12 noviembre 2012

CINE: SHAME (UK, 2011)

Shame, en mi opinión, es una excelente película, pero no una obra maestra como ha sido calificada por algún sector de la crítica. Ni que decir tiene que estamos ante una película perturbadora, totalmente coherente en cuanto al guión que conduce su trama (no entiendo los guiones enrevesados si no hay necesidad de ello), pero considero que Steve McQueen, director y coguionista, podría haber usado el guión de una manera más brutal si cabe, toda vez que el asunto de la obsesión sexual siempre da para mucho. 
Sin embargo, hay que concederle al director parabienes porque en ningún momento ha querido distorsionar ese guión con historias dantescas e increíbles -por muy dantesca que pueda ser la obsesión sexual del protagonista- y eso le honra. Así como tampoco ha querido hacer una película con un único fin sexual, pues no se trataba de eso. Se trataba, eso sí, de desnudar por dentro y por fuera a una persona que vive obsesionada con el sexo, o con la idea de él, lo que conlleva siempre un déficit afectivo. Y en ese aspecto hay que valorar la actitud del director en cuanto a la honradez mostrada al tocar tan espinoso asunto sin que le salga una peli porno. Además, el conflicto sexual- llevado a extremos o no- no es un asunto demasiado extraño en nuestra sociedad actual.
Lógicamente, la ciudad elegida para que su protagonista -perfectamente interpretado por el alemán Michael Fassbender-, pueda reventar sus instintos, no podía ser otra que New York, que pasa por ser la ciudad más liberal de Estados Unidos, un país que no creo que tenga demasiado solucionado el asunto sexual, dada su doble moral.
Y hablando de Fassbender, qué podemos añadir a su enorme acomodo a papeles de seres perversos o atormentados, sin que se le olviden otros registros antagónicos -formidable en el papel de 'Centurión', por citar una película que me fascinó-. 
Advertir que esta película es de fuerte calado y puede ennegrecer el alma. Como dice Boyero 'una historia que deja poso'.

11 noviembre 2012

SE PERDERÁ COMO LÁGRIMAS EN LA LLUVIA

Carretera Búcor con el histórico Cerro de los
Infantes a la derecha.
  
   Soy humano y en ocasiones me pregunto sobre qué es lo que se activa en mi motivación cuando cualquier mañana de fin de semana o cualquier tarde -o incluso cualquier noche- esté lloviendo, haga frío o esté nevando, me visto con la ropa técnica adecuada y enfiló cualquier carretera local o cualquier camino asfaltado o no y me dispongo a batirme contra el terreno y a acumular kilómetros; subir cuestas; bajarlas; deslizar mi mirada a través del horizonte y sumergirme en una inacabable recta para doblar una curva y encontrarme otra recta de igual o superior longitud; introducirme en caminos inhóspitos o embarrados o sumergirme en carreteras sinuosas y solitarias, sabiendo que puede arreciar la lluvia o el frío y tan sólo contaré con mis pulmones, con mis piernas y con mi corazón ¿Cuál es la motivación? 

Desvío a Olivares con el pueblo al fondo.
Pero siempre que me lo pregunto se reafirma más la idea de que es lo que debo hacer; es lo que quiero hacer, por encima de otras cuestiones más o menos mundanas. Prefiero diseñar una ruta de 20 kilómetros -como la del sábado- a reservar una mesa en un restaurante de lujo; correr por esos caminos con lluvia y frío -como hice en la mediodía del domingo- a abrir una botella de champán para celebrar éxitos efímeros y terrenales; correr una noche cerrada por el Albayzín a arroparme en una mesa camilla. Porque sé que todo a lo que renuncio tiene su tiempo y su momento y siempre se podrá hacer, pero no siempre se podrá correr en plenitud física y mental, tener la fuerza necesaria para subir cuestas y veredas y contar con la motivación necesaria para correr en la noche cerrada por la ciudad, porque es algo efímero y se perderá como lágrimas en la lluvia. Y porque no deseo, como en el poema de Borges, tener que añorar lo que no hice cuando ya no sea posible hacerlo. 

(FOTOS DE GOOGLE EARTH DE DISTINTOS PASOS DE MI RUTA DE 20 KILÓMETROS DEL PASADO SÁBADO ENTRE PINOS PUENTE Y OLIVARES)

10 noviembre 2012

ÉSTA ES LA PROPUESTA PARA HOY

Ésta es la propuesta para hoy....


...y espero cumplirla. 20 correosos kilómetros entre ida y vuelta. Llegaré hasta aquí: 

  
Y entonces ya estarán hechos 10 kilómetros. Y aquí.... 

  
...beberé fresquísima agua, para regresar de nuevo. 

En total 20 kilómetros, en los que habrá alguna subida, alguna bajada, tramos de terreno dispar y roto y tramos de camino llano: y presidiéndolo todo un impresionante misterioso paisaje a mitad de camino entre la Vega y Los Montes Orientales. 
¡Vamos a ello!

08 noviembre 2012

UNA RUTA URBANA PINTORESCA

Correr por Granada siempre es apetecible, a pesar de que quien lo escribe no se inclina demasiado por las rutas urbanas y, por lo general, sólo las frecuenta en la época del año en que las tardes son cortas y el velo de la noche cae como una losa. Pero ayuda sobremanera correr por lugares con tanto encanto como es el Albaizyn, presenciando la Alhambra y las distintas construcciones nazaríes, muralla incluida para, posteriormente, bajar por la Carrera del Darro y casi darte de bruces con el bullicio de la ciudad que ya se barrunta en Plaza Nueva y que se confirma en la Gran Vía Granadina. Lógicamente, no todas las calles por las que se transcurre esta ruta ofrecen al corredor una belleza sin par, pero casi todas. 
Una ruta que hice el pasado miércoles con la particularidad añadida de haberla hecho en noche cerrada, en una tarde otoñal encantadora, sin excesivo frío y sin lluvia, pero con las calles y los parques mojados aún por la reciente lluvia caída. Una ruta de 11,5 kms. que me planteé hacer a ritmo sosegado y que me transmitió un sosiego y una libertad inusual. Poder atravesar el barrio árabe y presenciar la Alhambra iluminada desde el Mirador de S.Nicolás y saber que todo eso lo puedes hacer con la sola tracción de tus piernas es algo inexplicable y sobrecogedor. 
Pero qué mejor que mostrar las fotos de Google Earth, a pesar de que éstas sean diurnas. 

Comienzo de la ruta en la novísima Avenida García Lorca, en el extrarradio de la ciudad.

Quienes hayan corrido la Media Maratón de Granada, les será familiar la Avenida Luis Miranda Dávalos.

Un lugar también conocido. Subimos poco a poco para llegar a la altura del Monasterio de la Cartuja.

Esta es la última cuesta de la Media Maratón de Granada, antes de buscar un terreno mucho más benigno. A la izquierda la nueva Sede de la Junta de Andalucía.

El Monasterio de la Cartuja, de dilatada historia granadina, nos recibe igual de bello tanto de noche como de día. Es un lugar único.

Ya estamos al principio de la antigua Carretera de Murcia. Esas rampas nos vaticinan ya que vamos a subir al Albayzin, uno de los barrios más altos de Granada; y sin lugar a dudas, el más bello.

Aunque pudiera pensarse otra cosa, no se trata de rampas complicadas. Se suben muy bien.  

A partir de este momento comenzamos a contemplar Granada.... 

....y además, ya comenzamos a ver Sierra Nevada, que aún carece del blancor característico. En breve  eso se solucionará. En Granada el invierno no avisa. 

En este tramo, el viajero no puede evitar dejar su coche y asomarse al mirador, justo en la entrada del Albayzín. Las vistas de la ciudad, la Sierra y la Vega son sobrecogedoras.  

El populoso restaurante 'Casa Torcuato' nos indica que ya estamos en la calle más radial del Albayzín, la denominada Pagés del Corro. 

Ya podemos contemplar la Iglesia por excelencia del barrio, la de S.Nicolás, que nos llevará al Mirador del mismo nombre.

Siempre que hago esta ruta, el Mirador de S.Nicolás no me coge de paso, pero no puedo evitar correr unos metros y detenerme allí unos minutos para no perderme esta impresionante vista. Si es nocturna, la impresión se convierte en magia. Clinton, al menos en eso, llevaba toda la razón al catalogarla como uno de los atardeceres más bellos del mundo. Nadie que visite Granada debería perderse ese espectáculo. 

Bajar por la Cuesta del Chapiz por la noche es una gozada. Se presenta silenciosa y misteriosa. Pareciera que se hubiera detenido el tiempo.

El Paseo de los Tristes, desde mi punto de vista, es una de las referencias visuales más impresionantes del monumento nazarí. Por la noche lo encontré solitario y oscuro y ese hecho lo hacía aún más bello. Algo mágico. 

La Casa de Castril, que alberga el Museo Arqueológico de Granada tiene para quien esto escribe un sabor especial. Enfrente la Iglesia de S. Pedro, junto al río Dauro, una de las primeras construidas por el nuevo poder cristiano de los Reyes Católicos.

Como decía al principio, el jolgorio ya se barrunta en la Plaza Nueva, a pesar de que es una zona con rincones muy íntimos y tranquilos. Ese jolgorio es mayúsculo cualquier mañana gracias al movimiento judicial que ofrecen el edificio de la Real Chancillería y el edificio de los Juzgados. 

Pasada Plaza Nueva, la calle Reyes Católicos nos sumerge en una ciudad moderna y ruidosa, pero con un encanto singular también. 

Comenzamos a correr a lo largo de la Gran Vía, cuyas recientes aceras anchas nos vienen muy bien. En este tramo, el final de la Media Maratón, está apenas a cinco kilómetros. El cimborrio de la Cápilla Real de la Catedral y la entrada a la Alcaicería a la derecha.

Ya dejada atrás la Gran Vía, la otra gran avenida que nos espera es la de la Constitución, cuyo paseo central nos viene de perlas para correr sin apenas obstáculos de viandantes, dada su anchura.

La Plaza de la Caleta, ya nos acerca a nuestro destino, apenas ya a dos kilómetros.

Esta zona de Los Mondragones -nuevas oficinas municipales-  no es demasiado cómoda para correr, pero por suerte no es una calle larga.

Estas avenidas anchas y nuevas del barrio de Parque Almunía son otra cosa. Correr por aquí es agradable y poco obstaculizador. 
            

06 noviembre 2012

LA RENUNCIA DE JAVIER MARÍAS

La reciente renuncia por parte del escritor Javier Marías al Premio Nacional de Narrativa otorgado por el Ministerio de Cultura ha traído cola. Y lo ha hecho porque no es normal que sea así, ya que no se dan por estos lares esos signos de coherencia personal.
Los que leemos a Javier Marías desde hace años no nos sorprende ya que ha renunciado a otros premios públicos, sencillamente porque siempre ha sido muy crítico con el poder y con el español más aún si cabe, algo que siempre ha expresado, principalmente, en sus artículos. Y porque no es posible, siendo intelectual independiente, tener buenas migas con los titulares de este régimen corrupto en que se ha convertido España, un país que se está vanagloriando y africanizando a pasos agigantados, que a lo mejor es lo que quieren los poderosos de la UE. 
Pero, claro, es tanta la arrogancia en este país por parte de la clase política, que al bueno de Javier Marías le han caído hostias por doquier por parte de políticos adeptos, tertulianos y articulistas del régimen. Y sencillamente por ser coherente y renunciar a algo que no encaja con su predicamento. Además, ha aconsejado que los 20.000 € que conlleva el premio se dediquen a abrir bibliotecas que buena falta hace, previo agradecimiento al jurado, que es probable que haya actuado de buena fe, estoy seguro. 
Hace falta gente así, qué duda cabe. Gente que vomite ante la estulticia corrupta y de pensamiento único en el que se ha convertido España, gobernada por una clase política que ya no se corta un pelo en trincar  amparándose en razones de Estado o razones de Autonomía, que para el caso da igual. 
Bien por Javier Marías.  

CINE: EL MUNDO ES NUESTRO (ESP, 2012)


Cada año llega a la gran pantalla alguna película española fresca, novedosa, talentosa, renovadora y muchos más adjetivos que se podrían utilizar. 'El mundo es nuestro' es una de ellas por muchos motivos, siendo uno de ellos que haya sido financiada por el método novedoso denominado con el término anglosajón de 'crowdfunding', que podría traducirse como 'financiación en masa', porque esta película se ha financiado de esta manera, a través de la red principalmente.
¿Y qué producto ha resultado? Un buen producto sin duda. Con la estética de un corto y con una duración más larga que el corto mismo, pero más corta que un largometraje en sí, aborda asuntos que aún no son tópicos, pero camino vamos de ello y eso habría evitarlo. Me explico. Aborda y entra de lleno en lo que está ocurriendo en nuestro país desde hace algunos años, que se podría resumir en un sistema corrupto, dominado por el poder y los bancos y en el que el ciudadano se queda totalmente al margen ¿nos suena eso de algo? Claro que sí. A todos. 
Perdedores por doquier entre los pocos protagonistas de esta película, casi coral, pero que llevan a cabo un excelente ejercicio de crítica y ajuste de cuentas con el sistema que nos está atrapando. Y como trasfondo qué mejor que Sevilla, sede de la Junta, que es un claro paradigma de choriceo institucional; y qué mejor que el barrio más sevillano de todos: Triana.  
Chorizos, empresario delincuente, ciudadanos normales que sólo quieren salir para adelante cómo sea -genial la introducción del parado-, políticos corruptos, policía despistada...y cómo no desarrollándose en Sevilla: una procesión. Asuntos que conoce bien su director y coactor principal del film porque es sevillano de nacimiento, el joven director y actor Alfonso Sánchez.
Es una película que está muy considerada por la crítica, pero como suele ser habitual pasa -si es que ha pasado- de forma muy efímera por la gran pantalla, tan fiel a grandilocuentes producciones de Hollywood. Ahora hay oportunidad de verla en DVD/BD y es recomendable hacerlo porque no defraudará a nadie o a casi nadie.         

04 noviembre 2012

XXX MEDIA MARATÓN DE GRANADA (4/11/2012)

La MEMA de Granada nunca deja de sorprenderte. Te desarma, le da la vuelta a las expectativas y nunca, nunca descansa. 
No ocurre así con otras medias, mucho más predecibles por el terreno más uniforme o más predecible. Pero en Granada es distinto. Todo es distinto (y no sólo en el plano atlético). 
Conoces la ciudad, vives aquí, conoces las calles que vas a atravesar; algunas de ellas, incluso, las tienes cerca de tu domicilio y has entrenado por ellas, pero aún así, como si se tratara de una gitana de la Alcaicería, siempre te acaba engatusando a pesar de tus reticencias. 
Un engatusamiento que viene determinado por el olvido. Un no recordar que en esta prueba hay tramos que podrían romper el ritmo al mismo Gerbselessie. Y esos tramos están ahí, año tras año. 
¿Por qué, de qué manera se puede denominar a ese tramo que irrumpe entre el kilómetro 18 y 19; ¿o esos picados entre el 10 y medio  y casi el 14? Tramos que están ahí acechantes, a la espera de encontrar en el corredor la más mínima debilidad para atacarle. Y magnifico esto porque nadie en su sano juicio podría llamarles estos tramos cuestas en sí, como puedan ser las de la Avenida de Madrid o de Andalucía, en Jaén. Nada de eso. Por eso creo que esos tramos los pone ahí el demonio. 
El caso es que no hay nadie con quien hables y no te hable de ellos; y un servidor que ya ha corrido -creo- seis ediciones de esta prueba tampoco acierta a interpretarlos. Dirá el corredor que no haya corrido esta prueba que exagero -y es posible que también lo diga quien la haya corrido-, pero no, no exagero. 
Ocurre que en la MEMA de Granada no hay terreno que ayude. Me explico. Por ejemplo, en Jaén hay duras rampas, pero hay también terreno que ayuda. En cambio, en Granada, por su morfología, ubicada en la Vega pero ya insinuando los picos más altos de la península, cualquier calle tiene nostalgia de altura, aunque eso, en apariencia, no se nota. Pero sí se nota. No, no es una media fácil. 
'Hasta la calle Arabial (que pasa por ser una calle llana) está picada' me decía mi buen amigo Bootello antes de la salida. Y es que como buen granadino y conocedor de esta ciudad, razón no le falta. 
Por ese motivo, es difícil hacer marca personal en Granada. Sí en otras medias, pero no en Granada, a pesar de que -qué duda cabe- algunos la han hecho. 

Foto debida a Paqui
Como es mi caso. Hice MMP en 2011, pero no se ha revalidado en 2012, cuando en mis cálculos todo estaba previsto para que así fuera. Sin embargo, se me han ido seis segundos por kilómetro (4'30'' el mil en mi GPS) con respecto a 2011, algo que ya barruntaba cuando en el  kilómetro 10 pasaba en 44 minutos, con muchos problemas de fuerza. Y si eso es así en el 10, la situación lógicamente tendría que ir a peor porque los kilómetros peores llegan a partir de ese punto kilométrico.  Y así fue. Sin fuerzas y enfrentado a lo peor de la carrera. Correr así es un infierno. Pero lo peor son las malas sensaciones, ese pasar calles  sin disfrutar un ápice, deseando que aquello acabe. 
Realmente, esa es la grandeza de correr. Si todo fuera más sencillo, si todo fuera más predecible, si todo fuera más calculable, se perdería lo imprevisible y con ello la ilusión y la sorpresa. 
¿Y qué decir de la MEMA de Granada cómo gran evento deportivo? No cabe duda que cada año va a más y así lo atestigua el cada vez mayor número de inscritos (muchos de fuera de Granada), algo que es bueno para la ciudad y para este deporte pero que también cuenta con sus inconvenientes. Por ejemplo, la salida. Una verdadera tortura, en la que algunos llegamos hasta perder alrededor de un minuto y medio -en función de donde estuvieras colocado-. Normalmente esto ocurre en todas las pruebas en las que participan tres mil corredores -ese era el límite de inscritos en Granada y se agotó-, pero también existen las medidas correctoras. Entre ellas, se demuestra como poco útil la señalización de tiempos previstos. Hoy en Granada esa señalización existía en la salida, pero me da la sensación que poca gente lo sabía (Emilio y yo nos sonreímos al vernos en la que indicaba 1 hora y 15 minutos); también está la opción de los globos que funciona bien en otras pruebas; y si nada de eso se usa, al menos habría que dar la opción de que el corredor conozca su marca personal, datos que arroja el chip, pero que como muy bien observó Roberto, es un servicio que hay que pagarlo. Lógicamente, lo más económico es siempre dar tiempos intermedios, que no son reales, a pesar de que ese asunto está prácticamente solucionado por el sofisticado servicio que prestan los GPS personales, cada vez más infalibles. Por tanto, mucho que hacer tiene pendiente el Ayuntamiento de Granada aún si quiere que su MEMA sea una de las más vistosas de Andalucía. 

En ocasiones la tecnología eléctrica hace malas pasadas (Foto debida a Paqui)













En otros aspectos organizativos nada que objetar. Bien el personal en los cruces y en los avituallamientos y enorme nivel de voluntariado que hacían que las colas  fueran más efímeras. También se ha ganado -al menos en glamour- trasladando la Feria del Corredor a un Centro Comercial ultramoderno recién abierto, hay que decirlo. 
Poco más que añadir, sino dar a todos la enhorabuena por haber concluido esta dura prueba y que la fuerza acompañe en ediciones futuras. 
En el apartado protocolario, mucha gente amiga y conocida -de la que alguna me olvidaré; pido disculpas-: Emilio, que ha hecho un magnífico tiempo en su primera media; a Mario, que ha ido desbocado hasta el kilómetro 10; a mi Álter, Jesús Lens, porque él sabe que se compite tal se entrena; a Roberto, para que pierda el miedo de esa lesión y a Paqui para que le convenza; a Bootello, que no ha tenido su mejor día pero que tendrá días de gloria sin duda; a los diversos compañeros de mi club, Caja Rural, con los que tuve la ocasión de charlar, cada cual con sus objetivos cumplidos o por cumplir; a 'Carlillos', que ha hecho su primera competición infantil y a su padre para que lo anime; y muy especialmente a mi 'compae' Paco, que se ha hecho con un 'palco' en Parque Almunia -el año que viene tiene que saltar a la arena-, que esperando ver al hombre de negro le sorprendió otro de rojo. 

03 noviembre 2012

A LAS PUERTAS DE LA MEDIA DE GRANADA

Estamos en puertas de la edición de 2012 de la media de la ciudad de la Alhambra, que es probable que este año llegue acompañada de lluvia. De todas formas el frío -algo extraño en Granada- aún no es muy preocupante y, al menos, esperamos que no exista viento, que tampoco es muy común en esta ciudad. 
Por lo demás, queda por delante un recorrido atractivo, alejado de calles más deterioradas por mor de las obras de ese aún irreal metro. Y quedan por delante miles de motivaciones, tantas como corredores o corredoras que se atreverán a patear y sinfín número de calles y barrios de la ciudad. Suerte a todos y que cada cual consiga su propósito. 
Podría venir muy recordar la crónica que hice de esta prueba en 2011, que puede ayudar en parte a familiarizarse con esta buena Media a la que le quedan unas cuantas horas tan sólo. Se puede ver aquí.     

01 noviembre 2012

UN CONVENIENTE ANÁLISIS DE CARA A LA MEDIA DE GRANADA

El entrenamiento de hoy, 1 de noviembre,  que ha consistido en un 'fartlek', me ha servido para valorar las posibilidades reales de acercarme a los noventa minutos en la Media de Granada, del próximo domingo. Un 'fartlek', en el que he intentado intervarlos de 1 km. rápido + 1 km. más lento, sin detenerme en ningún momento a lo largo de los 13 kilómetros de recorrido con la idea de forzar al organismo a no descansar demasiado, procurando hacer los cinco o seis más rápidos por debajo de 4'23'' el kilómetro, que fue la media final de la prueba de Granada del año pasado. La idea no era otra que intentar acercarme a los 4'16'' el mil, que sería la media precisa para acabar en 90 minutos. Pero lo veo harto difícil, a pesar de que ha habido una enorme progresión en las tres últimas medias. 
En el entrenamiento de hoy, los primeros kilómetros rápidos los he afrontado sin demasiada dificultad en torno a los 4'16'', pero a medida que pasaban los kilómetros cada vez me era más complicado, acabando el último rápido en 4'21'' y totalmente extenuado, pidiendo el ritmo anaeróbico la hora. 
Está claro, que no se corre lo mismo en un entrenamiento solitario y en frío que en una prueba de competición, donde las piernas son más aladas, pero es importante conocer las posibilidades que uno tiene para no crearse a sí mismo falsas expectativas, que es la antesala de la frustración. 
Con el paso de los años, el corredor que soy cada día se conoce más: sabe de sus posibilidades, en función de los entrenos que lleve a cabo. Se conoce y con ese conocimiento y un poco de estadística es posible predecir con bastante exactitud su papel en una prueba, al pairo, lógicamente de otros elementos que siempre surgen, como pueden ser el tipo de circuito, la climatología, la motivación o algún eventual desarreglo orgánico que puede venir en forma de lesión, pájara, deshidratación y un largo etcétera, en ocasiones impredecible.
Por tanto, estoy en disposición de -principalmente para meterme presión a mi mismo-  igualar la marca del año pasado, pero lejos aún de los noventa minutos (en torno a los tres minutos y algo, aún), aunque también es probable que me vaya a los 4'30'' el mil si las cosas no funcionan como quisiera. De todas formas, tampoco estaría mal esa media, algo corta, pero válida de todas formas porque uno corre por afición y placer. 
Analizando los pasos kilométricos de la Media de Granada de 2011, sigo pensando que es crucial llegar con buen tiempo y no demasiado cansado al kilómetro 14 (en torno a la hora), que es donde más o menos acaba la mayor dificultad. El año pasado, entre el 12 y el 14, que son los kilómetros más duros, perdí entorno al minuto; y también se me fueron bastantes segundos entre el 18 y el 19, donde el terreno no es de cuesta pero sí está un poco picado y las fuerzas ya me iban dejando, pero eso es probable que también ocurra este año porque el terreno es el mismo, aunque no sabemos si las fuerzas serán las mismas. 
Y es que la Media de Granada, sin ser de recorrido en cuesta, cuenta con algunos kilómetros con alguna dificultad que hace que el tiempo previsto se deteriore algo, cosa que no ocurre en medias muchos más llanas, como es el caso de Córdoba o Almería.     

30 octubre 2012

RELATOS BREVES DE OTOÑO

¡MALDITO GPS!
(Relato-precuela de la Media Maratón de Jaén)

Cuando me aproximaba a la zona de Jaén que había determinado en el GPS, éste comenzó a desvariar. No me sorprendió, porque lo había hecho en otras ocasiones, así que dejé que la voz electrónica de Ana me indicara el resultado del recálculo que estaba anunciando de manera un poco cansina. Pero no había forma. Como el recálculo no fue fructífero el aparato comenzó a alumbrar en su pantalla latitudes y grados que no entendí en absoluto. Así que convencido de que el GPS ya no me iba a dar información alguna y perdido como estaba, decidí salir del coche y preguntar a cualquier persona que pasara por allí.
Pero lo tenía difícil, ya que se trataba de una zona a las afueras de la ciudad y eran las 8,30 de la  mañana de un frío domingo. Busqué por aquella zona despoblada, en la que sólo había campos con abundante maleza entre las grandes rocas que dibujaban a duras penas el serpenteante camino, que de forma ascendente conducía al Cerro de Santa Catalina, donde el Castillo coronaba y se erigía orgulloso.
Cuando ya había perdido la esperanza de encontrar a alguien, de detrás de una enorme roca salió un hombre alto y robusto vestido con un largo sayo cubierto con una coraza de cuero repujada con figuras de la flor de loto,  altas botas de piel vuelta de color negro y una larga capa de seda de color azul oscuro que por la parte trasera barría el suelo. Su aspecto no era conciliador pero aún así me dirigí a él de forma atropellada, antes de dar los buenos días que hubiera sido lo correcto y educado. El individuo me miró como si estuviera viendo una aparición y raudamente echó mano a su cinto, en el cual estaba alojada una larga daga. Comprendí perfectamente que por allí cerca debía de existir algún tipo de mercadillo medieval, de esos tan frecuentes que acostumbramos a ver en las fiestas de muchos pueblos y ciudades. Así que me tranquilicé al pensar que aquel sujeto tan sólo se estaba metiendo bien en su papel. Sin embargo, con mucha habilidad, el sujeto puso la daga en mi cuello al tiempo que farfullaba palabras para mí incomprensibles. Sin duda, se trataba de un inmigrante que en su afán de conseguir unos euros había aceptado vestirse de figurante para el mercadillo medieval.
Comprobé que la presión de la daga sobre el cuello iba en aumento e irritado le grité que ese juego ya no tenía gracia.
-¿Quién sois vos? –me preguntó el extraño individuo-.
-¿Yo...? he venido a correr la Media Maratón de Jaén y me he perdido. Tan sólo quería preguntarle si conoce el complejo deportivo 'Las Fuentezuelas' –le dije con cierto tono de nerviosismo-.
-Lo que decís, no tiene sentido. Venid conmigo –dijo casi arrastrándome hacia la roca de donde había salido minutos antes-.

Protesté pero de nada sirvió. Entonces se abrió ante mi un enorme campamento repleto de tiendas de campaña, de las que salían y entraban figurantes ataviados de forma similar a la de mi agresor. Hasta caballos tenían. Comprendí que allí se estaba celebrando la feria medieval y que los recursos del Ayuntamiento para ese fin no eran modestos, a pesar de la crisis. Mi involuntario acompañante me arrastró literalmente unos veinte metros y de un empujón me introdujo en una tienda de campaña que tenía, al menos, el triple de tamaño que las demás. Aquel juego ya estaba llegando muy lejos, me dije.
-Divina Majestad, he traído un intruso que merodeaba por la zona. Por su vestimenta podría ser un espía del enemigo –dijo mi carcelero-.
-Está bien, puedes retirarte –dijo fríamente aquel que había sido denominado Divina Majestad, que vestía con lujosos ropajes-.
-¿Qué significa esto? –dije, harto ya de ese juego sin sentido-.
-¿Quién sois? –dijo su Divina Majestad en un correcto castellano-.
-Ya se lo dije a su amigo, vengo desde Granada a correr y me he perdido... ¿Quién es usted? ¿Quiénes son ustedes?
-Te encuentras ante el Rey Fernando III del Castilla, Emperador  de la cristiandad, siendo el año del Señor de 1225.
-Sí –dije sonriendo- y yo soy Haile Gebrselassie.
-¿Quién? Si vienes desde Granada, la más infiel de las tierras, no tengo más remedio que sospechar de ti y detenerte.
-Ya está bien del jueguecito. ¿Forma parte este numerito del espectáculo del mercadillo medieval?
-¿Mercadillo medieval? ¿Qué es eso? Estamos aquí en campaña contra los moros. Estoy seguro que eso lo sabes muy bien –dijo el autonominado Rey de Castilla mirándome con marcada desconfianza- ¿Quién te envía?
Intenté seguir su juego no contradiciéndolo porque a esas alturas no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo en realidad. Podría estar rodeado de un atajo de lunáticos y mi vida correr peligro. Mi sumisión hizo que se distendiera y comenzara a relatar la idea de formar un gran reino cristiano, expulsando de estas santas tierras godas a los infieles sarracenos. Llegado a ese punto, consideré todo aquello excesivo para un simple y vulgar mercadillo medieval.
-He llegado a la conclusión de que no eres el espía que creíamos a pesar de que vengas de Granada –dijo con desdén mientras miraba con recelo mi chándal negro Nike-. No tienes aspecto árabe sino eslavo, a pesar de que éstos también actúan como mercenarios de los sarracenos. Aún así, me dejaré llevar por mi instinto y te dejaré marchar en paz, con la condición de que no merodees más por aquí. Si volvemos a verte, serás apresado y torturado, no tientes mi bondad. Puedes irte.
Nervioso ya y sin saber qué pensar, logré llegar hasta el coche y, sorpresivamente, el GPS me indicó a la primera el lugar que buscaba. Llegué muy justo para coger el dorsal y finalmente pude correr la Media Maratón con la inquietud permanente de lo vivido.
La inquietud fue en aumento tras acabar la carrera y comenzó a sobrevolar sobre mi mente la idea del ‘bucle de tiempo’ que la literatura fantástica y el cine habían abordado en múltiples ocasiones. Así que nada más llegar a Granada visité a un amigo mío, físico y apasionado con la teoría de la relación espacio-tiempo y lector empedernido de ‘Historia del tiempo’ de Stephen Hawking. Éste me confirmó lo que había sospechado, explicándome que en raras, pero posibles, ocasiones el cambio de hora produce un extraño fenómeno, un ‘bucle de tiempo’, y que yo había tenido el privilegio de haberlo vivido de primera mano. No sabía si creerle.
Al día siguiente, llamé al Ayuntamiento de Jaén y me confirmaron que no existía en la programación de ese año la organización de ningún mercadillo medieval ni nada por el estilo. ¡Para fiestas estamos!, me dijo el funcionario antes de colgar.

28 octubre 2012

XVIII MEDIA MARATÓN 'CIUDAD DE JAÉN' (28/10/2012)

Cuando en la autovía A-44 el coche da una de las múltiples curvas entre Granada y Jaén, de pronto, una vez ya consumada la inquietante presencia de La Guardia, que es lugar antiquísimo, apreciado por toda civilización que se precie y presidida por su Castillo árabe, uno de los más antiguos de Al-Andalus, a escasos  kilómetros, pero mucho más resguardada y misteriosa se encuentra la ciudad de Jaén, tan resguardada y escondida, en la falda del Cerro de Santa Catalina, cuyo Castillo, ahora Parador Nacional -uno de los más formidables-, preside toda la vista del viajero, incluso casi dentro de la ciudad, en la altiplanicie de sus calles. Tan resguardada está Jaén que probablemente sea una de las pocas -sino la única- capital de provincia por la que la autovía no pasa cerca de sus bordes. 
Y allí tocaba correr en esta mañana de domingo, el primero con la nueva hora y el primero con menos de diez grados de temperatura. Todo preferible que aquel domingo perruno de hace dos años, en el que la poca gente que estaba en la calle nos miraba a los corredores como bichos raros. Y razón no les faltaba. 
Pero hoy la climatología ha sido muy otra. Frío, sí, pero muy asumible para quienes están dispuesto a correr 21.097 metros; o tal vez algo más de 10.000, por lo de la prueba saludable, hermana menor de esta buena Media Maratón. 
Tuve muy claro desde que comenzó el año que iba a correr la Media de Jaén porque la de hace dos años me dejó buen sabor de boca, a pesar de las dificultades orográficas que esta prueba conlleva. Y es que las calles de Jaén son así, como toda ciudad que cuenta con un trazado urbano al pie de un cerro. Lo tomas o lo dejas. Y lo tomé, de muy buena gana. 
La Media Maratón de Jaén no es pequeña ni grande. Probablemente la más modesta en participación de las que se celebran en la mayoría de las capitales de provincia de Andalucía a pesar de su veteranía, muy ajustada a la ciudad y su proyección. Por tanto, mucha coherencia interna. Crecer, tal vez, no sea la perspectiva de sus organizadores y mucho menos con los tiempos que corren.  
De hecho, no es esa la sensación que transmiten éstos, sus organizadores, cuando compruebas que a pesar de la buena presencia de Policía Local, no existe apenas voluntariado, que no sea el apostado en los bien servidos avituallamientos. Ni tan siquiera Protección Civil en los muchos cruces de calles y plazas, por no hablar del nulo o escaso acotamiento de acerado y lugares peatonales, que hacían que los corredores recortáramos ahorrando metros. No en mi caso en la mayoría de ellos. No por nada sino porque jamás me ha parecido buena idea correr por las aceras. Ese subir y bajar de los bordillos y la extrema dureza de las losas de las mismas siempre me han transmitido muy malas sensaciones. Ese es uno de los motivos por los que no suelo habitualmente correr por la ciudad. Y, a tenor, de lo que marcaba mi Forer, poco he debido andar por las aceras, ya que la longitud calculada por el aparato ha sido de 21.140 metros. La oficial de 21.097 estaba certificada por la Federación Andaluza de Atletismo. Así que quien haya corrido menos de esa distancia ha de admitir que ha pisado demasiadas aceras, supongo. 
Pero centrémonos en la prueba y en mi concurso si me permitís. 
La Media de Jaén tiene fama de ser una media dura, hecha para no hacer tiempos. Y es cierto porque cuenta con subidas que, al tratarse de un circuito de dos vueltas, hay que subir en dos ocasiones. Sin embargo, en otros tramos es una carrera rápida. Podría tratarse de la clásica rompepiernas ya que el corredor se encuentra de pronto por un terreno benigno -no digamos bajada, que apenas la hay, excepto en los últimos 700 metros- y al poco se da de bruces con la subida de la Avenida de Madrid o la de Andalucía, ambas con tramos no demasiado largos, pero sí complicados, circunstancia ésta que hace perder ritmo al corredor, que luego ha de recuperarse y tal. Y no siempre la recuperación es rápida ni exitosa. De ahí la complicación de esta prueba que, además, tiene mucho de psicológico porque saber que tendrás que volver a subir por los lugares que ya subiste en la primera vuelta, pero con el añadido de tener en las piernas muchos más kilómetros, puede hundir la moral de cualquiera a poco que se detenga a pensarlo un poco. 
Pero no hubo tiempo para pensar. Al menos en mi caso, porque infiel a mi promesa de la crónica precompetición, ni tan siquiera atisbé el ritmo que pensaba marcar, entre 4'45'' y 4'50'' el mil. Un ritmo para que me sirviera de entrenamiento y preparación para la Media de Granada del próximo domingo o algo así dije. Lógicamente, mentí como un bellaco, además de traicionarme. Me lo repetí a lo largo de toda la carrera, pero es que me sentía muy cómodo corriendo a un ritmo de entre 4'25'' y 4'31'' -que es la media final con la que acabé- a lo largo de toda la prueba, marcando algunos kilómetros de terreno benigno medias entre 4'01'' a 4'17''. Pero ocurre, sea dicho como descargo y torpe justificación de mi promesa, que cuando te sientes bien corriendo y no sufres en exceso -y eso lo sabemos todos los corredores- no  te detienes a pensar en promesas. 
Sí, me sentí cómodo, pero también sentí frío a lo largo de toda la prueba. El frío que no subió de los ocho grados; ni las cuestas, lograron meterme en calor, algo que no sé si ha sido común entre los casi setecientos corredores que acabaron la Media o sólo es apreciación mía. 
Por cierto, bonita camiseta técnica negra la entregada por la organización, con una bolsa mucho más pobre -es lógico- que aquella exuberante con la que nos deleitaron hace dos años.                           

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...