El entrenamiento de hoy, 1 de noviembre, que ha consistido en un 'fartlek', me ha servido para valorar las posibilidades reales de acercarme a los noventa minutos en la Media de Granada, del próximo domingo. Un 'fartlek', en el que he intentado intervarlos de 1 km. rápido + 1 km. más lento, sin detenerme en ningún momento a lo largo de los 13 kilómetros de recorrido con la idea de forzar al organismo a no descansar demasiado, procurando hacer los cinco o seis más rápidos por debajo de 4'23'' el kilómetro, que fue la media final de la prueba de Granada del año pasado. La idea no era otra que intentar acercarme a los 4'16'' el mil, que sería la media precisa para acabar en 90 minutos. Pero lo veo harto difícil, a pesar de que ha habido una enorme progresión en las tres últimas medias.
En el entrenamiento de hoy, los primeros kilómetros rápidos los he afrontado sin demasiada dificultad en torno a los 4'16'', pero a medida que pasaban los kilómetros cada vez me era más complicado, acabando el último rápido en 4'21'' y totalmente extenuado, pidiendo el ritmo anaeróbico la hora.
Está claro, que no se corre lo mismo en un entrenamiento solitario y en frío que en una prueba de competición, donde las piernas son más aladas, pero es importante conocer las posibilidades que uno tiene para no crearse a sí mismo falsas expectativas, que es la antesala de la frustración.
Con el paso de los años, el corredor que soy cada día se conoce más: sabe de sus posibilidades, en función de los entrenos que lleve a cabo. Se conoce y con ese conocimiento y un poco de estadística es posible predecir con bastante exactitud su papel en una prueba, al pairo, lógicamente de otros elementos que siempre surgen, como pueden ser el tipo de circuito, la climatología, la motivación o algún eventual desarreglo orgánico que puede venir en forma de lesión, pájara, deshidratación y un largo etcétera, en ocasiones impredecible.
Por tanto, estoy en disposición de -principalmente para meterme presión a mi mismo- igualar la marca del año pasado, pero lejos aún de los noventa minutos (en torno a los tres minutos y algo, aún), aunque también es probable que me vaya a los 4'30'' el mil si las cosas no funcionan como quisiera. De todas formas, tampoco estaría mal esa media, algo corta, pero válida de todas formas porque uno corre por afición y placer.
Analizando los pasos kilométricos de la Media de Granada de 2011, sigo pensando que es crucial llegar con buen tiempo y no demasiado cansado al kilómetro 14 (en torno a la hora), que es donde más o menos acaba la mayor dificultad. El año pasado, entre el 12 y el 14, que son los kilómetros más duros, perdí entorno al minuto; y también se me fueron bastantes segundos entre el 18 y el 19, donde el terreno no es de cuesta pero sí está un poco picado y las fuerzas ya me iban dejando, pero eso es probable que también ocurra este año porque el terreno es el mismo, aunque no sabemos si las fuerzas serán las mismas.
Y es que la Media de Granada, sin ser de recorrido en cuesta, cuenta con algunos kilómetros con alguna dificultad que hace que el tiempo previsto se deteriore algo, cosa que no ocurre en medias muchos más llanas, como es el caso de Córdoba o Almería.
Jose Antonio ten en cuenta el "efecto dorsal" y si la marca no sale por lo menos siempre nos queda el placer de correr por las calles de nuestra hermosa ciudad.
ResponderEliminarNos vemos el domingo
Onio, tú sabes bien -por tu excelente progresión- que somos lo que entrenamos, pero, como bien dices, corremos por placer y el domingo iremos a disfrutar. Hasta el domingo.
ResponderEliminarVisión perfecta de porque casi es imposible que lleguemos a los noventa minutos. Añadiría que el primer tiempo a valorar es el paso de los 10 kilómetros en menos de 42 minutos, aseguran en ritmo medio los 14 por debajo de los 60 minutos... y el domingo lluvia.
ResponderEliminarNos vemos el domingo.
Exacto Mario, que estamos ahí atrapados en esa telaraña de los tres o cuatro minutos, pero ¿lo intentamos?
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