Asistí ayer a un encuentro literario de muchos kilates. Porque se está celebrando en Granada el primer encuentro de literatura de viajes, que sospecho -aunque él no lo haya dicho- se debe en gran parte a esa vitalidad literaria de mi amigo y Álter, Jesús Lens, al que considero un tifosi - si me permite un lenguaje futbolero- de este género literario, que fomenta en la teoría y en la práctica.
Pude asistir a ese entrañable encuentro del autor con su personaje. El autor, Antonio Lozano. El personaje, un ser de carne y hueso, presente en el encuentro, llamado Waleed Saleh Alkhalifa, iraquí de nacimiento, aunque residente y nacionalidad en España, el cual atesora una increíble historia de expulsiones y persecuciones por mor de sus ideales políticos en el inhóspito Irak del derrocado y ya fallecido, Sadam Hussein.
Antonio Lozano -y así se lo comenté ayer- me ha sorprendido gratamente con su anterior novela, "El caso Sankara", y ha editado hace poco tiempo "Las cenizas de Bagdag", basada en el referido Waleed, novela que ha ganado la XXIII edición del premio de novela Benito Pérez Armas en 2007, probablemente el galardón más preciado de las letras canarias.
Ese encuentro, estuvo muy bien apadrinado por Jesús, que se le veía como pez en el agua. Como se nos veía a la mayoría de las personas que poblábamos el Teatro Isodoro Máiquez, durante la charla con que nos deleitó Javier Reverte, un escritor y viajero de raza.
Javier Reverte atesora la fina ironía de aquel que ya lo ha relativizado todo y cree en tan sólo "cuatro o cinco cosas", tal y como él mismo mantenía.
Si para cualquier mortal el viaje se convierte en toda una aventura para el cuerpo, el alma, el espíritu y la mente, para quien ha dado la vuelta al mundo, con apenas una mochila sujeta al hombro, ha dormido a la intemperie en los vastos y salvajes territorios de Kenia, o ha nadado en un gruta azul de un recóndito lugar del mediterráneo, el viaje es en sí la esencia de la vida, que además cuenta con la maestría del escritor forjado a base de textos y tiempo.
Acertadas me parecieron algunas de sus perlas que fue soltando a lo largo de más de una hora de charla. Entre ellas, imposible de olvidar la correlación que estableció entre el oficio de escritor con otros oficios que necesitan talento, pericia, tiempo y mucho aprendizaje. Decía Javier, que ha escuchado a mucha gente decir barbaridades del tipo: "¡ el día en que me ponga a escribir un libro!", pero jamás ha escuchado decir a nadie aquello de: "¡el día en que me ponga a operar a corazón abierto!". Luego ¿por qué -se preguntaba el escritor- se habla con tanta ligereza cuando se trata de escribir y no cuando se trata de operar a una persona a corazón abierto? Y es que el oficio de escritor necesita ese talento que ofrece el oficio, los años y la perseverancia.
Comentaba también Reverte que es posible ser viajero, pero que nada tiene que ver eso con ser escritor. Porque un escritor que escribe de viajes no es un notario que narra el viaje, desde que hace la maleta hasta que llega a su destino. Un escritor tiene que escribir literariamente, sin que importe que empiece por el final del viaje y termine con el principio. Totalmente de acuerdo con él.
Quienes hayáis leído los libros de Javier Reverte, comprenderéis la cercanía y humanidad de este escritor, algo que es palpable en su excelente prosa. Su trilogía de África ha deleitado a miles de lectores. Y quien esto firma mañana mismo se va a afanar en la búsqueda de "Corazón de Ulises", porque del viaje a Grecia habló ayer el autor y eso me fascinó sobremanera.
Muchas fueron las perlas que nos ofreció un veterano de la vida, de los libros y de los viajes. Y todo debido a este excelente primer encuentro que los dioses conserven muchos años. Espero que Jesús se encargue de ello.
muy muy interesante gracias por compartir esto con todos un blog muy grande
ResponderEliminarÁlter, un millón de gracias por tan cariñosas palabras. La verdad que fue un orgullo y una enorme satisfacción participar en la puesta de largo de este I Encuentro de Literatura de Viajes, que está siendo un éxito y que hoy tiene un extraodinario colofón.
ResponderEliminarEstar con javier Reverte fue, para mi, un sueño hecho realidad. Como cuando conocía y estreché la mano de Paco Ignacio Taibo II, por ejemplo.
Su charla fue memorable, anecdótica, cargada de humor y sabiduría. Demostró porque es quién es.
Y, desde luego, si recomiendo los libros de Javier, no dejen de leer "Las cenizas de Bagdad" una epopeya humana y vital que un fuste sin parangón.
¡¡Esta noche nos vemos todos, de nuevo, en el Isidoro Máiquez, y después, música en vivo con Rasha!!
Aún no he leído nada de Reverte. ¿Por cuál empiezo, quizás la conocida Vagabundo en Africa?
ResponderEliminarjose antonio estupenda cronica de la velada literaria del miercoles pasado. javi puedes leer cualquier novela de reberte quedaras atrapado desde sus primeras paginas, yo comenze por el medico de igni,la aventura de viajar y ahora estoy con venga a nosotros tu reino. saludos roberto
ResponderEliminarGracias Pión, para mí es un placer compartir todo lo relacionado con los libros. Saludos
ResponderEliminarÁlter, ya sabes que son palabras sinceras. Totalmente de acuerdo con lo que comentas de Javier Reverte. Es un sabio de los libros, de la vida, de los viajes y lo percibí aún más cuando nos acercamos Roberto, Paqui - la mujer de Roberto- y yo para que le firmara un libro al primero. Es todo cercanía.
Hoy contaremos también con un fabulador -otro tipo de fabulador- pero de verbo fácil y elocuente y con independencia que guste más o menos su literatura, Sánchez Dragó es un gran viajero.
Javí, yo sólo he leído Vagabundo en África, integrante de esa trilogía africana que completa con El sueño de África y Los caminos perdidos de África. Sin embargo, me fascinó tanto lo que contó de Grecia, y a mi me apasiona tanto la Odisea y la Iliada, que esta misma mañana me he comprado su libro Corazón de Ulises, resultado de su viaje Grecia y por las Islas Griegas, muchas de ellas antiguas ciudades-estado de raices mitológicas.
Roberto, fue una hermosa noche. Lástima que no pudiéramos charlar más rato. Espero que nos veamos esta tarde, donde tendremos más tiempo.
Roberto, Alter, anoche sí tuvimos tiempo de departir ¿eh?
ResponderEliminarDe Reverte, las dos primeras africanas son una maravilla. La tercera, más floja. Pero la de "El corazón de Ulises", que leí antes de viajar por aquellas tierras, en una fuente inagotable de divertidos conocimientos.
Hay que verse más!!!
Genial ayer Alter, en todos los sentidos. La charla -aunque me quedo con la de Reverte- las cervezas, la compañía hasta altas horas. Para nota.
ResponderEliminar¡ Qué fastidio, todo el día sin Internet! Como soy cabezón solucioné la averia a las 12 de la noche, jeje.
Qué lujazo la semana en Granada! con escritores brillantes y humanos y después el conoceros a todos vosotros. Estaré por aquí.. Un beso. Lillian
ResponderEliminarHola Lillian¡¡ Gracias por visitar este blog, tal y como dijíste. Memorable ese encuentro literario, unido a esa estupenda velada en la que hablamos de mil cosas. Cuídate mucho.
ResponderEliminar