08 marzo 2010

LOJA


El "espadón de Loja"


El Palacio de Narváez, hoy Ayuntamiento. Lugar de paso en dos ocasiones


¡ Vaya tunda de agua que nos ha caído, Mario !

Mario, otros casi setecientos corredores y yo, salimos empapados de Loja. Incluso, una hipotética caída en el río Genil, en torno al kilómetro siete de carrera no hubiera añadido ni un ápice de más humedad a nuestra ropa técnica, unida al sudor que brota como esporas en la triple subida de esta población rota y quebrada como ella sola.
Dureza extrema la de esta prueba, si bien la verdadera dureza en cualquier prueba la protagoniza el propio corredor.
Sufrimiento en las subidas y sufrimiento en el ritmo.
Algo que no parece importar a los cada vez más corredores que acuden a cada prueba del Circuito de Diputación, que se convierte cada dos o tres domingos en una vistosa y colorida fiesta del atletismo.
Pero parece que a tenor de la expresión de los desfigurados rostros, al corredor medio le gusta correr con lluvia. Pareciera que ésta te envolviera y te inspirada momentos épicos, tal vez vistos en el cine o en el propio imaginario colectivo del corredor.
En Carros de fuego, los corredores corren a lo largo y ancho de una playa y -no recuerdo bien- parece que el clima es lluvioso o al menos nublado, coincidiendo con la atmósfera británica.

Cuando ayer en Loja intentaba eliminar la lluvia del rostro, retiraba igualmente el sudor. Se diluía el escozor agrio del sudor en los ojos, e inmediatamente notaba el frescor del agua virgen de la lluvia. Recuerdo que en esos momentos cruzaba el Genil que venia turbio y tumultuoso. No sé por qué, pero es la imagen que mejor conservo de la prueba de ayer junto a la falta de cuidado a la hora de pisar los cientos de charcos que se iban formando en la calzada, tras varios intentos para evitarlos que sólo conseguían desequilibrio y alteración del ritmo.

Sigo sin comprender esta trifulca en la meta provocada por el corredor de naranja. Una situación muy absurda. Algo totalmente alejado de mi estilo pero que -paradójicamente- me suele ocurrir con frecuencia, sin buscarlo, sin provocarlo.

Mario en meta. En soledad. Sin trifulca

Volver a Loja es volver a las cuestas. Volver a quedarse "colgado" en alguna de las subidas. Volver a sufrir en cada una de ellas.
Volver a intentar recuperarse en la corta pero durísima subida de la Estación para buscar nuevo aliento en las estrechas calles que acceden a la calle principal, para buscar el Palacio de Narváez, sede del actual Ayuntamiento.
Si esa subida última no viene avalada por la recuperación de la anterior, se podría dar al traste con el ritmo contenido de los diez kilómetros anteriores. Una subida que invita casi a andar, en la que he sufrido siempre y sufrí ayer, si bien mi carrera de ayer fue muy distinta la de los años anteriores.

04 marzo 2010

UN FIEL COMPAÑERO DE VIAJE



Una imagen del programa Sport Track, que es más completo que el de Garmin.

Una imagen del programa de Garmin, algo más incompleto que el Sport Track, pero más completo en cuanto a gráficos. Yo utilizo ambos de forma simultánea.

Quienes no tengáis un GPS para correr, os lo aconsejo abiertamente. Porque todo cambia en la vida del corredor con este aparato, siempre que sea utilizado con la mesura y sensatez conveniente.
Veamos si soy capaz de explicarlo con la palabra escrita.
Yo como corredor he estado la mayor parte del tiempo -hasta hace mes y medio- corriendo sin este aparato y he experimentado las mejores sensaciones y nada he echado de menos.
Sin embargo, adolecía de cierto vacío informativo si en algún tramo me veía con fuerzas y apretaba y no podía saber a qué media corría; o por si el contrario me sorprendía cogiendo las florecillas del borde del camino. Asimismo, si entraba por caminos no explorados o que no hubiera podido medir con el coche, perdía la cuenta de los kilómetros recorridos y los por recorrer. Y, claro, esa falta de datos hacían algo incompleto mi entrenamiento, sin que ello significara que no acabara con la satisfacción placentera de haber corrido con buenas sensaciones.
Ahora que lo tengo, me resultaría casi imposible prescindir del Garmin Forerunner. De ahí que lo aconseje descaradamente.
Y lo aconsejo porque con este aparato programas mucho mejor los entrenamientos.
Si optas por un rodaje rápido, el aparato posibilitará controlar para no subir de los 4,30 el mil, por ejemplo. Pero si lo que queremos es todo lo contrario, es decir, no bajar en ningún momento de 5,00 el mil, gracias al aparato cumplirás el cometido.
Si lo que queremos es hacer fartlek, gracias al GPS podremos hacer intervalos dentro de la carrera al ritmo que nos propongamos (es decir, podamos). E, igualmente, ocurrirá con las series.
Pero de todo, lo más espectacular es poder analizar tu entrenamiento en la pantalla del ordenador recién duchado, mientras te tomas una verde bien fría y vas saboreando los tiempos medios, el kilómetro más rápido, el más lento, dónde te detuviste para abrocharte la zapa..todo eso es posible porque en la pantalla del ordenador -como veis en las fotos- se configura automáticamente el dibujo de la ruta hecha para poder controlar milimétricamente los puntos kilométricos, tiempos, ritmos cardiacos, altitud, latitud. Además se podrá comprobar la temperatura, el tipo de clima durante el entrenamiento, el ritmo medio, el ritmo más bajo, el ritmo cardiaco medio, los kilómetros acumulados por semanas, meses o años y un largo etcétera.Y como opciones configurables, se pueden introducir elementos tan importantes como la zapa utilizada -muy importante para calcular los kilómetros de la misma- el equipo empleado y notas libres para indicar lo que te venga en gana (sensaciones, anécdotas...). En fin, un mundo inagotable de datos.
Particularmente yo he optado por la función de parada automática en carrera. Es decir, si me detengo a abrocharme la zapa o a hacer pis, no tengo que preocuparme por detener el crono, ya que lo hace de forma automática. E igualmente, cuando emprendo la carrera el aparato vuelve a ponerse en marcha.
Muchas ventajas y casi ningún inconveniente, ya que es un aparato de funcionamiento muy intuitivo. Tan sólo hay que estar pendiente de tenerlo bien cargado -se carga en el propio ordenador o en la red eléctrica- para que no se desconecte en mitad de la carrera por mor de la baja carga de la batería -algo que ya he experimentado-. Lo aconsejable es dejarlo conectado al ordenador un buen rato tras descargar el entrenamiento del día. El mismo aparato indica que la carta ya está finalizada.
Yo, casi siempre, salgo a correr sólo, pero desde que cuento con este aparatejo pareciera que fuera acompañado. Un fiel amigo, que se adapta a tu horario y ritmo y no discute la ruta que propongas (por cierto, hoy le he propuesto hacer 16,5 kms y no le he visto ni una mínima mueca de contrariedad: tiene espíritu democrático).
Que s pedir.
¡Ah!, por cierto, no soy delegado comercial de Garmin, aunque en esta entrada lo pareciera.

CORRER ES UNA RELIGIÓN


Los primeros metros del comienzo de la ruta de hoy

Si fuera religioso, seguramente aclamaría a mi Dios por favorecer la acción de poder correr. Pero no lo soy e igualmente debo estar agradecido a la genética o la mínima condición física que me permite perderme por caminos y carreteras.
Como ha sido el caso de hoy. En realidad correr es una religión.
Había calculado con minuciosidad la poca ingesta de comida en el almuerzo que me posibilitara poder salir a hacer 16 kms, a pesar de la amenaza de lluvia (amenaza, que en Andalucía ya dejó de serlo desde hace meses). No me encontraba particularmente cansado y sentía las piernas frescas para tal fin, pero esos 16 kilómetros no incluían cuesta alguna, ya que se trataban de kilómetros de Vega. Y necesitaba algo de cuestas, ya que las habrá en Loja el próximo domingo. Así que cambié el patrón y opté por 11 kilómetros alegres por la zona del Pantano del Cubillas -rebozante de agua- y Caparacena a un ritmo bastante vivo. No me libré del agua, como preveía, pero la temperatura era magnífica.
Cincuenta minutos de lucha constante con el terreno y la lluvia en un trazado difícil, con excelentes sensaciones y el hallazgo de poder dominar ritmos altos en tramos llanos sin demasiado esfuerzo.
Me gustaría ejecutar un plan para el viernes que consistiera en poder hacer esos 16 kilómetros a ritmo alegre también y que ese plan fuera complementado con 8 o 10 kilómetros suaves, mañana jueves.
Esos kilómetros serían un buen comienzo para un mes de marzo que quiero sea ambicioso en cuanto a entrenamiento.

02 marzo 2010

Pictured Within, DEEP PURPLE LIVE WITH THE LONDON SYMPHONIC ORCHESTRA

Lo decía en el margen derecho: nunca me gustó Deep Purple, pero me hice de este disco por casualidad y es algo extraordinario.
A estas alturas ya conocéis mi debilidad por el Heavy Metal y la fusión con grandes sinfónicas, si bien los Deep aunque iniciadores del Heavy Metal - e iniciadores de compartir escenario con sinfónicas- no sintonizan con mis gustos más "trash" y "gothic", de ahí que yo mismo me haya sorprendido ante la excelencia de este trabajo grabado en el Royal Albert Hall de London, con un excelente John Lord, mítico miembro de la banda, en el piano.
Lamento no conocer la voz del cantante, cuyo timbre y modulación es impresionante.
Os dejo con este tema extraído de YouTube:

01 marzo 2010

LAS HISTORIAS DE X

EN OCASIONES ALGUIEN ME HA PREGUNTADO, DÓNDE Y CÓMO COMENZÓ X. HACE TIEMPO QUE LO HIZO EN DIARIO DE UN CORREDOR, DENTRO DE AQUEL ILUSIONANTE PROYECTO FLORENS, CON MI AMIGO Y ÁLTER JESUS LENS. POSTERIORMENTE LA IRRUPCIÓN DE ESTE BLOG COGIÓ EL TESTIGO COMO HISTORIAS DE X, POR ENTREGAS. POR TANTO, ESTAS ENTREGAS Y LA HISTORIA DE X ESTÁ UN POCO DISPERSA. BUENO, EN REALIDAD SÓLO ESTÁ DISPERSA LA ENTREGA INICIAL.
DE AHÍ QUE DECIDA PONER ORDEN, PRINCIPALMENTE PARA AQUELLOS QUE NO CONOCEN LOS PRIMEROS CAPÍTULOS:

LA PRIMERA ENTREGA LA PODÉIS LEER PINCHANDO AQUÍ: X, QUERÍA CORRER
LAS SIGUIENTES ENTREGAS (7 EN TOTAL HASTA AHORA), LAS PODÉIS LEER PINCHANDO EN LA ETIQUETA X, PARA LO QUE DEBÉIS TENER EN CUENTA QUE LAS MÁS ANTIGUAS ESTÁN LAS ÚLTIMAS.

TAN SÓLO ESA ACLARACIÓN. AHORA PODÉIS SEGUIR LEYENDO, SI OS PLACE, LAS HISTORIAS DE X, QUE ME GUSTARÍA FUERA UN CLÁSICO ENTRE NOSOTROS LOS CORREDORES.
SALUDOS AMIGOS-AS.

27 febrero 2010

CONVERSACIONES Y BRINDIS

Habían transcurrido casi dos meses desde aquella inolvidable cena de Nochebuena, en la que X, Conchi y Luis confraternaron como antaño y brindaron por las diferencias y el futuro.
X, acababa de llegar de correr sus dieciocho kilómetros sabatinos. Se duchó y se sentó tranquilamente a leer mientras degustaba una Voll-Damm muy fría. Miró a su alrededor y no pudo evitar recordar la última Nochebuena en compañía de Conchi y Luis.

Sigamos, por tanto, el recuerdo de X y veamos cómo transcurrió aquella cena de Nochebuena que dejamos anunciada en la historia anterior:

Contagiado por ese ambiente navideño y fraternal, envalentonado y deseoso de que las rencillas con su mujer por mor del correr fueran cosa del pasado, X dijo: Luis, Conchi, ¿nos vamos los tres a correr mañana, día de Navidad? Silencio sepulcral. Miradas exentas de complicidad. Casi tensión.

Vamos X, nos estarás hablando en serio, espetó Luis. Conchi guardó un grave silencio.

Comprendió X en pocos segundos que todo seguía atascado. Que nada había cambiado. Intentó cambiar de tema. Pero mucho nos tememos que ya era tarde.

Pero ¿qué había pasado? Minutos antes todo eran buenas palabras, abrazos, brindis, y en pocos segundos el ambiente se había vuelto turbio, ya digo, casi tenso.

Luis y X miraron a Conchi, que, cabizbaja, parecía estar pensando. Ambos amigos expectantes: X, confiado en un nuevo ataque de furia de su corajuda mujer; Luis, deseoso de que no hubiera más rupturas que, además, siempre le pillaban en medio.

Conchi, con ademán teatral y consciente de la expectación que había creado en los dos alzó la cabeza lentamente y con mirada dura y fría, comenzó a hacer amago de dirigirse a ambos. Luis, intentó levantarse para salir del salón, en la que sólo existía el monologo de la televisión. Luis, permanece sentado en tu sitio, dijo Conchi. Yo, yo...iba al servicio, mintió Luis. X, se estaba comenzando a arrepentir de su repentina propuesta.

Me gustaría hablaros a los dos, dijo Conchi con gravedad.

¿Hablarnos a los dos?, pensó Luis.

Pero ¿Por qué a los dos?. dijo Luis al fín.

Porque a los dos os afecta lo que os voy a decir.

Conchi.., dijo X. Calla X, dijo Conchi.

Escuchad. No penséis que soy estúpida. Que soy tan sumamente infantil como para que la desfachatez de un gordo que comienza a correr tras una vida ociosa y glotona y su palmero amigo, de igual condición, puedan provocar en mí una hecatombe personal de magnitudes inimaginables. Me conocéis. Es cierto, que desde hace algún tiempo, vale, desde hace bastante años, parezco y actúo como una maruja.

Conchi, por favor.

Calla X. Sé lo que pensáis de mí. Pero también sé que olvidáis fácilmente. Sobre todo tú X, que eres la persona con la que he compartido mis últimos diez años. Olvidas dónde y cómo me conociste. Y tú Luis, olvidas lo orgulloso que estabas de que tu querido amigo conociera a alguien con tantos valores.

Por supuesto que no lo olvido Conchi.

Bien. Pues, sinceramente, esperaba mucho más de vosotros. Esperaba que mi negativa a que X corriera pudierais comprenderla. Pero veo que no. Veo que os habéis dejado arrastrar por mis últimos años de mísera existencia en esta mierda de pueblo. Veo que no os habéis enterado de nada. Que no recordáis nada. Que...

Conchi, nosotros...

Vosotros sois...un par de energúmenos con menos cerebro que un mosquito. Parece mentira. Parece mentira que no recordéis mi antigua relación con el correr. Sí, esa actividad de la que os reíais acodados en la barra de aquel cutre bar cuando yo me lo tomaba tan en serio y corría todos los días. Correr era mi vida, la esencia de mi existencia...hasta que pasó aquello.

X y Luis no pudieron decir nada. Ambos se quedaron mirando al suelo, como lamentándose de lo que habían olvidado del pasado de Conchi.

Eran las cuatro de la madrugada. La televisión no paraba de escupir estupideces y ¡Qué bello es vivir! ya había terminado.

Los tres se quedaron en silencio, el cual rompió Conchi -cómo no-: Bueno, energúmenos, ¿brindamos?

26 febrero 2010

DIVERTIMENTO LITERARIO


Existe una tela invisible entre la ficción y la realidad. Y esa invisibilidad se ha venido en llamar literatura, creación, que no son otra cosa que la base de lo onírico y lo real, que magistralmente creado da lugar al nacimiento de un antiguo arte conocido como escritura.
Y no otra cosa es la gran apuesta que nos ha ofrecido nuestro amigo Jesús Lens en su bitácora. Un nuevo giro de la imaginación, esa que habita a mitad de camino entre la razón y la realidad.

Jesús nos sorprendió esta mañana con el anuncio de la inventiva de su marcha a la meca del cine e inmediatamente, tras leer su anuncio me dije: ¿Y por qué no? ¿No son los sueños un trasunto de la realidad? ¿No dicen por ahí que los sueños se pueden cumplir? ¿No dijo Calderón de la Barca que los sueños, sueños son?
Un ejercicio completamente legítimo de creatividad que sitúa a estas herramientas -los blogs- en un nivel muy superior. En un nivel muy parecido a las mejores novelas.


Un día escribí en Ideal sobre el divertimento literario, en alusión a la división de la personalidad del escritor Juan Eslava Galán, que durante muchos años y muchos libros fue el Álter Ego de un hispanista inglés algo bohemio llamado Nicholas Wilcox. Su inventiva le hizo escribir y publicar una trilogía magnífica dedicada a la ficción templaria, que fue totalmente creída por propios y extraños. Y asimismo su inventiva contribuyó a reabrir una linea literaria utilizada siempre por los más precursores.


De hecho, cuando a Gustave Flaubert se le preguntó quién era en realidad Madame Bovary, respondió flemático: "Madame Bovary c'est moi".
Por eso nuestro amigo Jesús y Álter de quien esto suscribe ha explorado con precisión en este divertimento. Y, en mi opinión, lo ha hecho con brillantez.
Porque no se trata tan sólo de lanzar el bulo sino de configurar alrededor una atmósfera propicia repleta de señales que indiquen con nitidez que esa acción -viajar a Los Ángeles para trabajar en el cine- es totalmente coherente con la trayectoria de la persona. Y eso, no es nada fácil amigos.
Por ejemplo, si yo dijera que me voy a entrenar al Milan, esa información lo único que podría provocar es hilaridad de mis lectores, y en todo caso felicitaciones por el buen humor demostrado.
Pero en el caso que estamos tratando -a pesar de que se trata de un gran salto cualitativo-, existe un causalidad, como se diría en el argot jurídico, es decir un nexo indeleble.
Con esa inventiva mi compañero de fatigas ha contribuido a que me sienta satisfecho con el panegírico que le he dedicado justo arriba de esta entrada escrito con el corazón a un amigo que se "iba" durante años a miles de kilómetros, algo que -por otra parte- hace tiempo quería hacer. Así que me dije, he aquí la ocasión.
Lo importante de escribir es que siempre se puede estar explorando nuevos terrenos desde el teclado o desde la pluma. Poder transitar por mundos oníricos o reales. Poder utilizar el ingenio que den de sí las palabras.
Crear, innovar, imaginar, alterar la cotidianidad, emocionar, introducir ideas, imágenes, mundos oníricos, ese es el verdadero papel de la literatura.

25 febrero 2010

PANEGÍRICO A UN HOMBRE IDO (O A PUNTO DE IRSE)



Ayer, tras regresar de la manifestación contraria al pensionazo, como siempre, como hago cada día, abrí este blog y pasee por los blogs amigos que aparecen en el margen derecho.
Y me topé con la noticia, que me dejó helado y consiguió enfriar todo ese arrebato emocional que produce el sentido de pertenencia que se respira en una manifestación: me voy a Los Ángeles, decía en su entrada Jesús Lens. Y, claro, conociendo como uno conoce a su propio Álter, no quise sacar conclusión alguna hasta llegar al final del texto.
Efectivamente, no se trataba de un viaje interior o cualquier otra metáfora a las que nos tiene acostumbrados nuestro amigo. Jesús Lens se va de verdad.
Pero no se va a cualquier misión, a cualquier curro, a jugar a baloncesto con su equipo de la Caja, a presentar su libro sobre el cine o a dar una charla sobre microcréditos, nada de eso. Se va a trabajar en la meca del cine a trabajar ideas que podrían convertirse en grandes películas. A escribir sobre cine, que es lo que más le gusta. A triunfar, no me cabe duda.
Y es que cuando uno lee alguna noticia de este tipo, automáticamente, intuye que está ante algo grande.
Noticias que, por lo general, uno escucha en la tele o lee en los periódicos, pero que no acostumbra a escuchar dentro del círculo de amigos propios. Por extraordinarias, por poco frecuentes, por meritorias.
Pero os diré que no me ha sorprendido en absoluto. Me quedé frío, claro que sí, porque uno siempre disfruta de su presencia y cercanía (y no sólo cuando corremos), pero, como digo, no me sorprendió.
En primer lugar porque creo conocer a Jesús. Porque sé de su talento y su capacidad de lucha cuando algo le encandila. Porque sé de su enorme capacidad de relacionarse. Y porque todo eso lo conjuga con una enorme humanidad y modestia.
Una enorme humanidad que siempre me ha demostrado con detalles personales extraordinarios. Siempre con una felicitación a mano, con el regalo de un libro, con un correo proponiendo un proyecto, con un SMS cuando publico un artículo en Ideal, con un mensaje cuando se encuentra fuera de España. En definitiva con grandes dosis de generosidad. Siempre.
Nos venía advirtiendo con entradas y artículos de Ideal sobre el valor de crear, de hacer cosas distintas. Y sabía desde hace años que le interesaban los cambios de ciclos, como intentamos plasmar en nuestro proyecto conjunto Florens (que espero podamos continuar algún día, amigo). Y como sabía todo eso, también sabía que su proyección iba en una línea adecuada. Como esa linea que siguen los grandes emprendedores o poseedores de una idea por la que luchan y al final adquieren.
Por eso decía que no me sorprendió que algún día nos informara sobre un nuevo cambio de ciclo. A lo largo de la vida, uno encuentra a muchos tipos y tipas que consiguen cosas inmerecidas (el mundo está poblado de este tipo de gente) y en muy pocas ocasiones conoces de gente que consigue cosas por méritos propios. Y, precisamente, en ese segundo grupo te encuentras a las personas más sensatas, abnegadas, humildes y sinceras, no siendo casualidad que Jesús posea todas esas virtudes.

Me apunto a reeditar esta imagen en el hipotético Maratón de Los Ángeles

Al leer la noticia le mandé un correo breve en el que le decía que quería verlo pronto en los créditos de grandes películas, pero se me olvidó decirte, amigo, que te informaras si en esa ciudad del cine hay costumbre de organizar alguna maratón. Si es así ya tengo una excusa para visitarle.
Aunque te vas en junio, y nos vamos a ver antes, desde ahora te deseo suerte. Álter.

21 febrero 2010

DILEMA KILOMÉTRICO






Llevo corriendo casi tres años y medio de manera dedicada -aunque muchos más años joggeando- y aún no sé con certeza cuando he de jubilar las zapatillas. Me cuesta un mundo determinar cuando una zapatilla, que aparentemente parece nueva, ya ha llegado al fin de su ciclo vital.
Por muchos consejos que he leído acerca de ello (incluso un quiromasajista amigo me ofreció un breve curso acerca de las zonas gastadas de la media suela y el talón). Pero sigo sin enterarme.
Actualmente tengo las siguientes zapatillas: Saucony Triump 5, Kayano 14, Brooks Trance 7 y New Balance 1224. Y de estos cuatro pares, tan sólo podría poner la mano en el fuego sobre la preservación de las propiedades más o menos innatas de dos pares: las New Balance 1224 porque me las cedió Javi (a él le hacían daño) y él tan sólo les hizo un centenar de kilómetros; y las Brooks Trance porque -exceptuando las NB- son las más nuevas. Pero de los otros dos pares no consigo determinar ni los kilómetros que acumulan (tampoco lo sé de estas dos últimas) ni el tiempo que llevo con ellas. Soy muy caótico en ese aspecto. Y, claro, eso supone un problema. Como lo supuso el abuso de las Asics 2100 -excelentes zapas-, que contribuyeron a mi lesión de tendinitis en el Aquiles izquierdo.
Ahora el programa de translación del Forerunner ofrece la posibilidad de añadir a cada ruta de entrenamiento o competición algunas notas, por lo que será más fácil ir indicando las kilómetros acumulados con las zapas y las condiciones del terreno en el que se han hecho los mismos, pero es absurdo en este momento anotar nada cuando se trata de zapatillas que ya están rodadas y -probablemente- algunas de ellas cerca de jubilación.
Y, claro, ya tengo el mono de adquirir otro par, aunque antes tendré que determinar si jubilo las Saucony o las Asics. Sencillamente, para no encontrarme con cinco pares.
Impagables serían vuestros sensatos consejos.

18 febrero 2010

PROPHECY, de JUDAS PRIEST

¡Qué grandes son los Judas! Es una de mis bandas preferidas. Han escrito algunas de las mejores páginas de la historia del Heavy Metal mundial y ahí siguen ¡Grandioso!
Y, evidentemente, estamos ante uno de los líderes de grandes bandas con más personalidad que ha dado este género, el camaleónico Rob Halford. Uno de esos tipos que la música -sea del género que sea- fabrica cada mucho tiempo. Sin duda, un fuera de serie.
La banda británica se reinventa siempre. Ha sido capaz de subsistir con la ausencia durante años del gran Rob, y ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos con la irrupción en el mercado del doble CD "Nostradamus". Un trabajo conceptual dedicado al visionario francés del siglo XVI. Pero lo importante no es tanto esa visión conceptual del visionario sino toda ese virtuosismo musical que demuestran con su peculiar estilo (aconsejo escuchar ese doble CD porque es excelente), que no ha perdido frescura a pesar de los lustros que lleva en la brecha la banda británica.
Os dejo con el tema Prophecy del trabajo indicado.

17 febrero 2010

PEDIR AUSTERIDAD (IDEAL 17/02/2010)


Bajo el título "Pedir austeridad" publico hoy un artículo en Ideal. Pensé en escribir el artículo tras escuchar unas palabras al ministro de Fomento a cuento del mayúsculo cabreo que tenía por lo que cobran los controladores aéreos (¿le indigna en realidad su sueldo o que cobren más que él? Nunca se sabrá). A ver qué os parece.


Pedir austeridad a los españoles. Frase muy utilizada en estas fechas tan alejadas de esos años dorados de constructores y banqueros. Y, curiosamente, al escuchar esa frase interpreto más una orden que una amable petición de nuestros patricios salvapatrias. Y también interpreto, o al menos intuyo, que con esa frase se dirigen a esa masa anónima y amorfa que trabaja y paga impuestos (excluyamos por tanto a toda esa masa amorfa y anónima que ni trabaja ni paga impuestos). Deduzco que tampoco hay que meter en esa infame masa a quienes jamás se les exige nada, a ese colectivo de elegidos y alumbrados, que lejos de exigírseles, al contrario, son ayudados, aupados.

Como lo han sido los banqueros y grandes empresarios justo en el momento que se disponían a dejar su imperio caído a la deriva. A abandonar el barco, a pesar de ser los capitanes.

Porque para pedir austeridad a los españoles no es necesario que ésta sea voluntaria –pocas austeridades lo son- sino inducida, forzada ¿Cómo? Muy fácil: eliminando los cuatrocientos euros de subvención vía IRPF, incrementando los años para acceder a la jubilación, convirtiéndonos en operarios carcamales, por no hablar de los nulos incrementos retributivos o la subida del IVA que nos espera para el mes de julio. Pedimos austeridad a los españoles. Es la frase de moda.

La pronunció el ministro de Fomento a cuento del asunto de los controladores aéreos (no es legítimo que cobren tanto, mientras al resto de los españoles se les exige austeridad, o algo así dijo). De manera que mientras decía aquello yo me imaginaba que el ministro se imaginaba al mismo tiempo una beatífica sonrisa en nuestros rostros humildes y cetrinos.

Pero también lo dice el Presidente del Gobierno en los foros internacionales y en reuniones de oraciones laicas (nueva acuñación lingüística, junto a la de alianza de las civilizaciones), allá donde se le invita. Pero no dice: españoles, ni nos define como: austeros, sino como jornaleros, término que en sí mismo encierra austeridad a borbotones y nos deja indefensos ante al mísero jornal del dueño del cortijo.

Pero puestos a pedir austeridad, también se enganchan a esa moda los enormes empresarios, algo que suena como una especie de petición redundante, casi grosera. Austeridad como argumento para no negociar subidas, para renunciar a mejoras sociales o para no permanecer en la empresa más tiempo que el preciso, que pedido de esa manera pareciera que el insolidario, el derrochador, el manirroto es el trabajador, que al mismo tiempo es el ciudadano incomprensivo y egoísta, que observando cómo su gobierno se va a la deriva precipita aún más la caída y hace amago de negarse a que la enorme mano de ese leviatán ya no entre más en su escuálida saca. Egoístas y malos ciudadanos a todas luces que no están dispuestos a retrasar su jubilación por el bien de la colectividad, que a estas alturas uno ya no sabe qué o quién es. Algo parecido a esa prestación personal que aún está legislada en algunas leyes locales y que puede ser exigida por las autoridades.

Y si el ciudadano de a pie optara por no ser solidario que se atenga a las siguientes consecuencias: más pobreza, más paro, más impuestos, menos jubilación. Es decir, que siempre se llegará a la misma solución en esa inaudita espiral.

Que no se diga que no fuimos advertidos.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...