06 septiembre 2011

VUELVEN LAS BUENAS SENSACIONES


El paseo de Fuente Vaqueros en fiestas.

Tras la subida al Veleta, agosto ha concluido con casi cien kilómetros, realizados sin ninguna pretensión de tiempos y esfuerzo. Rodar simplemente e intentar ir recuperando las buenas sensaciones, que siempre se pierden tras un dura prueba.
Sin embargo, a lo largo de estas salidas - diez en total, con una media de diez kilómetros, aproximadamente, en cada una de ellas- he sentido debilidad como ya apunté en algún momento. No me ha costado correr pero sí he percibido esa falta de "punch" necesario tanto en los entrenos como en la competición.
Por suerte agosto no es mes de competición, pero probablemente no hubiera asistido a ninguna de haberla habido.
Las buenas sensaciones siempre llegan, antes o después pero siempre llegan. Y fue precisamente la tarde del día cuatro de septiembre -domingo- cuando en los doce kilómetros de ruta, éstas volvieron a aparecer. En absoluto buscaba un ritmo concreto pero éste oscilaba ente los 4'50'' el mil y los 5' 10'', sintiéndome bien en todo momento. Atravesé Fuente Vaqueros como es costumbre y encontré que el pueblo se encontraba en fiestas. Unas fiestas tradicionales, centradas todas en el paseo que preside una surrealista estatua de Federico García Lorca. Eran las siete de la tarde y no era alta la presencia de gente, pero sí existía sabor festivo. Probablemente algunos pensaran que aquel tipo uniformado que atravesaba el paseo formaba parte de alguna actividad. Atravesé el centro de la población y me dirigí a la larga avenida que une Fuente Vaqueros con Chauchina para desviarme hacía la izquierda por un carril asfaltado entre la Vega y conectar con la carretera de la cual surge el camino que me adentra en Pinos Puente a través del Cortijo de las Cruces.
Fue todo agradable: la temperatura, las sensaciones...Corría ligero y con suavidad, por lo que supe que ya me había reencontrado de nuevo con mis rutas de siempre.

03 septiembre 2011

MEJOR BUENAS MISIVAS QUE NO DESAGRADABLES MULTAS


Hace unos meses perdí o me robaron –que las dos cosas son posibles- la cartera con todos los documentos, tarjetas, dinero, etc., etc....y, claro, lo primero y más molesto de todo esto es dedicarte un par de horas, inmerso en el cabreo, desazón o frustración, a anular todo lo que pudiera ser sospechoso de uso indebido, es decir, tarjetas de crédito, de centros comerciales, del video-club, en fin, lo típico.

Y viene este triste recuerdo a cuento de la carta que me acaba de enviar, Pere Navarro Olivella, Director General de la Dirección General de Tráfico -con motivo de la entrega del nuevo y modernisímo carné de conducir, tanto que la misma interesante carta advierte que no está ni homologado en la UE- que, probablemente, de manera irónica o socarrona –o de ambas formas-, inicia su misiva impersonal diciéndome: Me complace adjuntarle su nuevo permiso de conducción en sustitución del que pudiera tener anteriormente..

Y, realmente, me ha parecido muy elegante (..en sustitución del que pudiera tener anteriormente) la forma en que el amigo Pere me indica que es probable que tuviera el carne con anterioridad pero que, probablemente, me lo robaron o yo mismo lo perdí o, incluso, deducir que nunca lo tuve, a pesar de que conducía de manera habitual. La verdad, me ha parecido que hay bastante riqueza literaria en su misiva.

Sin duda, mejor buenas misivas que no multas inoportunas.

02 septiembre 2011

SIN DUDA, EL MEJOR DE TODOS LOS TIEMPOS



Pocos premios Principes de Asturias del Deporte como el otorgado este año. Hubiera sido lamentable que este cada vez más desprestigiado premio no fuera a esta leyenda viva del fondo.
Del corredor etiope ya escribimos en este espacio y en un artículo de Ideal y poco más se puede añadir. Se supone que este tipo de premios se otorgan al talento deportivo pero también se han de tener en cuenta su proyección social, y Geb en ese aspecto también gana por goleada porque conocida es su implicación social y solidaria en su devastado país.
Lástima que tanga que ver la sonrisa bobalicona y autocomplacida del heredero cuando le entregue este premio al campeón pero, en fin, hasta eso merecerá la pena.

31 agosto 2011

WACKEN OPEN AIR: MOTÖRHEAD

Qué decir de Motörhead, la banda británica que fue fundada el mismo año en que murió el dictador de nuestra piel de toro y más antigua que nuestra Constitución, esa que Angela Merkel ha ordenador reformar, por ser chicos malos y gastar lo que no tenemos.
El bueno de Lemmy es totalmente incombustible y su banda no es una banda, es una institución. A decir de Lemmy, su banda hace un rock and roll puro, pero es innegable que despliegan ritmos metálicos en muchos de sus temas. Pero, es cierto, no se puede considerar una banda metálica aunque sí están en esa clara transición del rock al heavy metal clásico. En fin, que Motörhead pasa por ser una banda única, inclasificable. En términos librescos, podría considerarse un incunable.

29 agosto 2011




Verano, tiempo de lecturas. Leer debe ser un hábito, de lo contrario los días pasan raudos y la lectura escasea. Un hábito que debemos imponernos si nadie lo ha hecho por nosotros en nuestra infancia; y si lo ha hecho, un hábito que no debemos perder. Pero, claro, existe una premisa principal: ha de gustar, porque no a todo el mundo le gusta la lectura -no hablo de cualquier lectura-, en definitiva, esa que te aporta, te enriquece, te emociona, te hace un poco más erudito, y más humilde ante la avalancha de saberes. Por tanto, hay que excluir mucha lectura que nada de eso aporta; es más, embrutece más que otra cosa.

Pero dentro de esa premisa principal, cada uno se ha de diseñar sus gustos lectores. En mi caso particular, frecuento mucho la novela, pero no olvido la historia ni los ensayos e, incluso, de vez en cuando me adentro en algo de poesía, pero, sin embargo, jamás leo teatro, por poner un sólo ejemplo y apenas tengo hábito de leer comics -excepto mi dedicación semanal a la revista satírica El Jueves-, a pesar de que siempre me lo reprocho. Pero veamos ese desorden lector en qué se ha concretado en las últimas fechas:


"Memorias de un preso", de Mario Conde



Me interesaba de este libro, no ya la particular existencia en los últimos años de este ídolo caído de las finanzas españolas, sino ese cambio antropológico sufrido por una de las personalidades más controvertidas de los últimos años en este dolorido Estado. Conocer cómo se interpreta estar en lo más alto y en lo más bajo. Lógicamente, no nos encontramos ante una prosa exquisita, pero sí ante reflexiones y puntos de vista interesantes. En absoluto se puede menospreciar la talla intelectual de este ex-banquero.

"Lanzarote", de Michele Houellebecq



Escrita en el más puro estilo ácido y agrio a que nos tiene acostumbrados el escritos francés, prácticamente afincado en España. Lanzarote no podría pasar la prueba de sátira porque es agria pero existe ironía descarnada y pasiones humanas encontradas.

"Madrid", de Luis Carandell



Nadie mejor que el ya fallecido cronista del Congreso de los Diputados para escribir curiosidades sobre un Madrid que tan bien conocía, a pesar de ser catalán.

Un delicioso librito que para quienes gustamos de la capital de España nos muestra y nos enseña.


"El Castillo de Velillos", de Mariano Martín García y José María Martín Civantos.

El mítico Castillo de Velillos, que según la historia, la arqueología y literatura de guerra, estuvo situado a la salida de Pinos Puente en un paraje que llamamos Cerro de los Infantes. El primero que habló de esta fortaleza fue el monarca nazarí Abd Allah, que en sus memorias se refiere a este enclave construido por el poderoso Rey de Sevilla al-Mu'tamid para intentar tomar el Reino de Granada, allá por el siglo XI.

De este Castillo apenas quedan restos porque es una zona que ha sido muy expoliada, pero se sabe que estaba construido sobre una fortaleza romana, tropas éstas que tomaron la antigua ciudad íbera de Ilurco, allí situada.

He disfrutado con esa pequeña obra a mitad de camino entre la historia y la arqueología. La tenía pendiente.

En este lugar fallecieron el Infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X el Sabio y el Infante Pedro de Castilla, hijo de Sancho IV el Bravo, en su intento de tomar el Reino de Granada al. Eso ocurrió a principios del siglo XIV y desde entonces el cerro es llamado "Cerro de los Infantes".

"La Prueba" de Carmen Gurruchaga.


Me llamó la atención que que esta novela fuera el primer galardón del Premio Abogados de Novela, convocado por el Consejo General de la Abogacía y la Mutualidad de la Abogacía. Una novela entretenida pero también repleta de tópicos que habría que englobar en el concepto de novela negra y novela de abogados, estilo poco frecuente en España. Se lee bien.

Volumen 10 de la "Historia de España", de Historia 16



En mi afanado reto por conocer la Historia de España desde un ámbito académico más que ensayístico, acabo el volumen dedicado al enorme predominio de Castilla. sobre todo a partir del S. XV. Ahora me adentro en el volumen 11 dedicado a los Edificios e Imágenes Medievales, que pinta muy sugerente.

"Viaje a la Alcarría", de C.S. Cela.



Probablemente el libro con el que más he disfrutado en el último año, ahora que visitaré esa desconocida zona de España.

Cela se adentra en una Alcarria del año 1946 y nos relata con maestría un viaje por los pueblos más señeros de esta parte de la provincia de Guadalajara: Brihuega, Pastrana, Cifuentes, Tendillas, Trillo, Sacedón. A ver si me organizo y me da tiempo de verlos todos antes de llegar a Sigüenza. Imprescindible será ver Pastrana, patria chica de la controvertida Princesa de Éboli y Brihuega, pueblo con un enorme pasado histórico.

Y seguidor como soy de la literatura de viajes me he enfrascado ahora en un libro inspirado en el clásico "Viaje de España", del escritor y viajero valenciano Antonio Ponz, una ambiciosa obra de 20 tomos escrita en el último tercio del S. XVIII que retrató una parte importante del patrimonio histórico español -principalmente religioso-, sus gentes y sus costumbres, aunque dejó incompleta porque le sobrevino su fallecimiento.

Esa obra fue una respuesta, digamos, patriótica, a la avalancha de críticas y sarcasmos sobre nuestro país y el lamentable estado de conservación de nuestro patrimonio histórico, por parte de prestigiosos viajeros europeos. Pero no contento, Antonio Ponz, también escribió un obra denominada "Viaje fuera de España", en la que demostraba que en todas partes se cuecen habas y ofrecía gráficas descripciones de cómo estos paises también descuidaban sobremanera su patrimonio histórico.

Lo que fue nuestro patrimonio en aquella época y lo que es ahora nada tiene que ver. La vorágine de la restauración aún no estaba en boga y muy probablemente los monumentos antiguos que hoy contemplamos en todas las ciudades españolas, tal vez, tengan más de artificioso que de real, por no mencionar el patrimonio ya desaparecido o expoliado. Sin embargo, otros muchos monumentos -y sobre todo obras de arte pictórico y escultural- siguen mostrando sus rasgos originales.

De todas formas, los viajeros actuales, aún, somos agraciados por poder contemplar el legado histórico a pesar de la invasión agresiva de nuevas construcciones y vías de comunicación que, con toda seguridad, son los mayores elementos destructivos de ese patrimonio y lo más triste es que detrás de toda esa destrucción se encuentran en la mayoría de los casos quienes tendrían que estar destinados a conservarlo: las administraciones públicas.

27 agosto 2011

Y ESTO, ¿QUIÉN LO PAGA? (IDEAL 26/8/2011)


"EL ELECTOR LO QUE HACE ES FIRMAR UN CHEQUE EN BLANCO A UN DESCONOCIDO, QUE EN MUCHAS OCASIONES CAMINA OSADO HACIA EL PRECIPICIO EN EL QUE NOS DESPEÑA A TODOS"

Con esa frase lanza IDEAL mi artículo en la edición del viernes, 26 de agosto. Siempre me parece oportuno insertar aquí mis artículos porque muchos lectores del blog no han tenido o no tienen acceso a las páginas de Ideal.

Y ESTO ¿QUIÉN LO PAGA?


Afirman que cuando el escritor catalán Josep Pla llegó Nueva York y vio la ciudad de los rascacielos en la noche, luminosa y encendida, preguntó socarrón: ¿y esto, quién lo paga? Sin saberlo el peculiar autor de "El cuaderno gris" estaba poniendo el dedo en la llaga sobre el interrogante que ahora, muchos lustros después, nos estamos haciendo los ciudadanos. Una pregunta que debería de estar en el catecismo ideológico de todo partido político con pretensiones de gobernar.

En España la cultura del endeudamiento y el gasto está muy arraigada, actitud que hubiera continuado sin control si las circunstancias económicas desde hace tres años no fueran tan adversas. Pero cuesta aún comprender que se está llegando a un fin de ciclo económico como aseguran los economistas y que el gasto debe ser cada vez más responsable.

En el ámbito público y con independencia del color político, en nuestro país y en cada una de las tres administraciones públicas territoriales, se han acometido proyectos megalómanos y políticas públicas con escasa lógica y rentabilidad, a no ser que sea la meramente electoral, que es la que posibilita estar en el poder para seguir inventando proyectos ruinosos, una absurda espiral de la que pocos políticos quieren salir una vez dentro. Lo que realmente ha ocurrido es que los representantes electos amparándose en una supuesta mejora de la ciudad, de la calidad de vida de los ciudadanos o de una hipotética creación de empleo y riqueza, actuando en nombre de la administración que dirigen, se han embarcado en gastos que han hipotecado el presupuesto anual durante muchos años y que han tenido que financiar con préstamos bancarios provistos de intereses galopantes.

Una empresa apuesta por una inversión que puede ser rentable o no porque ese es el juego que impera en el mundo empresarial. El empresario arriesga un dinero y probablemente jamás lo recupere. Si ese es el caso, este empresario podría entrar en un proceso de quiebra y necesitar una administración judicial para viabilizar su empresa.

Sin embargo, cuando esas inversiones ruinosas se ejecutan desde la arrogancia y la autorización mal entendida que ofrecen las urnas, las circunstancias son totalmente distintas. El político hace y ejecuta presupuestos basándose –se supone- en un plan de gobierno que, en teoría, debería conocer el votante. También sería lógico que el votante, el ciudadano, conociera las inversiones y políticas públicas más costosas y de esa manera votar en consecuencia. Pero la democracia es imperfecta y no existen esas premisas. Luego, el elector lo que hace es firmar un cheque en blanco a un desconocido, que en muchas ocasiones camina osado hacia el precipicio en el que nos despeña a todos. Así de triste es la democracia representativa.

Uno de los problemas básicos de nuestra democracia es que el político basándose en una elegibilidad amparada por las normas jamás responde de su gestión ruinosa. En la actualidad, en parte debido a la crisis, estamos asistiendo a la quiebra técnica de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, siendo probable que, incluso, a la del propio Estado. Esa crisis ha posibilitado que las cuentas no cuadren y que los ingresos no suplan los enormes gastos como sí parecían cuadrar hace no muchos años (aunque en realidad jamás los ingresos han bastado para financiar esos desproporcionados gastos sino que se han ido pagando con deuda pública y prestamos bancarios).

Esas absurdas inversiones, que hubieran llevado a la ruina a cualquier multinacional, al margen de responsabilidades jurídicas que se deduzcan contra el empresario, no tiene similares consecuencias en la actuación del político que un buen día decidió hipotecar el futuro de los ciudadanos a los que, en teoría, representaba. Es más, esa clase de políticos siguen ahí medrando, ocupando cargos de alta alcurnia, sin consecuencias negativas de ningún tipo. Solo se van, dicen, si me echan las urnas, como demócratas convencidos que son.

Obviamente, -con independencia de reivindicaciones indignadas- todo eso tiene que cambiar porque lo que está pidiendo el nuevo orden mundial no es sólo una más clara y austera utilización de los recursos sino un radical cambio en la forma de gobernar las ciudades y los países. Pero ese cambio no operará si se pretende ejecutar desde este mismo modelo económico y político, como tampoco podrá producirse con los mismos actores, que aferrados al poder no quieren comprender que la primera regla que ha de cumplirse es la salida de ellos mismos.


Afirman que cuando el escritor catalán Josep Pla llegó Nueva York y vio la ciudad de los rascacielos en la noche, luminosa y encendida, preguntó socarrón: ¿y esto, quién lo paga? Sin saberlo el peculiar autor de "El cuaderno gris" estaba poniendo el dedo en la llaga sobre el interrogante que ahora, muchos lustros después, nos estamos haciendo los ciudadanos. Una pregunta que debería de estar en el catecismo ideológico de todo partido político con pretensiones de gobernar.

En España la cultura del endeudamiento y el gasto está muy arraigada, actitud que hubiera continuado sin control si las circunstancias económicas desde hace tres años no fueran tan adversas. Pero cuesta aún comprender que se está llegando a un fin de ciclo económico como aseguran los economistas y que el gasto debe ser cada vez más responsable.

En el ámbito público y con independencia del color político, en nuestro país y en cada una de las tres administraciones públicas territoriales, se han acometido proyectos megalómanos y políticas públicas con escasa lógica y rentabilidad, a no ser que sea la meramente electoral, que es la que posibilita estar en el poder para seguir inventando proyectos ruinosos, una absurda espiral de la que pocos políticos quieren salir una vez dentro. Lo que realmente ha ocurrido es que los representantes electos amparándose en una supuesta mejora de la ciudad, de la calidad de vida de los ciudadanos o de una hipotética creación de empleo y riqueza, actuando en nombre de la administración que dirigen, se han embarcado en gastos que han hipotecado el presupuesto anual durante muchos años y que han tenido que financiar con préstamos bancarios provistos de intereses galopantes.

Una empresa apuesta por una inversión que puede ser rentable o no porque ese es el juego que impera en el mundo empresarial. El empresario arriesga un dinero y probablemente jamás lo recupere. Si ese es el caso, este empresario podría entrar en un proceso de quiebra y necesitar una administración judicial para viabilizar su empresa.

Sin embargo, cuando esas inversiones ruinosas se ejecutan desde la arrogancia y la autorización mal entendida que ofrecen las urnas, las circunstancias son totalmente distintas. El político hace y ejecuta presupuestos basándose –se supone- en un plan de gobierno que, en teoría, debería conocer el votante. También sería lógico que el votante, el ciudadano, conociera las inversiones y políticas públicas más costosas y de esa manera votar en consecuencia. Pero la democracia es imperfecta y no existen esas premisas. Luego, el elector lo que hace es firmar un cheque en blanco a un desconocido, que en muchas ocasiones camina osado hacia el precipicio en el que nos despeña a todos. Así de triste es la democracia representativa.

Uno de los problemas básicos de nuestra democracia es que el político basándose en una elegibilidad amparada por las normas jamás responde de su gestión ruinosa. En la actualidad, en parte debido a la crisis, estamos asistiendo a la quiebra técnica de ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, siendo probable que, incluso, a la del propio Estado. Esa crisis ha posibilitado que las cuentas no cuadren y que los ingresos no suplan los enormes gastos como sí parecían cuadrar hace no muchos años (aunque en realidad jamás los ingresos han bastado para financiar esos desproporcionados gastos sino que se han ido pagando con deuda pública y prestamos bancarios).

Esas absurdas inversiones, que hubieran llevado a la ruina a cualquier multinacional, al margen de responsabilidades jurídicas que se deduzcan contra el empresario, no tiene similares consecuencias en la actuación del político que un buen día decidió hipotecar el futuro de los ciudadanos a los que, en teoría, representaba. Es más, esa clase de políticos siguen ahí medrando, ocupando cargos de alta alcurnia, sin consecuencias negativas de ningún tipo. Solo se van, dicen, si me echan las urnas, como demócratas convencidos que son.

Obviamente, -con independencia de reivindicaciones indignadas- todo eso tiene que cambiar porque lo que está pidiendo el nuevo orden mundial no es sólo una más clara y austera utilización de los recursos sino un radical cambio en la forma de gobernar las ciudades y los países. Pero ese cambio no operará si se pretende ejecutar desde este mismo modelo económico y político, como tampoco podrá producirse con los mismos actores, que aferrados al poder no quieren comprender que la primera regla que ha de cumplirse es la salida de ellos mismos.

25 agosto 2011

JOSE YA CONOCE EL PANTANO


Por fin, esta calurosa tarde de jueves, cuando agosto está quemando sus últimas naves y de qué forma, José -del Oliver-, ya conoce una de las rutas más señeras del Pantano de Cubillas, tantas veces referidas y aún pendientes.
Así que esta mediodía, cuando parroquianos y turistas abarrotaban el preciado bar donde mi amigo presta sus servicios desde no se sabe cuántos lustros, y mientras que, con la diligencia acostumbrada, José, me servía una fresquísima cerveza y una tapa de paella, le solté: hoy corro por el pantano, así que no te escapas. Y, efectivamente, a eso de las siete de la tarde iniciábamos una ruta rocosa de doce kilómetros, penetrando por carriles de olivos rompepiernas, secos como mojama y solitarios como un eremita que, efectivamente, es esa la sensación que sientes cuando en el seco estío te ves rodeado de un mar de olivos, dormitando a la espera de su mejor época creadora. Una especie de ruta de campo a través aderezada de lugares de asfalto, sin que ese elemento perturbara un ápice la tranquilidad y quietud de la ruta.
Una fuente de agua en el camino, en Caparacena y cuatro kilómetros finales dificultosos hasta volver de nuevo al Pantano, han completado esa ruta tranquila que Jose y yo hemos hecho a una media aproximada de 5' el mil, un ritmo cómodo que nos ha posibilitado hablar durante todo el trayecto de lo humano y lo divino.
Pero la realidad, como le indicaba a Jose, en mi organismo algo está débil. Sin duda, las secuelas del Veleta que ahora se manifiestan de manera más clara que en los primeros días.
Aunque Jose opina que debo cambiar el "chip", porque a nivel físico me ve bien. Lo ha dicho un experto.

21 agosto 2011

WACKEN OPEN AIR: APOCALYPTICA

Apocalyptica es una banda de Finlandia que tiene ya casi veinte años de vida, conocida como la banda de los chelos. De hecho son músicos de conservatorio. En realidad, se trata del chelo clásico al que ellos le dan ritmos metálicos. Se dice que hacen un estilo de heavy metal sinfónico, repleto de guiños a la música clásica, pero también explotan de vez en cuando con ritmos duros. De hecho, se trata de una banda metalera.
Comenzaron versionando temas de Metallica y otras bandas consagradas, pero cada vez adquieren más personalidad. Su último disco, "7th Symphony", -que adquirí hace casi un año- denota unos conceptos musicales cada vez más propios y definidos, sumando la batería a los chelos, a pesar de que éstos (tres) son los grandes protagonistas. Se supone que es una banda de estudio y arreglos, pero en directo suenan realmente bien a tenor del vídeo que inserto.
En el Wacken de este año gozaron de una magnífica oportunidad de mostrarse ante sus miles de seguidores, acompañando que ya cayera la noche -que no es igual que tocar a las cuatro de la tarde-. A mi me parece un concierto sorprendente:

17 agosto 2011

WACKEN OPEN AIR: SEPULTURA



Hace unos pocos días -entre el 4 y el 8 de agosto- se ha celebrado el festival anual Wacken Open Air, que es una de las citas mundiales más importantes con el Heavy Metal en sus muchos subgéneros y que se celebra en una pequeña localidad así llamada al norte de Alemania. Acuden una media de 70.000 espectadores de todo el mundo y por allí pasa lo mejor del metal mundial. Tienen la virtud de ofrecer sus conciertos completos con gran calidad de imagen y sonido en YouTube. Y, claro, desde esa ventana "asisto" a los conciertos de mis grupos predilectos y descubro e indago en otros no conocidos o menos conocidos. Si no recuerdo mal, por ese festival aún no ha pasado ningún grupo español, ni siquiera Mago de Oz, aunque sí es bastante usual que el grupo madrileño de Metal Folk acuda a los mejores festivales de Folk Metal de Europa.
Por tanto, comenzaré por insertar esos conciertos a modo de entrada en el blog, que es un excelente documento visual y sonoro de los grupos más señeros, interesantes, novedosos, etc., etc.
Comenzaremos por Sepultura, un grupo brasileño fundado allá por 1984 por los controvertidos hermanos Cavalera, que cultivan un Thrash Metal rotundo, con sonidos más "death" que los que cultiva Metallica, tal vez, porque introducen otros elementos sonoros cercanos al Death Metal.
Es un grupo veterano con muchos adeptos que sin llegar a fascinarme como Metallica (aunque no se trata, por supuesto, de idéntico estilo) me gusta la puesta en escena de su música.
Este concierto en el Wacken de este año es particularmente interesante.

15 agosto 2011

BENDITA NORMALIDAD

Cuando hacía los test especializados de cara a la subida al Pico del Veleta, a pesar de que me encontraba a gusto haciéndolos y son muchas las mejoras que he experimentado, no podía evitar pensar en volver a la normalidad una vez acabada esta dura prueba.
Tras seis días sin correr desde el pasado siete de agosto -porque el descanso es tan necesario o más que el propio entrenamiento y la competición-, el sábado por la tarde me iniciaba con una pequeña rutina placentera de nueve kilómetros suaves por la Vega de Pinos Puente y Fuente Vaqueros (que he repetido al día siguiente por Caparacena, algo más duro). No existía propósito de subir el ritmo, pero encontraba las piernas ligeras, descansadas y fuertes, así que la medía bajo de 5' el mil sin que existiera ese propósito previo.
Cuando surcaba esos caminos secos propios de agosto en la Vega, a lo lejos veía el Veleta y, efectivamente, como ya apuntaba en el análisis de Ideal, lo veía con otros ojos. Con ojos de osadía por haberme atrevido a llegar hasta allí, que visto desde la Vega pareciera más la línea que divide el cielo de la tierra. Así que satisfecho y corriendo con muy buenas sensaciones me centré en los arroyos frescos de la Vega en dirección al cruce de Pedro Ruíz -pedanía de Santa Fé-. Fue un reencuentro con la normalidad, tal y como había imaginado. Una sensación de haber hecho los deberes correctamente.
Entrenamientos de este tipo serán los previstos para lo que queda de agosto. Entrenamientos cortos y pocos intensos con la idea de no perder el tono muscular y el ritmo de cara a los medios maratones de otoño, que prometen ser muchos e intensos.
Y para seguir con las buenas sensaciones, si sois amigos de la música fuerte no os perdáis este vídeo que inserto. Es más, poned a tope los altavoces si no es una hora intempestiva. Se trata de "Rise Of Sodom And Gomorrah" de Therion:


11 agosto 2011

DESMITIFICANDO EL VELETA



Con Luis y Jesús, antes de la salida, ilusionados, dispuestos a comerse el Pico como si fuera un merengue.

LA CARA: Subiendo sin demasiado esfuerzo las duras rampas dejado Pinos Genil. LA CRUZ: Andando por el Dornajo, incrédulo y contrariado por los problemas musculares surgidos.


El esforzado corredor, José Antonio Flores, en sus inicios como corredor, compraba y leía con avidez la revista Runner’s, pero no se detenía jamás en las páginas dedicadas a media maratón y maratón –a cualquier maratón-, probablemente por considerar que aquella no era una prueba para él y, tal vez (uno jamás sabrá los recovecos de nuestra alma), por miedo a lo desconocido, por negación a algo que no formaba parte de su entorno.

Correr, sí, pero correr tranquilo, correr distancias cortas, correr contemplativo. Con su ilusión de bajar de 50 minutos en 10 kms., por sus añorados caminos de la Vega le bastaba.

Sin embargo, en esto del correr como en la vida misma, las sorpresas, lo desconocido, lo imprevisto, está a la vuelta de la esquina, mucho más cerca de lo que creemos. Por tanto, si dando el primer paso se comienza a correr, conviene meditar muy en serio si conviene darlo porque una vez dado todo lo demás ya forma parte del destino.

Y el destino quiso que se acabara inscribiendo a una primera media maratón. La de Granada, en octubre de 2005. Ajeno aún a esa barbaridad de 21 kms., y con diez kilos más que hoy y un mayor porcentaje de grasa, la semana anterior a la celebración de la prueba y con el miedo escénico metido en el cuerpo, midió con el coche 21 kms., exactos y se dispuso a correrlos. Los hizo despacio y acabó totalmente derrotado, imbuido al terminar de un miedo escénico aún mayor ante la prueba oficial de la semana siguiente.

Y con esas dudas y temores se presentó en la salida de su primera media maratón, en la que faltando tres kilómetros casi desfalleció. Llegó en 1 hora y 51 minutos, que no estuvo nada más dada la escasa preparación que tenía. Su primera barrita energética –que luego ha utilizado muy poco- no era de la marca Isostar. Se llamaba “Huesitos”, que devoró en el kilómetro 18. Evidentemente, estaba escaso de esa sapiencia correril, como bien dice Alfredo.

A partir de aquel día, comprobó que no sólo leía con delectación los reportajes sobre media maratón sino que se detenía, por curiosidad, a ojear –y hojear- lo que se escribía sobre maratón, aquella barbaridad de prueba, opinión que aún mantiene.

Como ocurría en la excelente obra de Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver, todo es relativo y dependerá del contexto y de la situación. En Liliput serás el más grande porque todo lo que te rodea es pequeño; pero en Brobdingnag será al contrario, un ser diminuto que podría ser aplastado por cualquier bebe del país sin apenas esfuerzo. Por tanto, la dualidad pequeño-grande es muy relativa, algo similar a lo que ocurre en el atletismo. Llegas a meta en el mismo tiempo que gente de la que nada sabes y te preguntas: ¿son excelentes corredores porque han llegado a tu par? O por el contrario: ¿son corredores del montón porque han llegado a tu par? Y esas preguntas adquieren una especial relevancia en pruebas dantesca como la de este tipo. Todo, totalmente relativo.

Y uno es grande en sus propósitos de acuerdo y – y no es una redundancia- con sus propios propósitos que para nada tienen que ver con los de los demás. Ahí estriba la grandeza de correr.

Y esos propósitos pueden ser infinitos. De hecho nuestro corredor acabó haciendo su primera maratón tan sólo año y medio después de correr su primera medio maratón.

Por tanto, desmitificó la distancia reina de una forma más sencilla de lo que había previsto y esas páginas dedicadas al maratón de revistas especializadas se convirtieron a sus ojos tan placenteras y normales como las demás que hablaban de correr.

La vida se cuenta por etapas. Por ciclos que se cierran, como tanto gusta referir a su amigo y Álter, Jesús Lens. Superada la etapa del maratón, tenía mitificadas –como nos ocurre a todos- pruebas como la Subida al Pico del Veleta, pero como todo es relativo, no es exactamente lo mismo lo que uno se imagina sobre lo que serán las cosas con lo que son las cosas en realidad. Y se puede asegurar que la imaginación siempre altera la realidad, lo mismo que la memoria deforma los acontecimientos pasados.

Sin embargo, no se inscribió -según cuenta- en la prueba del Veleta para desmitificarla y afrontar el miedo a lo desconocido porque si así fuera a lo largo de su vida hubiera hecho cosas imprevisibles, como por ejemplo, rodear su cuello con aquella serpiente pitón que le ofreció un conocido dueño de una o haber hecho parapente ante la insistencia de otro conocido, que además era monitor de esa disciplina. No, al Veleta se apunté sin reflexión, sí, –acuérdense de su artículo en Ideal sobre la revelación- pero considerando que contaba con la preparación básica para afrontar esta prueba.

Pero la desmitificación de esta prueba, que se basa en acabarla, se consigue sin demasiado esfuerzo; de hecho, en su fuero interno considera que cualquier corredor bien preparado puede acabarla (igual que defiende que cualquier persona puede acabar una maratón), sabiendo que alternará correr con el andar. Ahora bien, si de lo que se trata es de trepar hasta la cima del Pico corriendo, la mitificación aún tiene cierta vigencia, piensa.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...