Llegar tras haber practicado durante algún tiempo el anticorrer y darte de bruces con la siempre complicada Media Maratón del Melocotón de Guadix no es tarea fácil de digerir.
No sé que tipo de cosa o causa ocurre con esta prueba que siempre que llega a mí me encuentra totalmente desubicado. Dos años fue por haber regresado de alguna lesión generada en el mes de julio o agosto y otros años, sencillamente, por haber regresado de algún viaje, con algo más de peso, las piernas blandas, el corazón sosegado y la mente distante.
Será el próximo día 18 y hoy es catorce -me levanté pensando que era trece-. Serán, pues, 21 kilómetros, que ni esos he hecho en lo que llevamos de septiembre.
Esta tarde haré unos cuantos kilómetros por mi apreciada Vega para ver cómo me encuentro y el diecisiete -Alfredo- decidiré si voy a estar o no en Guadix.
¡Qué meses de carreras me esperan!
¿Volveré a atravesar este bonito arco para entrar en la Plaza de las Palomas?
Pues no me queda otra que animarte y desearte suerte , ya que sigo con mi lesión crónica y no puedo correrla. Ve a correr y disfruta, los que no podemos no sabes cómo lo echamos de menos.
ResponderEliminarSuerte.
uf yo estoy en la misma situación me ha afectado la crisis post-veleta. No consigo enganchar los ritmos de antes, estoy muy desmotivado y no creo que participe en esta carrera y eso que le tenia ganas. En fin, ya nos irás contando sensaciones.
ResponderEliminarMakiavelo, no siempre nos conviene ir disparados. A veces, como bien dice Alfredo -que es de opinión sensata- correr y disfrutar deja mejor sabor que llegar extenuado. Yo suelo alternar ir a tope con ir disfrutando y esa dualidad me deja buenas sensaciones.
ResponderEliminarEn Guadix tocará ir disfrutando, sin el tributo del tiempo.