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03 enero 2013

HABLEMOS DE ZAPAS

Ahora que llegan tiempos de rebajas, y sé positivamente que muchos corredores nos lanzamos estos días a buscar las nuevas zapatillas que nos permitan hacer el máximo de kilómetros en el 2013, estoy en disposición de valorar -porque ya he hecho muchos kilómetros con ellas- las dos pares de zapatillas que, normalmente, alterno para entrenar y competir. De esa manera, os puedo dar algunas ideas y, de camino, analizar estas zapas de marcas tan dispares, cuando ya han alcanzado más de la mitad de su vida útil y ya hay que ir buscando sustitutas. 

Comenzaré por la adquirida en primer lugar: 


Como ya comenté en su día, cuando analicé esta zapatilla hispana, nunca hay que decir "nunca jamás". Porque de hecho, es la zapatilla que más he usado en el último año, que es lo que tiene de vida. Las encontré en Internet a un precio fenomenal y, realmente, no arriesgaba nada. 
Pero no haré una descripción técnica de la misma porque ya la hice en su momento. Ahora me referiré a las sensaciones y a la experiencia que he tenido con ellas a lo largo de muchos kilómetros por caminos, calles, carreteras y senderos. 
Hay que comenzar con contundencia y decirlo alto y claro: esta zapa ofrece mucho más de lo que cuesta; o al menos, mucho más de lo que yo pagué por ella. 
Tiene un comportamiento muy aceptable en todo tipo de terrenos y su robustez y amortiguación te ofrece la confianza necesaria para introducirte en cualquier experiencia "running". He entrenado con ella por caminos, por senderos de olivos repletos de piedras, por asfalto seco y mojado, con calor y con lluvia y jamás se ha resentido. Ni ella, ni mis pies. Hay que decir que no tiene la versatilidad en cuanto a amortiguación que ofrece el sistema 'gel" de Asics ni el mágico sistema de amortiguación de Saucony, pero es una zapatilla muy serie en todos los aspectos y pensada al cien por cien para runners, incluso con un peso de alrededor o algo superior a los 80 kgrs., como es mi caso. 
En particular me gustan de esta zapatilla muchos aspectos, pero destacaría su abrigada horma que embute muy bien el pie sin que tengas la sensación de sentirlo más descubierto, como sí ocurre con otras marcas más prestigiosas y caras. Además, la robustez de la zapatilla hace que sientas seguridad en cada pisada, ya que la suela es sólida y contiene un agarre muy efectivo que hace que no te desequilibres en terrenos irregulares provistos de abundantes piedras. De hecho, éstas son perfectamente aplastadas y superadas por esas suelas agresivas y contundentes, sin que percibas sensaciones desagradables en la planta del pie al pisar alguna piedra puntiaguda. 
En cuanto a la comodidad de la zapatilla, hay que decir que ésta está a la altura de las grandes marcas, a pesar de sentir en las primeras salidas una rigidez que va desapareciendo con el tiempo. No he tenido ninguna rozadura con ellas y su durabilidad es superior a la de otras marcas consagradas, como es el caso de Mizuno. 
En su contra, hay que decir que no es una zapatilla muy rápida. Las uso básicamente para atacar muchos kilómetros -incluso las he utilizado en media maratón- pero jamás para series ni rodajes rápidos ni competiciones cortas y rápidas. Para ese fin van mucho mejor el otro par que paso a analizar. 


Estas zapatillas, tienen ahora unos seis meses de vida y ya han superado con creces su recorrido kilométrico medio. 
Tengo que decir, en primer lugar, que fue una magnifica opción hacerme de ellas porque me han ofrecido sensaciones que no había tenido hasta ahora. Tampoco haré una exposición técnica de ellas, porque ya lo hice en su día.
Inicialmente, concebidas para corredores con menos de 80 kgr. (en torno a los 75), no me importó adquirirlas para alternarlas con las Hispalis IX -también las he alternado con otras más antiguas y ajadas, como la Brooks Trance, que están ya en fase de prejubilación). 
Esa alternancia ha llegado de la mano de rodajes rápidos, competiciones -normalmente compito con ellas en cualquier distancia- y entrenamientos de calidad. Y en esos terrenos son prácticamente perfectas, ya que se trata de una zapatilla ligera, que es algo que se aprecia nada más tocarla, pero lo suficientemente amortiguada para no caer en la terrible afección muscular de soleo y gemelos, que tanto me persiguen. 
No se trata, en puridad, de una zapatilla voladora, pero si puede hacer ese papel para corredores de más de 85 kgrs., que no es mi caso. 
Sin embargo, sí he sido prudente en cuanto a su uso continuado en rodajes de muchos kilómetros. Por ejemplo: si un día he hecho con ellas 20 kilómetros, en la siguiente sesión he procurado calzar las Hispalis o las Trance porque sé que para mi peso y con una carga de kilómetros semanal por encima de los 60 kilómetros, no es aconsejable abusar de esta zapatilla. Por tanto, cumpliendo con ese requisito, que consiste sencillamente en poderla alternar, esta zapatilla es magnífica y no concibo hacer series o rodajes rápidos si no es con ella. 
Por ese mismo motivo, la siguiente adquisición consistirá en buscar una zapa similar que me permita seguir haciendo rodajes y entrenamiento de calidad con la idea de pensar en otra alternancia futura, más pensada para altos rodajes kilométricos, tipo Cumulus, Supernova,  Triumph, otras Hispalis, Glide, 1080 y sucesivas o 2070 y sucesivas.     

06 junio 2012

AQUÍ, OTRAS AMIGAS




Tras la prueba piloto de las Joma Hispalis IX, que están dando un resultado francamente bueno ya que cumplen todos los requisitos que necesita un corredor como yo, que está en torno a los 80 kgrs. (82 en estos momentos) y que mide 187 centímetros: estabilidad, protección, amortiguación tanto en el talón como en el antepié y, sobre todo, no demasiado pesadas, opté por buscar algo más ligero para competir y que al mismo tiempo soportara carga kilométrica en los entrenos. Y la realidad es que había que ir buscando, asimismo, una sustituta a la muy seria, dura y excelente Saucony Triumph 7, que en el cenit de su vida, ya cumplida sobradamente su misión, siendo una de ellas ni más ni menos que los duros entrenamientos y la prueba de montaña del Veleta del año anterior. Una zapa que me ha acompañado en la mayoría de las competiciones oficiales y en gran parte de los entrenamiento. Y es que la norteamericana Saucony es una marca que me convence al mismo nivel que lo hace Asics. 
Así que quería una zapatilla buena para entrenar -si bien no para tanta carga de kilómetros como la Triumph 7- y excelente para competir y encontré ésta que os muestro y que es otra perla de Saucony: la ProGrid Ride 3, que además viene en un penetrante y atractivo color azul, que es un color que nunca he tenido en zapa de correr (he de reconocer que me gustan los colores para las zapas, pero no entiendo que eso sea fetichismo). 
La Saucony Progrid Ride 3, es una zapatilla para corredores neutros, que tiene una excelente amortiguación, que cuenta con un peso muy razonable de 326 gramos y que está muy bien ventilada para correr en verano, sin que haya que ponerle abrigo en invierno porque está confeccionada de materiales técnicos que se adaptan bien a todas las épocas del año. 
He elegido esta zapatilla, además de por el buen precio que he pagado por ella comprándola en UK, porque teniendo como tengo suficiente gama para entrenar y soportar buena carga de kilómetros, quería algo para entrenamientos más cortos y ligeros y, sobre todo para competir. De hecho, esta zapatilla es una magnífica opción de zapatilla ligera para competir en el caso de corredores de mi peso, sin que sea necesario prescindir de ella si queremos hacer tiradas largas en los entrenos. Y todos esos requísitos juntos, no son fácil de encontrar en una zapatilla.

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