17 junio 2009

EL FENÓMENO LARSSON



Escribía hoy en Ideal, mi amigo y Álter Ego, Jesús Lens, sobre el fenómeno Larsson, y analizaba acerca de este bombazo literario que mañana verá en las librerías de toda España la tercera entrega, "La reina en el palacio de las corrientes de aire". Y, lógicamente, uno que ha leído los dos libros anteriores de este fenómeno Millenium, le comentaba a Jesús en su blog lo siguiente:

No soy gran conocedor de la novela negra. Crimen y Castigo -¿la mejor?- y algunas más que me has aconsejado, querido amigo. Me han gustado los dos primeros libros de Larsson, me he divertido, casi me ha amanecido, me he impacientado en cada página para ver qué pasaba en la siguiente…pero desconfío mucho de los fenómenos literarios de masas. Por eso estoy inquieto con este éxisto literario, del que no llego a captar tanta pasión colectiva. No sé, no sé…

Y le comentaba de esta forma porque es cierto que desconfío sobremanera de los fenómenos literarios de masas. En puridad, desconfío de todo lo que se consume en masa. Pero no por apostar por una tendencia elitista, ni mucho menos, que es otro aspecto que nada me interesa, sino porque no creo que tantas personas como se dice hayan leído el libro, aunque sí lo hayan comprado. Veamos si soy capaz de defender mi postura.
Cuando algún producto -y la literatura lo es, en gran parte- "cala" en el consumidor -y el lector o aspirante a ello también lo es, en gran parte-, todo el mundo corre despavorido a comprar ese producto (probablemente yo también lo haré), si tiene un precio asequible, o al menos a informarse sobre él, si su precio no es tan asequible. Se produce entonces como una especie de pandemia colectiva consumista, derivada de las referencias aparecidas sobre ese producto en los medios de comunicación de masas. Y eso es algo parecido a lo que ha ocurrido con los libros de Stieg Larsson, algo completamente ajeno a su intención cuando los escribió y que, lamentablemente, no ha podido gozar de la miel del triunfo porque falleció prematuramente, si bien todo ese bienestar económico que ofrecen las grandes ventas lo están disfrutando, principalmente, su padre y hermano ya que su pareja de siempre está teniendo muchos problemas legales para cobrar los derechos de autor, toda vez que Larsson no casó con ella para intentar protegerla de las múltiples amenazas que él recibía a diario por combatir activamente posturas antifascistas y de extrema derecha.
Pero, en fín, no era sobre eso de lo que quería escribir, sino del fenómeno, que tiene dimensiones, al menos, europeas.
Pero, ¿ porque los dos primeros libros de Larsson han tenido ese éxito arrollador? Sinceramente, no podría dar una respuesta certera. Nadie podría hacerlo. Pero sí tengo una modesta opinión sobre ello.
En los libros de Larsson han confluido varios factores. Por una parte, la sencillez de los textos -que no hay que confundir con la complejidad narrativa que tienen sus novelas-; por otra parte, Larsson pone al descubierto las miserias de las que adolece una sociedad como es la sueca, que desde nuestra posición valoramos como prácticamente utópica y perfecta; además, se está refiriendo a personas aparentemente normales, algunos de ellos bastante frikies, como es el caso de la Salander, pero normales en la medida que pertenecen a una sociedad contemporánea de un país que pasa por ser uno de los símbolos de la perfección civilizadora actual, pero que esconde muchas miserias, crímenes y otras perlas.
Luego ¿podría ser, por tanto, esa mezcla explosiva lo que ha posibilitado el éxito de los libros de Stieg Larsson? Os dejo con vuestra opinión, que me interesa sinceramente.

12 comentarios:

  1. A ver... Amigo, me cuesta entender todo esto. Seré sincero y visceral: habiendo leído y disfrutado los anteriores, esperando ansiosamente como estoy el tercero... ver todo este follón mediático, los telediarios invadiéndonos con el fenómeno Larsson... me molesta sobremanera. Siempre me ha pasado con todo, literatura, música... Me ha fastidiado ver cómo bandas que consideraba buenas se consagraran en multitudinarias y desorbitadas cifras de ventas para masas.
    Se me escapa el tema, pero no es normal que ahora de repente, con la irrupción del tercero se monte todo esto. Ha sido algo progresivo: hemos sabido del éxito de los anteriores (si bien no en tv) pero esto ahora es casi para avergonzarse de decir que espero impaciente el tercero.
    Con un compañero catedrático de literatura hablo mucho de la lectura, y me dice, muy acertadamente: "la gente lee lo que le dice el suplemento del País, porque es muy guay, muy intelectual... Se puede ser feliz sin leer, no hay que obligar a ello, todo el mundo hemos cogido un libro, que no nos gusta para nada, que se nos atraganta, pero que acabamos leyendo porque todo el mundillo de las letras lo elogia y es buenísimo de la muerte...Javi, si no te gusta un libro, déjalo". Yo aplico esa reflexión a la inversa: a mí me han encantado los anteriores, me han enganchado y me parecen que son libros adictivos que fomentan la lectura entre gente que lee más bien poco, luego ¿qué más da si es un best-seller, si no es literatura de culto (aunque nos la venden como la trilogía de culto)?

    ResponderEliminar
  2. Sí, en parecidos términos estriba mi preocupación. Es más, a mí me han parecido libros de una complejidad riquísima, como deben ser las novelas. No se trata solo de aventuras de personajes, ni historias bien contadas, sino que existe una estructura psicológica muy compleja en cada personaje. De ahí que me extrañe aún más que sean tan leidos. No son libros "ñoños" ni "rosas".
    Coíncido con tu compañero en cuanto a modas literarias. Apuesto que estos libros están en muchos anaqueles, regalados por navidad o cumpleaños - yo mismo he regalado -, otra cosa es que todos los comprados o regalados hayan sido leídos.
    De hecho, yo tendré sobre un 30 por ciento de libros en mi libreria que no he leído y para nada son libros famosos o conocidos. Imáginate pues qué no ocurrirá con estos de Larsson.

    ResponderEliminar
  3. Hola amigo Jose Antonio y demás tifossi de izquierdas. Yo no he leído todavía a Larsson- seré el único-y como ya sabéis me encanta leer. No me fío de la literatura de masas, ni de best-seller ni de formas parecidas. Me estoy perdiendo algo o puedo esperar como mínimo a que pase la moda y la trilogía baje de precio?
    Crimen y Castigo lo considero algo magistral.
    Felicidades por la subida a La Ragua Jose Antonio; te ví( volviendo mi mirada hacia atrás por esas cuestas)bastante bien.
    En Durcal nos vemoss. Suerte.

    ResponderEliminar
  4. Hola Alfredo, bienvenido.
    En mi opinión, es buena la literatura de Larsson, que seguramente se saborearía mucho más si no estuviera contaminada con tanto frenesí mediático. Como decía yo considero que las dos primeras novelas están narradas con profundidad y existe un buen nivel psicológico construido entorno a los personajes -aunque no podríamos comparar con la genialidad de Crimen y Castigo-.
    En La Ragua debíste mirar muy atrás para verme, a tenor de tu tiempo. Enhorabuena por tu impresionante subida.

    ResponderEliminar
  5. Me gustaba mucho una frase de Arturo Ripstein, distinguiendo entre el público y la masa. Que no es lo mismo.

    Larsson cuenta con el favor y el cariño del público, pero además ha arrasado entre la masa.

    Y no es malo que, por una vez, cientos de miles de personas que sólo hablan de fútbol, de repente estén hablando de libros.

    Cosas así pasan muy pocas veces en la historia, desde luego.

    ResponderEliminar
  6. hoy hablamos casi de lo mismo, pero no voy a repetir lo que he dicho en mi blog. me produce náuseas otras dos situaciones:
    - Que lo comparen con Bolaño, por haberse muerto éste también sin conocer el éxito.
    - Que estén formando una segunda parte rebuscando en sus papeles escritos y sin publicar.

    ResponderEliminar
  7. Perdón quise decir una cuatra parte o cuarta entrega.

    ResponderEliminar
  8. Lamentablemente no he leído ninguna de las entregas, pero espero hacerlo no muy tarde.
    p.d Respecto a la Ragüa, celebro que te quitaras esa espinita del año anterior, llevas una temporada buenísima. Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Alter, sí, la frase del director mejicano aquí se acomoda perfectamente y, como bien dices, ha quitado protagonismo a los kakacristianos, que ya es un éxito.

    Jesús, no sé si será comparable a Bolaño, ya que a este último aún no lo he leído, pero me temo que se trata de otra literatura. Pero que se esté rebuscando en sus papeles para una cuarta entrega me parece demencial. Esa cuarta entrega, entonces, ya habrá que pasar de ella.

    Paco, te echamos de menos. Este año pude asumir esas rampas, que ya sabes andé el año pasado. Sí, me están respetando este año las lesiones. Espero que ya estés en marcha.

    ResponderEliminar
  10. No se en qué habrá influído el verdadero éxito de los libros de Larsson, aunque bien es cierto que la publicidad mediática, la introducción del misterioso autor y el arrastre social, han intervenido decisivamente en el desarrollo de este fenómeno.

    No he leído ninguno de los libros de la trilogía. Será difícil que los lea (falta de tiempo, sobre todo), aunque tampoco me gusta demasiado la novela negra.

    Si el autor murió, ¿ quién se estará forrando con todo esto ?
    ¡ Esto sí que es un misterio !

    Saludos republicanos. Toni Sagrel.

    P.D.: ¿ Has oído hablar del último libro de Anasagasti sobre la autocensura mediática hacia los Borbones ?
    Y el alcalde Puerto Real vuelve a llamar ladrón al Patriarca Real.

    ResponderEliminar
  11. Toni, sí merece la pena leerlos, al margen del tirón mediático, que siempre es para desconfiar. Nos muestran una sociedad sueca oculta, distinta a la que nos llega por medios de comunicación.
    Ese dinero está yendo a parar al padre y un hermano. Por lo visto, su pareja está teniendo trabas legales para cobrarlo, ya que Stieg jamás quiso casar con ella para protegerla de eventuales ataques de la extrema derecha, ya que él, como militante activo antifascista sí recibía amenazas. Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Hasta hace poco, cuando alguien me decía que le ancantaba leer, pensaba: he aquí, al fin, un semejante.
    Pero he descubierto que quienes así se declaran lectores apasionados, lo que leen es el pienso éste de los superventas, que para mí equivale a no leer. Dales un cuento de Borges, cualquiera, el más breve: ni disfrutarán del estilo ni captarán la intención. Ignoran quién es el Buscón Don Pablos, quién su creador, quién fue Fernando de Rojas, Gabriel Miró... y por supuesto difícilmente lograrían leer tres páginas. ¿Elitismo? No es eso.
    Roderick.

    ResponderEliminar

Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...