No puedo comenzar esta entrada de otra forma que agradeciendo vuestro interés y palabras (y mucho me temo que un buen grueso de lectores de este blog aún no han leído esa catarsis). Porque comprendo el estupor que os ha producido la noticia. De hecho, yo fui el primero en experimentar ese estupor. Pero es bastante habitual que la iniciación en un deporte te haga experimentar esas nuevas sensaciones.
Ocurre que a lo largo de tu vida deportiva te aventuras a iniciarte en nuevos deportes y unos te enganchan y otros no. Recuerdo en una ocasión cómo tras correr unos cuantos kilómetros con mi amigo Paco - y estando ya la marcha consagrada en el deporte español-, ambos decidimos practicar unos kilómetros de marcha. Seguramente la técnica era desastrosa, pero aquella experiencia nos elevo. Sencillamente, se trataba de algo fantástico. No porfiamos en aquel empeño, pero a punto estuvimos de dedicarnos a ello; al menos nos conjuramos en esa promesa. Y qué decir de mis años de portero de fútbol. Un portero bastante irregular, según la opinión de la mayoría. Para muchos, un portero muy malo; y para otros -entre los que se encontraban técnicos que habían jugado en primer división, todo hay que decirlo- un portero con mucho talento. Sin embargo, poco me importaban aquellas opiniones ya que lo único que pretendía es hacer paradas espectaculares y rodar por los suelos (me motivaban particularmente los embarrados, que el césped por entonces estaba reservado a muy pocos).
Por no hablar de los años de ciclismo en ruta. Fueron los mejores años del ciclismo patrio. Años en los que Perico Delgado bajaba a tumba abierta las rampas del Joux Plane e Indurain subía impertérrito las rampas del Tourmalet sin levantarse de la bicicleta. Años de emoción por ver a estos dos grandes ciclistas encabezar el ciclismo mundial y años de emoción por poder montar día sí día no en una bicicleta y perderme por las carreteras.
El deporte, sin duda, despierta en nosotros las más sanas pasiones. Como lo hizo en su día el correr; y como lo ha hecho ahora el pádel
Y ahí estoy, cargando con esa nueva pasión.
Ayer por la tarde, casi saqué de su casa a mi amigo para proponerle jugar una partida en el selecto centro WeFitnessClub; de hecho, ya había llamado y reservado una hora de pista. Lógicamente, mi amigo, conocedor del veneno del pádel esbozó una socarrona sonrisa cuando fui a recogerlo: qué, que casi ni has podido dormir, me soltó divertido.
Lógicamente, existe una enorme diferencia de nivel. Él es un jugador avanzado y yo un nini que como bien advirtió Alejandro llama a la pala raqueta. Por cierto, hablando de palas y material técnico de este deporte, ayer tras jugar el partido, me dediqué a rastrear por Internet sobre materiales técnicos propios de este deporte y no salía de mi asombro: los precios son altos, altísimos. Seguramente habrá que dar la razón a "Arathon" (en eso, no en la opinión política) de que este deporte bien pudiera estar concebido -o probablemente creado por pijos-; de hecho, lo puso en órbita el inefable Aznar.
Sin embargo, considero que si quieres hacer algo medianamente bien en materia deportiva es conveniente seguir las reglas y comprar cosas de calidad.
En primer lugar, opté por la pala que, obviamente, seleccione para jugadores que se inician. Opté por la marca Bullpadel, módelo Strength, que cuesta la friolera de 85 €. Mejor no hablar de los precios para niveles más avanzados. La ropa técnica está en unos precios muy similares a la utilizada para correr, pero me da la impresión que el calzado técnico es mucho más cara. Aún no me he decidido por ninguna zapatilla en concreto, pero me atrae sobremanera la Asics Gel Resolutión 3 OC, probablemente elegida por tratrarse de Asics.
Y sí, he de volver a dar la razón a Arathon, ni me atreví a beberme a cogote la 1925 que nos tomamos tras el partido. No sin antes ducharme debidamente y cambiarme de ropa (que tiempos aquellos en los que tras correr tomabas unas verdes con la gorra de correr junto a la cerveza y la tapa) para evitar inquisidoras miradas de la múltiple clientela in.
Por cierto, la talla que tienen las Saucony naranjas es la 10,5 UK.
Seguiré contando.