Hubo un tiempo en el que te topabas con unas fiestas y allí actuaban ellos, ya fueran unas fiestas de ciudad o pueblo; ya hubiera un escenario de grandes dimensiones o un escenario de verbena. Al cabo de poco tiempo, te topabas con otras fiestas y allí volvías a encontrarlos, incombustibles, abonados a ese mal llamado rock andaluz, tributario de los primeros míticos grupos, con Triana al frente.
En los años 90 cuando los grupos de este género desaparecieron, ellos se reconvirtieron y supieron sacar petróleo de donde no lo había. El panorama musical patrio ya tenía otra estética, con nuevos grupos modernos y posmodernos, pero sorprendentemente estos cordobeses de vocación siguieron componiendo y se especializaron en un campo en el no todos los grupos daban bien: el directo. Lo hicieron potente y le dieron algo especial, una especie de elixir que enganchaba a generaciones pasadas, presentes y futuras, así que consiguieron conectar con un nuevo público, un público más joven, un público que, en muchos casos, aún andaba a gatas o, sencillamente, no había nacido cuando ellos ya había grabado su primer LP, allá en 1979 y que triunfó bajo el nombre del single "Paseando por la mezquita".
Siempre a la sombra de Triana, junto a Alameda, la desaparición de aquellos míticos sevillanos -por la lamentable muerte de Jesús de la Rosa en accidente de tráfico cuando volvían de un festival de S.Sebastián-, les otorgó el testigo de este género y vaya que si supieron aprovecharlo, porque fueron sacando un trabajo por año y exponiéndolos en sus cientos de giras (se llegó a afirmar que era el grupo español que más conciertos ofrecía en un año) por toda la piel de toro, pero también llegaron a cruzar el charco, donde tienen un pequeño ejército de seguidores.
Y a día de hoy, ahí continúan, inasequibles al desaliento, después de haber llevado a cabo alguna 'perfomance' y cambiar varias veces a varios miembros del grupo. De sus inicios tan sólo queda su mentor, Manolo Martinez pero también uno de los más tempranos, Paco Ventura. Una gran voz, la de su líder Manolo Martinez y una primera guitarra, quizá una de las mejores del rock patrio, la de Paco Ventura, junto a un bajo, una batería y un teclado hacen de éstos andaluces, buenos músicos, y todo eso, que no es poco ni fácil, unido a una enorme dedicación y profesionalidad hacen que este grupo, a día de hoy aún continúe grabando en estudio y ejecutando su verdadera especialidad: los directos. Lógicamente, por la crisis y porque ya la mayoría de las ciudades y pueblos españoles han visto sus actuaciones, sus giras ya no se cuentan por cientos, pero no hay semana veraniega en la que no tengan un concierto como mínimo, ya sea un pueblo turolense de 500 habitantes o un macrofestival de estos que duran dos o tres días. Ahí los tienen, con su toque ochentero y algo hortero, explotando los decibelios en los escenarios, reconocidos y valorados por todos. Hablamos de: