La Odisea y la Ilíada. Dos grandes poemas que forman parte de nuestro legado cultural occidental. El mundo griego con sus mitos y sus héroes. Y un gran poeta, Homero, -real para algunos, inexistente para otros- que nos detalla las aventuras de aquellos héroes humanos y sus complejas relaciones con sus vengativos dioses. Un viaje, una travesía, una "odisea"...Y un personaje ubicado en nuestro inconsciente cultural: Ulises.
La llegada del cristianismo, muchos años después, trastocó y solapó todo aquello, pero lo importante sigue en nuestro imaginario actual; y siempre tenemos la posibilidad de ir conociendo, gracias a la arqueología, que algo de todo aquello cantado por Homero, existió en la realidad.
De todo eso escribo en Ideal. Un artículo publicado en la edición de Granada - y, al parecer, también Jaén, según el mensaje envidado por Emilio desde Úbeda-, que a Jesús Lens le sugirió una acertada comparativa con el nuevo héroe actual Usain Bolt.
Si no tuvisteis la ocasión de leer el artículo en formato papel os lo reproduzco a continuación:
IMAGINARIO HOMÉRICO
El lector siempre queda confundido tras leer
Vienen a decir los estudiosos que con Homero se plasmó literariamente lo que representaba la larga tradición oral clásica griega, repleta de dioses, hechos extraordinarios y un gran sentido poético de la existencia. Y es por eso por lo que le debemos tanto al literato griego, sobre el que se ha especulado acerca de su existencia, o lo que es igual en este caso, acerca de su inexistencia.
Lo importante, desde mi punto de vista, no es tanto la existencia real o no de Homero, dioses, semidioses y hombres extraordinarios, sino todo ese legado que estableció los pilares de la cultura occidental, diferenciándola de otras culturas pero complementándose todas al mismo tiempo, como no podía ser de otra forma. Los dioses griegos, como los dioses romanos, que derivan en gran parte de aquéllos, forman parte de nuestra identidad, sin que tenga mucha importancia que lo glosado por Homero fuera real o irreal. Tal vez, formen parte de nuestra identidad tanto como el dios de los cristianos aunque no seamos conscientes de ello.
Excavaciones arqueológicas muy posteriores llevadas a cabo, principalmente, por el alemán Heinrich Schiliemann y el inglés Sir Arthur Evans, demostraron y constataron que la arqueología daba carta de naturaleza y bastante credibilidad a lo que ya citaba la literatura homérica, pero siendo importante el dato que atestigua que existió Troya –y probablemente Ulises-, lo que realmente importa es la tradición clásica y poética que hizo posible crear un ideario occidental mucho antes de que el cristianismo –con sus virtudes y defectos- impusiera su doctrina por Europa y medio mundo.
Pero lo importante y significativo nunca desaparece. Efectivamente, el cristianismo con su profeta y apóstoles estableció su impronta casi mil años después de que Homero –supuestamente- escribiera
Más allá de la realidad y de los hechos, tanto en
Que posteriormente, como antes decía, tanto la arqueología cristiana como la griega hayan demostrado que existieron lugares y personas citadas tanto en