16 septiembre 2011

LAS BUENAS SENSACIONES REGRESAN DE LAS VACACIONES

Si el pasado jueves corría torpe y con sensación de pesadez y debilidad, en esta mañana de viernes a eso de las nueve horas, cuando aún el sol apenas calentaba, me sentía mucho más ligero y versátil y eso es porque las sensaciones que estoy buscando con paciencia por los caminos y carreteras van llegando poco a poco. 
La vía más rápida para que éstas lleguen es llevar a cabo esas sencillas técnicas que esbocé en la entrada anterior: no forzar, correr sin mirar el tiempo y buscar rutas nuevas, que sean amenas. Y un factor importante y principal: la paciencia. 
En esta mañana de viernes hacía más de diez kilómetros rocosos, rodando entre caminos de olivos; caminos rotos y serpenteantes que tan bien van para procesos recuperatorios. Caminos que ayudan a reforzar las piernas y aclarar los pulmones y, de camino, eliminar esos gramos de más que se adquieren cuando se sale de viaje turístico (ya he comentado en más de una ocasión que cuando estoy fuera no escamoteo un buen filete, la cerveza que se tercie y los postres que me propongan. Pero, eso sí, no tomo copas). 
Y con las buenas sensaciones llegan los nuevos proyectos. Y éstos -junto a lo ya corrido a lo largo del año- serán objeto en breve de una nueva sección en la parte derecha de vuestras pantallas. En el horizonte se barrunta, incluso, alguna maratón.    

15 septiembre 2011

EL CORRER JAMÁS MADURA

Con muchas ganas, pero con poca fuerza, culminé hoy mi ruta de reencuentro, que era algo que ya barruntaba.
Uno que ya lleva algunos años en esto ya sabe que el correr es siempre menor de edad y que apenas madura. Puedes subir al Veleta y hacer varias maratones, pero en algún momento acabas dando pasos torpes y débiles por esos caminos. Se te olvida correr y se te olvida todo lo que has corrido. Es, tal vez, la faceta más desagradecida de nuestro deporte pero también la que nos mantiene más alerta.
Un parón por breve que sea puede convertirse en un serio inconveniente para nuestro ritmo de entrenamiento, no tanto por el breve tiempo transcurrido  sino por el cambio de actitud mental.
Particularmente, cuando ocurre esto, acudo a técnicas que he ido diseñando con los materiales que te dan los kilómetros recorridos. Técnicas sencillas que consisten básicamente en no forzar en absoluto, no mirar el cronómetro y hacer variaciones de ruta para buscar la amenidad. Es decir, alejarse de la apatía que provoca el parón por muy breve que sea.
Somos corredores populares. No debemos olvidarlo.        

14 septiembre 2011

LLEGAR Y DARTE DE BRUCES

Llegar tras haber practicado durante algún tiempo el anticorrer y  darte de bruces con la siempre complicada Media Maratón del Melocotón de Guadix no es tarea fácil de digerir.
No sé que tipo de cosa o causa ocurre con esta prueba que siempre que llega a mí me encuentra totalmente desubicado. Dos años fue por haber regresado de alguna lesión generada en el mes de julio o agosto y otros años, sencillamente, por haber regresado de algún viaje, con algo más de peso, las piernas blandas, el corazón sosegado y la mente distante.
Será el próximo día 18 y hoy es catorce -me levanté pensando que era trece-. Serán, pues, 21 kilómetros, que ni esos he hecho en lo que llevamos de septiembre. 
Esta tarde haré unos cuantos kilómetros por mi apreciada Vega para ver cómo me encuentro y el diecisiete -Alfredo- decidiré si voy a estar o no en Guadix.
¡Qué meses de carreras me esperan!

¿Volveré a atravesar este bonito arco para entrar en la Plaza de las Palomas?      

11 septiembre 2011

RITMO EXCESIVO O PROBABLE "PIQUE"


La misma tarde de la anécdota de los gansos, en los últimos dos kilómetros, cuando rodaba plácidamente por la Vega, disfrutando del rumor de las acequias escuché tras de mí que se aproximaban fuertes pisadas que, en principio, supuso se trataban de caballos. Pero no, cuando miré atrás observé que venían a ritmo muy fuerte cuatro corredores, que de tan exhaustos, al adelantarme, ni siquiera me saludaron, excepto uno que hizo un gesto con la mano. Yo les dije hola en voz alta y tranquila.
Observé que iban tensos por el fuerte ritmo, así que con curiosidad -que no herido en mi orgullo- y con el fin de probar cómo me encontraba decidí salir tras ellos, que en segundos les alcancé.
Uno de ellos, se fue quedando y pronto le adelanté y pronto también me puse a la altura de los dos más fuertes a los que no sólo aguanté el fuerte ritmo sino que opté por encabezar durante pocos segundos ese endiablado grupo. Supuse que ellos iban en dirección a Fuente Vaqueros porque en alguna ocasión me había cruzado con ellos por esa población, mientras que yo en pocos metros doblaría hacía la derecha en dirección a Pinos Puente. Por tanto, mi fuerte ritmo no iba a durar más de cuatrocientos o quinientos metros.
Al ver que me ponía en cabeza ellos intensificaron aún más la marcha y descolgaron a otro corredor de los cuatro que inicialmente iban. Uno de ellos, el cabeza del grupo era el que repartía el bacalao.
Con sorpresa descubría cuando les dejé tras decirles hasta luego que el ritmo que se llevaba estaba en torno a los 3'35'' el mil por lo que supuse que esta gente estaba picada entre ella.
Recordé la cara de algunos de ellos, con los que intercambié algunas palabras en la fuente de Fuente Vaqueros hace algunos meses, indicándome que venían de Atarfe. Pero en aquella ocasión los vi correr a un ritmo normal, por lo que deduje que en esta ocasión iban picados y mal encarados.
Observé su vestimenta y su aspecto y para nada eran indicativos de ser corredores que adoptaran la estética habitual de corredor de fondo -unos iban sin camiseta y otros no llevaban la ropa técnica adecuada-. Desconozco hasta que punto mantuvieron ese ritmo, muy por debajo de los cuatro minutos el mil, pero llegué a la conclusión que se estaban equivocando de estrategia a pesar de que se sintieran fuertes y jóvenes. Allá ellos.

08 septiembre 2011

SOPA DE GANSO



En la tarde del lunes, 5 de septiembre, a eso de las 18,30 hacia la ruta que acabo de bautizar como "ruta de los gansos". Son muchas las rutas que hago por la Vega -todas son diferentes-, la zona del Pantano, Caparacena, Búcor, Tiena, etc., etc., y a todas las bautizo con algún nombre o hecho. A veces se trata de algo que destaca o bien alguna anécdota acaecida, que es lo que contaré en esta entrada.
Hace unos días acababa de leer "El viaje a la Alcarria", de C.J. Cela y de entre todas las cosas que contaba el escritor me quedó grabada una muy surrealista.
Visitaba el escritor gallego Paredes, uno de los pueblos más pequeños de la ruta cuando al entrar en una fonda o pensión un ganso se le abalanzó y sin dudarlo le dio un fuerte mordisco en el culo. Cuando leí esa escena pensé que seguramente se debía a la imaginación del escritor, siempre dado a citar anécdotas escatológicas. Además, me parecía inverosimil que un tranquilo ganso pudiera tener esa actitud tan agresiva. Pero sí, efectivamente, la dueña del establecimiento le advirtió al escritor de la mala uva que gastan estas, aparentemente, plácidas aves.
Uno tiende a pensar que un ganso es inofensivo, probablemente influenciado por la puesta en escena de otras aves parecidas tales como la gallina y el gallo o, incluso, el pato, siempre tan escurridizo y tan pacífico. Pero no, no es exactamente igual un ganso que un pato, y mucho menos que una gallina o un gallo, según me he informado en Internet.
Resulta que cuando un corre con mucha frecuencia es habitual que le ocurran anécdotas, al menos como mero cumplimiento de la ley de probabilidades.
Hasta el momento había sido perseguido por canes -acuérdense los más antiguas del lugar del caniche que casi devora mi talón de Aquiles o de la rata que, involuntariamente, corrió despavorida y asustada durante mucho tiempo conmigo-, pero jamás había sido increpado por ave alguna. Hasta esta tarde. La tarde del lunes 5 de septiembre.
Llevaba casi cuatro kilómetros de ruta entre algún punto de Pinos Puente y el cruce de Fuente Vaqueros, cerca del cruce de Sierra Elvira, cuando al pasar por uno de los muchos cortijos que te encuentras a lo largo del camino de tierra, a lo lejos observo que en mitad del camino dos grandes aves se pavoneaban a lo largo y ancho -poco ancho- del camino. Aprovechaban el fresco de éste, recién regado por el dueño del cortijo y se resistían a salir del mismo. Imaginé que al pasar yo estas aves se echarían a un lado como he contemplado que ha ocurrido cientos de veces con gallinas, gallos, ovejas, cabras e incluso perros. Pero no, estas aves -enormes he de decir, casi un metro de altura calculé- se mantuvieron firmes y encaradas, siendo yo el que tuve que echarme a un lado cuando pasé junto a ellas. No soy un experto en aves, pero no se trataba de gallos, gallinas ni incluso patos. Así que por la osadía que mostraban debían de tratarse de ganso, como he podido comprobar posteriormente. Además he visto cientos de patos en mi vida y éstos alzan pocos centímetros del suelo y es más común verlos en agua. Sin embargo estas aves -como decía, casi tenían un metro de altura y andaban de forma palmípeda, sí, pero al mismo tiempo con buena disposición y dominio del terreno.
Eran dos exactamente iguales, pero una de ellas no sólo no se apartó sino que me hizo cara. Se dirigió hacía mi con actitud agresiva y no pude remediar evocar la imagen que me sugirió la anécdota que contaba Cela en su viaje a la Alcarria. A él le llegó a morder en el culo y a mí también estuvo a punto de hacerlo y sólo el improvisado sprint hizo que el feroz ave desistiera.
Cuando miré hacía atrás el ganso aún me miraba desafiante, disfrutando de su victoria y de su terreno conquistado.
Cuando me alejaba del agresivo animal no puede evitar la película "Sopa de Ganso", de los Hermanos Marx.

06 septiembre 2011

VUELVEN LAS BUENAS SENSACIONES


El paseo de Fuente Vaqueros en fiestas.

Tras la subida al Veleta, agosto ha concluido con casi cien kilómetros, realizados sin ninguna pretensión de tiempos y esfuerzo. Rodar simplemente e intentar ir recuperando las buenas sensaciones, que siempre se pierden tras un dura prueba.
Sin embargo, a lo largo de estas salidas - diez en total, con una media de diez kilómetros, aproximadamente, en cada una de ellas- he sentido debilidad como ya apunté en algún momento. No me ha costado correr pero sí he percibido esa falta de "punch" necesario tanto en los entrenos como en la competición.
Por suerte agosto no es mes de competición, pero probablemente no hubiera asistido a ninguna de haberla habido.
Las buenas sensaciones siempre llegan, antes o después pero siempre llegan. Y fue precisamente la tarde del día cuatro de septiembre -domingo- cuando en los doce kilómetros de ruta, éstas volvieron a aparecer. En absoluto buscaba un ritmo concreto pero éste oscilaba ente los 4'50'' el mil y los 5' 10'', sintiéndome bien en todo momento. Atravesé Fuente Vaqueros como es costumbre y encontré que el pueblo se encontraba en fiestas. Unas fiestas tradicionales, centradas todas en el paseo que preside una surrealista estatua de Federico García Lorca. Eran las siete de la tarde y no era alta la presencia de gente, pero sí existía sabor festivo. Probablemente algunos pensaran que aquel tipo uniformado que atravesaba el paseo formaba parte de alguna actividad. Atravesé el centro de la población y me dirigí a la larga avenida que une Fuente Vaqueros con Chauchina para desviarme hacía la izquierda por un carril asfaltado entre la Vega y conectar con la carretera de la cual surge el camino que me adentra en Pinos Puente a través del Cortijo de las Cruces.
Fue todo agradable: la temperatura, las sensaciones...Corría ligero y con suavidad, por lo que supe que ya me había reencontrado de nuevo con mis rutas de siempre.

03 septiembre 2011

MEJOR BUENAS MISIVAS QUE NO DESAGRADABLES MULTAS


Hace unos meses perdí o me robaron –que las dos cosas son posibles- la cartera con todos los documentos, tarjetas, dinero, etc., etc....y, claro, lo primero y más molesto de todo esto es dedicarte un par de horas, inmerso en el cabreo, desazón o frustración, a anular todo lo que pudiera ser sospechoso de uso indebido, es decir, tarjetas de crédito, de centros comerciales, del video-club, en fin, lo típico.

Y viene este triste recuerdo a cuento de la carta que me acaba de enviar, Pere Navarro Olivella, Director General de la Dirección General de Tráfico -con motivo de la entrega del nuevo y modernisímo carné de conducir, tanto que la misma interesante carta advierte que no está ni homologado en la UE- que, probablemente, de manera irónica o socarrona –o de ambas formas-, inicia su misiva impersonal diciéndome: Me complace adjuntarle su nuevo permiso de conducción en sustitución del que pudiera tener anteriormente..

Y, realmente, me ha parecido muy elegante (..en sustitución del que pudiera tener anteriormente) la forma en que el amigo Pere me indica que es probable que tuviera el carne con anterioridad pero que, probablemente, me lo robaron o yo mismo lo perdí o, incluso, deducir que nunca lo tuve, a pesar de que conducía de manera habitual. La verdad, me ha parecido que hay bastante riqueza literaria en su misiva.

Sin duda, mejor buenas misivas que no multas inoportunas.

02 septiembre 2011

SIN DUDA, EL MEJOR DE TODOS LOS TIEMPOS



Pocos premios Principes de Asturias del Deporte como el otorgado este año. Hubiera sido lamentable que este cada vez más desprestigiado premio no fuera a esta leyenda viva del fondo.
Del corredor etiope ya escribimos en este espacio y en un artículo de Ideal y poco más se puede añadir. Se supone que este tipo de premios se otorgan al talento deportivo pero también se han de tener en cuenta su proyección social, y Geb en ese aspecto también gana por goleada porque conocida es su implicación social y solidaria en su devastado país.
Lástima que tanga que ver la sonrisa bobalicona y autocomplacida del heredero cuando le entregue este premio al campeón pero, en fin, hasta eso merecerá la pena.

31 agosto 2011

WACKEN OPEN AIR: MOTÖRHEAD

Qué decir de Motörhead, la banda británica que fue fundada el mismo año en que murió el dictador de nuestra piel de toro y más antigua que nuestra Constitución, esa que Angela Merkel ha ordenador reformar, por ser chicos malos y gastar lo que no tenemos.
El bueno de Lemmy es totalmente incombustible y su banda no es una banda, es una institución. A decir de Lemmy, su banda hace un rock and roll puro, pero es innegable que despliegan ritmos metálicos en muchos de sus temas. Pero, es cierto, no se puede considerar una banda metálica aunque sí están en esa clara transición del rock al heavy metal clásico. En fin, que Motörhead pasa por ser una banda única, inclasificable. En términos librescos, podría considerarse un incunable.

29 agosto 2011




Verano, tiempo de lecturas. Leer debe ser un hábito, de lo contrario los días pasan raudos y la lectura escasea. Un hábito que debemos imponernos si nadie lo ha hecho por nosotros en nuestra infancia; y si lo ha hecho, un hábito que no debemos perder. Pero, claro, existe una premisa principal: ha de gustar, porque no a todo el mundo le gusta la lectura -no hablo de cualquier lectura-, en definitiva, esa que te aporta, te enriquece, te emociona, te hace un poco más erudito, y más humilde ante la avalancha de saberes. Por tanto, hay que excluir mucha lectura que nada de eso aporta; es más, embrutece más que otra cosa.

Pero dentro de esa premisa principal, cada uno se ha de diseñar sus gustos lectores. En mi caso particular, frecuento mucho la novela, pero no olvido la historia ni los ensayos e, incluso, de vez en cuando me adentro en algo de poesía, pero, sin embargo, jamás leo teatro, por poner un sólo ejemplo y apenas tengo hábito de leer comics -excepto mi dedicación semanal a la revista satírica El Jueves-, a pesar de que siempre me lo reprocho. Pero veamos ese desorden lector en qué se ha concretado en las últimas fechas:


"Memorias de un preso", de Mario Conde



Me interesaba de este libro, no ya la particular existencia en los últimos años de este ídolo caído de las finanzas españolas, sino ese cambio antropológico sufrido por una de las personalidades más controvertidas de los últimos años en este dolorido Estado. Conocer cómo se interpreta estar en lo más alto y en lo más bajo. Lógicamente, no nos encontramos ante una prosa exquisita, pero sí ante reflexiones y puntos de vista interesantes. En absoluto se puede menospreciar la talla intelectual de este ex-banquero.

"Lanzarote", de Michele Houellebecq



Escrita en el más puro estilo ácido y agrio a que nos tiene acostumbrados el escritos francés, prácticamente afincado en España. Lanzarote no podría pasar la prueba de sátira porque es agria pero existe ironía descarnada y pasiones humanas encontradas.

"Madrid", de Luis Carandell



Nadie mejor que el ya fallecido cronista del Congreso de los Diputados para escribir curiosidades sobre un Madrid que tan bien conocía, a pesar de ser catalán.

Un delicioso librito que para quienes gustamos de la capital de España nos muestra y nos enseña.


"El Castillo de Velillos", de Mariano Martín García y José María Martín Civantos.

El mítico Castillo de Velillos, que según la historia, la arqueología y literatura de guerra, estuvo situado a la salida de Pinos Puente en un paraje que llamamos Cerro de los Infantes. El primero que habló de esta fortaleza fue el monarca nazarí Abd Allah, que en sus memorias se refiere a este enclave construido por el poderoso Rey de Sevilla al-Mu'tamid para intentar tomar el Reino de Granada, allá por el siglo XI.

De este Castillo apenas quedan restos porque es una zona que ha sido muy expoliada, pero se sabe que estaba construido sobre una fortaleza romana, tropas éstas que tomaron la antigua ciudad íbera de Ilurco, allí situada.

He disfrutado con esa pequeña obra a mitad de camino entre la historia y la arqueología. La tenía pendiente.

En este lugar fallecieron el Infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X el Sabio y el Infante Pedro de Castilla, hijo de Sancho IV el Bravo, en su intento de tomar el Reino de Granada al. Eso ocurrió a principios del siglo XIV y desde entonces el cerro es llamado "Cerro de los Infantes".

"La Prueba" de Carmen Gurruchaga.


Me llamó la atención que que esta novela fuera el primer galardón del Premio Abogados de Novela, convocado por el Consejo General de la Abogacía y la Mutualidad de la Abogacía. Una novela entretenida pero también repleta de tópicos que habría que englobar en el concepto de novela negra y novela de abogados, estilo poco frecuente en España. Se lee bien.

Volumen 10 de la "Historia de España", de Historia 16



En mi afanado reto por conocer la Historia de España desde un ámbito académico más que ensayístico, acabo el volumen dedicado al enorme predominio de Castilla. sobre todo a partir del S. XV. Ahora me adentro en el volumen 11 dedicado a los Edificios e Imágenes Medievales, que pinta muy sugerente.

"Viaje a la Alcarría", de C.S. Cela.



Probablemente el libro con el que más he disfrutado en el último año, ahora que visitaré esa desconocida zona de España.

Cela se adentra en una Alcarria del año 1946 y nos relata con maestría un viaje por los pueblos más señeros de esta parte de la provincia de Guadalajara: Brihuega, Pastrana, Cifuentes, Tendillas, Trillo, Sacedón. A ver si me organizo y me da tiempo de verlos todos antes de llegar a Sigüenza. Imprescindible será ver Pastrana, patria chica de la controvertida Princesa de Éboli y Brihuega, pueblo con un enorme pasado histórico.

Y seguidor como soy de la literatura de viajes me he enfrascado ahora en un libro inspirado en el clásico "Viaje de España", del escritor y viajero valenciano Antonio Ponz, una ambiciosa obra de 20 tomos escrita en el último tercio del S. XVIII que retrató una parte importante del patrimonio histórico español -principalmente religioso-, sus gentes y sus costumbres, aunque dejó incompleta porque le sobrevino su fallecimiento.

Esa obra fue una respuesta, digamos, patriótica, a la avalancha de críticas y sarcasmos sobre nuestro país y el lamentable estado de conservación de nuestro patrimonio histórico, por parte de prestigiosos viajeros europeos. Pero no contento, Antonio Ponz, también escribió un obra denominada "Viaje fuera de España", en la que demostraba que en todas partes se cuecen habas y ofrecía gráficas descripciones de cómo estos paises también descuidaban sobremanera su patrimonio histórico.

Lo que fue nuestro patrimonio en aquella época y lo que es ahora nada tiene que ver. La vorágine de la restauración aún no estaba en boga y muy probablemente los monumentos antiguos que hoy contemplamos en todas las ciudades españolas, tal vez, tengan más de artificioso que de real, por no mencionar el patrimonio ya desaparecido o expoliado. Sin embargo, otros muchos monumentos -y sobre todo obras de arte pictórico y escultural- siguen mostrando sus rasgos originales.

De todas formas, los viajeros actuales, aún, somos agraciados por poder contemplar el legado histórico a pesar de la invasión agresiva de nuevas construcciones y vías de comunicación que, con toda seguridad, son los mayores elementos destructivos de ese patrimonio y lo más triste es que detrás de toda esa destrucción se encuentran en la mayoría de los casos quienes tendrían que estar destinados a conservarlo: las administraciones públicas.

27 agosto 2011

Y ESTO, ¿QUIÉN LO PAGA? (IDEAL 26/8/2011)


"EL ELECTOR LO QUE HACE ES FIRMAR UN CHEQUE EN BLANCO A UN DESCONOCIDO, QUE EN MUCHAS OCASIONES CAMINA OSADO HACIA EL PRECIPICIO EN EL QUE NOS DESPEÑA A TODOS"

Con esa frase lanza IDEAL mi artículo en la edición del viernes, 26 de agosto. Siempre me parece oportuno insertar aquí mis artículos porque muchos lectores del blog no han tenido o no tienen acceso a las páginas de Ideal.

Y ESTO ¿QUIÉN LO PAGA?


Afirman que cuando el escritor catalán Josep Pla llegó Nueva York y vio la ciudad de los rascacielos en la noche, luminosa y encendida, preguntó socarrón: ¿y esto, quién lo paga? Sin saberlo el peculiar autor de "El cuaderno gris" estaba poniendo el dedo en la llaga sobre el interrogante que ahora, muchos lustros después, nos estamos haciendo los ciudadanos. Una pregunta que debería de estar en el catecismo ideológico de todo partido político con pretensiones de gobernar.

En España la cultura del endeudamiento y el gasto está muy arraigada, actitud que hubiera continuado sin control si las circunstancias económicas desde hace tres años no fueran tan adversas. Pero cuesta aún comprender que se está llegando a un fin de ciclo económico como aseguran los economistas y que el gasto debe ser cada vez más responsable.

En el ámbito público y con independencia del color político, en nuestro país y en cada una de las tres administraciones públicas territoriales, se han acometido proyectos megalómanos y políticas públicas con escasa lógica y rentabilidad, a no ser que sea la meramente electoral, que es la que posibilita estar en el poder para seguir inventando proyectos ruinosos, una absurda espiral de la que pocos políticos quieren salir una vez dentro. Lo que realmente ha ocurrido es que los representantes electos amparándose en una supuesta mejora de la ciudad, de la calidad de vida de los ciudadanos o de una hipotética creación de empleo y riqueza, actuando en nombre de la administración que dirigen, se han embarcado en gastos que han hipotecado el presupuesto anual durante muchos años y que han tenido que financiar con préstamos bancarios provistos de intereses galopantes.

Una empresa apuesta por una inversión que puede ser rentable o no porque ese es el juego que impera en el mundo empresarial. El empresario arriesga un dinero y probablemente jamás lo recupere. Si ese es el caso, este empresario podría entrar en un proceso de quiebra y necesitar una administración judicial para viabilizar su empresa.

Sin embargo, cuando esas inversiones ruinosas se ejecutan desde la arrogancia y la autorización mal entendida que ofrecen las urnas, las circunstancias son totalmente distintas. El político hace y ejecuta presupuestos basándose –se supone- en un plan de gobierno que, en teoría, debería conocer el votante. También sería lógico que el votante, el ciudadano, conociera las inversiones y políticas públicas más costosas y de esa manera votar en consecuencia. Pero la democracia es imperfecta y no existen esas premisas. Luego, el elector lo que hace es firmar un cheque en blanco a un desconocido, que en muchas ocasiones camina osado hacia el precipicio en el que nos despeña a todos. Así de triste es la democracia representativa.

Uno de los problemas básicos de nuestra democracia es que el político basándose en una elegibilidad amparada por las normas jamás responde de su gestión ruinosa. En la actualidad, en parte debido a la crisis, estamos asistiendo a la quiebra técnica de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, siendo probable que, incluso, a la del propio Estado. Esa crisis ha posibilitado que las cuentas no cuadren y que los ingresos no suplan los enormes gastos como sí parecían cuadrar hace no muchos años (aunque en realidad jamás los ingresos han bastado para financiar esos desproporcionados gastos sino que se han ido pagando con deuda pública y prestamos bancarios).

Esas absurdas inversiones, que hubieran llevado a la ruina a cualquier multinacional, al margen de responsabilidades jurídicas que se deduzcan contra el empresario, no tiene similares consecuencias en la actuación del político que un buen día decidió hipotecar el futuro de los ciudadanos a los que, en teoría, representaba. Es más, esa clase de políticos siguen ahí medrando, ocupando cargos de alta alcurnia, sin consecuencias negativas de ningún tipo. Solo se van, dicen, si me echan las urnas, como demócratas convencidos que son.

Obviamente, -con independencia de reivindicaciones indignadas- todo eso tiene que cambiar porque lo que está pidiendo el nuevo orden mundial no es sólo una más clara y austera utilización de los recursos sino un radical cambio en la forma de gobernar las ciudades y los países. Pero ese cambio no operará si se pretende ejecutar desde este mismo modelo económico y político, como tampoco podrá producirse con los mismos actores, que aferrados al poder no quieren comprender que la primera regla que ha de cumplirse es la salida de ellos mismos.


Afirman que cuando el escritor catalán Josep Pla llegó Nueva York y vio la ciudad de los rascacielos en la noche, luminosa y encendida, preguntó socarrón: ¿y esto, quién lo paga? Sin saberlo el peculiar autor de "El cuaderno gris" estaba poniendo el dedo en la llaga sobre el interrogante que ahora, muchos lustros después, nos estamos haciendo los ciudadanos. Una pregunta que debería de estar en el catecismo ideológico de todo partido político con pretensiones de gobernar.

En España la cultura del endeudamiento y el gasto está muy arraigada, actitud que hubiera continuado sin control si las circunstancias económicas desde hace tres años no fueran tan adversas. Pero cuesta aún comprender que se está llegando a un fin de ciclo económico como aseguran los economistas y que el gasto debe ser cada vez más responsable.

En el ámbito público y con independencia del color político, en nuestro país y en cada una de las tres administraciones públicas territoriales, se han acometido proyectos megalómanos y políticas públicas con escasa lógica y rentabilidad, a no ser que sea la meramente electoral, que es la que posibilita estar en el poder para seguir inventando proyectos ruinosos, una absurda espiral de la que pocos políticos quieren salir una vez dentro. Lo que realmente ha ocurrido es que los representantes electos amparándose en una supuesta mejora de la ciudad, de la calidad de vida de los ciudadanos o de una hipotética creación de empleo y riqueza, actuando en nombre de la administración que dirigen, se han embarcado en gastos que han hipotecado el presupuesto anual durante muchos años y que han tenido que financiar con préstamos bancarios provistos de intereses galopantes.

Una empresa apuesta por una inversión que puede ser rentable o no porque ese es el juego que impera en el mundo empresarial. El empresario arriesga un dinero y probablemente jamás lo recupere. Si ese es el caso, este empresario podría entrar en un proceso de quiebra y necesitar una administración judicial para viabilizar su empresa.

Sin embargo, cuando esas inversiones ruinosas se ejecutan desde la arrogancia y la autorización mal entendida que ofrecen las urnas, las circunstancias son totalmente distintas. El político hace y ejecuta presupuestos basándose –se supone- en un plan de gobierno que, en teoría, debería conocer el votante. También sería lógico que el votante, el ciudadano, conociera las inversiones y políticas públicas más costosas y de esa manera votar en consecuencia. Pero la democracia es imperfecta y no existen esas premisas. Luego, el elector lo que hace es firmar un cheque en blanco a un desconocido, que en muchas ocasiones camina osado hacia el precipicio en el que nos despeña a todos. Así de triste es la democracia representativa.

Uno de los problemas básicos de nuestra democracia es que el político basándose en una elegibilidad amparada por las normas jamás responde de su gestión ruinosa. En la actualidad, en parte debido a la crisis, estamos asistiendo a la quiebra técnica de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, siendo probable que, incluso, a la del propio Estado. Esa crisis ha posibilitado que las cuentas no cuadren y que los ingresos no suplan los enormes gastos como sí parecían cuadrar hace no muchos años (aunque en realidad jamás los ingresos han bastado para financiar esos desproporcionados gastos sino que se han ido pagando con deuda pública y prestamos bancarios).

Esas absurdas inversiones, que hubieran llevado a la ruina a cualquier multinacional, al margen de responsabilidades jurídicas que se deduzcan contra el empresario, no tiene similares consecuencias en la actuación del político que un buen día decidió hipotecar el futuro de los ciudadanos a los que, en teoría, representaba. Es más, esa clase de políticos siguen ahí medrando, ocupando cargos de alta alcurnia, sin consecuencias negativas de ningún tipo. Solo se van, dicen, si me echan las urnas, como demócratas convencidos que son.

Obviamente, -con independencia de reivindicaciones indignadas- todo eso tiene que cambiar porque lo que está pidiendo el nuevo orden mundial no es sólo una más clara y austera utilización de los recursos sino un radical cambio en la forma de gobernar las ciudades y los países. Pero ese cambio no operará si se pretende ejecutar desde este mismo modelo económico y político, como tampoco podrá producirse con los mismos actores, que aferrados al poder no quieren comprender que la primera regla que ha de cumplirse es la salida de ellos mismos.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...