14 junio 2014

MIS AMIGOS, LOS INSECTOS (O COSAS QUE OCURREN CUANDO CORRES)

Picadura `de lo que sea' en el gemelo
izquierdo.

 Estas imágenes que veis en pantalla, desagradables a la vista, se deben a mis amigos los insectos. Esos que me acompañan o se tropiezan conmigo en algún momento de mis campestres recorridos. 

Picadura 'de sabe dios qué será' en la zona
del tobillo, con ostensible hinchazón.
Voy corriendo y durante el recorrido siento picotazos, por lo general en las zonas del cuerpo más descubiertas: piernas, brazos, cuello..., pero eso no me impide correr. Lo sigo haciendo sin alteración alguna. Como mucho me rasco en la zona de picor y poco más. Nunca me he tenido que detener en mitad de una ruta por ese motivo. Sí lo he hecho si se me ha cruzado un perro agresivo, algún reptil, una rata o una ganso, como ya he contado en ocasiones. 
Pero el veneno, al principio no molesto. de estos insectos sigue su insondable trayecto a través de la sangre y hace su trabajo. El insecto ha hecho su trabajo y ya está. 
En ocasiones a esos insectos los he sorprendido andando por mi cuerpo, quizá atraídos por el sudor o la sangre recién oxigenada. Ellos sabrán lo que ven. El caso es que llevo algún tiempo con problemas más allá del mero picor, tal y como se descubre en estas fotografías. Hinchazón, picor, pus, y sobre todo, muchas molestias, pero eso no me retira de los caminos. De hecho en el entrenamiento de hoy estaba seguro que al atravesar una vereda prácticamente cerrada y seca en un camino perdido iba a encontrarme con algún reptil desagradable. Era el lugar propicio para ello. Eran casi las doce de la mañana y el termómetro ya marcaba los treinta y cinco grados -sufrimos una ola de calor por aquí por el sur-, pero aún así era más fuerte la voluntad e ilusión de seguir corriendo y asumía las consecuencias, las que fueran. Escuchaba ruidos en las orillas, pero finalmente hubo armisticio.  
En mis entrenos veraniegos soy picoteado, mordisqueado y 'envenenado' por insectos múltiples y los efectos son mayúsculos cuando, con detenimiento, veo en casa las zonas afectadas, pero aún así lo considero a beneficio de inventario. Así tendrá que ser, me digo, los insectos han de llevar a cabo su función encomendada y yo la mía y hay que aceptar que en ocasiones nos encontremos en los caminos.  
Lo que me pregunto es que clase de insectos son los que han hecho esos estragos que se ven en las fotografías. Juraría que son arañas.           

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