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01 julio 2020

CINE: THE VAST OF NIGHT (EEUU, 2019)

The Vast of Night  

De vez en cuando el cine moderno que se hace en Estados Unidos nos sorprende con películas que aportan algo novedoso, aunque para ello haya que volver la vista a los tumultuosos años cincuenta. Me cuesta mucho atreverme a ver algo nuevo, sobre todo si se trata de ciencia-ficción (mientras siga formando parte de la ciencia-ficción la aureola en torno al fenómeno OVNI), pero no sé por qué me atreví con The Vast of Night, una película que ha producido Amazon y que está disponible en su plataforma. Reconozco que antes había leído alguna crítica fiable, pero aún así renqueaba para acomodarme, dar al mando a distancia y decir: que comience el espectáculo.
Fue una buena decisión, un poco tomada a ciegas, es cierto, pero buena decisión a fin de cuentas. Sí, se trata de una película distinta a lo que ahora podemos ver bajo la etiqueta de ciencia-ficción, en la que no existe acción sino diálogo, no existe violencia sino formas educadas, no existen apenas efectos especiales, solo los necesarios y argumentados. Verla fue, como se dice, una bocanada de aire fresco. Pero la satisfacción principal no fue la emoción impostada de ver decenas de OVNIS invadiendo una remota población, sino la grandeza de sus diálogos y una fotografía que conecta directamente con el espectador, sin la necesidad de estar demasiado pendiente sobre qué pasara en el cielo en las próximas horas de esa noche oscura de un remoto pueblo de Nuevo México, que no tiene mayor diversión que emocionarse con el comienzo del campeonato de su equipo de baloncesto del instituto de la localidad. 
Una película que cuenta con los elementos necesarios para que no se echen de menos otros: una emisora de radio, una extraña señal, luces en la noche, testimonios sorprendentes, unos jóvenes curiosos y el resto del pueblo en el partido de baloncesto.
Una pequeña joya que hay que ver.


21 abril 2018

EN BUSCA DE LA FELICIDAD (EE.UU, 2006)

En busca de la felicidad¿Una película para quienes tengan lágrima fácil con un 7,5 en Filmaffinity? No suele ser normal. Sin embargo, el gran portal de cine (mi predilecto) no suele equivocarse, ya que las opiniones y críticas no son solo del público (que ya se sabe lo volubles que somos) sino también de críticos solventes. Por tanto, había que verla. Con Will Smith, que es un tipo creíble incluso cuando no interpreta comedias, como protagonista, algo que, en mi opinión, es una garantía, y lo digo porque me parece un actor potente.   
Así que me dispuse a verla. ¿Y qué vi? Una buena película basada en hechos reales bien contada y muy bien interpretada por el actor norteamericano. Una buena película, en la que has de tener presente en varios momentos que fue una historia real; de lo contrario, no sería difícil considerar que la imaginación del guionista es portentosa. Casi dos horas sin apenas un momento de tensión, a pesar de que no se trate de una película de acción, todo lo contrario. Y, sí, momentos duros en el aspecto sentimental, incluso para quien no sea de lágrima fácil. Porque el sueño americano, si es que existe, cuenta con unos caminos demasiado pedregosos en los que caer una y otra vez es fácil, muy fácil.       

02 abril 2018

JESÚS DE NAZARET, de Franco Zeffirelli (UK,1977)

La imagen puede contener: una o varias personas y texto   Quiso la casualidad o la providencia que la primera película que viera sobre la figura de Jesús de Nazaret fuera la versión de Zeffirelli y yo, que no soy un católico practicante, ya me enganché a ella de manera permanente, a pesar del buen número de versiones que el cine internacional nos ha dado sobre la máxima figura del cristianismo. No recuerdo si había leído antes o después El Nuevo Testamento, pero fuere como fuere comprendí que era la más fiel al mismo, sin entrar aquí en disquisición alguna sobre si el libro sagrado es real o ficticio, que es algo que me preocupa mucho menos. En todo caso, disfruté tanto con la lectura del libro como con el visionado de la película. Y lo sigo haciendo -con la visión de la película me refiero, que al Nuevo Testamento ya no he vuelto-. La tuve en formato VHS y la veía cada Semana Santa (reconozco que soy un poco clásico en la concepción del cine y sus épocas. Me ocurre igual en Navidad). Y aprendí con ella. No en vano cuenta con escritores acreditados como autores del guión, como es el caso del británico Anthony Burgess, y un elenco de actores que podría quitar el hipo al cinéfilo más empedernido, gente que ha hecho grandes cosas en el cine, como son los casos, entre otros, de James Mason, Peter Ustinov, Anthony Quinn, Laurence Olivier, Chistopher Plummer, Ralph Richarson, Ian Holm, Ian McShane o nuestro actor más internacional, Fernando Rey. Pero de todos, a pesar de que es un actor que posteriormente no ha llegado a ser conocido por el gran público, yo destacaría a Robert Powell, en la figura del protagonista, Jesús de Nazaret. Quizá uno de los grandes aciertos de esta película es haber contado con un actor con un físico que encarna la figura de Jesús tal y como nos ha sido transmitido a nivel iconoclasta o en pintura. Una imagen muy cercana a la que cualquier persona de este mundo, creyente o no, puede perfectamente tener en su mente. Muy creíble, ése sería el término más acertado. 
Una película que recrea la historia bíblica con enorme precisión, desde el nacimiento del profeta hasta su cruxificación y en la que cada protagonista asimila su rol a la perfección. Ayuda y mucho a crear ese ambiente la magnífica BSO de Maurice Jarre, que a mi me parece la más adecuada para este tipo de película. Además cuenta con unos diálogos muy precisos y un doblaje al español perfecto (no conozco cómo resultará en su versión original). 
Desde siempre había visto la versión corta, pero el año pasado vi en un centro comercial la versión extendida en formato BD y no pude resistirme a hacerme con una copia en la que se añaden más de dos horas nunca vistas anteriormente en el cine, por lo que esta Semana Santa, a pesar de haber visionado de nuevo la película que habitualmente veo sobre la figura de Jesús de Nazaret, he tenido la impresión de haber visto otra, ya que su metraje total es de casi seis horas y media, las cuales repartidas en tres funciones: Jueves, Viernes y Sábados Santos, se hace muy llevadera.       




25 marzo 2018

CINE: A GHOST STORY (EE.UU, 2017)

A Ghost Story¿Verías una película con planos infinitos, pocos diálogos, banda sonora escasa y muchos, muchos silencios? ¿Verías una película cuyo título evoca terror, pero que no lo hay en absoluto, pero sí un desasosiego espiritual infinito? Si aceptas el reto -o los retos- has de ver A Ghost Story sin dudarlo. Pero advierto que es una película que no es para todo el mundo y para quien lo es deberá de superar esos lentos diez o quince minutos, en los que no se sabe bien hacia dónde se dirige la historia, es más, ni tan siquiera si hay historia. Pero la hay. Una historia distinta, extraña, poética. Porque esta película es un bello y triste poema visual, en la que no se encontrarán efectos especiales (una sabana de fantasma de toda la vida no cuenta como efecto especial), ni sexo, ni violencia. Lo importante no es es eso, es otra cosa o muchas otras cosas.
A medida que pasaban los minutos de esta película, que no llega ni a la hora y media, me sentía cada vez más cautivado y más triste. Pero una tristeza no humana, o tal vez sí, no lo sabría afirmar con exactitud. Los fantasmas en las películas de terror están ahí para producirnos miedo o risa, si se trata de comedia del tipo Los fantasmas atacan al jefe, pero jamás están para producirnos tristeza, melancolía, desasosiego, pena y hasta llanto; o, bien, para preguntarnos a nosotros mismos por el sentido de la vida, por la muerte, por la vida, por el tiempo, el espacio o, tal vez, el universo y eso gracias a ese punto de inflexión del discurso del progre intelectual cuya verborrea lúcida capta la atención del fantasma y explica muy bien su tránsito por el espacio y el tiempo. 
Me pregunto de qué fuentes habrá bebido el director y guionista, David Lowery, un tipo aún muy joven y de aspecto un tanto extraño del que conocemos básicamente su película, Peter y el Dragón, pero de las que haya bebido han de ser muy rebuscadas pero también muy lúcidas y brillantes. Por tanto, en mi opinión, estamos ante una obra maestra, ante una película que irá a más y que será de culto en determinados círculos cinéfilos. Y si no fuera así, estamos ante una película innovadora, distinta a lo visto hasta ahora, honesta representante del cine indie estadounidense que tanta sombra hace al efectista y millonario de Hollywood. Y hasta ahí puedo contar.   

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...