Ya escribí por aquí que hace algunos años (¿me estaré repitiendo?) un compañero de trabajo y buen amigo, Antonio Membrilla, y un servidor nos fuimos a Jaén para realizar un curso de cuya temática ya no me acuerdo (no debió ser muy interesante) y como había tiempo más que suficiente, tras una jornada de formación tediosa, nos encaminamos a la mítica Taberna "Casa Gorrión", que es antiquísima -de finales del Siglo XIX-, ofrece buenas viandas y es muy mediática, ya que además de haber sido protagonista de documentales referidos a cosas interesantes de Jaén -que las tiene y muchas-, ha sido protagonista de la excelente novela de Juan Eslava y Galán, 'La Lápida Templaria' y citada en diversos artículos. Hasta alguna poesía se puede ver entre sus paredes. Y, como decía, esa tarde de octubre era muy larga y Jaén se ve en poco tiempo -a pesar de sus muchos y misteriosos rincones- mi amigo y yo, junto a un hermano de éste, subinspector de Hacienda en la ciudad del Santo Reino, nos refugiamos en aquella taberna, donde el buen vino, la cerveza y las buenas viandas acabaron por propiciar la promesa de un artículo en Ideal Jaén y Granada, iniciativa que aconsejó mi amigo y cuyo guante recogió con gusto el dueño de local, un jienense de ascendencia granadina. Así que hecho el compromiso (que sea un artículo personal, apostilló Paco, que así se llama el dueño) y amigo como soy de los retos literarios, acepté gustoso. El resultado no estuvo nada mal o al menos a mi me satisfizó -y por lo que sé también al dueño de la taberna-, así que a los pocos días apareció en Ideal de Granada y Jaén un artículo cuyo título fue 'Un gorrión nada común', que ahora esta antigua taberna tiene colgado en su reciente página web, junto a otras publicaciones sobre la taberna. Sólo queda la promesa de llevarle una copia impresa del mismo para que enmarcarla, según me dijo, aunque antes tengo que buscarlo, que no todo lo que he escrito lo conservo de forma ordenada.
Aquí esta, pues, ese enlace Taberna Casa Gorrión, cuyo lugar os aconsejo visitar si os asomáis por la ciudad vecina un buen día de éstos. Una buena oportunidad puede ser la participación en su Media o la mítica S. Antón, del mes de enero. Dicho queda.