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16 abril 2013

SOBRE REDES SOCIALES Y LA AFICIÓN DE ESCRIBIR

Dicen las afiladas lenguas cibernéticas que a quienes nos gusta escribir creamos un blog; y al que le gusta menos, se conforma con tuitear. Sin embargo, mucha gente -entre los que me incluyo- posee un blog y una cuenta de Twitter. Pero para quien esto susbribe no hay color: prefiero el blog. 
A pesar de que escribir en esta pantalla en blanco (vosotros veis un texto más o menos largo; más o menos coñazo; más o menos interesante, pero quienes escribimos un blog nos enfrentamos a una pantalla en blanco casi a diario) y en ocasiones no tenemos ni idea qué contar; es más, hay que hacer filigranas para no repetirse. Pero nos gusta escribir, me gusta escribir. A pesar de que en ocasiones no tenga ni idea de quién hay al otro lado; es más, escribir con la casi seguridad de que al otro lado, en muchas ocasiones, no hay nadie. Pero escribir -qué duda cabe- es un ejercicio individual y siempre es mejor escribir sin considerar quién te pueda estar leyendo. Esa es la humildad inherente a este ejercicio, algo muy similar a lo que supone correr. Cuando escribes cabe la posibilidad que nadie te lea; y cuando corres existe la casi absoluta certeza que no ganarás nada y, sin embargo, subes rampas, bajas cuestas,  atraviesas caminos y carreteras, a pesar de tener la certeza de tu mismidad y el cierto onanismo que comporta devorar kilómetros en soledad.  
Pero volviendo a lo de las redes sociales. Hace no mucho creé una cuenta de Twitter (básicamente para comunicar lo que escribo en el blog) y enseguida comprendí que este tipo de cuentas son almas de doble filo. Por lo pronto, son grandes devoradoras del tiempo si no utilizas bien la cabeza. Y eso ocurre, porque la obsesión de tener seguidores puede conllevar que tu sigas a gente que jamás vas a leer. E, igualmente, ellos te siguen a pesar de que jamás te van a leer. En cambio, hay gente muy mediática -futbolistas, cantantes, famosos en general-, que les cuesta escribir los 140 caracteres que creo te ofrecen y, sin embargo, tienen millones de seguidores. No por lo que digan sino por lo que representan, por su imagen catódica y mediática. Por tanto, Twitter, Facebook o tras redes sociales similares, simbolizan muy bien lo frívola que es y lo enferma que está nuestra sociedad: no interesa leer ni la calidad o interés de lo que se diga, sino quién lo diga (estoy seguro que si Sergio Ramos -uno de los peloteros más activos y con más seguidores- cuenta que acaba de salir del baño, eso se convierte en un fenómeno social; así somos). Por tanto, cada cual tiene que utilizar estas herramientas de acuerdo con sus intereses y su personalidad. A mí me interesa de Twitter -por ejemplo-, no que me sigan (que seguramente lo harían y la mayoría no me leerán) o yo seguir a otros (a los que no leeré), sino descubrir páginas, blog y gente que escribe y hace cosas interesantes. Por ejemplo, me interesa mucho la tecnología de las comunicaciones y sigo blogs y páginas sobre estos asuntos; e, igualmente, me interesa la cultura y los libros, el sonido y la música, las cosas relacionadas con el correr, la nutrición, y un largo etcétera  y hago lo propio. Porque resulta que Twitter es muy útil como herramienta para descubrir cosas interesantes, que no es posible hacerlo meramente navegando, porque te pierdes.  
Por su parte, escribir un blog es otra cosa muy distinta. Insisto en que escribes porque te gusta hacerlo pero, en ocasiones -las que más- te sientes atravesando el desierto y la soledad es absoluta. Escribes entradas y el contador de comentarios se queda a cero y le salen telarañas; sabes que alguien te lee por ahí, pero tampoco estás completamente seguro, a pesar de que el contador de visitas insista en que sí.  Pero aún así es algo interesante porque conlleva la misma  soledad a escribir un relato, una novela o un artículo periodístico, cosas que publicas y que, realmente, no sabes el número de lectores que tendrán. Y suerte que Granada no es una ciudad excesivamente grande y siempre obtienes un reflejo de lo que has escrito, por una vía o por otra. Porque no hay que negar que toda persona que escribe, a pesar de que lo haga en soledad y sea una tarea solitaria, necesita saber que tiene lectores ¿Algo de vanidad? Sí, sin duda.     

03 septiembre 2011

MEJOR BUENAS MISIVAS QUE NO DESAGRADABLES MULTAS


Hace unos meses perdí o me robaron –que las dos cosas son posibles- la cartera con todos los documentos, tarjetas, dinero, etc., etc....y, claro, lo primero y más molesto de todo esto es dedicarte un par de horas, inmerso en el cabreo, desazón o frustración, a anular todo lo que pudiera ser sospechoso de uso indebido, es decir, tarjetas de crédito, de centros comerciales, del video-club, en fin, lo típico.

Y viene este triste recuerdo a cuento de la carta que me acaba de enviar, Pere Navarro Olivella, Director General de la Dirección General de Tráfico -con motivo de la entrega del nuevo y modernisímo carné de conducir, tanto que la misma interesante carta advierte que no está ni homologado en la UE- que, probablemente, de manera irónica o socarrona –o de ambas formas-, inicia su misiva impersonal diciéndome: Me complace adjuntarle su nuevo permiso de conducción en sustitución del que pudiera tener anteriormente..

Y, realmente, me ha parecido muy elegante (..en sustitución del que pudiera tener anteriormente) la forma en que el amigo Pere me indica que es probable que tuviera el carne con anterioridad pero que, probablemente, me lo robaron o yo mismo lo perdí o, incluso, deducir que nunca lo tuve, a pesar de que conducía de manera habitual. La verdad, me ha parecido que hay bastante riqueza literaria en su misiva.

Sin duda, mejor buenas misivas que no multas inoportunas.

18 diciembre 2010

LA VIDA JUEGA CON NOSOTROS A LOS DADOS.


En ocasiones la vida es una cachonda mental. Juega con nosotros a los dados.Te da. Te quita. Se ríe de ti a carcajadas y si tu semblante es de asombro vuelve a reírse más fuerte si cabe, llamándole a ese hecho azar. Es como una perversa institutriz que te castiga pero que en ocasiones te recompensa sin que tenga nada que ver con que te portas mal o bien. Y lo peor, es que nada de esto es evitable.
Uno acostumbra a ver las cosas como más o menos se las han enseñando. Nuestros padres nos transmiten valores y nos suelen hacen distinguir desde pequeños el bien del mal, y nosotros cuando vamos creciendo solemos utilizar esos valores y crear divisiones. Por ejemplo, consideramos que el mal y el bien, lo bueno y lo malo, no deben de estar en el mismo lugar, algo parecido a lo que ocurre cuando fusionas aceite y agua: por mucho que remuevas ambos líquidos siempre acaban por separarse. Consideramos que eso debe ser lo normal, lo habitual. Pero no, en la vida ese experimento químico no existe. De hecho, tenemos que acostumbrarnos a considerar que lo bueno y lo malo, el bien y el mal, suele venir en un sólo paquete y puede ocurrir en un sólo día, es más, en unas cuantas horas.
Cuando pasan los años comprendes que en nuestro día a día nos puede ocurrir lo más insospechado, por mucho que pensemos que las cosas siempre les ocurre a los demás. No es cierto. Las cosas nos ocurren a todos, casi por igual. Algunas cosas son evitables si se vigila y se actúa con un plan preconociendo y con cierto orden y antelación, pero muchas cosas- probablemente las más importantes- ocurren porque sí, sin avisar.
Es en lo que pensaba ayer cuando en unas pocas horas extravié - o me hurtaron- mi cartera con una importante suma de dinero y -lo que es más importante- con todos los documentos de identidad y tarjetas diversas, rompí mi mejor cazadora, pero al mismo tiempo me concedían un mejor puesto de trabajo. Todo junto, en unas cuantas horas. Dos castigos y un regalo. Sin esperarlo, mientras que escuchaba a lo lejos las estruendosas y vulgares carcajadas del azar.

13 mayo 2010

ESAS NO SON LAS MEDIDAS A TOMAR (O AL MENOS NO LAS MÁS IMPORTANTES)




Vaya follón que está liando Zapatero. Un día dice una cosa y al siguiente hace la contraria. Su última ocurrencia trae a medio país de cabeza, por unos motivo o por otros. Y parece que se está destapando la tapa de los truenos para que de una vez por todas la gente de este surrealista país comience a comprender algo de lo que está pasando. O, al menos, a comprender algo de que sabemos que está pasando, porque hay cosas que nunca sabremos.
Veamos. Se bajará una media del 5% el sueldo de los empleados públicos, decisión ésta histórica en España, y se congelarán las pensiones, excepto las mínimas y las no contributivas. Además, se elimina el cheque-bebé, entre otras medidas de mayor o menor calado.
No comentaré estas decisiones porque no considero que sean las realmente importantes. De hecho, estas medidas ocultan otras acciones que no se han tomado y se deberían tomar.
Y esas acciones que no se han tomado conllevaría un cambio radical en la mayoría de la mentalidad y estructura del gasto público, es decir, un cambio de mentalidad que mucho me temo nunca llegará a España porque entonces no estaríamos hablando de España.


Este es un país de mierda. Perdonad por el taco pero así lo creo. Un país de prebendas, de parásitos, de vividores, de vagos enganchados a la cosa pública (no, no me refiero a los empleados públicos, aunque algún que otro parásito sí que hay: casi todo el personal eventual). Y éstos van desde los miembros de la casa real hasta el último concejalillo. Y, lógicamente, de ese ejército de menesterosos se salvará quien objetivamente tenga méritos para salvarse, que no es casi nadie.
Vale, se recorta el sueldo a los empleados públicos, que no olvidemos son trabajadores. Un colectivo que en su gran mayoría (más del 80%) no alcanza los 1500 € netos al mes y no os podéis imaginar la cantidad de empleados públicos que apenas llegan a los 1000 € netos. . De acuerdo. En momentos de crisis como éstos en los que existe una gran porcentaje de personas parados el sentido solidario debe de existir. Pero habría que considerar que se entiende por empleado público (sé que es largo, pero os aconsejo mi artículo de Ideal sobre empleados públicos pinchando aquí), porque entre éstos se encuentra el personal eventual que en su mayoría son todos esos asesores vinculados a los partidos. A esos, ni agua, por supuesto. Los demás, en su mayoría son profesionales que han accedido a través de una oposición o concurso y se ganan la vida como pueden.
Sin embargo, esa no es la solución. O al menos no la única solución.



Por lo primero que habría que comenzar es por la eliminación de prebendas y privilegios en las Administraciones Públicas. Hay que bajar más de un 20% el sueldo de todos los altos cargos y eliminar todas las dietas que reciben, que es la partida más lucrativa y no contributiva; además, hay que eliminar todos los privilegios en cuanto a coches oficiales propios y exclusivos, viajes pagados, comidas gratis, regalos, entrada gratis a espectáculos y un largo etcétera. Hay que meter la tijera al presupuesto de la casa real y conocer de una vez por todas cuánto se les paga y en qué gastan ese dinero (estoy pensando en acogerme al derecho de petición constitucional - Artículo 29 de la Constitución- solicitando esa información que, por supuesto, no me darán). Hay que eliminar la mayoría de las subvenciones, patrocinios y otras estupideces por el estilo. Hay que meterle mano a las rentas de los directivos de bancos y empresas ¿Cómo? por ley. O incrementando el tipo del IRPF hasta el 45%. Hay que meterle mano y subir el tipo del IRPF a los deportistas de élite, principalmente a los extranjeros que juegan en España y que disponen de unos privilegios exorbitantes con respecto a los de aquí. Hay que eliminar ministerios y organismos públicos inútiles (por ejemplo, el de Igualdad, el de Vivienda, cuyas competencias las tienen las Comunidades Autónomas, el de Sanidad refundirlo con otros, ya que esas competencias también las tienen las Comunidades Autónomas; dos de las tres vicepresidencias). Hay que eliminar gran parte de los organismos autonómicos, que derrochan el dinero vilmente. Hay que controlar el gasto municipal, en particular, el de los ayuntamientos de grandes municipios. Y hay que eliminar de una vez por todas las empresas públicas que se han convertido en el coladero de politiquillos denostados de sus cargos, o bien politiquillos que no disponen de empleo cuando dejan el cargo.


Y lo más importante de todo, y esto es ya una tarea de ámbito internacional: hay que eliminar de una vez por todas los paraísos fiscales, aunque eso suponga dejar con el culo al aire a muchos políticos que tienen en éstos sus ganancias y por eso declaran que nada tienen en ese vergonzosos registro de bienes y retribuciones, ¿ Cómo lo veis ?

15 abril 2010

CASI UNA FÁBULA


Un grupo de gallinas se arremolina en torno a su cuidador y suministrador de alimentos. Saben o intuyen que hay carnaza e intentan buscar su bocado diario.

De pronto el cuidador, sabedor de que hay demasiadas gallinas nerviosas y estresadas que buscan su bocado y consciente de que no hay comida para todas, utiliza una técnica ancestral cuyo truco y posterior resolución las gallinas no se han transmitido generacionalmente. Así que coge una pequeña porción de pienso enriquecido -ese que chifla a los plumíferos- y la arroja justo en el lado contrario del corral, en un lugar distante y alejado del apelotonamiento inicial.

No falla. Dieciocho de las veinte aves de corral se dirigen hacia ese lejano lugar a pesar de que la proporción de pienso enriquecido es menor al que se estaba suministrando inicialmente.

Sólo dos gallinas permanecen en el lugar inicial sin apenas inmutarse del truculento gancho forjado por su cuidador. Si no fuera porque se trata de animales de natural imbécil uno pensaría que esas dos gallinas parecieran que están reflexionando sobre la estupidez cometida por sus dieciocho congéneres. Incluso pareciera que observan de forman inteligente a su cuidador. Sin duda han comprendido que su ración será mayor.

Esta escena cotidiana en cualquier corral de gallinas -y lógicamente, haciendo las obvias trasposiciones- ocurre cada día en el ámbito social, más concretamente, en el ámbito político.

La sociedad se arremolina en torno al tema de moda actual: la crisis. De éste hablan los políticos -de hecho, se pelean a su costa y buscan rédito electoral-, los periódicos, las emisoras de radio, los canales de televisión, los medios digitales, todo el mundo habla obsesivamente de ese asunto. Pero, de pronto, alguien se acuerda de ese gancho del corral de gallinas y lanza lejos una pequeña porción de nuevos y escandalosos elementos informativos, que obedecen al nombre de "caso Gürtel" o "caso Garzón". Y vuelve a no fallar. Gran parte de la sociedad y los medios de comunicación se arrojan a esa nueva noticia-escándalo; cacarean con el nuevo material; lo exprimen, lo estrujan. A pesar que es menos sabroso y más efímero que el anterior.

Desde la verja el cuidador esboza una cínica sonrisa.

04 enero 2010

LA INFLUENCIA DE LA ZAFIEDAD



Hace más de año y medio publicaba un artículo en Ideal al que titulé "Zafiedad que mueve al mundo" en el que me refería a la zafiedad, que todo lo inunda. Y ahora que comienza un nuevo año y todos, de una manera u otra, ponemos el reloj a cero en muchos aspectos me gustaría referirme a cómo afectará esa zafiedad a la televisión, madre de todas las zafiedades, ahora que la pública y estatal ha optado -con buen criterio, en mi opinión- por eliminar toda publicidad y que en ese nuevo esquema de servicio público ninguna cabida habría de tener la programación rosa, que además pagamos todos con nuestros impuestos.
Lógicamente, ese "pastel" publicitario irá ahora a parar, principalmente, a las televisiones privadas, que son muy suyas de hacer con esos ingresos publicitarios lo que les vengan en gana. Y si lo que quieren -o quieren sus telespectadores- es embodriarse hasta la méduta de belenesesteban y tomates allá ellos porque es su dinero y los espectadores son muy libres de pulsar la tecla del mando a distancia que les plazca.
Otra cosa es que todo ese nauseabundo mundo nos sea impuesto por la vía de los hechos consumados, es decir, que no teniendo otra opción debamos impregnarnos de ese tufillo. Al menos ahora tendremos la ocasión de poder elegir. Se supone.
Lo preocupante de ese tipo de prensa es que inunde todo, hasta el punto de que el espectador o el lector que no busca ese tipo de "información" acabe encontrándola, es decir, se le imponga. Desde mi punto de vista a eso habría que denominarlo violación de la capacidad de elección. Abres un periódico serio y te das de bruces con el último novio de Shakira o la última operación de nariz de doñaleticiarepublicana, que según mensaje oficial de la Casa Real le molestaba para respirar, que es una forma desvergonzada de decir que "la princesa del pueblo" no daba un buen perfil en las fotos y que, total, para lo que hemos tenido que desembolsar.
Es algo que me ha ocurrido con algunos periódicos. Y me duele decir que haya ocurrido con el periódico en el que colaboro: Ideal. De hecho -a no ser que publiquen alguno de mis artículos- me niego a comprarlo los domingos, toda vez que introducen una revista del corazón en el que suelen aparecer con frecuencia desde los humildes y sencillos miembros de la Casa Real, vistiendo o calzando humildes complementos en consonancia con la situación crítica que atraviesa el pueblo, hasta las últimas estupideces de Victoria Beckham.
Así que pudiendo elegir el tipo de información a recibir ¿existe algún problema añadido?
El problema que pudiera existir es que si cada vez más gente elige este tipo de cosas la sociedad cada día será más inculta y embrutecida. Y en eso perdemos todos porque de esa sociedad, inevitablemente, tendrán que salir nuestros políticos, abogados, médicos, funcionarios públicos, deportistas o carpinteros.

31 diciembre 2009

BUENOS PROPÓSITOS


Desde hace tiempo no creo en los buenos propósitos para el año próximo. Y hoy es día de buenos propósitos.
Pero los buenos propósitos son los que se intentan alcanzar en cualquier día, en cualquier mes del año. De hecho, son los que más se cumplen.
Por el contrario, no suelen cumplirse los planteados en días como hoy. Y para muestra un dato: un porcentaje por ciento muy elevado afirman que dejarán de fumar -por ejemplo- el próximo año, pero lo incumplen sistemáticamente justo en el momento en que empieza el nuevo año, que es una frontera festiva y cotillonera. Pero hay otros muchos incumplimientos que, psicológicamente, son muy recurrentes al mismo tiempo que inabordables.
Por eso no creo en esos buenos propósitos.
En cambio, una persona medianamente sensata busca adaptar el nuevo año a sus creencias, intereses o deseos. Y todo aquello que se desea hacer no es necesario ni conveniente que se haga el primer día del año sino a través de todo un calendario que viene repleto de ocasiones para mejorar, desmejorar, engordar, adelgazar, beber, dejar de beber, fumar, dejar de fumar, correr, dejar de hacerlo, estudiar una carrera, abandonar la que se está estudiando, divorciarse o seguir felizmente casado, escupir en la cara al jefe o seguir practicando el reptilismo, leer más o dejar de leerlo todo, viajar más o dejar de viajar...no sé, todo un mosaico con que cargar el calendario próximo, asuntos graves y complejos que es imposible dejar para el día 1 de enero y de ahí el reiterado incumplimiento.
Por tanto, que 2010 sea el año en el que hagáis o no hagáis lo que siempre habéis querido hacer o dejar de hacer.

06 diciembre 2009

SENSATEZ CON LOS ASUNTOS RELIGIOSOS

Según establece el artículo 16.3 de la Constitución española de 1978, "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Es decir, que el Estado español se declara aconfesional -no laico como dicen algunos políticos-. Por tanto, la libertad religiosa y de culto está asegurada, estableciendo el límite del respeto al orden público, según establece el artículo 16.1.
Por tanto, que se eliminen los crucifijos como símbolo religioso de las escuelas estatales me parece congruente con la Constitución. Y esa acción que se reivindica, emanada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, me parece lógica y razonable. Algo que siempre ha sido deseable por éste quien suscribe -ojalá se eliminara también el careto del borbón de los estamentos oficiales, aunque considero que esto será más difícil ya que es el Jefe del Estado, según la Constitución-.
Ahora bien, dicho esto, no pretendamos convertirnos enemigos de una tradición más allá de lo que establece el texto Constitucional (texto que también establece que se mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones), que es la española y no nos abstengamos al mismo tiempo de ser igual de críticos con otros símbolos religiosos que la progresía snob de este país no parece observar. Me estoy refiriendo a los símbolos religiosos del Islam, muy presentes también en las escuelas aconfesionales estatales. Esos símbolos son los derivados del velo que lleven las mujeres árabes, que no los portan como adorno sino como símbolo religioso bien definido.
A ver si estamos vendiendo España a un precio irrisorio y no nos estamos dando cuenta. Y, lo que es peor, provocando de paso polémicas futuras indeseables.
Que eliminemos crucifijos -ya digo que me parece bien- no será un problema para los católicos españoles, que no protestarán más allá de lo razonable. Y no lo harán porque España hace ya años que ha dejado de ser un país fundamentalista en materia religiosa. Ahora bien, que reaccionen igual quienes profesan la religión de Mahoma lo veo más difícil.
Y hay que tener cuidado con todas estos asuntos de religión, ya que cuando no se está a un nivel avanzado de modernidad y adaptado a los nuevos tiempos, puede tornarse en algo peligroso.

29 octubre 2009

PODREDUMBRE QUE MUEVE AL MUNDO


Presiento que nos estamos alejando del camino del conocimiento. En la actualidad, poco o nada interesa el saber, el gusto por conocer.
Muchas asuntos reclaman nuestra atención, pero pocos son realmente importantes. Son asuntos vacíos, desdotados de los elementos necesarios que nos hagan mejores personas.
En determinadas acciones que contemplo a diario observo que la deriva del ser humano hacia el animalismo es cada día más preocupante. En los animales existe una razón ontológica de ser. Seres vivos que cumplen su rol en la vida de manera perfecta y sincronizada. Pero en las personas la razón de ser es conocer, dotarse de la cultura necesaria que nos haga comprender mejor el mundo en el que vivimos. Utilizar la mente. Pero mucho me temo que no es el camino que se está andando en la realidad.
Los asuntos frívolos, banales, imbéciles o ridículos están cada día más presentes y no hay marcha atrás. De hecho, el asunto de la mísera corrupción que azota a España en las últimas fechas no es ni más ni menos que la odisea emprendida hacia la putrefacción más absoluta. Individuos que se aprovechan de unas circunstancias favorables para, egoistamente, lucrarse. Es tan ridículo que sería mucho más útil el escarnio público que la propia prisión. Pero, claro, existe la duda de que esa putrefacción no sea propia de unos cuantos sino que esté anidada en el mismo sistema.
Si así fuera -y no hay argumentos para pensar lo contrario- ya nada se podría hacer.
Sin embargo, el problema ya no radica en la corrupción política solamente, sino en esa carrera hacía las cavernas que nos atenaza. Si el hombre tira por la alcantarilla todo lo alcanzado, a través de tantos siglos de sufrimiento y lucha, si abandona la opción de la cultura, de la educación, del conocimiento en general, entonces ya nada se puede hacer. No hay esperanza.
En este mundo actual, a las personas honestas y sensatas sólo les queda encerrarse en su caparazón.

06 mayo 2009

LA PERCEPCIÓN DE LAS COSAS



Hace unos pocos días pasaba casualmente por una calle de mi pueblo, Pinos Puente; una calle normal, una de las muchas que podríamos encontrar en cualquier pueblo, pero añorada. Cercana a la casa de mi niñez; una calle por la que he pasado en muchas ocasiones y que tengo asimilada con sus características propias. La tienes memorizada en la retina, y podrías perfectamente reproducirla mentalmente sin necesidad de contemplarla en la realidad. Es algo que nos ocurre a todos con los lugares de nuestro entorno.


Y decía que pasando casualmente por ella observé en ella otra fisonomía. Sabía que esa calle seguía siendo la misma de siempre, nada en ella había cambiado, pero de pronto me sorprendió comprobar cómo al fondo de la misma emergía majestuosa Sierra Nevada, a pesar de que podrían existir un mínimo de 40 kilómetros de separación. Y pensé que nunca había reparado en ello. Asimismo, sorprendentemente, en un primer plano, emergía el Piorno, un picacho que preside la entrada del pueblo y que forma parte la zona montañosa de Sierra Elvira. Ese primer plano, también me sorprendió, pero era mucho más evidente. Sin embargo, no podía dejar de contemplar la gran mole de Sierra Nevada, repleta de nieve, y tener la sensación real de que se podía tocar con la mano.
Minutos después me encontraba en la carretera que une Pinos Puente con Granada y observé Sierra Nevada mucho más lejana, circunstancia ésta que me produjo mucho más estupor: si me acerco a Sierra Nevada, ¿ cómo es que la veo más lejana que desde la calle del pueblo ? No supe responder a esa pregunta.
Nos acostumbramos a mirar de una manera concreta desde niños. Vemos los elementos que nos rodean con la configuración inicial y resulta difícil deshacerse de esa manera de mirar. 
Pero en realidad, aunque miramos y vemos, no tenemos agudizado el sentido de la observación. Si siempre hemos contemplado las cosas, las personas, los objetos, de una manera y la mente acostumbra a ver de esa forma. Pero hay otras formas de mirar, y descubrirlas siempre es emocionante. Seguramente eso ocurrió cuando contemplé esa calle con una mirada distinta.        

07 abril 2009

SEMANA SANTA


Nunca comprendí  - o entendí - la Semana Santa. Obviamente, no desconozco que se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, pero no he sido capaz, jamás, de asimilar toda esa parafernalia en las calles y plazas, principalmente, en las ciudades andaluzas.
En su momento, y por iniciativa propia, leí toda la Biblia. El Antiguo y el Nuevo Testamento. Y comprendí que es un libro que, al margen de lo que nos revele o cuente, contiene una prosa hermosa y, en determinadas fases, una excelente literatura. De manera que disfruté de esa lectura, como lo hago cuando leo un ensayo histórico o una buena novela. Pero decidí interpretar el llamado libro sagrado como un texto basado en las metáforas, incluyendo en éstas los diversos milagros de Jesús de Nazareth en el Nuevo Testamento. Por lo demás, es un texto que derrocha imaginación por doquier. 
Asimismo, siempre me ha interesado sobremanera el cine bíblico. Cada año intento ver Jesús de Nazareth de Franco Zefferelli (en mi opinión la mejor producción sobre personajes bíblicos) y me interesan sobremanera las superproducciones televisivas basadas en la Biblia. 
Pero de ahí a comprender las procesiones hay un abismo. De éstas no consigo destacar nada y sé que tendría muy difícil sobrevivir en Sevilla, donde la sociedad misma se autorefleja en gran parte en la llamada Semana de pasión. 
Igualmente no concibo la idiosincracia de cofradías y hermandades, entre otras cosas porque no creo que exista entre sus miembros más posicionamiento religioso que social, y eso me parece realmente desconfigurador de la realidad que intenta plasmar esta fiesta. Es más, pocos sabrían definir con precisión en qué consistió el llamado "Vía Crucis", por poner un sólo ejemplo.  
En Andalucía la Semana Santa rompe moldes religiosos y es algo que saben políticos e iglesia. En esta última, en ocasiones, ha habido algunas voces denunciando la frivolización de la celebración, pero inmediatamente han sido acalladas por el rugido social. Sin embargo, siempre hay que respetar a quien encuentra en estos actos públicos un verdadero sentimiento y una vocación.

No obstante lo dicho, se ha de reconocer que en España la esencia de la Semana Santa trasciende lo religioso. El Estado, aconfesional de acuerdo con la Constitución española, dedica varios días festivos conmemorativos de esta celebración, demostrándose que el factor social no es más que un trasunto del factor religioso, pero es esa nuestra historia y como tal hay que aceptarla. De hecho, en el futuro, no me gustaría que esta historia religiosa del catolicismo -una vez superadas las creencias ciegas y fundamentalistas de esta religión-acabaran siendo sustituidas por otra religión monoteísta mucho más atrasada y fanática, como es el caso del islamismo.     

18 marzo 2009

VENDER EL ALMA AL DIABLO



El problema de la crisis es que existe demasiada gente que ha perdido su capacidad
de asombrarse ante el magno espectáculo que puede ofrecer cada día la existencia.
Lo preciado no es lo perdido en la bolsa o en el laberinto negro de los negocios inmobiliarios sino lo perdido con anterioridad. Y me temo que eso sea ya irrecuperable.
Cuando hace unos cuantos años la única condición que había que aceptar para ser rico era vender tu alma al diablo, fueron muchos los que consideraron que ganaban con el cambio.
Pero una minoría dijo que ese alma no estaba en venta, a medida que los otros muchos, creyéndose favorecidos por el cambio, comenzaron a vender espíritu, mente, ideas, principios y dignidad, todo incluido en un amplio paquete que hacía las delicias del diablo, que por entonces estaba haciendo sus mejores negocios.

Pero más allá de la metáfora está la realidad, siempre más cruel y presente, y conviene llamar a las cosas por su nombre. Veamos.
Observábamos unos años atrás que se miraba con gesto burlón a quien no había aún dado pelotazo alguno. La cigarra humillaba a la hormiga cada día. No contar con ganancias, a más negras mejor, ni saborear el caviar o montar en coches de gran cilindrada no era otra cosa que ser un paria del sistema.
Sólo había tiempo para las grandes cifras, los grandes negocios, los grandes banquetes, tirando de todo ese proceloso mundo, en primer lugar, representantes de la cosa pública y advenedizos de los asuntos privados. En realidad, nadie consideraba que nada pudiera invertirse. Pero se invirtió. Y con ese cambio de signo comenzaron los lamentos.

Y ahora nos encontramos en otra realidad. Una realidad distinta, tal vez más sensata. Será mucha la gente que sufrirá por esta crisis feroz y mucha la que se quedará sin empleo ni recursos. Es la cara más amarga de esta situación. Sin embargo, otras circunstancias mejorarán y la estulticia materialista dejará paso a un mundo más sosegado, honesto y espiritual. Pero claro, habrá mucha gente que habiendo vendido su alma y espíritu ya no puedan recuperarlo: no les queda ni un céntimo en el bolsillo para hacerlo.
Además, resulta que el diablo ha puesto por las nubes lo que compró a precio de saldo.

01 enero 2009

UN AÑO DA PARA MUCHO


Ocurren muchas cosas en un año. Bastaría con analizar brevemente el año ido para confundirnos en fechas y sucesos. Curiosamente muchas de las cosas que nos han ocurrido en los últimos trescientos sesenta y cinco días parecen lejanas; en cambio otras parecen muy cercanas.
Existe para casi todos nosotros hechos ordinarios y comunes, asuntos que normalmente están relacionados con el trabajo, estudios o el ritmo de cada día. Pero también existen muchos sucesos extraordinarios, que no deberían pasar, en absoluto, inadvertidos.
Un año puede ser el resumen de los intereses que tenga cada persona. Podría ser la suma de libros leídos, películas vistas, música escuchada, páginas escritas, kilómetros hechos. Incluso, el año en el que cambiamos de vivienda, de coche o de pareja. Un año, ya digo, da para mucho.
Desde hace tiempo no creo en los propósitos para el próximo año. Me he cansado de escuchar a gente que juraba y perjuraba que con el nuevo año dejaría de fumar, y sin embargo, enfrascados en un cotillón o fiesta familiar lo primera que hacían nada más sonar las campanadas, nada más comenzado el año, era fumar compulsivamente. O personas que prometían correr tres veces por semana nada más comenzara el nuevo año, pero se ha presentado la primavera y los ha sorprendido con más michelines y ningún kilómetro en sus piernas. Decididamente, no creo en los propósitos de año nuevo, considero que son muletillas, autoengaños perfectos para asegurarse que nunca se comenzará nada. Los que creemos en los propósitos verdaderos sabemos que no es necesario que comience un nuevo año para hacer lo que queremos hacer.Por tanto, lo importante es contar con propósitos y no dejarlos en cuarentena para que comiencen en una fecha culturalmente simbólica. Algunos no saldrán y otros sí, pero ninguno arranca el 1 de enero, eso seguro.
Un año da para mucho, aprovechémoslo.

OS DESEO UN BUEN AÑO PARA TODOS LOS AMIGOS-AS QUE LEÉIS ESTE BLOG.

29 diciembre 2008

UNA NAVIDAD SIN ALEGRÍA



Es lo que estoy percibiendo. Pasó raudo el día 22, el día de la ilusión de nuestra infancia. Las calles siguen reluciendo pero pareciera que esas luces especiales hayan pasado a un segundo plano. Son tantos los bombardeos diarios en los medios de comunicación sobre la crisis, que nadie ha sido capaz de abstraerse de esos mensajes. Es indudable que la capacidad económica de las familias ha bajado, principalmente en sectores cercanos a la construcción, pero existe un claro interés por generar esa psicosis colectiva. Eso está claro.
Existe la pérdida de pod
er económico, pero por encima de esa pérdida está el miedo. Un miedo indescriptible sobre qué puede pasar el año próximo y el siguiente al próximo. Estando como están las familias endeudadas y los bancos manteniendo el grifo financiero cerrado, el panorama es hartamente desolador.
Ha caído el consumo de manera alarmante y tal vez por eso la ilusión navideña, que ahora está claro, sólo se componía de materialismo obtuso, decía, la ilusión navideña se ha hecho
añicos. A tan bajos niveles de profundidad estamos llegando, que agotado el becerro de oro ya no sabemos ver con ojos limpios estas fechas. Nuestros ojos ya sólo son los del "tío Gilito", cambiando el logotipo del euro por el del dólar. Esa es nuestra idea de estas fechas.
Pero hay algo positivo en la crisis -siempre lo hay incluso en las cosas más negativas-: todo parece mucho más humanizado. Se advierte más tranquilidad en las calles, como si los agobios de otros años, hubieran emigrado a otros lugares; los claxon de los coches parecen más apagados y los accesos a las grandes ciudades son menos insufribles. Al mismo tiempo, pareciera que los grandes almacenes se nie
guen a entonar sus vulgares villancicos de Navidad y que sus horteros adornos navideños ahora fueran más discretos.


Un buen momento, sin duda, para volver a la mesa camilla, junto al brasero -aunque sea eléctrico- y junto a un buen plato de mantecados de Estepa y una buena botella de anís del Mono o de La Castellana, o ¿por qué no de Rute?, conversar en amistad, en familia, contar las tradiciones, recordar positivamente a quienes no están ya entre nosotros, y si es posible, olvidarnos de esa dinámica en la que estábamos situados, tan fútil, tan vacía.

05 diciembre 2008

ALGO NO ES COMO NOS DICEN EN LA CRISIS



Opino que hay algo que no es como nos dicen en lo referente a la crisis económica
. En absoluto negaré que las cosas están adquiriendo un color oscuro y que la hecatombe económica es posible presenciarla ya en los hábitos de consumo (cada día más comercios cierran y cada día nos desayunamos con nuevas quiebras). Nada de eso negaré, al menos, desde la más ramplona visión empírica de la realidad, que no desde la visión conocedora, porque ni tan siquiera los expertos se ponen de acuerdo en lo básico.
Pero dicho esto, vuelvo a insistir que hay algo que no es como nos están contando. Algo que está tapado, opaco aún, como si de un genio encerrado en su lámpara maravillosa se tratara, pugnando por salir e inevitablemente saldrá algún día y no para hacer milagros precisamente.
En pocos meses los medios de comunicación han pasado de abrir con titulares deportivos o políticos a abrir éstos con noticias económicas desastrosas. Y es ahí donde creo que estriba mi incredulidad: en ese machaque diario y sistemático, amenazandonos, asustandonos, a nosotros, sencillos mortales, que sufrimos lo indecible desde el día 20 de cada mes. Se trata de un miedo cuasireligioso, como aquel que proyectaban en el simple, el siervo de la gleba, en el periodo medieval, por parte de sinvergüenzas civiles y religiosos. Ahora que en occidente la religión no asusta, nos asustan con las cifras, cada vez más desastrosas y amenazantes. Y es por eso por lo que decía que hay algo que no me cuadra. Veamos. Si tan mal está la economía, desde hace apenas un año , ¿cómo es posible que dos años atrás todas las vacas fueran gordas? Para responder a esta pregunta se pueden articular dos versiones: 1. Las vacas no estaban tan gordas hace dos o tres años. 2. Las vacas no están tan flacas hoy. Es decir, existiría una verdad a medias o una mentira a medias, que nunca supe si es distinta cosa.
Por eso, desde hace unos días, sospecho que existe todo un mecanismo ideológico, totalmente planeado para prepararnos a afrontar un cambio de ciclo de proporciones bíblicas. Incluso, con timidez se están rescatando algunas teorías marxistas, pero maquilladas por la visión keynesiana de la economía, que son visiones mucho más moderadas y socialdemócratas. Mucho me temo que estemos asistiendo al final de la era capitalista, tal y como la hemos conocido hasta ahora, al fin de un proceso productivo selvático, a un modelo devorador que no nos lleva a ningún sitio, y es posible que se estén articulando nuevas teorías económicas que nos traerán desde disgustos hasta posibles satisfacciones. Si eso no es así, los medios de comunicación no debería entonces delatarse tan descaradamente.

07 noviembre 2008

+ LIBROS + LIBRES




Corría el año 1997 y yo era Concejal de Cultura de Pinos Puente, mi pueblo, así que intenté revitalizar la biblioteca municipal. Cuando llegué al Ayuntamiento ésta se encontraba en el mismo Ayuntamiento y eso me parecía violento para el ciudadano, joven o no, que se dirigiera a la misma a buscar un libro, así que aprovechando que el recinto del Teatro Municipal contaba con un edificio aledaño, no dudé en
trasladarla a aquel lugar, mucho más relacionado con la cultura, con el beneplácito de la bibliotecaria, que observando su reacción me hizo comprender que aquel cambio lo esperaba desde hacia años. De manera que fomentamos con ocasión de la nueva biblioteca una semana dedicada al libro, coincidiendo con el día del libro anual. Y el lema que elegí fue el que da título a este entrada el cual venía como reclamo en una colección literaria que estaba en por entonces comprando. Pero, ¿por qué adopté ese lema? Porque ha sido siempre lo que he pensado: si hay un libro cerca siempre me he sentido más libre, en todos los sentidos.
Si las circunstancias concretas del día a día no me ofrecen el elixir de libertad que mi mente exige intento penetrar en el mundo de los libros. O bien visito una librería o adquiero una revista dedicada a la literatura, teniendo siempre como telón de fondo las páginas de algún libro en permanente apertura. Porque nada es igual si nos enfrentamos a un texto. Porque todo está en los libros y nada escapa a ellos. Son la síntesis más perfecta del idilio de la persona con la vida. Un idilio se compone de momentos dulces y amargos como la lectura: exquisito elixir de diversas componentes.
Kafka dijo que
si un libro no produce el efecto de un martillazo en la cabeza no se trata de un buen libro. Pero también los hay que producen el efecto de un punzón en el corazón o el agrio sabor de una fruta podrida. Sin embargo, todos esos efectos no producen ningún rechazo en el buen lector, es más, le ayudan a serlo más y mejor.



Si necesitara extasiarme con el mundo podría adiestrar el arte de la observación, pero al querer ser participe de ese mundo, de sus excesos, de sus defectos, de sus virtudes, necesito leer historias o pensamientos o poesía. Todo está contenidos en los libros.
Un ejemplo muy vivo de lo manifestado se resume en el acto de adquirir el último libro. Toda esa sensación de libertad que produce buscar y encontrar un autor o una obra concreta, sabiendo que probablemente no la leerás en algún tiempo, pero que se depositará en tus anaqueles a la espera de su turno.
Un acto de libertad que al ser primigenio y personal se convierte en uno de los más auténticos que soy capaz de ejercer a lo largo de un día. Al eliminar estos actos anulamos al ser y su capacidad para seguir siéndolo.

30 octubre 2008

LA FILA


Ocho y cuarto de la mañana. Junto a los jardines del Triunfo, en el centro de Granada, observo un grupo numeroso de personas en fila, extraño desde luego a esa hora de la mañana, en la que suele ser habitual ver a la gente ir a toda pastilla a sus puestos de trabajo o lugar de estudio. Estarán dando algo, pensé. Y, efectivamente, un periódico gratuito, 20 minutos, repartía junto al ejemplar diario un nosequé de chicles en promoción. Y allí estaban pacientes, esperando su turno, atosigando a la chica que reparte los periodicos, que no daba abasto, allí estaban, decía, desde amas de casa hasta ejecutivos engominados y con cartera en mano. Sorteé la fila y seguí de largo, pero seguí pensando en lo que había contemplado cuando enfilaba Gran Vía, en dirección a mi oficina.
Pensaba que la mayoría de esas personas que esperaban allí pacientemente hacen invariablemente dos cosas todas las mañanas. Primera, no perder ni un minuto para recoger el periódico gratuito - y de ahí la pericia de los repartidores en entregar cientos de ellos en poco rato-. Segundo, ir abriéndose camino a empellones por la calle, en el autobús, o en alguna cola de un organismo oficial. Y sin embargo, allí estaban, pacientes, esperando que les entregaran un bolsa de chicles que probablemente en el mercado no llegué a un euro. Y pensaba también que así somos de ruines al mismo tiempo que borregos. En esas circunstancias quienes estaban en la cola habían derogado toda la prisa que habitualmente llevan por la mañana. Suelen utilizar formas bruscas si el chico o la chica de la cafetería tarda cinco segundos en servirles el café o se violentan con el chófer del autobús de línea si se entretiene con una maniobra que no consideran necesaria, pero tratándose de recibir algo gratuito -de valor nimio- todo se deroga.
Por tanto, hablamos también de borreguismo. Probablemente muchas de esas personas que estaban allí en fila, se detuvieron porque había gente que se detenía. Observaban que entregaban algo gratis y decidieron aguantar. La espera, para ellos, estaba justificada. Otra cuestión distinta es que esos cinco o diez minutos perdidos alguien deba pagarlos a lo largo de la mañana.

24 octubre 2008

LEER, SIEMPRE LEER


Estoy convencido, que si a lo largo del día, desde que comienza hasta que fenece, busco momentos de sosiego y tranquilidad es para sentarme a leer. Y buscar esos momentos se convierte casi en una obsesión, porque son muchos los pequeños ladrones que a lo largo y ancho del día se afanan en robarme el tiempo con miles de ocupaciones vanas y vacías. Si corro, doy el tiempo por bien empleado, igual que si veo una buena película o navego en Internet buscando información interesante; o escribo, pero bien pensado mi gran lucha siempre es buscar un rato, sentarme en mi rincon preferido y abrir un libro. Esa es mi ilusión. Esa es mi obsesión. Con eso me conformo.
Nada es igualable a eso. Contemplar como la tarde se noquea a sí misma entre el agobio de los claxon de los coches y como el trajín ataca directamente al sistema nervioso del individuo, mientras que el claroscuro de la ventana me ofrece la luz suficiente para leer. Porque leer es un ejercicio personal, un acto soberano que se ha de buscar, al tiempo que uno mismo como lector es buscado por esas páginas.
Es curioso. La lucha del hombre, desde siempre, ha sido eliminar tiempo de trabajo para prestárselo al ocio, hasta que el empuje de los tiempos convirtió lo que era para muchos un sueño en realidad. El hombre descansó tras su trabajo y disfrutó de ese ocio. Un tiempo que le fue entregado, alejado de la maldición bíblica del trabajo y que a día de hoy, lamentablemente, se ha dilapidado, con muy honrosas excepciones. Sólo ha hecho falta tirar de la cisterna para hundir en el sumidero años y años de lucha.
Ese ocio entregado, me temo, no se está aprovechando lo suficiente. El hombre - la mujer- vuelve a derrochar ese don tan preciado en programas de televisión sonrojantes, horas y horas de fútbol sin fin, para mayor gloria de incultos multimillonarios con habilidad para golpear un balón, menudencias relacionadas con el día a día o simple pérdida de tiempo, pero no se aprovecha esa gran divisa que es el tiempo disponible, en mi caso, totalmente preciada para dedicársela a la lectura, a escribir o al cine, o a correr, a quienes nos gusta ese deporte. En cambio, genéricamente prima la desesperación, la ansiedad, el aburrimiento o el consumismo atroz que desbaratan las vidas de millones de personas, que de esa manera, se convierten en pieza fácil del sistema.


22 octubre 2008

ALGO VA MAL: RUGE LA UNIVERSIDAD


Un gran estruendo de voces y pitos me hizo esta mañana asomarme a la ventana de la Gran Vía granadina, lugar donde trabajo. Se trataba de una tumultuosa manifestación de jóvenes - y jóvenas digo alguien muy progre en su día- estudiantes universitarios. Horas antes, mientras desayunaba en casa, había escuchado en la radio que había convocadas varías manifestaciones de estudiantes universitarios en varios puntos del Estado. Reivindican más fondos públicos para una universidad más pública, pero el joven líder del Sindicato de Estudiantes, en la entrevista que le hacían esta mañana Juan Ramón Lucas en Radio Nacional de España, iba más allá en sus manifestaciones. Advertía que las políticas llevadas a cabo por el Gobierno Zapatero no eran propias de un partido de izquierdas y que mucho rescate de grandes bancos y ayuda a poderosos y poca atención a las personas y al sistema educativo. Decía el joven líder que millones de personas se las están viendo y se las están deseando para llegar a final de mes, pagar sus hipotecas o simplemente tener lo necesario para vivir, mientras que el gobierno se dedica a apoyar a los bancos con el dinero de todos los contribuyentes.
Lógicamente, este universitario estaba expresando el sentir mayoritario del ciudadano de a pie, que exentos como estamos de conocimientos de alta política y alta economía contemplamos que los gobiernos apoyan en bloque a poderosos y ni siquiera reparten migajas al ciudadano, verdadero sostenedor de las arcas públicas. De hecho, algo de mala conciencian tendrán los gobiernos -o al menos algunos de sus miembros- cuando consideran que es una inmoralidad que los ejecutivos bancarios cobren las cantidades que cobran para que luego ni tengan que responder de la mala gestión financiera y deba venir el Estado de turno a sostener el agujero que han provocado. Es esa la idea que hay en la calle y eso y algunas cosas más coreaban estos estudiantes en la calle, verdaderamente cabreados. Además ya puestos despotricaban contra el sistema y me ha gustado sobremanera que la bandera que iniciaba la comitiva no fuera de sindicato alguno sino republicana, amplia y hermosa. Y mientras contemplaba esa manifestación y escuchaba esas proclamas no tenía más remedio que pensar, allí cómodamente asomado a la ventana de Gran Vía, que ya era hora que los estudiantes salieran a la calle, que ya estaban pasando cosas excesivas, que ha habido mucho sinvergüenza chupando la sangre al ciudadano, mucho político corrupto, mucho monarca viviendo del cuento, mucho montaje para que sólo vivan unos cuantos a costa de unos muchos.

12 octubre 2008

NADA ES COMO NOS HACEN CREER EN MATERIA DE INMIGRACIÓN


Tengo la casi certera sospecha que nada de lo que se dice oficialmente en materia de inmigración es como nos lo cuentan.
Por motivos no graves, esta tarde acompañaba a un familiar al servicio de urgencias de un hospital. Se trata de uno de esos hospitales concertados que ofrecen una atención pública sobre todo a mutualistas de distintos sectores de la función pública española, principalmente.
Resulta que la médica que atendía el servicio de pediatría era extranjera y su acento -y su aspecto- así lo indicaba. No sabría decir si era inglesa o, tal vez, de la Europa del Este porque no fue con ella con la que tuvimos un contacto directo. Sin embargo, si lo tuvimos con un joven doctor argentino, que con su fuerte acento nos atendía. De manera que comencé a reflexionar sobre algunos aspectos relacionados con la inmigración, que no nos suelen contar nuestros políticos o los agentes sociales y empresariales en los medios de comunicación.
Según el gobierno, hay sectores laborales que no admiten a día de hoy la entrada de inmigrantes (legales, claro), tales como la construcción y otros sectores en crisis. Sin embargo, existen sectores en los que se aconseja sean cubiertos con trabajadores de otros países, principalmente, sectores profesionales como la medicina, algo que constaté esta misma tarde.
Sin embargo -y ahí surgen mis dudas-, cada día aparecen datos sobre la necesidad que tienen algunos facultativos españoles recién salidos de la facultad de emigrar a otros países como Portugal, Inglaterra o Irlanda, entre otros, ante la falta de oportunidades en España, luego ¿qué está pasando realmente ? La conclusión a la que llegaba al salir del hospital no era otra que esos dos doctores extranjeros - uno que nos atendió y la otra que vimos llamando a pacientes- cubren plazas que doctores españoles no quieren cubrir por estar mal pagadas y sobrexplotadas en cuanto a horario -de hecho, al doctor argentino el cansancio le era perceptible-.
La realidad no es como la ofrecen en estadísticas oficiales. La realidad en la calle es otra muy distinta. Nuestros gobernantes -presumo- guardan datos que la población debería conocer y mientras eso no ocurra las diferencias entre esa realidad y la mostrada en papel provocarán una fuerte fractura, que probablemente sea social, principalmente, ahora en tiempos de crisis.
Por otra parte, el paro galopante que está sufriendo España ha provocado el aumento de jornaleros españoles que buscan un salario digno en las vides francesas, al tiempo que se sigue insistiendo que es necesaria mano de obra extranjera en el campo español. Lógicamente sin datos no es posible discutir todo este complejo contrasentido. Por tanto, insisto en la idea de que la mayor obligación que tiene el gobernante español es aclarar a la población algo que le confunde.
Hace poco publicaba en Ideal un artículo referente a la cuestión de la inmigración, a raíz de la propuesta del PSOE, partido en el poder central, de posibilitar en las elecciones municipales de 2.011 que extranjeros de determinados países puedan votar y ser elegidos en estas elecciones (es decir, que tengan la posibilidad de optar al sufragio activo y pasivo), algo que claramente choca con el artículo 13 de la Constitución española, que deberá ser reformado si se sigue apostando por esta medida. Y no sé por qué - y así lo decía en el artículo- sospecho que existe una lazo sólido entre los datos no aportados sobre la inmigración y esa medida de carácter electoralista. De hecho, las nacionalidades elegidas para ese sufragio universal coinciden con las más numerosos en nuestro país (marroquíes y muchos países sudamericanos, al parecer, muy inclinadas hacia el partido en el gobierno). Sí ese lazo existe en la realidad, lógicamente, se tendrá que conocer más tarde o más temprano.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...