23 noviembre 2014

III MEDIA MARATÓN 'CIUDAD DE ANTEQUERA' (23/11/2014)

Hay muchas cosas que se pueden hacer y ver -sobre todo ver- en Antequera y no sólo correr. 

Calle típica de Antequera con la Alcazaba al fondo. (Foto de J.A. Flores) 
Yo antes iba con bastante frecuencia a Antequera para ver su patrimonio histórico, conocer su historia y comer su porra -antequerana-. Pero jamás había ido a correr.
Hasta el año pasado. Un poco frustado por no haber podido correr la Media Maratón de Córdoba, busqué en el calendario alguna que tuviera un recorrido orográfico similar y que me permitiera ir y venir en poco tiempo y fue así como hallé la que iba a ser la segunda edición de la Media Maratón de Antequera. Así que me apunté, auspiciado por su recorrido, por su cercanía y porque cada vez me atraen más las pruebas que no pasan de mil corredores (y si son menos, mejor, como es el caso). 
Me gustó la prueba y me salió bien, mucho mejor de lo que tenía previsto. A años luz de la de este año, que es algo que sí tenía previsto. Mi diferencia de forma entre el año anterior y éste es, si no abismal, muy distinta. El año pasado competí bastante y no tuve lesión alguna hasta el mes de diciembre, por lo que pude rendir a buen nivel casi todo el año, tanto a nivel de competición como de entrenamientos. Incluso hacia series con regularidad y ese entreno se apreciaba en competición.
Sin embargo, este año ha sido otra historia. No levanté cabeza desde la lesión de diciembre y para colmo en marzo pasé por el quirófano de vascular; así que entre la lesión, la operación y la posterior recuperación no comencé a entrenar hasta Semana Santa, pero no a competir. A pesar de eso fui osado y me presenté en la linea de salida de una muy exigente carrera de montaña a finales de agosto, como ya conté en su día. 
Posteriormente vinieron mejores entrenamientos. Todo el verano entrené bien, pero competí poco. Sólo lo hice tras el verano en una corta pero meritoria carrera urbana de pocos kilómetros previa a la Media de Granada y la Media Maratón de Motril, que resultó un fracaso.
Esta última prueba es la culpable de que volviera a competir en Antequera, no por despecho ni para sacar la espina del fracaso de Motril sino para ver cómo iba en medias maratones una vez intensificado el entrenamiento, que tampoco está siendo especifico para correr distancias largas. Acaba el año y quería probar. Así que nada mejor que competir en esta media maratón que por características y fechas me parecía la más estratégica. 
El año pasado rodé a 4'22'' el mil. Este año a 4'44'' el mil. Como se puede observar una diferencia notable, pero aún así estoy satisfecho del rodaje de este año una vez analizadas las circunstancias pasadas. Un rodaje, que a pesar de ser mucho más lento que el del año pasado, me ha hecho sufrir mucho más. Los últimos kilómetros de la Media de Antequera de este año, me han recordado en parte a los últimos de Motril. En la costa granadina la humedad y el calor a finales de octubre fue bestial y finalmente claudiqué. En Antequera no  ha habido humedad -nunca la hay en estas latitudes de interior- y ha hecho una excelente temperatura para correr, casi calor; es más, la lluvia que caía en los últimos kilómetros fue casi una bendición de los dioses, pero las dificultades entre los kilómetros dieciséis y diecinueve me han deteriorado físicamente, mermando de manera exponencial la media de rodaje que llevaba hasta el quince. 
Las pequeñas pero molestas rampas de entrada a la ciudad y en las mismas calles del casco antiguo de la ciudad han supuesto un suplicio, y a pesar de que el último kilómetros es en bajada no he logrado recuperarme, llegando a meta muy tocado.
Hasta el kilómetro diez rodé a 4'35'' el mil; e incluso, en el quince el rodaje no iba más allá de 4'39'', pero los últimos seis kilómetros fueron para mi casi indigeribles. Por las molestas rampas, como decía y porque -somos lo que entrenamos- no estoy haciendo entrenos demasiado largos.
Aún así, el resultado final ha sido mucho mejor de lo esperado y por eso considero que he cumplido el fin que me había propuesto. 
¿Y qué decir de esta joven media maratón? Prácticamente todo positivo. En particular a mi me viene de perlas porque me coge a tan sólo a una hora en coche. Además, es una prueba muy cómoda a nivel organizativo. Todo está a pedir de boca: facilidad de aparcamiento, impresionantes instalaciones para vestuarios, duchas y ropero, que es el lugar de llegada (en el interior) y de salida (en el la explanada exterior). Se trata del Centro de Tecnificación de Atletismo 6º Centenario, una instalación formidable, centrada en exclusiva en el atletismo.  
La señalización y el control de los pasos y cruces es perfecta, contando con la presencia de voluntarios, Protección Civil, Policía Local de Antequera y Guardia Civil. La señalización kilométrica es excelente y los avituallamientos también.
El recorrido, hay que decir, no es demasiado atractivo. Largas rectas entre naves industriales e insultas carreteras comarcales. Pero es algo que no se puede considerar como una crítica, toda vez que trazar veintiún kilómetros en una ciudad media no es nada fácil y, finalmente, hay que correr por los alrededores. En algunos lugares, estos alrededores son atractivos, pero no en Antequera. 
La prueba gana en atractivo en los últimos seis kilómetros, que coinciden con la entrada a la ciudad, pero ocurre -nada es perfecto- que son los que menos se disfrutan, toda vez que la mente ya está en otras cosas. El paso por el casco antiguo es atractivo, como es el casco en sí y la llegada a meta, en las tripas mismas del Centro de Tecnificación es de las más atractivas de las medias maratones que he corrido en mi vida deportiva. 
A destacar también la bolsa del corredor, que ha sido mucho mejor este año que el anterior. Se ha compuesto de: mochila, camiseta técnica Brooks amarilla y azul de manga corta (una de las más bonitas que me han dado hasta ahora, como se puede apreciar en la fotografía), dos molletes y un mantecado antequerano -como no podía ser menos- lata pequeña de aceitunas, bolsita de pan 'tipo colin' y un dulce. Nada mal, si consideramos que las bolsas del corredor han caído enteros desde la crisis o poniendo la crisis como excusa.
En definitiva, si nada ocurre en las ediciones futuras y siguen la trayectoria actual, se convertirá con el tiempo en una de las más importantes de Andalucía. Entonces se masificará, pero eso ya es otra historia.              

22 noviembre 2014

CONCIERTOS EXQUISITOS: KATATONIA (RECORDED SUMMER BREEZE OPEN AIR -ALEMANIA-, 17 de AGOSTO 2006)

Este veterano grupo sueco que cultiva o ha cultivado diversas ramas del metal, tales como el Doom, el Black, el Death o el Gothic, se caracteriza por el mucho interés que pone en los directos. Como suele ser habitual en este tipo de grupos, y de forma similar a lo que ocurre con Anathema y otros similares, no son grupos de masas como suele ser habitual con las grandes bandas del Thrash, por poner un ejemplo gráfico. Sin embargo, sus seguidores -legión también- son muy estables y muy universales, es decir, que los tienen por medio mundo. De ahí que es frecuente que estas bandas inicien giras interminables y hagan bolos en sitios más pequeños, sin olvidar su presencia en grandes festivales. 
Katatonia suena muy bien tanto en directo como en estudio y, particularmente, este concierto grabado en uno de los festivales más señeros de los muchos que hay en Alemania, que se organizada cada año en la pequeña pero bonita ciudada bávara de Dinkelsbühl, el Recorded Dsummer Breeze Open Air, el día 17 de agosto de 2006, es de los que dejan una impronta muy precisa de cómo funciona este grupo.

20 noviembre 2014

CORRER EN OTOÑO (IDEAL, 20/11/2014)

El otoño. Esa estación tan especial. Los árboles desnudos, las hojas caídas, la luz melancólica...Unas zapatillas, algo de abrigo y tus piernas, tu corazón y tus pulmones..
Si no habéis tenido la ocasión de leer en la edición en papel de Ideal mi artículo de hoy, aquí lo reproduzco.

CORRER EN OTOÑO 


Si hay una estación en la que me guste correr, ésa es el otoño. Disfruto corriendo todo año -y ya lo hacía con regularidad mucho antes de que se pusiera tan de moda- pero en otoño correr es distinto.
            Es posible que sea la luz especial del cielo o el amarillo marchito de las hojas de los árboles, aunque estoy casi seguro que lo que realmente hace del otoño una época especial para correr -y para vivir- es la dulce melancolía de sus días. Todo ese lento despliegue de colores y olores que se pueden sentir a cada paso.
            Si recorres un camino, lo encuentras alfombrado de pobladas y apretadas hojas, hasta el punto de no dejar ver ni un palmo de tierra; y si atraviesas un pequeño puente y observas el manso fluir del riachuelo que hay debajo, escuchas el sordo rumor del agua y eso hace que te sientas integrado y desintegrado al mismo tiempo en esa naturaleza tan incipiente a primera vista.
            Es el mismo riachuelo que has visto en verano y en primavera, incluso en invierno, pero al mismo tiempo es otro. Y es entonces cuando te dejas llevar por tus pasos y te ilusiona pensar que a la vuelta volverás a presenciar de nuevo el espectáculo del rumor del agua bajo tus pies. En esas circunstancias tan excepcionales, ni encarar las cuestas se convierte en suplicio alguno.
            Y si te adentras en terreno de la Vega, en algún lugar entre los términos municipales de Pinos Puente y Fuente Vaqueros, que no ha sufrido los atroces atentados de la urbanización, el placer para la vista es inigualable cuando presencias en lontananza las desnudas alamedas bajo ese color otoñal tan peculiar. Transitas por caminos de tierra cubiertos de hojas secas y húmedas y el silencio es tan sólo interrumpido por el crepitar de las mismas al ser aplastadas por los pies. A todo este espectáculo para los sentidos se suele sumar el humilde y emocionante olor a leña quemada de los cortijos, tan propio de esta época. Pocas cosas son tan hermosas si lo que te gusta es correr o, tal vez, dar largas caminatas por ese entorno.
            En otras ocasiones, por lugares menos yermos,  lo que contemplas es lo que ya te sabes de memoria: el breve cerro, rocoso y pelado, que cambia de aspecto cuatro veces al año, dependiendo de la estación. Sin embargo, en otoño no sólo  cambia sino que sus tonos grisáceos lo convierten en otro distinto. Alojas la vista en él y te cuesta reconocerlo.
            Como cuesta reconocer la vereda del río que estás acostumbrado a ver todo el año. Ésta ahora es más íntima, y eso es porque en otoño todo es más transido y  efímero. Nada rebosa vida como sí lo hace en primavera, pero al mismo tiempo hay mucha vida en toda la naturaleza que vas contemplando; una vida casi decadente, a punto de extinguirse, pero que contiene esa vitalidad de la que carecen los cuerpos cuando van a marchitarse. Todo muy extraño. 
            Y si hay un momento aún más extraño, ése es el del ocaso. El negro manto de la noche no llega de golpe como en el invierno, porque en otoño en el horizonte las nubes dibujan un color anaranjado como si aún tuvieran nostalgia del verano. Y cuando cae la noche, en ocasiones, ésta es oscura y en otras la brillante luna le confiere una luz casi primaveral.

            Todas esas cosas tan dispares tan sólo es posible contemplarlas en otoño. Mientras corres.    

17 noviembre 2014

CUARTO MILENIO, UN ESFUERZO QUE LES HONRA


Hoy escribiré sobre algo de lo que jamás consideré escribir ni por asomo. Se trata del programa de Iker Jiménez, Cuarto Milenio. Y lo haré porque llevo algún tiempo viéndolo -a pesar de la dichosa publicidad, que todo lo vulgariza- y asombrándome del enorme esfuerzo de su presentador por elevarlo a una categoría superior, de dotar sus contenidos de rigor, pruebas u pedagogía. Y eso es siempre loable en un periodista que se precie. De ahí que haya titulado a esta entrada 'Cuarto milenio, un esfuerzo que les honra'. Porque hay que reconocer la honestidad y el esfuerzo con el que se hacen las cosas, a pesar de las dificultades. De hecho, es de los pocos programas de televisión que veo, entre series y películas (que básicamente para eso tengo la tele). 

Inicialmente veía, de vez en cuando, este programa como una mera diversión. Me divertían y evadían los asuntos paranormales que trataba, pero de un tiempo a esta parte lo veo cada vez con más interés. No se trata ya del asunto de apariciones de fantasmas, sino del amplio abanico de temas de nuestro tiempo que se abordan y que no suelen ser tratados en otros programas. Todo ese tratamiento sin tabúes de asuntos espinosos dignifica a Iker Jiménez y a su equipo. Pero si hay algunos elementos fundamentales para hacer de este programa algo cada vez más creíble y riguroso, y esos elementos vienen representados por el prestigioso personal que pasa por el estudio y por los cada vez más creíbles testigos. 
Iker Jiménez sabe que los asuntos que trata, tanto en Cuarto Milenio, como en su programa radiofónico y hermano Milenio 3, pueden ser pasto de chanzas y descrédito, si bien cada vez se tratan asuntos relacionados con la ciencia, lo que hace engrandecer el programa. Vivimos una existencia demasiado material y real como para creer en ciertas cosas. Luego, el periodista sabe que sí no se da un tratamiento a estos asuntos  con el máximo rigor y con opiniones de gente experta y fiable, no llegara a buen puerto. Para tal fin se ha sabido rodear de científicos -muchos de ellos muy laureados,- y teóricos de reconocido prestigio, así como colaboradores pertenecientes a la universidad (catedráticos, profesores, licenciados). Además, para asuntos relacionados con lo paranormal, no ha dudado en hacer todo lo posible para contar con testimonios de gente corriente y normal, que cuenta con total tranquilidad y seguridad lo que sus ojos vieron e  alguna ocasión. Gente muy creíble, porque, ¿qué sentido tiene que se expongan a la vista de todo un país de manera gratuita? Es más, en muchos casos han sido miembros de fuerzas de seguridad o del ejército quienes se han prestado a 'exhibirse' ante las cámaras para dar testimonio directo de algún hecho sobrenatural, tal y como pudimos comprobar en el programa del domingo, 16 de noviembre, con el miembro de la ertzaintza o no hace mucho con un militar jubilado de alta graduación.
Lógicamente, todos tenemos las máximas cautelas ante estos asuntos de cosas paranormales, a pesar de que a muchos de nosotros nuestros ascendientes nos han contadas historias de este tipo, porque ¿en qué familia no ha existido algún caso paranormal? Yo, sin ir más lejos, los he escuchado en la mía de mano de mis abuelas principalmente. Y algunas de esas historias las he utilizado para mis relatos más góticos , ésos que en breve -juntos a muchos más- espero ver editados.


14 noviembre 2014

CONCIERTOS EXQUISITOS: DREAM THEATER EN EL LUNA PARK DE BUENOS AIRES (20 DE AGOSTO DE 2012)



Lo digo con total convicción: con independencia de que guste más o guste menos el metal progresivo que cultiva la mítica banda neoyorkina 'Dream Theater', no debéis perderos este vídeo. O sencillamente, incluso, aunque no se conozca el metal progresivo.   
El concierto es una verdadera delicia. Grabado por la banda en el prestigioso Luna Park de Buenos Aires, pocas ocasiones se tienen de asistir o ver un espectáculo tan magno y preciosista. Uno de esos conciertos grabados en estado de gracia, como suele ocurrir con la filmación de algunas películas.
Yo adquirí el concierto en BD, dotado de la mejor imagen HD y el mejor sonido 5.1 DTS y jamás me canso de verlo porque es una experiencia subyugante. No me bastaba con visionar el concierto en YouTube. Escuchar y ver a los declarados por la crítica más especializada los mejores instrumentistas del género en una grabación de estas características es un privilegio que se tiene en pocas ocasiones. Y yo no quise dejarla pasar. Tampoco vosotros, estimados amigos y amigas deberías hacerlo. 
Grande Dream Theater.      

11 noviembre 2014

CREATIVIDAD (IDEAL, 11/11/2014)

'Creatividad' es una reflexión sobre el proceso creativo en el arte. Si no ha sido posible que lo leáis en papel os dejo mi último artículo publicado en las ediciones de Granada, Jaén y Almería del diario Ideal.  


CREATIVIDAD


Desde siempre he considerado que la creatividad es el atributo humano más interesante. Crear dónde no hay nada, sólo vacío, es algo emocionante, único. 
          La mayoría de los humanos nos dedicamos a admirar lo que un grupo privilegiado crea, o bien, tan sólo nos regocijamos ante ese arte, que tiene un lenguaje universal y en cierta medida misterioso. Por eso, quien tiene el privilegio de poder crear se convierte en alguien poderoso e irrepetible. O al menos, su obra.
          Ya sea ante una página en blanco, ante un pentagrama, ante un lienzo o ante un trozo de piedra o de madera, sacar algo de todo eso que, en realidad, son objetos sin vida, es proverbial. Sí, la creatividad es algo bello y distinto a todo lo humano, pero al mismo tiempo es un atributo muy humano.
          Pero en ese proceso hay un enorme sufrimiento. El creador no es consciente de lo que está creando en ese momento tortuoso de emociones e ideas encontradas. Será el receptor y consumidor  de la obra y la posterioridad quienes emitan el veredicto final, aunque eso es un asunto que, en realidad, poco tiene que ver con el proceso creativo. Entre otras cosas, porque siempre he creído que quien tiene la capacidad de crear, no lo hace con el propósito único de que otros disfruten su obra, no piensa demasiado en si va a ser algo exitoso o no, ni tan siquiera si gustará a alguien. Quien crea pensando sólo de esa forma, en verdad, no es un verdadero creador. El verdadero, crea por necesidad, aunque, qué duda cabe, querrá que su obra guste y se esforzará por ello, sobre todo si se convierte en su profesión y medio de vida, pero no será ése su móvil principal. Crear debe ser siempre una necesidad inevitable, innegable, ineludible. Pero, como antes exponía, hay que enfatizar en el  mucho sufrimiento que conlleva crear, porque se aspira a la perfección y el creador siempre sentirá que su obra está inacabada.
          Escuchas una pieza musical magistral y sientes que estás ante la perfección, pero no lo ha percibido de la misma forma el autor. Éste siempre la verá imperfecta, aunque sabedor de que jamás alcanzará esa perfección, no tendrá más remedio que concluirla en un momento dado. O destruirla. Es más, es probable que esa obra sea su obsesión y acabará por odiarla tarde o temprano. Demasiadas horas en soledad para perfeccionarla, demasiado silencio a su alrededor, demasiado sacrificio.
          El ejemplo que expongo es igualmente aplicable para al escritor, para el pintor, para el escultor..., seres que agobiados por el resultado final de su obra, acabarán siendo esclavos de ella. Y ese paseo por el infierno hace que el proceso creativo sea lento en muchos casos o, en el peor de ellos, hasta abandonado. De ahí que el verdadero creador acabe por ser identificado por todo el mundo como tal, pero serán sus obras las que realmente perduren y tengan verdadera importancia, algo que se aprecia muy bien en las obras anónimas famosas.
          ¿Pero cuál es el misterioso motivo que provoca la admiración universal de 'Don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes o La Misa de Réquiem, de W.A. Mozart, por poner sólo dos ejemplos representativos? No creo que nadie lo sepa con exactitud; ni tan siquiera pudieron saberlo sus propios autores en el momento de la creación. La grandeza y la aceptación de éstas se ha ido forjando con el paso del tiempo, a medida que las generaciones venideras han ido comprendiendo y asimilando su importancia y perfección. El arte siempre perdura y lo que no lo es se extingue. Como si se tratara de una norma divina.   


10 noviembre 2014

PROBANDO EL FRONTAL DE PECHO 'RUN LIGHT'

Quería más luz para cuando se me hiciera de noche corriendo; o sencillamente para cuando saliera a correr en plena oscuridad. Mucho más en estos días, que el manto oscuro cae enseguida. Y para probarlo el frontal, nada mejor que salir a correr en noche cerrada, a las nueve de la noche, y por caminos oscuros de la Vega, alejados de casas u otros elementos con luz artificial. 
Para tal fin, salí a correr el pasado jueves y elegí una ruta conocida en algún lugar de la Vega, en la confluencia de los términos municipales de Santafé, Pinos Puente y Fuente Vaqueros, una ruta de nueve kilómetros. La noche era algo fría -unos ocho grados-, pero muy plácida y sin pizca de aire. O sea, se podía correr muy bien. Tan sólo faltaría que el frontal 'Run Light', diera el buen nivel que de él se destacaba. 
Días anteriores había comentado por aquí que lo veía un poco armatoste para instalar en el pecho al disponer de la obvia luz delantera  y un piloto rojo trasero en la espalda. Es importante colocarlo bien, por lo que es conveniente ensañar un poco cómo hacerlo hasta que nos acostumbremos, principalmente, para gente como yo, que sea un poco torpe para colocarse cosas en el cuerpo.
Pero puestos a hacerlo no es tan difícil. Su estructura es como si se tratara de un triángulo. Una parte se echa por uno de los hombros, como si se tratara de una bandolera que nos colocáramos cruzada, asegurándonos de que el frontal quede en su posición correcta en el pecho y el piloto en la espalda. Advierto, que será muy difícil que las cintas o arneses queden completamente en la posición correcta. Todo lo contrario, se doblarán, pero eso no es preocupante ya que se trata de una tela muy fina y de tan sólo dos centímetros de anchura, por lo que no molestará en el cuerpo aunque se doblen -que lo harán-. Es importante que el cable que comunica ambas luces no se enrede. Para tal fin dispone de un pasador de sujeción a la altura del hombro aproximadamente. 
Una vez llevada la acción de echar una parte de arnés por uno de los hombros y asegurados ya que las luces están en su sitio, abrochamos de lado a lado, de manera que nos abrace todo el contorno de la zona de nuestro cuerpo, entre el pecho y la cintura. Una vez firme, ya está colocado. Tan sólo queda apretar los pasadores más o menos, en función de lo que necesitemos. Parece toda esta tarea complicada pero no lo es. Lo más importante viene a continuación. Lo primero: la comodidad en llevarlo. Lo segundo: la luminosidad. 

En cuanto al primer aspecto, la comodidad, hay que darle una nota alta, ya que se porta sin apenas notarlo. Es algo que a priori no lo parece, dado el aparataje del aparato, pero una vez puesto es muy cómodo y no pesa nada. Además, se sujeta muy bien al cuerpo, por lo que cuando iniciamos la carrera, no se moverá en absoluto. Irá de una pieza en el pecho y espalda. Es más, tuve la sensación de sentir más comodidad que con el frontal de cabeza. 

En cuanto al segundo aspecto, el más importante de todos, el de la luminosidad, hay que decir que ésta es fantástica. Cuenta con dos intensidades y ambas son más que suficientes para correr en oscuridad. Lógicamente, si la noche es oscura, iremos más seguros con la posición superior, pero me ocurrió que durante mucho tiempo estuve corriendo con la inferior, sin saberlo, y esta luz fue más que suficiente. Irradia una luz blanca muy intensa, siendo su campo de influencia muy amplio y, lo que es más importante, una luz mucho más centrada en el suelo al estar más cerca de él.
Al principio nos parecerá extraño que el movimiento de la luz oscile a izquierda y derecha, algo que no ocurre con el frontal de cabeza. Se debe a que mientras en carrera, la cabeza va erguida y sin movimiento, el tronco sí oscila. Pero es algo a lo que te acostumbras rápidamente. Es más, ayuda a 'rastrear' zonas más oscuras sin que tengamos que girar la cabeza, o bien, evitar la luz si volvemos o giramos la misma involuntariamente. 
La luz trasera, como decía, es roja -igual que la de los pilotos traseros de  los vehículos- y es intermitente, similar a los dispositivos que vemos en ciclistas. Eso permitirá ser vistos por atrás sin problema alguno, que es algo de lo que no todos los dispositivos frontales de cabeza disponen. 

En conclusión, hay que decir que posee ventajas y desventajas. En mi sincera opinión, son más las ventajas que las desventajas. Pero no quisiera hacer una analítica comparativa, entre éste y el de cabeza, toda vez que se trata de productos distintos y cada cual tiene sus defectos y sus virtudes. 

Entre las ventajas está que: 1) No encontraremos ningún frontal de cabeza con ese nivel de lumens por ese precio; 2) Es fácil de llevar al no pesar nada; 3) No se mueve una vez bien instalado; 4) La ventaja de que se vea mejor el suelo, al estar la luz más cerca del mismo; 5) Deja libre la cabeza, que es algo que para mucha gente es molesto; 6) Se puede poner encima de cualquier tejido técnico; 7) No tendremos que ir presenciando delante de nuestros ojos la procesión de mosquitos y otros insectos atraídos por el foco -sobre todo en verano-. 8) Podremos llevarlo desde antes que anochezca -sabiendo que se nos hará de noche después-, sin que moleste en absoluto.

Entre las desventajas está que: 1) Es más complicado de instalar, sobre todo al principio; 2) Puede dar sensación de ir algo atado, pero es más una sensación que una realidad -a mí no me ocurrió-. Y si ocurre, con toda seguridad esa sensación pasará con el uso, algo similar -en otro orden- a lo que ocurría con las primeras perneras en los gemelos, por poner un mal ejemplo. 
Pero fuera de todo esto, lo importante es que la marca de running de Decathlon ha acertado con este dispositivo, que no siendo perfecto y manifiestamente mejorable, es muy fácil de llevar y da una luz fantástica de noche. 

07 noviembre 2014

CONCIERTOS EXQUISITOS: ANATHEMA (Plovdiv, BULGARIA, SEPTIEMBRE, 2012)



Del grupo británico de rock progresivo, alternativo y doom metal Anathema he escrito en varias ocasiones en este blog.
Traigo ahora ese concierto -Universal-, grabado el 22 septiembre de 2012 en el anfiteatro romano 'Philippopolis' de la ciudad búlgara de Plovdiv, por su belleza y sofisticación, acompañados por la orquesta sinfónica de la ciudad. De ahí que llame a esta sección 'Conciertos exquisitos' y qué mejor que comenzar con esta banda, surgida en 1990 y que se convierte en grupo de culto a los pocos años de crearse gracias a su forma tan especial de hacer música. 
La conjunción de sus voces y el virtuosismo de sus interpretes les sitúa en un lugar muy destacado del rock y heavy metal británico. He leído que su BD es una delicia y no tardaré mucho en hacerme con él, como suelo hacer con los conciertos exquisitos de bandas que me gustan.

(Próxima banda de 'Conciertos exquisitos': Dream Theater)

04 noviembre 2014

RELATO CORTO: FALSO AUXILIO (Comienzo)

Incluyo el principio de mi relato corto, 

FALSO AUXILIO

En principio, Luisa, estaba limpiando el polvo del estudio, en el que los libros estaban apilados de manera anárquica pero precisa. O, al menos, eso es lo que decía Esteban, su esposo, seguramente para negar o justificar que los libros crearan un estado caótico alrededor de la librería y las distintas mesas de la habitación. Pero ella sabía que aquella era una batalla perdida y que tan sólo serviría para crear mal rollo entre ellos. Así que se limitaba a limpiar el polvo por encima y que él se las arreglara con sus libros y su desorden. Su desorden mental. Porque era mental y no del otro. Su poca capacidad de centrarse en un libro a la vez, esa manía de comenzar un libro, leer cuatro páginas e inmediatamente comenzar otro. Su forma de ver la vida. De ahí que todos los libros apilados estuvieran comenzados y ninguno terminado.
          Porque no era sólo eso. A la pila de libros, había que añadir que cada uno de ellos tuviera una o dos marcadores de lectura, en ocasiones, demasiado grandes para el tamaño del libro y de distintos colores y tamaños, casi todos procedentes de los expositores de las librerías. Es más, algunos no tenían ni tan siquiera un marcador de lectura, sino un trozo de papel de periódico o, incluso, de papel higiénico, el cual con el paso del tiempo se tornaba amarillento y con un aspecto de decrepitud que hacía que el estudio pareciera el de una mansión victoriana que no se ha abierto en lustros. Otros, tan sólo tenían una página doblada, las cuales provocaban que el libro en cuestión tuviera una extraña apertura de casi un dedo de ancha.
          Esteban decía que los consultaba todos, pero no era cierto. Y eso era fácil demostrarlo. Si un mediano observador pasaba por el estudio en un par de ocasiones, vería que los libros siempre estaban en la misma posición, totalmente ajenos a contacto alguno. Todo lo más, vueltos a colocar en otra parte como consecuencia de haberse caído al suelo.
          En ocasiones, también era fácil comprobar cómo había dos ejemplares de idéntico título, editorial y edición. Que lo hubiera de distinta editorial y edición podría ser incluso positivo: denotaría que allí vivía un verdadero bibliófilo que disfruta de las distintas ediciones de algún título prestigioso. Pero no era el caso. Que se repitieran los ejemplares, no era más que un síntoma más del desorden mental y organizativo, toda vez que Esteban, olvidando en ocasiones que disponía de ese título, lo volvía a comprar idéntico. Eso era el colmo de la dejadez, algo que irritaba a Luisa de manera exponencial. Quizá lo que más, por encima de limpiar el polvo o presenciar a diario aquel desorden.

          Todo aquello rondaba por su cabeza cuando de manera mecánica abrió la ventana y sacudió al viento el trapo blanco con el que limpiaba, para eliminar el polvo acumulado y poder así seguir limpiando. Lo hizo en repetidas ocasiones, mecánicamente, casi sin darse cuenta, y con esa acción tan insignificante y cotidiana comenzó un día caótico, que no estaba previsto por nadie.
(....)
(Este relato completo formará parte de una colección de próxima edición)

02 noviembre 2014

ESCENAS INOLVIDABLES DE CINE: EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (ITALIA, 1966)

Qué mejor escena para inaugurar esta sección que la que narro: 

Pertenece  a la película 'El bueno, el feo y el malo'. 
La acción transcurre en un cementerio en el que confluyen los tres protagonistas: Eli Wallach -el feo-, Lee Van Cleef -el malo- y Clint Eastwood -el bueno-, para buscar el oro, enterrado en una tumba y que, a la postre, es el principal móvil de la película. También será el escenario del duelo final. 
Se amplía la imagen y se ve al 'feo', a Eli Wallach, -que recientemente ha fallecido a los noventa y ocho años de edad- corriendo despavorido de tumba en tumba, buscando la que falsamente le ha indicado el bueno -Clint Eastwood-. Y todo bajo -en mi opinión- la mejor parte de la banda sonora de Ennio Morricone, un adelantado a su tiempo; la música y escena que suele utilizar Metallica como 'intro' en sus conciertos. Es algo realmente impresionante. Una de las grandezas de esta película, que nació cómo de bajo presupuesto, una típico Spaguetti-Western italiano, para ir erigiéndose con el tiempo en una de las mejores películas del género, a pesar de que, ni de lejos, es el que más me gusta ni -en mi opinión-, la mejor. Siempre preferiré las dirigidas por John Ford o Howard Hawks, por muchos motivos. 
No obstante, ahí queda esa memorable escena, que la sitúo entre las mejores del género e, incluso, del cine y que, además, tanta relación tiene con España, con la provincia de Almería, en concreto: 

La escena de la película: 



Comienzo de concierto de Metallica en el Teatro Romano de Nimes:


30 octubre 2014

MICRORRELATO: 'TODOS LOS SANTOS'

Cuando vi pasar a aquellos niños con aquellas calabazas con ojos, volví a odiar el invento de Halloween. Me encontraba sólo en casa, viendo por enésima vez en el deuvedé aquella grabación en blanco y negro de Don Juan Tenorio y Doña Inés, esa obra célebre de Zorrilla. Veía a esos niños vestidos como los que ves en las películas norteamericanas y me dio pena al pensar que no se haya podido conservar la tradición  literaria patria. No porque yo considerara que no fuera atractiva toda esa parafernalia de Halloween (un atractivo cartón piedra)  sino porque sufría al comprobar la poca sensibilidad hacia nuestros clásicos, derrotados por otra tradición más frívola y lejana ¿Si a los niños de mi época nos aterrorizaba esa historia de muertos que vuelven a la vida, por qué a los niños de ahora no les aterroriza? ¿O es que ni tan siquiera la conocen? Eso me preocupó aún más. En cambio van por ahí con una calabaza con atributos de cara humana, que más que terror causan risa, diciendo a todo el mundo eso de 'truco o trato'. ¿Qué leche es eso de truco  o trato?, me pregunté.
En cambio, aquellos golpes en las paredes, aquel cementerio gótico, esos muertos que con un magnífico aspecto vuelven a la vida, sí que era terrorífico. Gozabas al tiempo que temías que volvieran a poner por enésima vez aquellas películas teatralizadas. 
Tocaron a la puerta mientras pensaba en todo eso. Al principio, consideré no abrir, ya que sería el enésimo niño que aquella noche aparecería con el 'truco o trato', pero opté por hacerlo. 
Al otro lado de la puerta me encontré a un niño y una niña; el primero vestido de Don Juan Tenorio y la segunda de Doña Inés. Y ambos portaban en sus manos una calabaza con  un rostro más ridículo que terrorífico.         

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...