11 noviembre 2012

SE PERDERÁ COMO LÁGRIMAS EN LA LLUVIA

Carretera Búcor con el histórico Cerro de los
Infantes a la derecha.
  
   Soy humano y en ocasiones me pregunto sobre qué es lo que se activa en mi motivación cuando cualquier mañana de fin de semana o cualquier tarde -o incluso cualquier noche- esté lloviendo, haga frío o esté nevando, me visto con la ropa técnica adecuada y enfiló cualquier carretera local o cualquier camino asfaltado o no y me dispongo a batirme contra el terreno y a acumular kilómetros; subir cuestas; bajarlas; deslizar mi mirada a través del horizonte y sumergirme en una inacabable recta para doblar una curva y encontrarme otra recta de igual o superior longitud; introducirme en caminos inhóspitos o embarrados o sumergirme en carreteras sinuosas y solitarias, sabiendo que puede arreciar la lluvia o el frío y tan sólo contaré con mis pulmones, con mis piernas y con mi corazón ¿Cuál es la motivación? 

Desvío a Olivares con el pueblo al fondo.
Pero siempre que me lo pregunto se reafirma más la idea de que es lo que debo hacer; es lo que quiero hacer, por encima de otras cuestiones más o menos mundanas. Prefiero diseñar una ruta de 20 kilómetros -como la del sábado- a reservar una mesa en un restaurante de lujo; correr por esos caminos con lluvia y frío -como hice en la mediodía del domingo- a abrir una botella de champán para celebrar éxitos efímeros y terrenales; correr una noche cerrada por el Albayzín a arroparme en una mesa camilla. Porque sé que todo a lo que renuncio tiene su tiempo y su momento y siempre se podrá hacer, pero no siempre se podrá correr en plenitud física y mental, tener la fuerza necesaria para subir cuestas y veredas y contar con la motivación necesaria para correr en la noche cerrada por la ciudad, porque es algo efímero y se perderá como lágrimas en la lluvia. Y porque no deseo, como en el poema de Borges, tener que añorar lo que no hice cuando ya no sea posible hacerlo. 

(FOTOS DE GOOGLE EARTH DE DISTINTOS PASOS DE MI RUTA DE 20 KILÓMETROS DEL PASADO SÁBADO ENTRE PINOS PUENTE Y OLIVARES)

1 comentario:

  1. La motivación no tiene nombre: no es forma física, no es perder peso, no es obligación saludable... Los que estamos en esto, lo sabemos. Es el discurrir de los kms e ir sintiéndote progresivamente más feliz. Y nada más.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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