....O sí. Le podemos dar muchos si lo pensamos bien.
A priori nos encontramos ante una especie de "todo queda en casa", que podría ser el nombre que le podría dar el ínclito ministro Luis de Guindos, a la postre, el mentor de Lehman Brothers para España y Portugal cuando ésta se dio el batacazo en Estados Unidos a costa de las hipotecas subprime y tocó de gravedad el ala de la economía mundial (¡Dios mío, ¿a quién se le ocurrió poner a este tipo como ministro del ramo? ¿Que queréis, tíos, hundir también este país más aún?); o bien podríamos dar el nombre de "la casa de los horrores" porque nadie sabe qué te puedes encontrar dentro en esa perla de la banca nacional, suma de cajas y cajillas de ahorros y que tuvo por misión tapar las vergüenzas de la caja más perversa y expoliada del panorama patrio: Bancaja y la desastrosa e interesada metida de mano de partidos políticos, sindicatos e instituciones en Cajamadrid.
Pero le llamemos como le llamemos, Bankia va camino de arruinarnos a los españoles, a pesar de que la inmensa mayoría no tuviera ninguna responsabilidad en su gestión, como mucho una cuenta o una hipoteca, que tampoco tiene nada que ver con la responsabilidad. Sí la tuvo el infame Rato, especialista en abandonar naves cuando éstas tienen que tomar graves decisiones (Fondo Monetario Internacional) o están a punto de hundirse (Bankia/Cajamadrid) y especialista en sueldos equivalentes a futbolistas de otra galaxia y mejores jubilaciones (de hecho, es el puto amo de las jubilaciones millonarias ya que se lleva jubilando de todo casi desde que tiene uso de razón). O sea, el mejor Ministro de Hacienda de la democracia, según sus innumerables amigos, al servicio del mejor Presidente del Gobierno de la democracia, según, también, sus innumerables amigos.
Y ahora sus amigos del alma, del gobierno y del partido, lógicamente, no van a tener con él ni una mala palabra, no digamos, pues, una exigencia de responsabilidad penal, que sería lo justo y deseable y estaría en buena tónica con lo que piensan la mayoría de los españoles sobre lo que habría que exigirle a ese gurú de nuestra economía y a su equipo directivo y a todos sus antecesores.
Pero vayamos al caso grave en sí y hagámoslo con una pregunta: ¿en qué concepto y cómo va a inyectar el gobierno en Bankia esos 23.500 millones de euros, que yo no sé traducir a pesetas? Para responder a esa respuesta, lógicamente, hay que tener información y conocimiento. Yo reconozco que no tengo ni una cosa ni la otra, pero el sentido común me dicta las siguientes opciones:
a) Si Bankia ya es un banco público -cosa que no me creo- sostendrán en el gobierno que no se trata de una inyección sino de una inversión, que no es lo mismo.
b) Si Bankia no es un banco público -a pesar de que digan que sí lo es- se tratará de una inyección en toda regla de ese dinero público para sanearla.
c) Si Bankia no se sabe qué es, el gobierno podría dejarla caer y esperar a ve qué pasa con el sistema financiero español (yo marco esa casilla).
d) Si Bankia no se sabe qué es, el FROB de la UE -ya que el FROB español está tieso- podría optar por inyectar fondos, cosa que Rajoy -no sabemos por qué- se niega rotundamente, tal vez, porque suena a intervención de nuestra economía en toda regla.
e) Que Rajoy se niegue rotundamente a que el FROB de la UE inyecte fondos y que se opte por salir al mercado de deuda para buscar fondos para Bankia lo que tiene a su vez dos inconvenientes: 1. Que no se consigan esos fondos; 2. Que se consigan a un tipo de interés excesivo, lo que disparará la deuda española y, consiguientemente, la prima de riesgo.
f) Que Bankia, efectivamente, se convierta en un banco público -que sigo sin creerme- y que una vez saneado se consiga vender y recuperar la inversión, cosa improbable, por falta de comprador, lo que significaría que todos los españoles tendríamos que pasar por caja para cubrir los latricinios y las vergüenzas de otros. Es decir, lo de siempre.
Como vemos muchos interrogantes -habrá muchos más- y muchas opciones -habrá otras cuantas- para una semana trágica de la economía española. No obstante, lo miremos como lo miremos, la prima de riesgo española ya ha superado hoy los 500 puntos y Bankia está a punto de comerse más de la mitad de la cantidad de los recortes que está llevando a cabo el gobierno español a base de recortar servicios sociales, sueldos a funcionarios, inversiones en infraestructuras públicas, sanidad, educación, pensiones, investigación, en fin, en todos esos asuntos que tiene la obligación de hacer el gobierno para mejorar la calidad de vida de los españoles a costa de sus impuestos. Y eso sólo parece ser el principio, porque hoy hemos sabido que ya hay lista de espera de otros bancos y cajas de gestión desastrosa que también están esperando su turno para conseguir dinero público.
Y, claro, como los españoles de a pie no sabemos bien -porque no nos lo explican- lo que está pasando en el asunto Bankia y en el sistema financiero bancario español nos estamos poniendo negros de indignación y no sería extraño que provoquemos más pronto que tarde un estallido social en la calle para exigir responsabilidad penal y civil a tanto ladrón y a tanto chorizo, gane España la Eurocopa o no la gane.