Transcurridos ya varios días desde que saltó a las redes sociales y a Internet, a raíz de mi denuncia, el asunto del plagio de mi relato-ficción 'Conversación en la taberna', por parte del articulista y otrora entrenador profesional de baloncesto -actualmente Director de Deportes del Ayuntamiento de Málaga-, Javier Imbroda, es el momento de recrear de alguna forma, en una especie de 'road movie', lo que generó este breve, pero volcánico asunto que, lógicamente, ya se ha ido enfriando, si bien siempre es posible que se vuelva a recrudecer, nunca se sabe. La película de los hechos fue como sigue, o al menos como yo la he captado, porque seguramente me he perdido enlaces, comentarios, tuiteos y demás elementos que pululan por la red.
1. La tarde-noche del 6 de marzo -una de esas en las que te relajas navegando tras un día repleto de actividad- descubrí casualmente que mi relato-ficción estaba vinculado en un enlace a un tal Javier Imbroda; pinché e inmediatamente y descubrí que se trataba del susodicho y conocido. Se le había ocurrido transcribir mi entrada de este blog escrita el 22 de octubre de 2012. No pude leer mucho porque 'su artículo' estaba escrito en el on-line del periódico 'Melilla Hoy' y tan sólo dejaba ver unas líneas porque el resto era de pago (¿ánimo de lucro?, me pregunté por un momento). Finalmente lo pude ver en su página personal, lugar del que ya ha desaparecido tras la tormenta montada. En ambos lugares, tan sólo había cambiado el texto final y algo del título; lo demás era totalmente literal, incluso de las Alhambras especiales (otros muchos fueron imaginativos y en su lugar aludieron a Cruzcampo, Heineken, Mahou e, incluso, cervezas locales, riquísimas todas ellas).
Mis reflexiones
Mis reflexiones
Por Javier Imbroda
ltima actualizacin 18/02/2013@00:32:30 GMT+1
Javier Imbroda Ortiz |
- ¿Qué vas a tomar?
- Una Alhambra especial
- Por favor, dos Alhambras especiales
- Oye, ¡cuánto tiempo sin vernos!
- Sí, ya era hora que echáramos unas cervezas y charláramos.
2. Me había acostumbrado a ver -inicialmente con asombro y luego con curiosidad- que 'Conversación en la taberna' estaba en un número infinito de blogs, foros, comentarios y demás familias interneteras; incluso en algún confidencial de cierto nombre. Nada que objetar. Tan sólo lamentar que en muchos lugares no apareciera el nombre del autor, es decir, mi nombre, pero hay que decir en descargo de la mayoría que ha sido un texto que se transmitió por correo electrónico y que en éste, seguramente, no incluía al autor. Posteriormente, sí comenzó a aparecer, no sé por qué motivo. No obstante, la blogsfera, por lo general, es prudente y sensata y la mayoría mantuvo que no era un texto suyo; tan sólo unos pocos omitían ese dato e incluso hacían su propia versión. Sin embargo, que apareciera en un periódico impreso y digital bajo la firma de un articulista, era el colmo.
3. Por tanto, no dudé en descolgar el teléfono y comunicarme con 'Melilla Hoy'. Inmediatamente pude hablar con un redactor que sorprendido y considerando que era un asunto de calado me dijo que le enviará un correo y que, inmediatamente, se lo iba a redirigir al director del periódico. Y así lo hice. Este fue el texto exacto con el que mi dirigí al director:
SR. Director del Diario Melilla Hoy:
De acuerdo con la conversación telefónica mantenida con ustedes, les informo que el artículo firmado por Javier Imbroda 'Conversaciones' publicado en la edición digital digital (no conozco el día de su publicación en la edición impresa) cuyo enlace es: http://www.melillahoy.es/noticia/15900/Opinion/Conversaciones.html, es un artículo de mi autoría, existiendo un completo plagio del mismo, cambiando tan sólo el título ya que el original por mí firmado se denomina 'Conversaciones en la taberna'. Por tanto, exijo una rectificación pública en su medio en estos términos.
El enlace de mi artículo escrito en mi bitácora personal es el siguiente:
http://opinionesintempestivas.blogspot.com.es/2012/10/conversacion-en-la-taberna.htmlRuego, me hagan llegar dicha rectificación por cualquier medio.
4. A los pocos minutos, el director de 'Melilla Hoy', me envió un correo, comunicándome que se iba a poner en contacto con el autor, para ver qué había podido pasar.
5. Lógicamente, denuncié en una entrada de mi blog este asunto, explicando sucintamente los hechos.
6. Al día siguiente Javier Imbroda, me envía un correcto correo electrónico admitiendo que lo había transcrito tal y como le había llegado por correo porque lo había considerado muy interesante y de mucho interés y qué en ese momento no sabía quién era el autor; que de saberlo lo hubiera indicado en el artículo y que en la próxima columna indicaría mi nombre. Por tanto, admitía tácitamente el plagio. Temeroso, seguramente, de que yo considerara que se lucraba con su columna -y por tanto, modestamente con el plagio- me indica que no cobra por sus artículos.
En mi respuesta, educadamente, con más tripas que corazón le admito las disculpas pero le arengo diciéndole que uno valora lo mucho o poco que escribe y verse plagiado no es algo agradable como podrá comprender, sobre todo cuando uno hace de la literatura y del escribir su afición personal, que no profesional y que como podrá comprender, los artículos que publico en prensa y en mi blog conllevan un esfuerzo. También le exijo que me envíe el enlace de la rectificación, pero sabía desde el primer momento que no lo haría. Y no lo hizo.
Ganas me quedaron de decirle también que en muchas ocasiones no he tenido nada que escribir o contar y no lo he hecho, que es el camino más decente. Pero me abstuve de envenenar el correo con dardos directos.
7. Al día siguiente, para mi asombro, el asunto empezó a desbordarse. Comenzó con un comentario escrito en este blog por el estudiante de periodismo en la Universidad de Málaga y bloguero comprometido, Javier García Angosto, que comentó lo siguiente:
Me acaban de avisar por Twitter de esto. Te he dedicado unas líneas en mi blog:httpe://estoesdepelicula.blogspot.com.es/2013/03/acusan-javier-imbroda-de-plagio-en-una-html
¿Has recibido contestación del Melilla Hoy?
¡Saludos!
8. A los pocos minutos abro una de mis cuentas de correo y me encuentro con uno de un periodista de la revista El Observador de Málaga, que me traslada su interés por contactar conmigo para hablar sobre este asunto.
La noticia sale en la revista antes de que contacte con él, pero posteriormente tuve la oportunidad de hablar con Juan Area, el periodista.
9. Al poco recibo otro correo de Javier García Angosto, que me comunica que la noticia ha subido a la plataforma meneame, lugar en el que está copando portada. Realmente, en muy poco tiempo, obtiene casi 3000 'cliqueos' y casi 800 'meneos', además de 36 aguerridos comentarios, casi todos de indignación hacia el plagio y el plagiador.
10. Y como las redes sociales son como son, en poco tiempo Facebook y Twitter, blogs y foros se hacen eco, hasta el punto de que algunos tuiteros arremeten duramente contra Imbroda en su propia cuenta, el cual se defiende diciendo que ya ha hecho la rectificación oportuna en su columna del lunes, 11 de marzo.
11. No tengo acceso a esa columna, pero muy amablemente Javier García Angosto me la brinda. Es una rectificación muy pobre, pobrísima, en la que viene a decir, en el contexto de un artículo denominado Autogestión, que la columna era mía y acaba dedicándome algunas flores -pero no me hacen falta porque ese es mi apellido-. En absoluto, se trata de una rectificación en toda regla. Dudo si ser más contundente o dejar que el asunto se apague.
Lógicamente, el asunto -al margen que algún que otro tuiteo-, ya se ha congelado porque en la red los asuntos se detienen con mucha rapidez, incluso los muy importantes. Pero el plagio, en mi opinión, es un asunto importante, que en España se tolera menos que otros.
Considero que con independencia de que se conozca o no a un autor, copiar un texto es plagiar. El articulista hubiera obrado correctamente si hubiera indicado que reproducía un texto del que no conocía su autoría, pero no lo hizo. Prefirió que todo el mundo pensara que estaba escrito de su puño y letra y eso me parece que dice muy poco de quien pretende juntar cuatro palabras y luego publicarlas. Porque -insisto- en España -que es un país en el que el concepto del honor siempre se ha considerado intocable-, quizá desde los tiempos del Siglo de Oro español, el plagio se considera un asunto insoportable y se tolera mucho menos que la corrupción, por ejemplo. Pero aún así, no tanto como en otros países de nuestro entorno europeo, en los que un alto cargo de un gobierno nacional dimite si se descubre que ha plagiado algún texto, aunque lo haya hecho veinte años antes en una tesis doctoral o a través de otro medio.
Haber hecho aquí este ejercicio de explicación de los hechos reales acontecidos no tiene otra intención que plasmar públicamente algo que jamás debería repetirse, pero hay que decir una vez más que en esta imperfecta sociedad en la que vivimos siempre habrá quien se aproveche del esfuerzo de los demás y que, además, le vaya bien por ello. Tan sólo la decencia personal se erigirá en juez de la inmoral acción, pero no sé si eso es pedir peras al olmo en los tiempos en los que estamos. Una reflexión que ayer pude corroborar viendo la película 'El ladrón de palabras'.
ACTUALIZACIÓN A 18 DE MARZO (Programa de ELVIGIATV de Melilla, aludiendo al asunto del plagio - partir del mínuto 24 del programa, gentileza de Javíer García Angosto.)
ACTUALIZACIÓN A 19 DE MARZO
La revista de Málaga 'El Observador', publica esta entrada en su edición de hoy