Mi proceso creativo es diario y no lo impide las musas. Esas malvadas las dejo para la poesía y mis reflexiones nocturnas de corredor, un sano ejercicio estilístico que estoy iniciando como ahora os contaré, si tenéis paciencia suficiente para leer esta entrada hasta el final.
Decía que mi proceso creativo es diario y, por lo general, solo lo impide los elementos devoradores del tiempo que pueblan la vida de todos nosotros. De ahí que me convierta en egoísta y me encierre en mi escritorio, a hurtadillas a veces (sobre todo para escamotear otras obligaciones).
Y en ese proceso creativo diario hay varias cosas, antiguas y nuevas. De entre las antiguas están las novelas, últimamente abandonadas porque me he encerrado en la publicación digital, sin caer en la cuenta que la opción del marketing digital es vital en ese mundo y eso es otro proceso independiente. Que sí, que se va vendiendo algo, pero que para vender mucho, además de contenidos atractivos para el lector (ya sabéis romántica, novela negra, histórica, coaching, psicología positiva, los cuales no suelen formar parte de mi 'oficio' literario) es necesario saber vender, además de saber construir tu propia marca como escritor. A ello se une que muchos de mis lectores no suelen entrar en el ámbito digital. No obstante, como lo que me gusta es escribir y el hábito ya lo tengo adquirido desde hace tiempo, sigo férreo con mis proyectos, que enumero a la vez que comento por encima el proceso creativo básico. Comenzaré por lo que espero sea de publicación más próxima:
Le he dado muchas vueltas. No solo puliéndolo sino buscando la mejor opción para él. No me considero poeta y por tanto un poeta, tal vez, no debería de publicar los poemas que escribe en su intimidad (es un decir, porque los suelo publicar en Facebook como sabéis) pero, al mismo tiempo considero que suelen tener aceptación y mucho me apetecería que vieran alguna luz. O sea, una enorme contradicción. El enviado el poemario a un par de editoriales y se interesaron en publicarlo en coedición, una de ellas, específica en poesía, con una tirada amplia. Lógico, pensé, ¿quién va a apostar por alguien que no tiene ni un mínimo nombre en este submundo de la poesía? Luego, ¿qué ocurrirá con él? No lo sé. Por lo pronto, está ya casi preparado para lo que sea, incluso una posible publicación personal.
Digamos que está al cincuenta por ciento. Y luego quedará reescribirla. Sin embargo, sí es un proyecto que veo viable y publicable en papel. El proceso creativo con esta novela es divertido y me cunde darle el desarrollo que más o menos tengo diseñado. Confío mucho en ese proyecto. Se trata de un tipo que es la antítesis de corredor, pero un buen decide que quiere comenzar a correr. Ese es el móvil de la novela, sobre el que girará la trama y el argumento. Humor, drama, enorme psicología de los personajes, acción....
NOVELA CORTA: UN MENSAJE DESCONOCIDO
Totalmente abandonada, por lo pronto. Lo que no quiere decir que no va a ser retomada. Se trata de la continuación del relato del mismo título incluido en Conversación en la taberna y 41 relatos. Mundos paralelos, espacio, tiempo, misterio...Ahora está en el, digamos, cincuenta por ciento de elaboración. Necesito mucha documentación y tiempo, nunca mejor dicho.
NOVELA LARGA: DONDE LOS HOMBRES ÍNTEGROS
Se podría decir que es mi gran proyecto y también el más antiguo. No la he terminado aún porque lo respeto demasiado, pero, curiosamente, es el más avanzado. Solo falta una conclusión, que ya está más o menos diseñada y la tormentosa y terrible reescritura. Saldrá algún día, no me cabe duda.
REFLEXIONES NOCTURNAS DE UN CORREDOR
Es éste el nuevo proyecto ilusionante que os comentaba al principio. Ese que sí necesita de algunas musas. La regla es: cada noche una reflexión breve de entre cuarenta y cien palabras. Una reflexión sugestiva sobre un mundo que conozco, sobre sensaciones de las que siempre he escrito (el ejemplo de las 303 páginas de Corriendo Entre Líneas en un ejemplo de ello) como corredor aficionado, pero dedicado. La idea es que sea una publicación breve, del tamaño de un poemario, de no más de cien páginas. Cada reflexión (o cada grupo temático de reflexiones) llevará una foto propia o ajena. Esa es la idea. Por supuesto, de publicarse lo será en papel. Me ilusiona ese proyecto.
Como antes he comentado, estoy trabajando casi en exclusiva en este sector, tremendamente difícil, pero muy satisfactorio, sobre todo cuando compruebas que alguien descarga tus libros (pocos, eh¡) al otro lado del charco.
A los cuatro ya publicados (la versión digital de Conversación en la taberna y 41 relatos, Tú Puedes Correr, Relatos y Artículos de Viajes y, el último, Yo, opino, se sumaran este mismo año, tal vez dos o tres más: Uno dedicado a los comentarios de cine no espoileados que escribo en mi blog como muchos sabéis, otro dedicado a escritos y artículos exclusivamente literarios, otro que explicará el proceso creativo 'del blog a los libros' y otro sobre qué hice para correr mi primer maratón, que es como una especie de continuación de Tú Puedes correr.
¿Salda todo eso en un espacio más o menos breve de tiempo? No lo sé, pero me esfuerzo cada día porque así sea. Que se lo digan a las musas.