Quería más luz para cuando se me hiciera de noche corriendo; o sencillamente para cuando saliera a correr en plena oscuridad. Mucho más en estos días, que el manto oscuro cae enseguida. Y para probarlo el frontal, nada mejor que salir a correr en noche cerrada, a las nueve de la noche, y por caminos oscuros de la Vega, alejados de casas u otros elementos con luz artificial.
Para tal fin, salí a correr el pasado jueves y elegí una ruta conocida en algún lugar de la Vega, en la confluencia de los términos municipales de Santafé, Pinos Puente y Fuente Vaqueros, una ruta de nueve kilómetros. La noche era algo fría -unos ocho grados-, pero muy plácida y sin pizca de aire. O sea, se podía correr muy bien. Tan sólo faltaría que el frontal 'Run Light', diera el buen nivel que de él se destacaba.
Días anteriores había comentado por aquí que lo veía un poco armatoste para instalar en el pecho al disponer de la obvia luz delantera y un piloto rojo trasero en la espalda. Es importante colocarlo bien, por lo que es conveniente ensañar un poco cómo hacerlo hasta que nos acostumbremos, principalmente, para gente como yo, que sea un poco torpe para colocarse cosas en el cuerpo.
Pero puestos a hacerlo no es tan difícil. Su estructura es como si se tratara de un triángulo. Una parte se echa por uno de los hombros, como si se tratara de una bandolera que nos colocáramos cruzada, asegurándonos de que el frontal quede en su posición correcta en el pecho y el piloto en la espalda. Advierto, que será muy difícil que las cintas o arneses queden completamente en la posición correcta. Todo lo contrario, se doblarán, pero eso no es preocupante ya que se trata de una tela muy fina y de tan sólo dos centímetros de anchura, por lo que no molestará en el cuerpo aunque se doblen -que lo harán-. Es importante que el cable que comunica ambas luces no se enrede. Para tal fin dispone de un pasador de sujeción a la altura del hombro aproximadamente.
Una vez llevada la acción de echar una parte de arnés por uno de los hombros y asegurados ya que las luces están en su sitio, abrochamos de lado a lado, de manera que nos abrace todo el contorno de la zona de nuestro cuerpo, entre el pecho y la cintura. Una vez firme, ya está colocado. Tan sólo queda apretar los pasadores más o menos, en función de lo que necesitemos. Parece toda esta tarea complicada pero no lo es. Lo más importante viene a continuación. Lo primero: la comodidad en llevarlo. Lo segundo: la luminosidad.
En cuanto al primer aspecto, la comodidad, hay que darle una nota alta, ya que se porta sin apenas notarlo. Es algo que a priori no lo parece, dado el aparataje del aparato, pero una vez puesto es muy cómodo y no pesa nada. Además, se sujeta muy bien al cuerpo, por lo que cuando iniciamos la carrera, no se moverá en absoluto. Irá de una pieza en el pecho y espalda. Es más, tuve la sensación de sentir más comodidad que con el frontal de cabeza.
En cuanto al segundo aspecto, el más importante de todos, el de la luminosidad, hay que decir que ésta es fantástica. Cuenta con dos intensidades y ambas son más que suficientes para correr en oscuridad. Lógicamente, si la noche es oscura, iremos más seguros con la posición superior, pero me ocurrió que durante mucho tiempo estuve corriendo con la inferior, sin saberlo, y esta luz fue más que suficiente. Irradia una luz blanca muy intensa, siendo su campo de influencia muy amplio y, lo que es más importante, una luz mucho más centrada en el suelo al estar más cerca de él.
Al principio nos parecerá extraño que el movimiento de la luz oscile a izquierda y derecha, algo que no ocurre con el frontal de cabeza. Se debe a que mientras en carrera, la cabeza va erguida y sin movimiento, el tronco sí oscila. Pero es algo a lo que te acostumbras rápidamente. Es más, ayuda a 'rastrear' zonas más oscuras sin que tengamos que girar la cabeza, o bien, evitar la luz si volvemos o giramos la misma involuntariamente.
La luz trasera, como decía, es roja -igual que la de los pilotos traseros de los vehículos- y es intermitente, similar a los dispositivos que vemos en ciclistas. Eso permitirá ser vistos por atrás sin problema alguno, que es algo de lo que no todos los dispositivos frontales de cabeza disponen.
En conclusión, hay que decir que posee ventajas y desventajas. En mi sincera opinión, son más las ventajas que las desventajas. Pero no quisiera hacer una analítica comparativa, entre éste y el de cabeza, toda vez que se trata de productos distintos y cada cual tiene sus defectos y sus virtudes.
Entre las ventajas está que: 1) No encontraremos ningún frontal de cabeza con ese nivel de lumens por ese precio; 2) Es fácil de llevar al no pesar nada; 3) No se mueve una vez bien instalado; 4) La ventaja de que se vea mejor el suelo, al estar la luz más cerca del mismo; 5) Deja libre la cabeza, que es algo que para mucha gente es molesto; 6) Se puede poner encima de cualquier tejido técnico; 7) No tendremos que ir presenciando delante de nuestros ojos la procesión de mosquitos y otros insectos atraídos por el foco -sobre todo en verano-. 8) Podremos llevarlo desde antes que anochezca -sabiendo que se nos hará de noche después-, sin que moleste en absoluto.
Entre las desventajas está que: 1) Es más complicado de instalar, sobre todo al principio; 2) Puede dar sensación de ir algo atado, pero es más una sensación que una realidad -a mí no me ocurrió-. Y si ocurre, con toda seguridad esa sensación pasará con el uso, algo similar -en otro orden- a lo que ocurría con las primeras perneras en los gemelos, por poner un mal ejemplo.
Pero fuera de todo esto, lo importante es que la marca de running de Decathlon ha acertado con este dispositivo, que no siendo perfecto y manifiestamente mejorable, es muy fácil de llevar y da una luz fantástica de noche.
Interesante la descripcion tan detallada que das de una luz para correr,,lo tendre en cuenta cuando me lo compre,gracias
ResponderEliminarMuchas grácias, tu post me ha ayudado mucho a decidirme
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