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30 enero 2012

EL PANTANO DEL CUBILLAS



Estos son los primeros metros de la ruta más cercana al Pantano en sí.

El Pantano cuando llega el atardecer parece una bandeja de plata.

Se echan de menos estas vistas, estas imágenes. Se trata de la cara este del Pantano del Río Cubillas lugar que he suelo frecuentar para hacer un recorrido de 10300 metros que es la distancia de esta ruta. Sin duda, como demuestran las fotografías tomadas al atardecer del pasado sábado, es una zona peculiar, distante y algo misteriosa. A medio camino de la Vega y la zona de los Montes Orientales es siempre gratificante y espectacular a la vista contemplar este magno pantano construido para labores de regadío, que cuenta con 2300 metros de largo y 800 de ancho, y que tras 56 años de vida ha creado en su entorno una riqueza ecológica importante. De hecho, entre sus árboles es posible ver a la Urraca y sus Barbos son famosos por su gran tamaño. Además, su entorno cuenta con una riqueza arqueológica importante; de hecho, se han descubiertos villas romanas a su alrededor y existen también vestigios del Paleoítico Superior. Muy destacable también es la presencia de las trincheras de la Guerra Civil española y de ahí que exista una ruta cultural-natural denominada "Ruta de las trincheras". Algunas son visibles desde el mismo camino.  
Cuando corres por este circuito no ves en todo momento el pantano en sí, ya que la ruta también transcurre por la antigua carretera de Jaén, que hoy día da acceso a pueblos y urbanizaciones del propio Pantano y de los alrededores. Esa ruta, decía, gira junto al pantano durante unos cuatro kilómetros, en los cuáles es posible apreciar las vistas que se ven en las imágenes. Ese camino, -que está bien asfaltado durante un buen trecho pero muy mal asfaltado durante otro- está junto a la orilla y es muy gratificante correr por ahí por ese motivo; el resto de la ruta -algo más de seis kilómetros- transcurre por al arcén de la carretera, pero no existe peligro ya que éste es ancho. 
Esta ruta la recuerdo con cariño porque la frecuenté mucho en la preparación del Maratón de Sevilla de 2009 en fechas idénticas a éstas y en algunas ocasiones la hice con nieve, lluvia y frío, mucho frío, pero las sensaciones fueron magníficas. Con el fin de completar un total de 27 o 28 kilómetros hacía la ruta dos veces y luego añadía 6 o 7 kilómetros más dirigiéndome a la zona de Caparacena, que está a tan sólo 4 kilómetros de allí.
También es una ruta muy frecuente para MTB y bicis de carretera; de hecho, en alguna ocasión he encontrado por allí a nuestro amigo Aleandro, últimamente algo perdido por estos foros. 
Conocer esta ruta fue gracias a Paco; de hecho, existe mucha vinculación entre los habitantes de Pinos Puente y el Pantano. Podríamos decir que ha sido durante años la playa de aquel pueblo y de otros de alrededor, tales como Albolote -a cuyo término pertenece-, Atarfe, Peligros, Maracena e incluso Granada. 
También hay que decir que sus aguas, por desgracia, han segado muchas vidas porque sus recodos y ramaje bajo las aguas es abundante. No hay que olvidar que se construyó inundando cortijos, árboles, tajos y otros accidentes artificiales y eso confiere a su profundidad de hasta 20 metros un fondo muy poco uniforme y peligroso. 

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