 
-Un país cuyo gobierno rescata a la banca pero no a los ciudadanos.
-Un país que permite que la banca rescatada eché a la gente de sus casas y que además le siga pagando una deuda que ellos mismos inflaron. 
-Un país en el que más ganan los futbolistas de todo el mundo, a pesar de que a los clubes no se les mete en cintura en cuanto a deudas con la Hacienda Pública y la Seguridad Social.
-Un país en el que la función pública cada es más denostada, cuando debería ser la garante del servicio público.
-Un país cuya ciudadanía, en gran parte, parece estar cómoda con la corrupción.  
-En definitiva, un país que una vez creyó ser rico y que se desangra por los cuatro costados por mor de la bestial deuda galopante.

Y a cambio nos ofrecen: 

-Sol.
-Playas.
-Tapas y paella. 
-Una selección de fútbol que te cagas.

¿Te irías a ese país? 

05 noviembre 2013

LOS NEGOCIOS Y AMORÍOS DEL BORBON -UN VÍDEO DE CANAL 4, DE ISLAS BALEARES-

'No te lo pierdas. Sin desperdicio. Un saludo'. Con este escueto texto me enviaba Javi por e-mail este vídeo atrevido que está dedicado a los negocios y otras lindezas del Borbón principal, aún Jefe del Estado, por muy increíble que parezca. Estableciendo una analogía inicial acerca de la prutrefacción del sistema que, como ocurre con el pescado, comienza por la cabeza, este periodista de Canal 4, la cadena televisión privada más importante de las Islas Baleares (y allí deben saber bastante sobre los tejemanejes de los Borbones), hace una espectacular exposición acerca de las prácticas corruptas del  rey Juan Carlos que deja al telespectador boquiabierto, tanto por la gallardía y arrojo de las mismas como por la claridad argumentativa y de dicción del periodista, que, bien se aprecia, no es nuevo en el oficio. 
Cuando acabé de ver el vídeo me sorprendí. Incluso yo, que llevo años denunciando donde puedo o me dejan la clase de monarquía que tenemos. Y me sorprendí, además, por lo que consideré de relevante en boca de este periodista, el cual con total tranquilidad y claridad denuncia asuntos que podrían complicarle a nivel jurídico, por aquello de la superprotección con la que cuenta el monarca. Por tanto, deduje, que si esta cadena, este periodista y todo su equipo se lanzan al barro denunciando tan abominables circunstancias que rodean al Jefe del Estado, muy bien atado y probado han de tener todo lo que denuncian. 
Pero no diré más, tan sólo invitaros a que veáis este vídeo para que podáis juzgar con independencia de opinión. En la mía, no tiene desperdicio.  

10 julio 2013

EL FÚTBOL EN ESPAÑA VA A CAMBIAR (TIENE QUE CAMBIAR)

Hace casi un año publiqué un artículo en el diario Ideal cuyo título era 'Crisis económica y fútbol'. Unos meses antes publiqué en el mismo periódico 'El fútbol como terapia'. Es más, un par de años antes, el mismo día en el que España se proclamaba campeona del mundo de fútbol en Sudáfrica publicaba otro artículo denominado 'El fútbol como catarsis'  (todos los podéis leer pinchando en el título). Por tanto, no cabe duda que he intentado reflexionar sobre lo que está ocurriendo y lo que podría ocurrir en el mundo del fútbol. Ese mundo que sigue aún encerrado en una burbuja, a pesar de que el país lleva años desangrándose. En todos y cada uno de los artículos criticaba esta situación de proteccionismo y teorizaba sobre el enorme interés que tienen los gobiernos que nada cambie, porque de esa manera, con ese pan y circo, se mantiene entretenida a una enorme masa social votante.
Pero ahora, tal y como ya teorizaba, las cosas ya no se podrán mantener así. Conocimos el 'hachazo' del fisco a Messi y ahora estamos asistiendo a la desaparición de clubes de segunda y categorías inferiores por problemas económicos. Asimismo, nos llegan informaciones que equipos consagrados e internacionales de otros deportes más minoritarios ya han desaparecido o están en vía de desaparecer. Son los casos del Atlético de Madrid de Balonmano, el Caja Segovia de Fútbol Sala y la pronta desaparición de uno de los equipos españoles más competitivos, el Esukatel. Pero el chorreo no se va a detener ahí. En los próximos meses habrá muchos más casos. Las causas son fáciles de comprender: la crisis ha retirado patrocinadores y las instituciones ya no subvenciona. Para colmo, muchos de estos equipos estaban financiados por las obras sociales de las Cajas y al cambiar la normativa y convertirse la mayoría en bancos, la obra social desaparece.
    Sin embargo, aún existe una enorme protección hacia la primera división del fútbol español. Siguen sin estar claras las cuentas en los grandes clubes de nuestro fútbol y existe una fusión de intereses entre los intereses privados y ocultos de sus directivos y los del club mismo. Para colmo, la mayoría tiene enormes deudas con Hacienda, la Seguridad Social y proveedores. Pero no ocurre nada. Lo que sería una persecución para cualquier ciudadano o cualquier empresario de esta país, para los clubes de fútbol no supone problema alguno. Es más, a pesar de que han bajado sus pretensiones en cuanto a fichajes, siguen disparando con pólvora de rey. Un ejemplo, el equipo que más dinero debe a Hacienda de este país, el Atlético de Madrid, aún se permite fichar a uno de los jugadores con más ficha del fútbol español, David Villa. Es demencial. Los ciudadanos deberíamos de sorprendernos -y no lo hacemos demasiado- sobre las cantidades bestiales que cobran los jugadores, aún a sabiendas que sus estratosféricas fichas se mantienen a costa de que sus clubes deban cientos de millones de euros a Hacienda y a la Seguridad Social, que es como decir que están endeudados con el conjunto de los españoles. Porque resulta que mientras que nuestras empresas nos retienen la cantidad pertinente en concepto de IRPF y Seguridad Social, los clubes suelen abonar el total de esos conceptos que, legalmente, le correspondería a los jugadores, ya que se negocian contratos netos de impuestos y Seguridad Social. De ahí esa deuda descomunal que tienen los clubes con el fisco.
     Además, en los países de nuestro entorno dentro de la UE las cosas no son así. Alemania -que es la voz cantante en Europa- cuenta con sistema legal que prohíbe que los clubes no estén saneados y todos se encuentran al día con Hacienda y la Seguridad Social. Y en Inglaterra, los clubes son como franquicias o empresas que hasta cotizan en bolsa en algunos casos. Ninguno depende de instituciones públicas y se financian como cualquier otra empresa que, en este caso, son sus socios y unos derechos televisivos repartidos de manera más ecuánime que en España. Por tanto, es nuestro país uno de los pocos que aún mantiene el sistema proteccionista al fútbol profesional. Lógicamente, la UE está presionando al gobierno español para que eso cambie (incluso hay voces en estos países que vinculan los éxitos del fútbol español a esta situación privilegiada, pero eso sería discutible).
¿Pero por qué el gobierno, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos siguen permitiendo estas situaciones? Muy fácil: si se mete en cintura a los clubes, la mayoría no podría subsistir y desaparecerían y los políticos no quieren ni por asomo que eso ocurra porque saben que de ocurrir el personal ya no tendría pan y circo y, entonces, sus enormes culos se quedarían aún más al aire.    

25 junio 2013

HACIENDA YA NO SOMOS TODOS

Hace unos días, recibimos una decepción colectiva. Todos pensábamos que había un órgano del estado que jamás se equivoca, pero resulta que ahora sí lo hace. 
Preocupado, me he puesto a repasar todas las declaraciones de la renta que tengo guardadas y compruebo que jamás Hacienda ha tenido una fisura. Es más, en una ocasión me pagaron un par de cursos que impartí a través de una factura -unas cantidades humildes- y Hacienda replicó inmediatamente que qué era eso. Cuando se lo expliqué me dejaron dormir porque comprobaron que de esa forma yo pagaba más impuestos que si me hubieran deducido el IRPF. Y como salí perdiendo, me dejaron en paz.
Pero no creáis, esa acción de Hacienda me ratificó aún más en la idea de que nada escapa a ese gran ojo fiscal y que por fin algo funciona correctamente en este corrupto país. Sentí cierto orgullo, pero eran otros tiempos, en los que uno era aún algo crédulo.
Pero ahora nos llega la noticia que no, que no era un órgano tan infalible como pensábamos, que se equivoca. Qué decepción.
Y, realmente, no me lo explico, porque ¿cómo es posible que no conozca ningún caso de haberse equivocado jamás en su contra cuando maneja dígitos de DNI de ocho cifras y sí lo hace cuando maneja dígitos de DNI de dos cifras? Otro tortuoso misterio que habrá que desvelar.
Por fin, tantos días de duda han llegado a su fin. Lo ha explicado el ministro de la cosa: no se ha equivocado Hacienda, han sido los registradores y notarios. Esos colectivos tan orgullosos y celosos de su trabajo. Tanto que sólo por tocar el pomo de sus despachos ya estaban abriendo la cartera. Pero eso sí, te explicaban el por qué y cómo de sus elevada factura: son los que elevan a público, los que exteriorizan tus posesiones y tus bienes, y eso hay que pagarlo. 
No voy a defender a ninguno de esos dos colectivos. Entre otras cosas porque no tengo amigos en ninguno y porque han sacado toda la tajada que han podido del sistema corrupto del ladrillo que ha presidido este país, pero pregunto ¿sacarán ese orgullo y esa suficiencia y hasta vanidad, en ocasiones, que atesoraban tras sus lujosas mesas de despacho, ahora que el ministro los han situado a los pies de los caballos? Habrá que esperar la respuesta en los próximos días (oye, Rajoy, que eres registrador de antigua profesión. Dale un toque  a tu  ministro, tío).
Realmente, no terminas de sorprendente si piensas en todo todo lo que aún está por ver y saber en este destrozado país. Sorprendidos ante la estulticia y la alta factura -casi infinita- que hay que seguir pagando para proteger a la casta política y esta monarquía caduca que cada vez es más un problema (siempre pensé que nunca fue una solución). Que incluso lo más sagrado que había, que no es otra cosa que la institución que atesora la redistribución de la riqueza también se hinqué de rodillas ante la tropa -¡vaya tropa!- borbónica. La misma institución que con valentía ha denunciado que el futbolista mejor pagado del mundo, Leo Messi, debe al fisco más de 4 millones de euros en impuestos; la misma que ha porfiado de manera asombrosa para que el astro argentino acabe pagando entre impuestos y multas más de diez millones de euros (es probable que pague catorce más en los próximos días o meses). Y  todo ese prestigio, tirado a la borda porque ahora resulta que alguien decente dentro de Hacienda ha denunciado con supuesta razón que la infanta ha vendido un buen número de fincas y que no ha cumplido con el fisco. 
Habrá que preguntarse -y eso da miedo hacerlo- que se estará ocultando para que se sacrifiquen, incluso, instituciones tan sagradas como es la misma Hacienda. Porque yo no me creo que Hacienda se haya equivocado.     

17 abril 2013

EL MUSEO DE CERA ACABARÁ CERRANDO

Acabará sucumbiendo a un ERE (que no se entere Griñán) a este ritmo. O eso o crear una sala de corrupción que puede ser algo muy molón y con mucho futuro. Imaginénse a los abueletes del Imserso de la provincia de Albacete en fila india dirigirse a ver al Urdanga, al otro yernísimo (el del patinete -¿cómo se llamaba?-) a la Pantoja, después de visitar a su paisano Iniesta, expectantes por ver al yerno listorro y a la tonadillera. 
No sería mala idea. Un amigo decía que hay que hacer negocio de lo que se tenga. Proponía cosas tan pintorescas como crear escenas ficticias de bandoleros en Andalucía -como con los western en Tabernas-, pero que los protagonistas fueran los políticos de la Junta. Algo así podría hacerse en el Museo de Cera, propongo. 
Porque no cabe duda que alguna sombra de preocupación ya estará rondando entre los trabajadores del mediático museo madrileño, que observan con inquietud cómo cada día hay más huecos en las salas, siendo lo preocupante que no se trata de huecos que pasen desapercibidos, todo lo contrario. 
También sería buena idea - si no prospera la sala de la corrupción, que así la vamos a bautizar-, crear una especie de sala de los sablazos al dinero público, con explicaciones muy precisas y documentadas acerca de la pericia de la versión humana de los muñecos de cera a la hora de extorsionar, blanquear, robar, mangonear o enviar fondos a paraísos fiscales. Eso quedaría la mar de didáctico. 
Por tanto, trabajadores del Museo de Cera, si por un casual leéis ésto, haced el favor de plagiarme la idea e ir pensando en lo que escribo, que a este ritmo quedará Iniesta, Casillas y pocos más. Y gracias a que a los futbolistas se les deja en paz, que para eso son nuestros héroes campeones del mundo mundial.   

09 abril 2013

SEGUIMOS CIEGOS ANTE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA.

Cuando yo comencé a escribir -en otros lugares donde publico o he publicado no lo he tenido tan fácil- aquí críticamente sobre la Casa Real española, muchos entendieron que estaba obsesionado o que imaginaba cosas o, incluso, que era un republicano convencido. Años después se comienzan a cumplir esas cosas que sólo unos pocos sospechábamos que pasarían. Cosas que estaban ahí a la vista de todos, pero que nadie quería ver. Unos porque no estaban los suficientemente informados o no querían informarse; otros porque le habían inyectado litros de glucemia a base de ver programas del corazón;  otros porque consideraban que la Monarquía representaba la estabilidad sin saber bien lo que decían; otros porque habían vivido la guerra y consideraban que habría que olvidar todo lo que sonara a República; y los que más, porque no han tenido el suficientemente sentido crítico ante esta familia que ha hecho lo que le ha dado en gana, auspiciados por el vergonzoso pacto de silencio de los medios de comunicación, el compadreo político, los silenciosos y discretos y los complacientes, muchos de los cuáles vivían, o creían vivir del prestigio de la Corona en España y fuera de nuestras fronteras. En suma, unos en menor medida que otros, todos somos responsables. Todos hemos alimentado al monstruo y ahora muchos salen con antorchas incendiarias en la noche oscura.
Hemos mirado hacia otro lado y ahora nos rasgamos las vestiduras y aludimos a crisis institucional, crisis de Estado o cosas por el estilo. Hubiera bastado con más seriedad, más denuncia, más crítica, más transparencia institucional y económica; y sobre todo más democracia. Pero hubiera sido mucho mejor que con anterioridad a la aprobación de la Constitución de 1978 hubiéramos podido decidir sobre qué forma política de Estado queríamos y no que la monarquía entrara en el paquete institucional sabiendo, como sabíamos, que había sido la decisión de Franco y no la del pueblo español que pretendía ser democrático. 
Pero nada de eso ha habido en este decadente y podrido país porque es costumbre nacional, desde siempre, que las cosas lleguen hasta niveles insostenibles y, finalmente, darnos el batacazo para comenzar de nuevo. 
Sin embargo, seguimos sin escarmentar. Hay más datos que nunca sobre a qué juego han estado jugando los Borbones desde siempre y seguimos dando palos de ciegos. Hemos tenido que soportar los múltiples devaneos del Rey a todos los niveles, los negocios de su yerno -que supuestamente podrían apuntar a la misma Casa Real, al tiempo-, la imputación de la Infanta, el parasitismo de la familia del Rey y de la Reina y, últimamente, el patrimonio del monarca. Pero nada de eso nos saca de nuestra ceguera. 
El país se desangra económicamente, el futuro de jóvenes y no tan jóvenes se escapa y aún soportamos que toda esta gente siga siendo mantenida con nuestros impuestos, apoyados por los políticos y sin dar muestras de la menor autocrítica, austeridad o transparencia. Eso sólo pasa en nuestro país y, en verdad, es probable que nos lo merezcamos por crédulos y sumisos.          
   

03 abril 2013

PELLIZQUENME: ¡LA INFANTA IMPUTADA!

PORTADA DE LA REVISTA 'EL JUEVES'

Una lectura atenta del auto del Juez José Castro Aragón, titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma de Mallorca, nos documenta de primera mano sobre las dudas razonables que han llevado a este osado Juez -digo osado, porque no es habitual que juez alguno  en España tenga el valor jurídico necesario para imputar a un miembro de la Familia Real- a  imputar y citar para declarar a Doña Cristina Federica (que sorpresa lo de Federica) de Borbón y Grecia. Esa lectura causa estupor y en ocasiones uno tiene la sensación que esas dudas razonables que expone el juez sobre la actuación de la Infanta en  la 'Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada'  y la sociedad mercantil 'Aizoon S.L.' resumen muy bien el atentado a la inteligencia que supone para el español de a pie la actuación de esta avispada pareja en el juego de sombras en que se ha convertido el entorno de la Monarquía en España. 
No obstante, advierte el juez que la imputación puede suponer tanto el sobreseimiento como la posibilidad de abrir el cauce para posibilitar al Ministerio Fiscal y acusaciones Particular y Popular para que formulen sus reproches penales y a los Actores Civiles sus pretensiones civiles. Todo eso puede ocurrir a raíz de lo que esta señora declare el próximo día 27 de abril a las 10 de la mañana en la sede del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca.
No debemos olvidar que ser imputado penal en este país, de acuerdo con nuestro sistema jurídico-penal, puede significar nada o mucho. Es decir, que no es lo mismo estar imputado que acabar con responsabilidad penal. Y es ahí donde está el punto de inflexión fundamental. Además, hay que tener en cuenta que el Juez José Castro Aragón no juzga sino que instruye; y que la instrucción proviene de una primera instancia judicial del Poder Judicial ¿Qué quiero destacar con esto? Ni más ni menos que el Poder Judicial a medida que va subiendo escalones jerárquicos va adquiriendo más hábitos políticos y menos judiciales. Por tanto, debe estar muy vigilado este juez por los órganos judiciales superiores en jerarquía, a pesar de que en un plano teórico y con las Constitución en la mano tan independiente es la actuación judicial de este juez que la de cualquier magistrado de instancias superiores. 
Dicho esto, hay que considerar que dar el paso de imputar a un miembro - o miembra- de la Familia Real tiene su trascendencia política. Es como si el duro cascarón del núcleo intocable de la Monarquía ya se pudiera tocar; y que eso ocurra en este país podrido supone mucho. 
Claro, ha tenido que tocarse fondo para llegar a estas composturas, pero se ha llegado, que es lo importante. 
Las monarquías como la iglesia -cualquier iglesia- son instituciones camaleónicas, porque no de otra forma pueden seguir subsistiendo en los siglos de los siglos. Esa capacidad de transformación, sin lugar a dudas, tiene su mérito. Por ejemplo, fijémonos en la supervivencia de las monarquías para que nos hagamos una idea de su capacidad de resistencia: han sido guillotinadas (Revolución Francesa y/o periodo republicano de Cromwell en Inglaterra), asesinadas (en la revolución bolchevique contra la Rusia zarista por ejemplo),  expulsadas (caso de los Borbones en España en varias ocasiones), pero ahí siguen, perpetuándose sine die. Siempre vuelven. Por tanto, que ningún republicano de corazón o de ideas considere que nuestra actual monarquía no va a tener la suficiente pericia para seguir aferrada al poder. Un poder que ya no es político sino económico e influyente. Una especie de franquicia que busca situarse allí donde le dejen. Como el Macdonald.               

11 marzo 2013

HACIA LA MUERTE TERMINAL DE NUESTRA DEMOCRACIA

Desde mi perspectiva, muchas altas instituciones en este país podrían estar a estas alturas en estado de desahucio y descomposición si nuestra transición hubiera incluido mecanismos de transparencia para la democracia que se acababa de entrenar. 
Muchos 'padres de la patria', por entonces, consideraron que estando recién llegados de una dictadura y con una cruenta guerra civil cuarenta años antes, poco se podía hacer. Pero yo creo que sí se podía haber hecho mucho más, porque poco o ninguna relación tiene el haber pasado por esas dos etapas históricas tan perversas y el haberse dotado de mecanismos de transparencia. Hubiera bastado tan sólo con haber seguido el modelo de las democracias europeas más asentadas. Pero no se hizo y ahora estos gazapos se han de solventar en plena tormenta y con una democracia que hace ya tiempo dejó de ser menor de edad.
Esa falta de transparencia y trapisondía la parecen todas las instituciones altas de este país, pero en poco tiempo se comenzarán a ver las obras de restauración de una de las más principales: la monarquía -Jefatura de Estado-, en la que centraré esta reflexión. 

De hecho, no es un asunto que tan sólo competa a los propios integrantes de la Casa Real, también compete al conjunto de la sociedad, por un motivo principal a mi modo de ver: la institución menos democrática no puede seguir haciendo las cosas a su manera en una pretendida democracia. Es cierto, que lo ha estado haciendo hasta ahora, pero ya ha llegado el momento del punto y final. Opino, que de alguna manera todos -en mayor o menor medida- somos cómplices de mirar hacia otro lado con relación a las abusivas prácticas de esta institución. Entre todos hemos sido permisivos y hemos creado al monstruo, que ahora, ya crecidíto y desagradecido puede acabar devorándonos. Una especie de vuelta al mito de Frankestein.  
El proceso de putrefacción de esta alta institución es connatural a su esencia, que deriva de periodos históricos en los que la democracia no se sabía ni pronunciar, a pesar de que los griegos ya dieron lecciones más que precisas antes de nuestra era cristiana. 
Pero ocurre que nuestro país ha llegado tarde y mal a todos los procesos históricos renovados y en este país ha habido demasiada poca predisposición desde siempre a la transparencia y a la honradez; baste con leer nuestra historia desde que España se integra en la modernidad para comprender que por esta piel de toro tan sólo han pasado desarmados, bribones y trepas, con alguna que otra excepción que pronto se han procurado de quitar de en medio.
Y para colmo, somos un país tan recalcitrante, que no contentos con su nefasta impronta, volvemos a solicitar que nos reinen los borbones, símbolo de todos los males que ha sufrido este país. Así somos. 


Pero volviendo a nuestros días y siguiendo con el hilo argumental, considero que en un plazo más o menos corto, la monarquía española actual ha de sufrir una catarsis obligatoria porque no es de recibo que se sigan sucediendo los escándalos a que nos tienen acostumbrados sus miembros. No en una democracia que pretende serlo, porque ¿qué país serio se puede permitir la opacidad que se permite nuestra Jefatura de Estado? ¿Cómo es posible que se escondan los escándalos tan descomunales a los que estamos asistiendo? Necesitamos saber de una ver por todas todo lo que se está ocultando con la complicidad de los partidos políticos y el gobierno. Necesitamos saber de una vez por todas la relación de los negocios de Urdangarín con la Casa Real; necesitamos saber con exactitud en qué se gastan los fondos públicos de la Casa Real, hasta el último céntimo de euro; y necesitamos saber -por hablar tan sólo de lo último- quién es y qué papel desempeña o ha desempeñado la famosa princesa alemana y todo eso necesitamos saberlo ya, antes de que esta vencida democracia entré en un estado de muerte terminal, si no es que ha entrado ya.
Es más, ni tan siquiera reclamaré aquí la necesidad de una república porque tampoco me parece interesante la entrada de este sistema político si tan sólo es para limpiar por fuera 'los sepulcros blanqueados'. De nada serviría una hipotética III República si se continúan con estos mecanismos de opacidad, mercadeo, falta de transparencia y supuesta corrupción. De lo que hablo es de otra cosa. Hablo de mecanismos democráticos puros; de mecanismos que aseguren un Estado de Derecho real, en el que la separación de poderes sea efectiva y que tan sólo el imperio de la ley sea el inicio y el final del camino, sin distinciones en función de quién se sea, qué se represente o de dónde se derive. 
¿Es mucho pedir? Me temo que sí.    

10 marzo 2013

UNA MUJER TRABAJADORA GUAY

El pasado viernes fue el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y mientras tomaba una cerveza en una bar del centro de Granada reflexionaba sobre algo que tenía delante de mis ojos a raíz de lo que en ese momento escupía el televisor: una tipa de un partido, que se desgañitaba -bien vestida, bien peinada ella- ante un buen número de periodistas teorizando sobre los derechos de la mujer trabajadora; ella misma también mujer trabajadora guay a la que seguramente le estuviera esperando su coche oficial en la puerta. Con un par, como diría Pérez- Reverte.
Allí cómodamente sentada ante un sinfín de micrófonos de todos los colores, sintiéndose una diosa, se erigía en portavoz de todas esas mujeres abnegadas, es decir, dando ejemplo de mujer ídem. Y, claro, es para indignarse.... Pero en fin, hablaré de ello largo y tendido en los próximos días que no quiero hacerme competencia (ya me basta con que me plagien).
  

18 febrero 2013

CUANDO RUGE LA MARABUNTA

La ola de insultos y abucheos por parte de ciudadanos anónimos a políticos en las calles y plazas de este país no es más que la secuencia lógica tras lo que está cayendo. Algo que se veía venir y que no ha hecho más que comenzar una vez abierta la veda. 
Es lamentable que el detonador haya tenido que ser la crisis, porque los privilegios de políticos, miembros de la Casa Real y miembros de la totalidad de las instituciones (ya ninguna se salva) de este país no es nueva. De hecho, un país serio y con una democracia fuerte -que no es el caso de España-, debería de haber depurado ya hace tiempo toda esta permisividad y ruines privilegios, aunque lamentablemente no ha sido así. 
Los acontecimientos que puedan suceder a partir de ahora pueden ser imprevisibles ante el hartazgo de la ciudadanía que ve cómo a diario les esquilman sus derechos, les suben los impuestos, le roban parte del salario, pierden su puesto de trabajo, le desahucian y otras perrerías, mientras que sigue inamovible o aumenta el estatus de toda esta gentuza que siguen aprobando medidas a favor de ellos mismos y eso es totalmente intolerable. 
No es positivo que la ruga la marabunta porque eso puede traer consecuencias lamentables. Lo normal sería que hubiera resortes legales sólidos y un verdadero sistema jurídico basado en el Estado de Derecho, pero como en España eso jamás se ha conocido, a la marabunta no le queda más remedio que rugir y con ese rugido se llevará por delante a propios y a extraños. Es lo que tiene no hacer los deberes a su debido tiempo, como ocurre con los malos estudiantes.
Me sorprende que la gente parezca darse cuenta ahora de lo que estaba ocurriendo en este país. Por ejemplo, yo ya llevo años defendiendo en mis artículos -aquí y en prensa- que los privilegios en este país de la clase política, monarquía y tal eran superlativos y en ocasiones me sentía totalmente solo en mis aseveraciones. Pareciera que la mayoría de la gente mirara para otra parte, o bien, que la mayoría vivíamos con un estatus económicamente sólido que nos hacía relativizar los privilegios de nuestros representantes. 
Y ahora de pronto, cuando a todos nos tocan el bolsillo nos surge toda esa indignación que se ha ido acumulando con el paso del tiempo. No diré que eso esté mal porque es mejor que las cosas ocurran a que no ocurran nunca, pero sospecho que toda esta ola de indignación hará más daño a quien no esté protegido o blindado por el sistema. 
El que lo esté, a lo sumo perderá algo en el camino, pero nada cambiará a fondo si no es el propio sistema el que persiga su propia regeneración. Un ejemplo para ilustrar esta última aseveración: la Casa Real está totalmente amenazada por los negocios que se les va descubriendo relacionados con el caso Nóos -algo que yo siempre he sospechado y he escrito-, pues bien, la única forma de que todo se destape no es camuflando sino regenerando; y la única regeneración posible sólo es posible si existe una admisión de lo que cada vez va a ser más evidente; o el caso de los ERES de Andalucía, asunto en el que el gobierno andaluz sigue manteniendo que eran cuatro chorizos, pero que el sumario demostrará que no era así y era el propio gobierno el principal actor. Y como eso tarde o temprano se sabrá, lo ideal sería que el propio gobierno andaluz lo acabara reconociendo caiga quien caiga; o el asunto de la doble contabilidad del PP, partido que está con la espada de Damocles sobre su cuello y a merced del propio Bárcenas, que si se ve atrapado acabará por demostrar que esa contabilidad 'b' existía. Y como vivir en esa duda permanente sería muy negativo para el propio gobierno de la nación, lo justo sería que hubiera un reconocimiento, dimisiones y elecciones anticipadas.
Estas serían formas de regeneración, que irían seguidas de severas reformas constitucionales para no volver a caer en lo mismo. Pero mucho me temo que eso jamás pasará porque tenemos una clase dirigente tan cobarde, arrogante y apegada a sus intereses y con tan poco sentido de Estado, que siempre preferirá que el sistema se hunda antes de que se hundan ellos, su familia y su fastuoso patrimonio y privilegios.  Porque si esto se hunde como todo parece indicar, ellos ya tienen asegurado su futuro económico, que para eso están los paraísos fiscales, ¿para qué creéis que se mantienen si no?   

11 febrero 2013

EL VOTO TE HACE CÓMPLICE

Seguramente que a estas alturas, poca gente habrá que se sorprenda de la subida de sueldo de Rajoy en los años más críticos de esta crisis, según ha revelado él mismo sin despeinarse -a pesar de que seguimos sin saber cuánto cobró supuestamente en negro-.  
No sorprende que eso sea así, pero, particularmente, a mi me sigue sorprendido la dura estructura de la cara de toda esta rapiña que nos está gobernando, con independencia de qué gobierno se trate. Hace ya mucho que dejé de considerar que quien entra a gobernar lo hace para buscar una mejora en la sociedad con sus hipotéticas buenas ideas. En todo caso, esa es la gran mentira que sostienen en sus solemnes e hipócritas discursos. Lo lamentable a día de hoy es que haya aún ciudadanos que les crean y les siguen ofreciendo su voto cada cuatro años. Yo ese asunto ya lo tengo totalmente claro y no voy a seguir contribuyendo a que toda esta clase política corrupta siga robando a manos llenas. Como todo ciudadano he votado y he creído, pero ya no. Que no cuenten conmigo. 
Muchos sostendrán que la democracia sigue siendo el sistema político menos perverso, que no votando vamos a provocar que entre un personaje tipo Berlusconi, que si no seguimos ejerciendo nuestro derecho al voto (¡que frase más pomposa y vacía, por Dios!), que lo que hay que hacer es exigirles que cumplan lo que prometieron, bla, bla, bla, nada más que palabras sostenidas y mantenidas por el mismo sistema, es decir, por ellos mismos, para seguir instalados en sus privilegios, en sus sobresueldos, en sus prebendas, en sus comisiones, en su gratis total, en sus aforamientos, en sus impunidades, en sus irresponsabilidades penales, a consta de los impuestos del pueblo. 
Y es que, probablemente, en España no hay remedio. No lo ha habido nunca. No lo hubo cuando se intentó cambiar el orden político con la entrada de la 1ª y 2ª República y no lo hay ahora, cuando se suponía que teníamos el futuro de cara y a nuestro favor. Pero no contábamos con una cosa: que este país está históricamente podrido y que quienes menos se creyeron la democracia son, precisamente, quienes nos han gobernado desde la entrada en vigor de la Constitución en 1978. 
Será porque no existe esa pretendida vocación política que consiste en darse al pueblo sin esperar ningún premio; será porque el político en este país es una suerte de individuo -o individua- ambicioso que sabe que conseguirá su sueño de riqueza material si entra en política; será porque no existe democracia directa y real sino una especie de partitocracia que no cumple ni por asomo con la democracia interna que manda la Constitución en su artículo 6; será porque nuestra sociedad ve con buenos ojos las practicas corruptas y los políticos, como no puede ser de otra forma, surgen de nuestra sociedad; será porque el individuo es vanidoso y voluble por naturaleza y no tiene la fuerza ética suficiente ni la moral necesaria para negarse privilegios y oscuras prácticas; será por lo que fuere, pero este país está institucionalmente corrompido y podrido y no hay institución que a estas alturas ya se salve. El objeto es y seguirá siendo abrazar el becerro de oro al cual se llega fácilmente por la vía del poder, por la vía de la política, la gran empresa, la banca y los partidos políticos. 
Por tanto, que nadie se le ocurra ya a estas alturas reclamar los valores democráticos con los que nos han engañado durante tantos años, porque ya vamos conociendo en qué consiste esta pretendida democrática: elevar los privilegios de unos cuantos elegidos -nunca mejor dicho- a costa de machacar a la mayoría, principalmente, las clases medias que son las que históricamente sostienen a los países. 
Que esto pueda acabar en una especie de explosión de la ciudadanía no es probable, principalmente, porque la ciudadanía no cuenta con los medios necesarios para ello, al margen de manifestaciones y otras vías correctamente políticas (para frenarlas ya se encargará el estado policial que están montando). Ocurrirá por tanto, que cada vez habrá más divorcio entre la clase política, empresarial, bancaria e incluso sindical y la ciudadanía, pero el poder político se seguirá retroalimentando con las elecciones supuestamente democráticas de listas cerradas, validando como representativos los votos válidos que se depositen en las urnas, sin que sea importante para ese poder que la abstención y la apatía ciudadana vaya en aumento.
Es lo que hay. Particularmente el único camino que considero viable, ante la imposibilidad de un exilio exterior, es adscribirme al interior, como suele ocurrir en las dictaduras. 

08 enero 2013

¿Y AÚN SEGUIMOS SORPRENDIÉNDONOS?

Es tremendo lo de este país. Realmente, poco aportan ya entradas en  blogs o redes sociales como ésta ni los cientos de artículos diarios, ni las cientos de tertulias televisivas y radiofónicas, porque parece que todo se evapora a los pocos minutos de pronunciado o escrito. 
Hace poco un conocido me decía que le sorprendió gratamente mi último artículo en Ideal sobre Tolkien, porque le satisfizo la lectura de un asunto tan apartado de lo que se suele leer hoy día; apartado, incluso, del registro de mis propios artículos. Le contesté que precisamente esa era la intención: alejarme de lo mismo que llevamos hablando, escuchando y hablando en este país en los últimos años. Un mero ejercicio de higiene mental.
Pero a pesar de todo, aún hay informaciones que nos siguen sacando de nuestras casillas y que circulan por los medios sin pena ni gloria. Vale, es cierto que nos enfadamos y hasta nos indignamos al leerlas o escucharlas, pero pronto se nos olvidan. Luego, me pregunto ¿cuál será el tope de nuestra capacidad de sorprendernos? ¿Es limitada o ilimitada?
De todas estas últimas noticias, destaco algunas: 1) Los tres sueldos de la recortadora oficial del PP, Cospedal. Atesora unos ingresos en torno a los 200.000 € brutos anuales, que es la suma de sus tres sueldos: Presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, según declaró ella misma, mientras que con su tijera cada día en su comunidad autónoma crecen los mileuristas. 
2) Leo que el Rey, lejos de dinamitar de una vez por todas a su yernísimo presuntamente corrupto, busca los servicios de siete grandes gurús de la imagen para salvar esa mala imagen de la Corona. De hecho, ya estamos todos asistiendo a la vergonzosa y vergonzante puesta en escena de la televisión pública en favor del monarca. Realmente más que asco da pena.   
Y la ultima que leo que también es gorda: Bruselas exige al gobierno español asumir más pérdidas para rescatar a la banca mediana a través de los fondos del FROB. Y, claro, cuando hablamos de banca mediana, nos estamos refiriendo también a esas cajas de ahorros que fueron y que ahora están englobadas en grupos bancarios exnovo. Y es cuando nos viene a la memoria todo ese gasto suntuoso que todos conocemos se ha producido en la caja de nuestra ciudad; toda esa pléyade de cargos políticos y sindicales, coches oficiales de lujo, gastos en dietas sin control, regalos sin freno, inversiones millonarias sin sentido, obras faraónicas para calmar la megalomanía de unos pocos. Y, claro, todo eso ahora hay que pagarlo ¿Y quién lo hará? ¡Vaya pregunta! el ciudadano con sus impuestos y muchos empleados de cajas y bancos con su puesto de trabajo. Y todo eso, aparte de crear un banco malo estatal con todos los activos tóxicos de la banca grande, mediana o pequeña.  
Pues nada, sigamos pasando página y hagamos como si no pasara nada, que es la mejor forma de cargarnos poco a poco lo mínimo conseguido desde que comenzó esta maltrecha democracia. 
Me pregunto si no será hora ya de echarse a la calle y no para quemar contenedores precisamente.  

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...