En estos días navideños pasados, donde el tiempo se dilata, he acabado varias lecturas iniciadas en el mes anterior. Una de ellas ha sido "Caso Cerrado", la novela del granadino César Girón, último premio Internacional de Novela Negra 'Ciudad de Carmona', y a cuya presentación acudí a mediados de octubre. Avalada como estaba por Jesús Lens, miembro del jurado que otorgó el premio, le hinqué el diente casi en cuanto me hice de ella; y ciertamente, estamos ante una enorme novela de género negro, una 'Granada de Trhiller', como bien escribió César en mi ejemplar cuando le pedí la dedicatoria del libro.
Una novela de estructura compleja y muy imaginativa. Partiendo de un suceso real acaecido en la Granada franquísta de 1969, un homicidio -es probable que asesinato- perpetrado en las proximidades de Río Darro -lugar en el que apareció el cadáver-, en las faldas de la Alhambra y muy cerca del Paseo de los Tristes, ha servido como argumento para que el escritor granadino desarrolle una novela de 400 páginas, muy copiosa en datos jurídicos -se observa bien la profesión del autor- y lugares imprescindibles de la geografía de la ciudad de Granada, campo en el que el autor es experto y autor de varios libros sobre calles, monumentos, lugares históricos y la propia historia de esta ciudad milenaria.
El ejercicio llevado a cabo por César Girón conlleva un esfuerzo literario titánico, tanto por el buen número de personajes como por los minuciosos datos y estructura milimétrica que la novela soporta. Además, como buena novela negra, nada es lo que parece y cada página es una nueva oportunidad para sorprenderse de los vericuetos y la complejidad que esconde el alma humana.
Seres dispares que pululan por la ciudad de la Alhambra henchidos de secretos y pasiones. Y de fondo una Granada imbuida en pleno franquísmo, en el que la justicia no aflora de forma automática y donde la ley, la moral y esa misma justicia casi nunca van van de la mano.
Pero como también ocurre en toda buena novela negra, existen seres idealistas, personas inasequibles al desaliento que intentan no detenerse ante nada ni ante nadie si creen que de esa forma se consiguen algunos gramos de dignidad, sensatez y justicia.
Y todo lo encontraremos bien repartido y estructurado en esta novela de copiosa documentación y enormes y bien trabajados diálogos, contada en primera persona la mayor parte de ella por su principal personaje, el abogado Celso Costa.
Por tanto, si andáis buscando algo emocionante para leer y que además sea de género negro, no tenéis elección. Os la aconsejo.