Con muchas ganas, pero con poca fuerza, culminé hoy mi ruta de reencuentro, que era algo que ya barruntaba.
Uno que ya lleva algunos años en esto ya sabe que el correr es siempre menor de edad y que apenas madura. Puedes subir al Veleta y hacer varias maratones, pero en algún momento acabas dando pasos torpes y débiles por esos caminos. Se te olvida correr y se te olvida todo lo que has corrido. Es, tal vez, la faceta más desagradecida de nuestro deporte pero también la que nos mantiene más alerta.
Un parón por breve que sea puede convertirse en un serio inconveniente para nuestro ritmo de entrenamiento, no tanto por el breve tiempo transcurrido sino por el cambio de actitud mental.
Particularmente, cuando ocurre esto, acudo a técnicas que he ido diseñando con los materiales que te dan los kilómetros recorridos. Técnicas sencillas que consisten básicamente en no forzar en absoluto, no mirar el cronómetro y hacer variaciones de ruta para buscar la amenidad. Es decir, alejarse de la apatía que provoca el parón por muy breve que sea.
Somos corredores populares. No debemos olvidarlo.
Gran amigo, derrocha sabiduría en muchas facetas, en e correr no iba a ser menos. Comparto todo lo que dices. Correr es aveces
ResponderEliminarun deporte desagradecido, pero sabemos como es esto, si fuera mas fácil de lo que es, si no supiéramos que insistiendo tocamos el cielo no seriamos corredores, no ya competidores, sino Corredores con mayúscula.
Un abrazo
Paco, muchas gracias por tus palabras. Sé que tu me entiendes a la perfección. Saludos maestro.
ResponderEliminartb ocurre al contrario pasiano, cuando ya se tiene asumido que uno es un troton de repente un día...
ResponderEliminarreflexiono lo de guadix aun a dia de hoy