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12 agosto 2013

UN SOMERO Y A VUELAPLUMA ANÁLISIS DEL POLAR RC3 GPS HR

Decir que ya domino a la perfección mi nuevo Polar RC3 GPS HR sería mentir. Normalmente uno acaba por no conocer por completo las funciones que tienen estos aparatos; ni éstos ni otros muchos que pululan en nuestros hogares. Y, en realidad, tampoco hace falta conocer todo porque ese 'todo' no se va a utilizar jamás.  
Por lo general, te acabas por hacer con las funciones más importantes; o al menos, con las funciones que te van a ser útiles realmente, las que vas a necesitar en el día a día. Y con esas funciones no he tardado mucho en hacerme. Después de las imprecisiones lógicas de los primeros días fue fácil poner en marcha lo más importante que ha de tener un pulsómetro+GPS, a saber: frecuencia cardíaca, distancia real recorrida, minutos por  kilómetro o  promedio de minutos por kilómetro.                      Poco más. Conocidos estos datos, es fácil ir conociendo otros datos a través de la fácil opción 'Up-Down' que permite moverse a través de varias pantallas sin que se detenga la grabación del entrenamiento que estás llevando a cabo. Algo más tardé en hacer en la necesaria opción de detener la grabación (por ejemplo si paras para beber agua y/u orinar), pero fue torpeza mía no encontrar esa opción que en realidad es fácil. Se trata tan sólo de pulsar una vez la opción 'Back', siendo la propia pantalla la que te informa que la grabación del entrenamiento está detenida. Volver a reiniciar la grabación es aún más fácil: pulsar el amplio y principal opción 'Start'. 
Por tanto, una vez conocidas esas básicas opciones el aparato funciona como una pluma. Ya sólo bastará que una vez acabado el entrenamiento queramos enterarnos de otras cosas a través del 'Fitness test', como es por ejemplo conocer el estado en el que nos encontramos en función del ritmo cardíaco registrado en el entrenamiento, la velocidad, la distancia...Si el aparato tras una sesión de 19 kilómetros a un ritmo de 5' el mil y bajo un calor abrasador sostiene que tu estado es bueno, debes darte por satisfecho. Creo. 
Este Polar, como ya saben los más antiguos del lugar, es el sustituto natural del magnífico Forerunner 305 de Garmin que me ha acompañado los últimos años, y hay que decir que sus prestaciones son similares, a pesar de que Polar tenga fama de tener una más precisa medición de la frecuencia cardíaca (es líder señero mundial en ese papel). No obstante, en materia de GPS incorporado nada sabíamos. Hasta ahora. Pero algo ya podemos decir. No son muchas las sesiones con el GPS, pero las pocas que ha registrado las ha hecho con una precisión excelente. Lógicamente, hablo en términos comparativos, conociendo la medición que hacía el Garmin y la que hace el Polar en idénticos recorridos y circuitos. Pero es algo que no debe extrañarnos ya que ambos utilizan el mismo tipo de mecanismo GPS que no es otro que el aclamado SIRFstar IV chipset como ya apunté cuando presenté el aparato. Supera muy bien el arbolado y los edificios y cuenta con la opción -que considero necesaria cuando entrenas en un lugar que no conoces- de que te pueda guiar al lugar de retorno o ver el recorrido en un mapa. 
Hay que decir que el Polar que he adquirido también gana en portabilidad con respecto al Garmin. Siempre defendí que pese a su aparataje, el Garmin se portaba muy bien y su peso era poco. No obstante, era más inconveniente para llevarlo como reloj deportivo. Eso ha mejorado bastante con el Polar. De hecho, es un lujo poder acabar un entrenamiento con medición de frecuencia cardíaca y GPS y poder seguir llevándolo en la muñeca como si se tratara de un atractivo reloj deportivo de pulsera. 
Su amplia y rectangular pantalla de fondo negro y dígitos y letras blancas son excelentes para consultar a pleno luz del día mientras corres o vas en bicicleta. El tamaño de los datos es más que suficiente para que no te desnuques consultándolo mientras corres o vas en bici, teniendo la opción de ver los datos en tres filas o en dos. Es cierto que para ver más datos has de moverte con la opción 'Up-Down' como señalaba más arriba, pero eso es fácil también hacerlo y no es tan preciso hacerlo. 
Cuenta con una enorme claridad con abundante sol y abundante luz del día, si bien al igual que pasaba con el Forerunner 305 no dispone de una luz demasiado potente para ese momento del ocaso en el que estás casi acabando tu entrenamiento y la luz del cielo cada vez es más tenue. No obstante, la entrada de la oscuridad ofrece más luminosidad en la pantalla. No hay inconveniente tampoco en eso con función noche.
Mejora también en cuanto a la flexibilidad de la correa (más flexible que la del Forerunner 305) y es todo un espectáculo la buena sincronización que lleva a cabo con el software 'Polarpersonaltrainer', un sistema-control de entrenamiento completísimo a la hora de registrar nuestro entrenamiento, ritmo cardíaco, distancia, altimetría, estado de forma y el siempre necesario mapa del recorrido a través de Geoogle Earth. Este software se descarga de forma gratuita en la propia página de Polar Ibérica, sin coste alguno una vez registrado.  Muy convincente también la duración de la batería, superior a la del Forer. Pero tanto con este aparato como con el Forer, siempre es conveniente que la carga se haga cuando ya no reste apenas batería y que una vez cargado se desconecte rápidamente. Esa es la ley de las pilas de litio. Con el anterior cometí el error de dejarlo toda la noche cargando cuando en realidad no necesita más de hora y  media o dos horas y eso acaba dañando la batería. Nos suele ocurrir igual con los móviles ¿o no?.   
Hay más cosas que me dejo en el tintero como son las opciones de zona de frecuencia cardíaca y otras pero no estoy muy seguro de utilizar hasta la explotación el aparato. Por lo pronto, he de decir que no conozco más opciones que las expuestas, aunque es probable que algunas me haya dejado en el tintero.
Por tanto, por sus prestaciones, su fácil manejo, su buena portabilidad y la relación calidad-precio, aconsejo este aparato tanto para correr como para pedalear. 
Actualización:  La sesión de entrenamiento de esta tarde ha servido, además de para hacer un entrenamiento muy suave de regeneración a 5'30'' el mil, para probar el Polar sin cinta de frecuencia cardíaca. Una opción  de ajuste también muy fácil. Basta con desactivar la opción de frecuencia cardíaca y en la opción 'correr' el GPS coge el satélite en no más de 30 segundos. Algo más rápido que el Forerunner, pero, digamos, que van a la par en ese aspecto. Fenomenal. 

NOTA: Como decía en la entrada anterior, este blog cerrará a partir del 1 de septiembre. Tras esta entrada habrá otra relacionada con la crónica -espero- del I Trail 'Ruta de los Badlands' de Fonelas del próximo domingo, 18 de agosto y una final en la que expondré el nuevo blog que estoy diseñando de naturaleza distinta a este ya que excluirá todo lo relacionado con el correr (ya será convenientemente explicado). Renovarse o morir. Y qué mejor que morir cuando uno es aún recordado.  
           

06 agosto 2013

POLAR RC3 GPS HR RED/ORANGE


Cuando los corredores, ciclistas, triatletas, duoatletas y demás espécimenes que nos perdemos por esos caminos, carreteras, montes o aguas de Dios comenzamos a preguntarnos sobre los kilómetros que llevábamos hechos o el ritmo puntual o medio al que íbamos, tan sólo unas pocas marcas comerciales nos dieron una respuesta ofreciéndonos un GPS que dieran respuesta a nuestros anhelos. Y de entre esas marcas comerciales, las menos lo tenían integrado en el mismo reloj que, además, hacían otras funciones importantes, siendo una de las principales la de controlar el ritmo cardíaco. 

Pero en pocos años estos productos han evolucionado mucho y cada vez son más las marcas prestigiosas enfocadas a la tecnología deportiva las que ofrecen productos cada vez sofisticados. 
Inicialmente, en el sector de corredores, que es el que más conozco, la principal marca que nos ha surtido de estos sofisticados aparatos ha sido Garmin que con sus excelentes productos nos han ido orientando sobre distancias y ritmos, convirtiéndose en muchos casos en un entrenador personal y un sinpar acompañante en los entrenamientos solitarios o en grupo. Se daba la circunstancia que la marca norteamericana también ofrecía en la mayoría de sus modelos, además del GPS incorporado, una banda de medición de ritmo cardíaco. 
Sin embargo, la marca señera en ese menester, la finesa Polar, tan sólo ofrecía esa función. Seguía siendo la mejor en cuanto a medición preciso del ritmo cardíaco, pero el mercado demandaba también el GPS como opción básica. Por tanto, los nórdicos incorporaron en sus nuevos modelos un receptor GPS diferenciado del reloj pulsómetro que iría engarzado en el cordón de la zapatilla básicamente. Esa opción no fue comúnmente aceptada por los corredores, que no comprendían cómo una marca tan puntera no incorporaba un GPS en el propio reloj. Pero era cuestión de tiempo.
Y ese tiempo ha llegado porque Polar ya lleva algún tiempo -no mucho- fabricando relojes pulsómetros con GPS incorporado. Y de entre los últimos modelos, quizá el más idóneo para correr y bicicleta sea el RC3 GPS HR, tanto por su tamaño, prestaciones y peso. 
No me referiré por ahora a sus ventajas y desventajas (se pueden consultar fácilmente en Internet) hasta que no lo haya probado, pero está claro que a primera vista y por lo que he leído está diseñado para que sea un compañero perfecto de entrenamiento.  Utiliza el prestigioso sistema SIRFstar IV GPS chipset de captación de GPS que el que la mayoría de las marcas prestigiosas como Garmin, Suunto u otras utilizan; y recibe un mínimo de 4 satélites de los 24 activos que orbitan alrededor de la tierra. Al parece la captación del GPS y la precisión, según opinan quienes ya lo tienen, es excelente. Además, cuenta con la ventaja adicional de más durabilidad de la batería que los modelos Garmin, si bien como es habitual en todos las marcas se trata de una batería de litio que no es reemplazable por el usuario, tal y como ocurre también en todas las marcas de móviles y en los dispositivos de Apple. Hay quien considera que se trata de una garantía de funcionamiento o bien una estratagema comercial, cada cual tiene su opinión. Sin embargo, al poseer una durabilidad mayor (12 horas con GPS de funcionamiento continúo) que Garmin su vida útil es mayor y lo importante es que cuando la batería ya esté agotada lo hayamos amortizado con creces para comprarnos otro modelo, algo que en Garmin -por lo que conozco- no siempre era así. Cuenta con la función reloj y el sistema de carga es mucho más sencillo, ya que el cable mini USB se conecta directamente en la parte trasera del reloj. Lógicamente, son innumerables sus funciones, pero las comentaré cuando me haga con ellas, si bien no soy demasiado partidario de utilizar en los aparatos de cualquier tipo más funciones que las básicas, es decir, las que suela utilizar en el día a día. Siempre he sido de la opinión que un aparato es más durable si nos abstenemos de exprimirlo al cien por cien. También fue básico para decantarme por él que pudiera -al igual que ocurría con el Forerunner 305- descargar las rutas en Google Earth. De hecho Polar dispone de un software propio descargable gratuitamente de la página web de la marca.       
Existen tres colores de este modelo: el negro, el red/orange, o la edición especial del 100 Tour de France que es amarillo (todos tienen la pantalla negra), el color está previsto sólo para carcasa del reloj y correa. Los tres ofrecen las mismas prestaciones y el precio es similar ( el más económico siempre es el negro, si bien hay muchas diferencias de precio entre los comercios que operan en la red). Además, existe la opción de adquirirlo con la cinta cardíaca - HR- H3 o sin ella, si bien es aconsejable adquirirlo con cinta -la pila es reemplazable-  ya que el sistema de precisión de Polar es único y si posteriormente se decide comprar por separado siempre será más cara. 
Yo me he decantado por el red/orange, un pelín más caro que el negro pero, en mi opinión, estéticamente más bonito y, particularmente, para correr siempre me han gustado los colores vivos (ser hortera es lo que tiene).  

ACTUALIZACIÓN A 15/2/2014: 

Por primera vez, el GPS del RC3 no ha conseguido coger las señales de los satélites. Supongo que habrá sido algo puntual. Probaré mañana.

 ACTUALIZACIÓN A 17/2/2014: 

Gracias a las indicaciones del Servicio Técnico de Polar, con unas sencillas instrucciones he podido sintonizar las señales de los satélites. No esperaba menos de esta prestigiosa marca. 

ACTUALIZACIÓN A 22/2/2014: 

He podido comprobar en ruta la efectividad de la solución dada por el Servicio Técnico de Polar. El GPS ha conectado perfectamente con los satélites y ha hecho una estupenda medición, como siempre. Una razón más para confiar en una marca líder.

ACTUALIZACIÓN A 27/11/2015

Finalmente los problemas que venía arrastrando en cuanto a la conexión mini USB para cargarlo tanto a la red como al ordenador, que también es la posibilidad que tenía de descargar los entrenos al track de Polar,  se han cumplido. Es decir, ya no es posible cargar el aparato y mucho menos descargar los datos. Sencillamente, no funciona. Puesto en servicio con el servicio técnico de POLAR, me comentan que cuesta 96 € arreglarlo porque ya ha cumplido la garantía (cumplió en agosto). Están en su derecho, pero no me han dado opción alguna; o eso o tirarlo.
Por tanto, mi valoración a día de hoy acerca de este dispositivo no es positiva. No ha habido una armonía total desde que lo compré. La carga siempre ha dado problemas, en cuanto a la conexión al PC o red eléctrica; además, en cuanto a captación de los satélites, en muchas ocasiones he debido comenzar una carrera sin el GPS activado, dado lo que en ocasiones tarda en coger la señal. En otras ocasiones, sencillamente ha sido imposible y he tenido que optar por reiniciar el aparato. Sumado a eso, como ya he comentado con anterioridad, la pantalla se ve realmente mal, sobre todo cuando hay poca luz natural; si optas por la artificial, hay que decir que tampoco mejora, ya que la ofrece el aparato es muy pobre.
Esos aspectos hacen que no haya sido una opción demasiado ventajosa. Mucho tendrá que mejorar POLAR para competir con otras marcas más especializadas. No obstante, si hacemos abstracción de lo que comento -que es difícil, ya que se trata de cuestiones básicas- el reloj ha cumplido en ocasiones.
La opción que barajo es: o arreglarlo, gastándome 96 € más gastos de envío; o buscar en el mercado. Si elijo esta segunda opción, seguramente no elegiré POLAR. Volveré a Garmin o probaré con Tom Tom u otras marcas que no haya tenido.

ACTUALIZACIÓN A 7/2/2016

Definitivamente, he dado por perdido este GPS de Polar. Imposible cargar. Puesto en contacto con el Servicio Técnico en España de la marca finesa, me dicen que al haber acabado la garantía, la solución pasa por gastar casi 100 € -con gastos de envío incluidos-, en el arreglo. Les comento que el aparato está arrastrando problemas casi desde que lo compró en agosto de 2013, pero pasan. Así que no volveré  a comprar un producto de POLAR, por ahora. Sólo cuento mi experiencia. A mí me ha ido mal en lineas generales con esta marca.
Mi consejo antes de adquirirlo: leer el máximo de comentarios posibles, pero ha de mejorar mucho en cuanto a la rapidez en la conexión del satélite, en el sistema de carga y en la casi nula visibilidad nocturna.  

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...