Cuando finalizaba la compra esta mediodía en el supermercado Alcampo - que es mi supermercado de referencia-, reflexionaba acerca de la distinta idiosincrasia que existe en los grandes supermercados, a los que vamos a comprar la mayoría.
Si hace algunas entradas reflexionaba acerca de las marcas, en las grandes superficies existe también como una especie de marca propia en cuanto a trato, puesta en escena y relación con el cliente. Esa "marca propia" no es en absoluto improvisada. En mi opinión, responde a una forma de entender la relación comercial con el cliente, muy variopinta en función a la gran superficie a la que te dirijas. Incluso está muy relacionada con la calidad de los productos, pero sobre todo con el precio que pagas por ellos.
Veamos el resultado de esa reflexión.

Comencemos por el Corte Inglés. Todos sabemos que es el más caro, pero el que mejor atención al cliente dispensa. Y, lógicamente, el trato es bastante más elegante y refinado que el dispensado en otras grandes superficies. Incluso, la forma de actuar de sus vendedores y vendedoras, que presentan siempre un aspecto aseado y, ya digo, elegante. Incluso, en las cajas, en los momentos de mayor estrés o acumulación de clientes, las formas siempre son correctas. Y algo muy destacable, no es muy común encontrarse a dos vendedores o vendedoras o cajeras participándose de sus andanzas familiares, rutinas cotidianas o comentarios más o menos rosáceos del programa de moda de las cuatro de la tarde. En definitiva, existe un buen trato profesional y una clara disciplina y jerarquía entre los trabajadores. Además, la presencia en las secciones de vendedores siempre es alta, al contrario de lo que ocurre en otros centros comerciales. Estos centros responden más al concepto "capitalista" de venta, cuidando bien su aspecto, si bien no llegan al lujo y la apuesta por el detalle de centros europeos como "Galerias Lafayette" parisinas o el mítico "KaDeWe" berlinés.

Sigamos con Alcampo. En mi opinión es el que posee los productos de marca más económicos y mayor surtido muestra. En sus pasillos es casi imposible encontrarse vendedor-a alguno (no me refiero a la sección de alimentación, que no es común encontrarse a vendedores por los pasillos en ninguno de ellos), sino a secciones en las que, normalmente, se echa en falta la presencia de algún profesional.
Sin embargo, el trato en sus cajas es correcto y ofrecen ayuda para embolsar los productos, gracias a un sistema automático, rudimentario pero útil. Y una cosa importante que valoro: al igual que hacen el Corte Inglés o Hipercor, saludan al cliente que llega.
Además, no he descubierto hasta ahora demasiada conversación particular entre cajeras, que muestran un semblante profesional adecuado, a pesar de que la clientela de Alcampo es mucho más variopinta que la de El Corte Inglés. Además, su servicio post-venta no ofrece ningún problema tampoco: dentro del plazo establecido, siempre devuelven el dinero, igual que El Corte Inglés.
Sin embargo, no muestran sus centros una imagen tan cuidada como el primer centro del que hablo, ni en los centros ni en los aparcamientos, luego, algo cuesta que sea más económico. No obstante, es un centro comercial que dispone, en mi opinión, de la mejor relación calidad-precio. Sin embargo, cuando he debido comprar productos de calidad y que dispongan de un I+D solvente, siempre me he inclinado por este centro, aún sabiendo que su precio es mayor. Pagas la calidad y la buena atención post-venta, lógicamente.
Otra gran centro comercial es Carrefour -todavía me es más fácil llamarle Continente-. Es un centro comercial que cada día me gusta menos. Sus precios -los precios de las marcas, no los de sus marcas blancas- son muchos más elevados que los de Alcampo y muy similares a los de El Corte Inglés o Hipercor. Y con diferencia es el que peor atención suele prestar en sus secciones, al margen de la alimentación.
En ocasiones, cuando he ido a interesarme por algún producto en alguna sección, me ha dado la impresión que el raro vendedor o vendedora que me ha atendido, pasaba más bien por allí. De hecho, en más de una ocasión, me he ido completamente desesperado al ver que nadie aparecía. Disponen de una especie de minimostradores por sección, pero raramente allí hay alguien. Y, cuando finalmente, adquieres algo y te lo han de llevar a casa, la espera puede en ocasiones descorazonadora.
El comportamiento en cajas es diverso: en ocasiones frío y en otras amable, pero rara vez te saludan antes de que tu les saludes a ellos. En pocas ocasiones ayudan embolsando los productos, algo que es crucial para un patoso como yo. Por lo demás, al igual que Alcampo, tampoco muestran unas instalaciones o aparcamientos demasiado cuidados, si bien en los nuevos centros parece se están esmerando algo más.
Sin embargo, sí es plausible -igual que ocurre en Alcampo-, el buen fondo editorial del que disponen. Me atrevo a decir que mayor que en algunos centros de El Corte Inglés, si bien éste gana por goleada en cuanto a fondo discográfico y videográfico.
En cuanto a grandes superficies, básicamente dedicadas a alimentación, siempre me ha producido curiosidad Mercadona, principalmente, por un factor muy destacable: el marujeo de sus cajeras y vendedoras, e incluso, cajeros vendedores. No siempre es así, pero sí muy común. En pocos lugares como en estas tiendas me he informado tan de primera mano del contenido de los últimos ataques del corazón rosa. De hecho, una imagen muy común es contemplar a una cajera embarazada, hablando delicias sobre su nuevo retoño mientras embolsa, que eso sí, para mí es el preferido en ese aspecto, algo vital para un patoso...en fin, como decía antes, que es vital recibir esa ayuda. Ese dato, junto a una buena selección de artículos propios, y el hecho de que esté al alcance de la mano, lo hacen aconsejable, aunque no es conveniente acudir a estos sin unos unos buenos auricularesescuchando, si es posible, lo más trallero de Metálica. Sus aparcamientos suelen ser insufribles por estrechos y difíciles.

Si "bajamos" a otros centros como Lidl o Aldi, la configuración es totalmente distinta en cuanto al trato de sus empleados, cajeros, cajeras, etc., No se puede afirmar que el trato sea incorrecto, pero no existen demasiados elementos de elegancia, cortesía o meros saludos. Saludan si saludas. Pero me encantan sus productos. Y sus precios.
Lidl es un Supermercado alemán y allí se ven por doquier, poseyendo una estética muy similar a ésta. De hecho, en Alemania suelen pasar por ser Super de precio medio-alto. Sin embargo, aquí sus productos ofrecen un precio estupendo, siendo su calidad también excelente. Siempre procuro ir a Lidl o Aldi, a pesar de que sé que no voy a encontrar excelentes instalaciones ni diseño alguno. Es lo que menos me importa.
Últimamente he frecuentado el hermano gemelo de Lidl, el Aldi, de origén danés. Por la sencilla razón de estar cerca de mi domicilio. Y me ha sorprendido gratamente. Presenta productos españoles de una calidad impresionante: anchoas del cantábrico, de Laredo o Santoña y aceitunas caseras de El Arahal, sin aludir a excelentes tortillas de La Rioja o espárragos de Cortes - Navarra -. Su configuración es muy parecida al Lidl y el trato también muy similar.
Por tanto, amigos y amigas, mucho donde elegir, en función de nuestros intereses, bolsillo, cercanía.... Todos los nombrados y muchos otros que aquí no se nombran.Y cada uno con una puesta en escena diferenciada.
¿ Cuál es vuestro preferido ?