Llevaba tiempo con ganas de híncarle el diente a esta película, un "biopic" del prestigioso trompetista de jazz y blues Chet Baker, circunscrita a los años 60 y, particularmente, enfocada en los momentos más críticos del magistral trompetista, que supusieron un punto de inflexión fatal en su prestigiosa carrera. Conoció la gloria y también el infierno. Pasó de vender muchos discos y actuar en el Birdland Jazz Club de New York a verse recluido en una oscura prisión italiana por mor de su adicción a la heroína.
Su drama, su gran drama, no era otro que su genialidad, la cual brotaba -o al menos es eso lo que él percibía- si interpretaba bajo el efecto de la droga. De lo contrario, podía llegar a sentirse vacío. Pudo ser que la heroína hiciera que salieran de sus pulmones las notas más geniales de su trompeta y de su rota y sugestiva voz triste, pero también fue la que lo acabo postrando y matando. Sufrió una bestial agresión por deudas relacionadas con la droga. Una agresión muy meditada por parte de sus agresores que le hicieron perder toda su dentadura y que hizo que tuviera que cambiar su forma de soplar por el pitillo de la trompeta. Para su productor y para todos los que lo apoyaron, incluidos prestigiosos interpretes como Mile Davis fue su final. Nadie daba por él un centavo. Logró "limpiarse" a base de metadona y un programa de asistencia y seguimiento correccional muy estricto, y eso hizo que volvieran a confiar en él, hasta el punto de volver de nuevo a tocar en el templo del jazz, el Birdland. No obstante, su vinculación con la heroína era tan sólida que salir de esa dinámica suponía para él alejarse de la creatividad, esa creatividad que tanto prestigio le había dado.
Por tanto, estamos ante una excelente película, que sin llegar a ser -en mi opinión- una obra maestra, nos muestra una cine muy serie, cuyo protagonista es creíble gracias al enorme esfuerzo interpretativo del camaleónico Ethan Hawke, que una vez conocida la imagen física del músico y su trayectoria no imaginas que pudiera interpretarlo otro actor.
Me gustan sobremanera los "biopic" de prestigiosos músicos y en este he encontrado ese desarrollo narrativo que me gusta en este tipo de películas, que además aporta un conocimiento del retratado muy bien condensado a la vez que documentado. Un blanco en un mundo de negros. Negro de alma. Muy aconsejable tanto para amantes del jazz y el blues como a los que no.