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10 mayo 2023

HUELGA DE LOS FUNCIONARIOS DE JUSTICIA

 


Dicen muchos que contamos con un gobierno que gobierna de espaldas a todo un país. Es normal que lo afirmen los contrarios, pero son cada vez más las voces amigas que también lo dicen a los cuatro vientos. La política a fuerza estar poblada por individuos que pretenden resistir en el poder se ha convertido en algo de difícil clasificación hasta el punto de que no es fácil distinguir política de gobierno, suponiendo que no sean la misma cosa. Pero gobernar debe ser algo más que hacer política. Y ese es el problema.

Dirigir un país no es dirigir un partido porque un país es la suma de un proyecto inacabado de muchos lustros, y muchos de los mecanismos que componen cualquier país tienen vida propia. Por ejemplo, la función pública.

Sabemos que siempre ha sido olvidada por todos los gobiernos, si no discriminada, pero ese olvido no resiste el paso del tiempo como puede resistir un edificio que lleva erguido y sólido siglos. Y eso es así hasta el punto de que esa resistencia ya se ha agotado, precisamente, en este momento, en el que el gobierno es más débil y necesita más apoyos. No hay que descartar que sea por ese motivo, precisamente. 

Y de todos los sectores de la función pública que ya han agotado su modelo y sus normas, además de su sistema retributivo, el judicial es el más permeable, tal vez, porque ha sido siempre el más olvidado o al que los políticos tienen más miedo, al margen de intentar su manipulación. Y, claro, de aquellos barros, estos lodos. 

Comenzaron a protestar con huelga indefinida incluida los antiguos Secretarios de los juzgados, que ahora se denominan de una manera más refinada y elitista: Letrados de la Administración de Justicia (LAJ). Y como la mayoría de esas funciones (lo sé aunque no sea funcionario de ese sector) las llevan a cabo los tres cuerpos que están por debajo, es decir los Gestores Procesales y Administrativos, los Tramitadores Procesales y Administrativos y los Auxiliadores Judiciales (antes denominados Agentes Judiciales), era normal que estos colectivos explotaran porque ya llevaban años intentando contenerse. Y lo han hecho con fuerza, de menos a más. Comenzaron con paros parciales de tres horas en días alternos, continuaron con tres días a la semana de huelga general y partir del 22 de mayo, si el Ministerio de Justicia no mueve ficha, que no parece estar muy interesado en hacerlo, lo harán de manera indefinida. Yo creo que hacen lo correcto. De hecho, a lo que solicitan, que no es otra cosa que se les retribuya por sus verdaderas funciones, que menoscaba aún más una la próximamente en vigor Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa, bautizada como LOEO, se les ha sumado el ímpetu que otorga el sentirse despreciados por la sencilla, pero incomprensible, razón de que los líderes de los juzgados unipersonales y colegiados, los jueces y magistrados, han anunciado huelga indefinida desde el 16 de mayo, pero esos sí han sido llamados por la Ministra de Justicia, que es magistrada de profesión, a los que ya ha puesto pasta sobre la mesa. A estos y a los fiscales, siempre tan unidos a quienes imparten justicia en nombre del Rey. O sea, ¡elitismo en pleno partido socialista! Eso ha indignado sobremanera al colectivo y lo veo lógico.

Para colmo los LAJ vuelven a atacar y dicen que quieren todo el dinero que le den a los jueces, que para eso son del mismo grupo, aunque olvidan que pertenecen a otro poder del estado y sus funciones son más livianas. E, incluso, los abogados del turno de oficio, que dicen cobrar poco y tarde. En fin, un gran galimatías que esconde una cosa clara: el anquilosamiento de la Justicia en España, que exige un pacto nacional, como lo pide la sanidad y la educación. Porque una cosa debe estar clara: sin dinero público los grandes pilares del Estado no pueden funcionar.

Pero ya sabemos que España es España y los políticos españoles son políticos españoles. Y eso, que parece y es una redundancia, lo explica todo. 


 


04 julio 2022

EL TIEMPO Y EL RECUERDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DE IDEAL 4/7/2022)

 ARTÍCULO QUE ME PUBLICA EL 4/7/2022 EL DIARIO IDEAL DE GRANADA. Una reflexión con vocación literaria sobre el paso del tiempo y el recuerdo que destila.



11 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (VII)

 


PUEDES LEER AQUÍ LA SEXTA PARTE

EL EFECTO MARIPOSA

Dice un viejo adagio que el aleteo de una mariposa en algún lugar de la tierra tendrá sus consecuencias en otro lugar muy remoto. No está comprobado si eso será cierto o si se trata ya de una especie de leyenda urbana, pero sí lo es si se aplica analógicamente a la economía. De hecho, la inflación en España se ha disparado como nunca se había visto en los últimos treinta años como consecuencia de la subida de determinados productos de primera necesidad por causa de la invasión Ucrania por Rusia (no diré guerra porque esta no es otra cosa que una declaración abierta de ambas partes de la contienda). 

Sin embargo, la economía siendo muy importante no es lo más importante. Lo más importante es el goteo de víctimas inocentes, o no, que está dejando este conflicto, además del descomunal éxodo que está sufriendo Ucrania, un país en el que sus habitantes vivían relativamente bien. Un éxodo que alcanza ya mientras escribo estas líneas dos millones y medio de personas, una cifra que seguirá subiendo cada día ante el terror que están implantando los hijos guerreros de Putin y que pronto comenzaremos a notar  en el fondo de contingencia de los presupuestos públicos de nuestras instituciones, algo que me parece justo y adecuado.

¿QUE DICE EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO? 

Poco o nada dice o, quizá, pueda decir, mejor dicho, decir sí, porque hablar es gratis, sino más bien poco o nada puede hacer ante la posibilidad de que haciendo lo que dicen las normas que hay que hacer se declare una III Guerra Mundial, que en este caso sería una guerra mundial nuclear. Soy de la opinión que sin esas cabezas nucleares instaladas por doquier tanto por Rusia como por Estados Unidos y algunas pocas potencias elegidas estaríamos ya inmersos en una guerra mundial al estilo de la primera y de la segunda, aunque mucho más sofisticada y mortal.

Por tanto, el instrumento de la economía, de las sanciones, tanto de estados e instituciones internacionales como de grandes corporaciones empresariales es lo único que queda, sin descartar el permanente intento de apresar al delincuente que ha provocado esta guerra. Con respecto a esto último la Corte Penal Internacional, con sede en los Países Bajos, encargada de juzgar los crímenes de guerra y los genocidios, ya ha comenzado a dar sus primeros pasos o, al menos, los está dando su fiscalía. Una o varias resoluciones jurídicas en contra de Putin son la mejor vía para poder apresarlo por los medios legales si no es posible por los medios menos ortodoxos. 

08 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (VI)

LEER LA QUINTA PARTE PULSANDO AQUÍ

LA GUERRA A LA PAR QUE LA ECONOMÍA


Mientras muere gente inocente, como esa familia de la fotografía, de la que rompe el alma ver esos cuerpos sin vida junto a un maleta como símbolo de movimiento apenas iniciado. Huían de una guerra que no era la suya, de un terror que llamó sin ser invitado a la puerta de su casa. Vivían plácidamente en una país occidentalizado, navegando en sus preocupaciones cotidianas, en la pequeña economía, en los estudios de sus hijos, tal vez, en cómo está clasificado el equipo de fútbol de su ciudad; es posible, que aún no hubieran terminado de ver su serie favorita o acabado de leer el libro que ahora duerme en la mesita de noche de su casa abandonada. Visten como nosotros, al modo occidental, y es quizá por eso por lo que tanto nos duele: nos reflejamos más en ellos; decía que mientras gente inocente fallece en las heladas calles de Ucrania en la comodidad de nuestros hogares preocupa como una alarma que está a punto de la estridencia  la subida de los productos básicos. 

En los tiempos actuales la economía, sobre todo nuestra pequeña economía, está a la par que el horror de la guerra, quizá, porque la mayoría no conocemos en Occidente el horror de la guerra, y quienes sí lo conocen ya están muertos o desmemoriados. Conectamos nuestro ordenador o nuestros dispositivos móviles y seguimos la guerra casi minuto a minuto como los antiguos generales seguían los partes de guerra, y nos horrorizamos,  claro que sí, admitiendo que hemos de dar cobijo a esos millones de ucranianos que salen de su país, pero al mismo tiempo observamos de soslayo el precio del kilowatio/hora. Errare humanun est.

He comparado por encima las noticias de esta cruenta guerra y compiten entre sí de manera reñida con las que ofrecen datos sobre la economía que saldrá de este conflicto. Es posible que con el paso de los días estas últimas lleguen a superar a las primeras.

¿POR QUÉ NADIE DETIENE A PUTIN?

Es la gran pregunta que todo el mundo se está haciendo tanto dentro como fuera. A los ojos del Derecho Internacional el líder ruso ya no es un dirigente legítimo y cabría su detención, igual que se detiene al delincuente común. Sin embargo, todos sabemos que a este último no es difícil detenerlo, pero sí al que se refugia tras un aparato militar tremendo y, sobre todo, al que se refugia detrás de más de siete mil ojivas nucleares, que además es el líder del país máximo suministrador de gas natural y uno de los más importantes poseedores de crudo. Sin embargo, nada de eso es importante si muere gente, una afirmación que podría ser defendible por el pueblo llano pero no por las élites dirigentes, que todo lo miden con el rasero de la economía.

 



04 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (IV)

 LEE LA TERCERA PARTE PULSANDO AQUÍ

LA CARA DE MACRON


Me detuve a observar la cara, el gesto, de Macron, el presidente francés y eventual presidente de la UE porque es a Francia a quien le toca la presidencia este primer semestre de 2022; me detuve a contemplar su cara, su gesto, decía, mientras hablaba con repelente vehemencia Putin en esa rueda de prensa conjunta. La cara de Macron, un tío aún joven, su gesto, estaba demudado. Intenté interpretar qué pasaría por su mente cuando el presidente ruso hacía más que veladas amenazas a Europa y demás países que pretendan seguir con las sanciones o que pretenda inmiscuirse en su guerra. Y me recordó a ese chulo del cole o del barrio o de la discoteca que parecía no tener límites y que aunque nadie le reía la gracia se comportaba como un bocazas.


¿ES PUTIN UN BOCAZAS O HAY QUE TOMÁRSELO EN SERIO?

Es posible que esa sea la gran pregunta que esté orbitando por la mente de mucha gente, incluida, la que tiene poder y mando para frenarlo, dentro y fuera de Rusia. Es posible que sí, que sea un bocazas, pero un bocazas con acceso a un botón nuclear y eso lo convierte en un bocazas peligroso, no en cualquier bocazas de escuela, barrio o discoteca al que se le puede dar un bofetón y apearlo en un pispas de su pedestal. Aquí hablamos de otra cosa. 

Macron también ha dicho que lo peor está por venir porque Putin le habrá manifestado con toda seguridad que su interés es ocupar toda Ucrania, que para que nos hagamos una idea tiene un territorio algo superior al de España y similar número de habitantes. Algo así a si esa misma Francia de Macron, por tratarse del país fronterizo con nuestro país con gran potencial, decidiera invadir España, desde Tarifa hasta Reus, y desde el cabo Finisterre al del Gata, en fín, una verdadera barbaridad. 

De hecho, el bocazas ya ha atacado la central nuclear más grande de Europa, que está en suelo ucraniano. Y a pesar de todo eso las potencias contrarias a la invasión de Ucrania por Rusia poco pueden hacer más que seguir con las sanciones económicas y el aporte de armas al pueblo ucraniano. 


¿ESTÁ TRABAJANDO LA INTELIGENCIA DE LAS GRANDES POTENCIAS?

Muchos nos preguntamos si estará ya trabajando la inteligencia de las distintas potencias, la CIA, el MI5, ojalá el MOSSAD, aunque me temo que este no desee participar en nada de eso. Sería deseable que lo estuvieran, que estuvieran preparando un plan para poder atrapar al líder megalómano cuando esté más debilitado y hasta sus propios secuaces internos comiencen a dudar de él. Eso espero, porque creo que sería la mejor solución. Y lo espero porque estoy convencido que detrás de Putin no hay nada, es decir, no existe una estructura rusa que desee continuar con esta guerra ni con su deseo invasor.

(Continuará)

03 marzo 2022

LA INVASIÓN DE UCRANIA POR RUSIA: UNA VISIÓN DESDE LA IGNORANCIA (III)

 


LEE LA SEGUNDA PARTE PULSANDO AQUÍ

EL AISLAMIENTO DE VLADIMIR PUTIN

Arrecian las voces contra el presidente ruso; incluso, desde dentro. Ayer me entretuve en ver un buen vídeo grabado por un particular en el centro de Moscú y observaba a la gente que se manifestaba contra la guerra iniciada por su presidente. Esa gente era joven, la mayoría, vestidos a la manera occidental, provistos todos de su teléfono móvil, que no dejaban de consultar, hacer fotos o grabar. O sea, un escenario idéntico al de cualquier ciudad europea. Y comprendí que toda gente no quiere saber nada de lo que fue la antigua URSS, que la mayoría ni conocieron. Gente joven que quiere trabajar, estudiar y divertirse, vivir, en definitiva. Lo que quiere su presidente, que no es otra cosa que volver a ese mundo horrible, gris y frío que sufrieron los padres  y abuelos de esos jóvenes, no lo quiere la mayoría del país. Además, empresarios  deportistas, gente de la cultura, intelectuales y el arte de Rusia no están por la labor de apoyar a un dictadorzuelo que viste la su elegibilidad de fraude, envenenando a rivales, metiéndolos en la cárcel o matando a periodistas, si fuese necesario. 

Sin lugar a dudas, Occidente ha ayudado a crecer a este monstruo y ahora crecido, armado y con esa megalomanía propia de este tipo de gente, que debería ya pasar a la historia, costará derribarlo. 

Pero yo estoy convencido que lo será porque es inimaginable un mundo posterior a esta guerra en el que aún tenga poder Vladimir Putin. 

Está muriendo mucha gente inocente y va a morir mucha más, luego, esperemos que esas víctimas colaterales sirvan para eliminar a este tipo y que Rusia encuentra el camino de la democracia verdadera. De hecho, hay mucha gente capaz en este enorme país para que lo sea.

CUESTA CREER LO QUE ESTÁ PASANDO EN PLENO SIGLO XXI

Insisto, no es la única guerra que hay actualmente en el mundo y sería injusto olvidar las demás, por muy locales y regionales que sean. Sin embargo, esta guerra tiene un cariz especial por dos motivos: se trata de una invasión por parte de una potencia, la segunda en capacidad armamentística del mundo, tras Estados Unidos; además, una potencia que es la primera en cuanto a cabezas nucleares. Solamente estos dos elementos ya son suficientes para considerar esta guerra como distinta y, por supuesto, mucho más peligrosa para el conjunto de la humanidad. Lo que ocurre o pueda ocurrir en una guerra nunca es previsible, mucho menos en esta.

¿QUÉ PUEDEN HACER LAS DEMÁS POTENCIAS?

No lo sé, ni creo que lo sepa nadie, pero, desde luego, intervenir no sería lo más inteligente dada la reacción nuclear que pudiera tener el enemigo y el riesgo de iniciar la III Guerra Mundial. Considero que si hay montada una estrategia de aislamiento, eso sería acertado; debilitar a Putin y aislarlo sería totalmente acertado. Debilitar a Rusia económica, cibernéticamente y políticamente, sí, volvería a ser acertado...Pero todo esto llevará su tiempo. Hitler no fue atenazado en poco tiempo, se necesitaron años, por lo que Putin no lo será durante mucho tiempo y eso conllevará más muertes, más dolor y no sabemos si otras consecuencias de ámbito global. 


(Continuará)




24 febrero 2022

NECESARIA CONTUNDENCIA ANTE LAS AGRESIONES A FUNCIONARIOS PÚBLICOS





La grave agresión sufrida el pasado diez de febrero por una funcionaria de la Administración de Justicia, adscrita al Servicio Común de Notificaciones y Embargos de Granada, exige una reflexión seria por parte de quienes consideramos que el Estado de Derecho, que es la base de la democracia constitucional, debe de responder sin fisuras ante los frecuentes ataques a los representantes de sus Instituciones, que son los pilares fundamentales de aquél. La sociedad organizada no debe de interpretar como un asunto ajeno estos actos porque la indiferencia y la ajenidad son las herramientas de las que se sirven las personas desaprensivas para continuar actuando con la impunidad que suponen, en muchos casos, ante la tibieza de las normas vigentes.

Un Estado de Derecho, una democracia asentada, no es lo contrario a unas leyes contundentes, sobre todo en el ámbito penal, sino todo lo contrario: son la preservación de esa organización jurídica y social sólida que ha de carecer de fisuras y actúa perfectamente organizada para repeler ataques de este tipo. 

Todos hemos asistido a agresiones a representantes de distintos ámbitos de la Administración Pública que no han tenido la respuesta adecuada por parte del sistema judicial, desde las cometidas a personal sanitario hasta profesores y maestros, pasando por un amplio elenco de representantes de las distintas ramas de la Administración. Ante estas agresiones, que son más frecuentes de lo que se piensa, el ciudadano que desea vivir en una sociedad organizada y segura estima de manera más o menos inopinada que no existe la suficiente contundencia jurídica hacia esos individuos irrespetuosos no tan solo con las personas sino también con los representantes de los Poderes Públicos, cuya labor no es otra que el cumplimiento de las funciones que derivan de la actividad administrativa, de policía o judicial, fundamentales para la convivencia democrática. 

En el caso arriba indicado se ha ido aún más allá de las líneas rojas irrebasables si cabe, porque la grave agresión sufrida hace unos días en la zona norte de Granada se inflige a una funcionaria encargada de una notificación emitida por el Poder Judicial, que en el esquema de los Poderes del Estado representa la última ratio del Estado de Derecho. No se trata tan solo de perseguir con eficacia a los agresores sino de preservar y proteger la arquitectura jurídica avalada por la Constitución española vigente.

Algunos sistemas democráticos jóvenes, el español entre ellos, viven en la actualidad en una especie de esquizofrenia ante la observancia de la ley, decantándose en ocasiones por la benignidad y suavización de las normas a aplicar ante el temor de que se pueda interpretar que la estricta y contundente aplicación de la estas reste sentido al sistema. Esa interpretación, en mi opinión, es errónea porque posibilita que el armazón jurídico garante de la preservación de lo más esencial del Estado de Derecho se resquebraje de manera irreversible. Por el contrario, el sistema democrático debe ser muy sólido ante este tipo de agresiones si desea seguir preservando, es más, fortaleciendo esos pilares básicos a los que antes me refería. La aplicación contundente de las normas, dentro de la debida consagración jurídica constitucional, no debe ser incompatible con un sistema democrático fuerte, más bien al contrario; basta observar los sistemas democráticos más veteranos de nuestro entorno occidental para comprenderlo.

Es fundamental conocer que cuando un funcionario público, revestido de autoridad en función de su cargo, actúa no lo hace a título personal sino en representación de la institución administrativa, policial o judicial para la que trabaja. No comprender esto, y lo que es más grave, que algunos representantes políticos duden de ello, es la vía más directa para que la Función Pública, que es uno de los aspectos más innegociables (o al menos debería de serlo) de ese Estado de Derecho desde la Revolución francesa, se convierta en una moneda de cambio que posibilita, entre otras cosas, el debilitamiento y la vulnerabilidad de sus miembros ante sectores indeseables de la sociedad, que amparados por una errónea interpretación de los derechos inherentes a la persona interpretan que todo es válido y hasta impune, auspiciados las más de las veces por peligrosos discursos políticos y sociales, no exentos de maniqueísmo, que confunden, en ocasiones, de manera consciente la simetría que en un sistema democrático debe de haber entre los derechos y los deberes, sin que nadie les explique que el disfrute de derechos ilimitados, sobre todo cuando no existe un contrapeso obligacional, no es propio de un sistema constitucional sino su verdadera rémora. 


04 julio 2018

CORRIENDO SOBRE LA HISTORIA

En ocasiones corro sobre la historia. Es decir, que mis pasos pisan lugares históricos. Es inevitable y gustoso, sobre todo cuando habitas en una zona con muchos kilates de historia en su zurrón. Es más identificable si corres, por ejemplo, por la Alhambra o por el Albaicín, en el caso de Granada, igual que lo sería correr por la zona de El Escorial en el caso de Madrid o cerca de la Mezquita de Córdoba, los ejemplos son múltiples, pero es menos identificable si corres a través del campo o por el campo a través, que es más correcto decir cuando se trata de correr. Y es lo que he averiguado, no ahora, hace ya tiempo, aunque es la primera vez que lo escribo. Cuento. 
Suelo devorar kilómetros por una zona de vega entre Granada y los pueblos más cercanos a la ciudad, como es el caso de Albolote, Maracena, Atarfe o Pinos Puente, todos ellos con grandes momentos históricos a sus espaldas. En particular, en mis últimos entrenos estoy corriendo por este sitio: 



Y si observáis bien podréis leer: ACEQUIA GORDA, que es el lugar en donde acaba una de mis rutas y desde donde me vuelvo porque el camino se acaba. Pues bien, esto es lo que pasó en este lugar (no exactamente en este lugar porque la Acequia Gorda de Granada es más extensa, pero sí en el angosto perímetro de esta zona tal y como está documentado): 

  'En plena reconquista (1486), en la Vega de Granada y luchando a las órdenes del Duque del Infantado junto con su padre D. Fernando de Arce, murió D. Martín Vázquez de Arce -Doncel de Sigüenza-  luchando en la Acequia Gorda con 25 años de edad. Según el cronista Alonso de Palencia murieron unos 20 de las mesnadas del Duque, pero la matanza inferida a los musulmanes en aquella angostura de Pinos-Puente fue enorme.'

El Doncel de Sigüenza está enterrado en la catedral de este histórico pueblo de la Alcarria de Guadalajara y allí pude tomar esta foto policromada, que es su sepulcro con un valor artístico muy destacado.   



Fue en la conocida batalla de La Higueruela, un hecho histórico fundamental para la posterior toma de Granada por los Reyes Católicos, seis años después, entregada por el último Rey Musulmán, el Nazarí Boabdil llamado 'El Chico'.     

Es curioso. Y creo que interesante, porque ya conocéis los más fieles a este blog y a mis libros mi afición de concebir el correr como algo mucho más amplio que el mero ejercicio; la afición de conectarlo con la historia, la geografía, la literatura, la música...y un largo etcétera como ya hice en mi libro 'Corriendo entre Líneas'.  

10 abril 2018

¿Y TENIENDO YO MÁS VIDA, TENGO MENOS LIBERTAD?

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¿Y teniendo yo más vida, tengo menos libertad?, se pregunta Segismundo en soliloquio de La vida es sueño de Calderón. Me vino esta frase a la cabeza porque, a pesar de estar escrita en 1636 parece repetirse en nuestras democracias occidentales. Esa 'más vida', debería ser la pauta, el elemento clave de nuestra libertad, pero todo parece conspirar para que tengamos menos libertad. 
La supuesta libertad de nuestras modernas democracias parece serla en esencia y cualquier observador la podría atisbar sin apenas esfuerzo -sobre todo si se tratara de un observador que ha vivido alguna dictadura-, sin embargo es una libertad bastante acartonada, como ese atrezzo invisible en el que vivía Truman en aquella inolvidable película, en la que todo el mundo actuaba, menos él. En esta ocasión, todos podríamos ser ese Truman, ese individuo que cree vivir en una libertad infinita, pero un día comprueba que un foco cae de algún lugar del cielo y que la lluvia no es uniforme.
Cada vez más se aprecia en nuestras vidas el control que se ejerce sobre los ciudadanos. En ocasiones, basándose en la seguridad o bien ejerciendo una presión fiscal brutal e injustificada. O bien, dejando al individuo sin amparo alguno, en una organización social que ya no se basa apenas en el reducto de la familia en el sentido que le dio Roma y otras civilizaciones a través de la denominada gens. Hoy día, el individuo queda solo, apartado en un rincón y el Estado tan solo estará interesado en guardar las formas, las apariencias y, en ocasiones, ni siquiera en eso. 
Desde el modelo, cada vez más en desuso, del Estado de Bienestar europeo hasta las economías liberales practicadas por cada vez más países y que tienen el espejo en Estados Unidos, el individuo ya apenas cuenta. Vivíamos en ese reducto de nuestras sociedades acomodadas, olvidando que tarde o temprano otras personas más desfavorecidas se asomarían al jardín de nuestra casa y, al poco, acabarían aporreando nuestra puerta. Se ha vivido de una manera estanca sin considerar que todo eso ocurriría, de manera que ante la avalancha globalizadora de un mundo superpoblado el individuo ha pasado de ser alguien a ser tan solo un número perdido en el universo y, a veces, ni tan siquiera eso. 
Por su parte, los Estados han seguido yendo a lo suyo, que no es otra cosa que ponerse al servicio de las grandes corporaciones, las verdaderas dueñas de todo, y dando la espalda cada vez más al individuo del que le interesa tan solo sus posibilidades estadísticas, demográficas y fiscales. Pocas veces se ha visto como ahora la soez distinción entre élites y pueblo, entre pueblo y chusma, entre chusma y escoria, todos viviendo bajo un mismo techo en una sociedad cada vez más caótica e insegura, en la que las Redes Sociales e Internet interpretan el mundo a su manera, pareciéndose cada vez menos al real. Un mundo virtual plagado de falsificación, noticias falsas y fakes en el que se fabrican y destruyen líderes con un solo movimiento de un mando a distancia o un ratón de ordenador. Si el avance de la civilización era esto, en algo hemos debido equivocarnos

30 noviembre 2017

ARTÍCULO: GRANADA, UNA CIUDAD QUE LLORA

Granada es una ciudad que llora. A veces llora de manera justificada y otras no tanto. Hay lágrimas de cocodrilo y lágrimas reales. Éstas apenas son visibles. Se conducen con discreción, como no queriendo ser descubiertas por las esquinas, por las calles, por las plazas; sin embargo, las primeras son histriónicas, desean llamar la atención. Que nadie piense que un cocodrilo llora de veras. 
En Granada hay aciertos y fracasos y cuenta con políticos con poca visión de ciudad, algo muy común en casi todas partes. Lo primero es algo normal, a veces transitorio, pero normal; lo segundo, no es más que el Principio de Peter aplicado a la política. Y si los partidos no quieren buenos políticos, gente que sepa interpretar la ciudad y le quepa en la cabeza, nada se puede hacer. Si los partidos están más pendientes del poder y de las lealtades soeces, nada que hacer. No votarles, sí, pero gracias al sistema electoral tan perverso que regula nuestra participación como ciudadanos, siempre habrá representación en nombre de la democracia por pocos votos que se emitan (cuántas barbaridades se hacen en nombre de la democracia). 
Pero yo no quería hablar de los políticos, sino de la ciudad y sus cosas. Y decía que llora con dos tipos de lágrimas. Las hay farsas y las hay reales, decía. Sin embargo, lo que siempre echo de menos en esta ciudad es la falta de loa de las pocas cosas que funcionan y están bien planificadas. De acuerdo, son pocas, pero las hay. Por ejemplo, la última innovación en materia de transporte público: el metropolitano. Gran invento, sí señor. Gran ocurrencia ésta, que no es novedosa y es posible que hasta renacida de las cenizas de aquel antiguo tranvía que surcaba la capital y una buena parte de pueblos adyacentes, lo que ahora viene a denominarse área metropolitana. Pero tampoco es único en España, ni mucho menos en Europa, lo que ocurre es que estaba por ver si Granada subía de categoría cuando ese atractivo artilugio eléctrico con forma de supositorio iba a suponer un antes y un después en cuanto a los caóticos desplazamientos a distintas partes de la ciudad y a los pueblos adyacentes más cercanos y poblados. Comprobar si con ese transporte rápido, ligero, sostenible, no contaminante y no demasiado ruidoso se podría solucionar el caótico tráfico de la ciudad y la circunvalación. Esto último, lo del tráfico, aún está por ver, ya digo, pero si está ya confirmado y demostrado que la ciudad y los pueblos a los que llega -solo a tres aún- han subido de categoría y la posibilidad de desplazarse sensatamente y sin agobios a distintos lugares de la ciudad ha mejorado exponencialmente. Lo pensaba el otro día mientras hacia un trayecto largo y mis asombrados ojos creían estar viendo pasar las calles, plazas y edificios que suelo ver cuando he viajado por Europa. Eso fue emocionante. Pero lo fue mucho más comprobar que llegaba fácil y rápidamente a lugares a los que ni siquiera me planteaba ir en autobús y mucho menos con coche particular.

Y todo esto lo digo aquí, porque como somos una ciudad que llora, no he localizado apenas loas a esta magnífica idea, que no ha hecho más que comenzar y que con sus desaciertos y errores va a ir mejorando la calidad en los desplazamientos de miles de ciudadanos y es posible que hasta transformar la forma de viajar tan torticera que tenemos en esta ciudad. Dicho queda.

06 octubre 2017

ESTADO, NACIONALISMO Y “MARCA ESPAÑA”

ESTADO, NACIONALISMO Y “MARCA ESPAÑA”


                                                                                        

Resultado de imagen de MARCA ESPAÑAA actor Dani Rovira le ha caído encima toda la rabia carpetovetónica de este desigual país por decir que “pertenecer a un país donde se celebra la tauromaquia da vergüenza”, opinión que, desde luego, comparto. Ni siquiera ha comentado que le avergüenza ser español, sino uno de los múltiples aspectos de este país, tan lleno de contrastes. No lo sé, probablemente se deba a todo ese sentimiento españolista que se está dando como reacción a la pretendida independencia de Cataluña, pero lo cierto es que se aprecia —sobre todo en las redes sociales y en determinados tertulianos— un ambiente reaccionario, casi como queriendo volver a lo que fue este país antes de los Tercios de Flandes. Es decir, todo lo que suene a antiespañol, sin que necesariamente lo sea, provoca una profunda ira en un determinado sector de la población, que entiende que este tipo de opiniones atentan contra el Estado, confundido la parte con el todo. Sin embargo, no es conveniente confundir una opinión con la afrenta a un sentimiento concreto y mucho menos a una construcción teórica o doctrinal. La definición de lo que significa un estado no es nada fácil, mucho menos lo que significa nacionalismo. Para ejemplo, las dificultades que encuentra la propia Real Academia Española (RAE) cuando intenta concretar el concepto estado. De hecho, hace uso nada menos que de cuatro acepciones. En la quinta establece: “País soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios.” Incluso admite en su octava acepción que: “En ciertos países organizados como federación, cada uno de los territorios autónomos que la componen”.  Y no menos dificultades encuentra cuando intenta enunciar el concepto nacionalismo, a pesar de que para este término tan solo utilice dos acepciones. En la primera concreta que es un “Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia”. Por su parte en la segunda concluye que se trata de una “Ideología de un pueblo que, afirmando su naturaleza de nación, aspira a constituirse como Estado”.  Como vemos, tan solo dos acepciones, pero harto complejas, mucho más si las ponemos en relación con las dadas para el concepto estado. Es decir, que estamos ante asuntos muy complejos, usados con demasiada frivolidad y ligereza en la mayoría de los casos. Una frivolidad y ligereza que conducen a la incomprensión y animadversión hacia comentarios como los del actor malagueño. Porque si hablamos de estado y nacionalismo, nos estamos refiriendo a construcciones teóricas, a contenidos políticos y jurídicos, los cuales están sujetos a crítica y susceptibles de ser opinados. Decir que a uno le avergüenza de su país una u otra cosa no es más que mostrar una opinión legítima, ya se trate de la tauromaquia o de la corrupción, y nada tendrá que ver eso con un sentimiento de querencia hacia el país en el que se nace o se reside, del cual se valorarán otras virtudes y cosas. Y, por supuesto, mucho menos tendrá que ver con sentirse más o menos español. Pero ocurre que existen determinados conceptos que van muy unidos a la, digamos, “Marca España”, y uno de ellos es la tauromaquia, algo que a estas alturas nadie debería de considerar serio. España es un país muy diverso y dinámico, en el que tienen cabida múltiples manifestaciones y sentimientos, sin que sea acertado adscribir nada en concreto a su pretendida “marca”, que no es más que una construcción política (e, incluso, comercial) interesada, en mi opinión. Porque si fuera válida la tauromaquia como “marca” de España, también deberíamos de admitir la corrupción, por poner tan solo un ejemplo. 
            En ese sentido hay un caso que siempre me llama la atención, como es la vinculación entre el flamenco y tauromaquia, que no es más que otra conexión un tanto maltrecha e interesada, hasta que un buen día aparecen flamencos y cantaores jóvenes como el conocido como “El niño de Elche”, que es un enorme cantaor en opinión de los críticos, con premios en su haber, y al mismo tiempo es totalmente contrario a la tauromaquia y al maltrato animal. Por tanto, cuando nos referimos a arquetipos todo debe de estar en entredicho, concepto que, volviendo de nuevo a la RAE, necesita de cinco acepciones, cada cual más compleja y difícil de interpretar.      


20 noviembre 2014

CORRER EN OTOÑO (IDEAL, 20/11/2014)

El otoño. Esa estación tan especial. Los árboles desnudos, las hojas caídas, la luz melancólica...Unas zapatillas, algo de abrigo y tus piernas, tu corazón y tus pulmones..
Si no habéis tenido la ocasión de leer en la edición en papel de Ideal mi artículo de hoy, aquí lo reproduzco.

CORRER EN OTOÑO 


Si hay una estación en la que me guste correr, ésa es el otoño. Disfruto corriendo todo año -y ya lo hacía con regularidad mucho antes de que se pusiera tan de moda- pero en otoño correr es distinto.
            Es posible que sea la luz especial del cielo o el amarillo marchito de las hojas de los árboles, aunque estoy casi seguro que lo que realmente hace del otoño una época especial para correr -y para vivir- es la dulce melancolía de sus días. Todo ese lento despliegue de colores y olores que se pueden sentir a cada paso.
            Si recorres un camino, lo encuentras alfombrado de pobladas y apretadas hojas, hasta el punto de no dejar ver ni un palmo de tierra; y si atraviesas un pequeño puente y observas el manso fluir del riachuelo que hay debajo, escuchas el sordo rumor del agua y eso hace que te sientas integrado y desintegrado al mismo tiempo en esa naturaleza tan incipiente a primera vista.
            Es el mismo riachuelo que has visto en verano y en primavera, incluso en invierno, pero al mismo tiempo es otro. Y es entonces cuando te dejas llevar por tus pasos y te ilusiona pensar que a la vuelta volverás a presenciar de nuevo el espectáculo del rumor del agua bajo tus pies. En esas circunstancias tan excepcionales, ni encarar las cuestas se convierte en suplicio alguno.
            Y si te adentras en terreno de la Vega, en algún lugar entre los términos municipales de Pinos Puente y Fuente Vaqueros, que no ha sufrido los atroces atentados de la urbanización, el placer para la vista es inigualable cuando presencias en lontananza las desnudas alamedas bajo ese color otoñal tan peculiar. Transitas por caminos de tierra cubiertos de hojas secas y húmedas y el silencio es tan sólo interrumpido por el crepitar de las mismas al ser aplastadas por los pies. A todo este espectáculo para los sentidos se suele sumar el humilde y emocionante olor a leña quemada de los cortijos, tan propio de esta época. Pocas cosas son tan hermosas si lo que te gusta es correr o, tal vez, dar largas caminatas por ese entorno.
            En otras ocasiones, por lugares menos yermos,  lo que contemplas es lo que ya te sabes de memoria: el breve cerro, rocoso y pelado, que cambia de aspecto cuatro veces al año, dependiendo de la estación. Sin embargo, en otoño no sólo  cambia sino que sus tonos grisáceos lo convierten en otro distinto. Alojas la vista en él y te cuesta reconocerlo.
            Como cuesta reconocer la vereda del río que estás acostumbrado a ver todo el año. Ésta ahora es más íntima, y eso es porque en otoño todo es más transido y  efímero. Nada rebosa vida como sí lo hace en primavera, pero al mismo tiempo hay mucha vida en toda la naturaleza que vas contemplando; una vida casi decadente, a punto de extinguirse, pero que contiene esa vitalidad de la que carecen los cuerpos cuando van a marchitarse. Todo muy extraño. 
            Y si hay un momento aún más extraño, ése es el del ocaso. El negro manto de la noche no llega de golpe como en el invierno, porque en otoño en el horizonte las nubes dibujan un color anaranjado como si aún tuvieran nostalgia del verano. Y cuando cae la noche, en ocasiones, ésta es oscura y en otras la brillante luna le confiere una luz casi primaveral.

            Todas esas cosas tan dispares tan sólo es posible contemplarlas en otoño. Mientras corres.    

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...