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04 agosto 2015

CINE: FELICES 140 (ESPAÑA, 2015)

Con películas como 'Felices 140', el cine español debería de comenzar a quitarse complejos. Es una buena película, dotada de un buen guión, de una buena fotografía, de sobresalientes interpretaciones, con Maribel Verdú a la cabeza, que es posible que haya hecho el papel de su vida. Bajo la dirección de una experimentada directora, Gracia Querejeta, la película aborda todo lo bueno que tiene que tener el buen cine negro, que se asoma un poco a la comedia, pero que, en mi opinión, es mucho más dramática que cómica. 
Pasiones humanas, avaricia, deshonestidad, ambición, falsa amistad, orgullo, arrogancia, falsedad, todo eso desfilará ante los ojos del espectador en grandes dosis. 
Desde mi punto de vista estamos ante una película que se podría haber estirado algo más. Tal vez, unos quince o veinte minutos, porque quizá su punto débil sea su incompleto y precipitado final. Da la sensación que los productores no hayan querido más minutaje por aquello de los exiguos presupuestos del cine español, todo es posible. Dicho esto, no sería ninguna desfachatez una segunda parte porque la historia ofrece esa posibilidad. Es más, una segunda parte bien trenzada sería una magnífica idea para desenlazar y desenmascarar todo lo que se cuece en el fílm que no espolearé, como jamás suelo hacer cuando escribo de cine.
Tan sólo insistir en que contamos con buen cine. Contamos con buenos directores, con buenos guionistas, con buenos actores y actrices, buenos responsables de fotografía, buenos compositores de BSO, buenos montadores..., lo que hay que intentar es perder ese complejo de inferioridad, porque esta película, con esta trama, montada en Hollywood, tan escaso de ideas desde años, podría ser una bomba.
He dicho.

31 julio 2015

CINE: LA ÚLTIMA NOCHE (USA, 2002)

Realmente no sé en qué he estado pensando estos últimos años para no haber reparado en esta enorme película de Spike Lee, que cuenta con todo necesario para situarla dentro del gran cine: excelente historia, excelentes diálogos, excelentes interpretaciones, excelente fotografía, excelente banda sonora...,son tantos los excelentes que aquí no cabrían. Lo que sí puedo decir es que se trata de un Lee en estado puro, un director que entiende el cine de una manera muy especial y que es capaz de insuflar poesía a sus historias. 
'La última noche' (que es como se ha subtitulado en español) es tan real como irreal. Todo pareciera transcurrir de una manera natural, pero al mismo tiempo estar dotada de un lirismo que no pertenece al día a día. Sin embargo, la historia y el contexto en el que se produce no es sospechosa de pertenecer a mundos etéreos sino estar muy pegada al suelo, el de Nueva York, una ciudad que da para mucho y que es posible que inspire este tipo de películas.
Pocas veces me ocurre cuando veo una película lo que me ha ocurrido con ésta, que no es otra cosa que esa sensación de estar viendo algo grande hasta el punto de exclamar en voz alta -aunque la haya visto en soledad- las excelencias de la película. Me ha ocurrido de manera similar con algunas novelas, esa admiración indisimulada de apreciar la calidad de lo que escriben, dirigen, interpretan, pintan o esculpen otras personas. Y si eso ocurre puede ser que te estés asomando a una obra maestra, que igual no lo es para la crítica oficial, pero sí para ti. Lo que sí está claro es que está calificada como película de culto. 
Mucho se debe a las interpretaciones en esta película que reseño, a todas ellas, pero en particular, proverbial como siempre Edward Norton, y qué decir del malogrado Phillip Seymour Hoffman ( qué gran actor se llevó tan pronto la parca). 
Aspecto destacado también es la banda sonora debida a Terence Blanchard al compositor y música de jazz de Nueva Orleans. Película basada en una novela del escritor norteamericano David Benioff, más conocido como autor de los guiones de célebres películas como Troya y X-Mens Origins, además de codesarrollar la famosa serie Juego de Tronos.
Una peli que hay que ver.

23 mayo 2015

CINE: DISCONNECT (USA, 2012)

A pesar de que es una película de hace tres años, hasta ayer no había tenido ocasión de verla. Había visto una parecida de 2014, 'Hombres, mujeres y niños', que gloso en la entrada anterior, pero como bien afirmaba Antonio Pardo Larrosa, es mucho peor película que 'Disconnect', si bien ambas abordan similar temática. 
Se trata de una película muy seria y coherente, que no riñe con el entretenimiento. Hay historias paralelas, cuya elemento común es la parte más nociva de las redes sociales e Internet. 
Que el cine actual se adentre en la problemática social que genera el mal uso de Internet y de las redes sociales no es más que una consecuencia de lo que está ocurriendo en la realidad.
Los seres humanos no conocemos el límite como todos sabemos. Apostamos de manera permanente al todo o al nada. Así lo hacíamos antes de la irrupción de Internet y así lo hacemos ahora con la particularidad nefasta de concebir lo que sale de la pantalla de un ordenador como sustitutivo de la vida. 
Pero, como sabemos, la vida siempre se impone, aunque tan sólo sea para agravar el conflicto o, tal vez, para solucionarlo, nunca se sabe, ya que la vida no tiene ataduras. La impostura de Internet, esa especie de avatares que todos nos creamos en alguna cuenta de cualquier red social, en más ocasiones de las debidas se imponen a la realidad física. Y si ésta ya de por sí es compleja, matizada por lo virtual, por lo inexistente, se convierte en algo peligroso.
Internet no puede ser otra cosa que un complemento de lo que ya existe. Una amistad de Facebook, no puede ser otra cosa que una conexión que sería preciso existiera previamente en la vida real, o al menos que no exista farseamiento en la identidad; de esa manera, la impostura no tendría lugar de ser. Porque lo nocivo, lo falso, lo sesgado, lo maniqueo es crear una realidad virtual superior o distinta a la que realmente ha de contar.  Por supuesto que no hay que rechazar el avance que han supuesto las redes sociales, pero se ha de contar con que se trata de una herramienta nociva si no se utiliza bien, sobre todo para la gente más vulnerable, menos  culta o más joven.
En cuanto a la película en sí, hay que decir que uno se alegra de encontrar productos tan interesantes en este proceloso mundo del cine, que no siempre nos ofrece gran cosa -a día de hoy nos ofrecen mucho más las series, por lo general-. Además, uno se cansa de encontrar películas poco creíbles, que intentan transmitir algo imposible de digerir. Todo eso me apartó del cine un tiempo y opté por ver tan sólo frikadas con las que reírme, tipo Resacon, porque sabía de antemano que todo lo que viera ahí no iba a ser otra cosa que un producto pensado para el entretenimiento. Porque no podía aguantar ese especie de mesianismo de algunas películas, ese cine con pretendido mensaje poco creíble. De ahí, que haya descubierto en esta película una forma muy serie, creíble y sensata de hacer cine.
En ese aspecto ayudan sobremanera las interpretaciones, a cargo de actores y actrices consagrados, como son el caso de Jason Bateman -muy dotado para la comedia y para el drama-, Frank Grillo o Hope Davis. Del director no conocía nada porque no ha dirigido apenas nada, pero lo seguiré a partir de ahora.           

14 marzo 2015

CINE: BIRDMAN (USA, 2014)

Acabo de ver Birdman y tan sólo sé, a priori, que he visto algo distinto. Una historia distinta, sin duda, pero no es sólo eso lo que me ha subyugado. 
Es sido la forma de contarla, la mezcla de lo onírico y lo real, el movimiento de la cámara, la fotografía, el sonido...un largo número de matices, de elementos que hacen de esta película algo especial, algo distinto.
Seguramente que a estas alturas, bien penetrado el siglo XXI, el cine tiende a languidecer en cuanto a historias y guiones más o menos predecibles y repetitivos. De ahí que tanto Hollywood como la orbe mundial relacionada con el cine valoren y premien películas hechas con materiales distintos. Y si eso es así, Birdman es una de esas películas. No es habitual encontrar ese tipo de cine. De ahí que fuera muy difícil competir con ella en los últimos Oscar, en los que arrasó. 
El mexicano Alejandro González Iñárritu, también coguionista -que ya nos sorprendió con Babel y 21 gramos-,  ha hecho algo distinto, pero ¿ha hecho algo grande? Desde mi punto de vista, sí. Y sí, porque es una de esas películas que cuenta con determinadas escenas que uno quisiera volver a ver varias veces y si eso ocurre con una película, podría ir camino de convertirse en obra maestra.
Decía que todo o casi todo en ella es distinto a lo que he visto. Lo es, principalmente, la banda sonora. Una BSO que no cuenta con una forma concreta y que tampoco se adapta a escenas concretas. Básicamente unos toques de batería jazzística como fondo (la sorpresa y la emoción ha sido poder ver el instrumento finalmente). 
El telón de fondo Broadway es también impactante. Pareciera que el director quisiera situarnos en el centro del celebre barrio neoyorquino de los mejores teatros- Eso emociona porque se traslada muy bien al espectador, de una manera muy vivencial, sin duda.
Por supuesto, gran parte de culpa de que esta película sea brillante se deba a las interpretaciones. Muy notables todas las que importan, desde Michael Keaton hasta  el camaleónico Edward Norton, pasando por la muy efectiva interpretación de Enma Stone. Por cierto, ha sido sorprendente ver a mi admirado Zach Gaifianakis (Trilogía del Resacón), haciendo una papel serio. 

25 enero 2015

CINE, MÁS CINE, POR FAVOR

Me ocurre en los últimos meses lo que no me había ocurrido casi nunca: me aburren soberanamente algunas películas recientes. Tan plagadas de lugares comunes, ideas manidas, repetidas, tramas sin interés, que cuando eso ocurre -ya digo: con mucha frecuencia-, vuelvo a los clásicos, al western o a las películas de mi vida. Y es en esos momentos en los que realmente me siento dichoso viendo cine. 
Mal presagio, porque no me gustaría dejar de lado lo que se está haciendo ahora, que por otra parte, en bastantes ocasiones es muy recomendable.
No obstante, entre tantas cosas aburridas y con escaso interés, de vez en cuando, encuentro algo interesante (no diré novedoso). Y entre esas cosas interesantes está la versión cinematográfica sueca de la exitosa novela 'El abuelo que saltó por la ventana y se largó'. No es que se trate de un película inolvidable pero se deja ver bien y se pasa un buen rato. Pero poco más me ha gustado en los últimos meses, ya digo. 
De ahí que las series americanas e inglesas sean también un buen antídoto, entre otras cosas porque son excelentes. Hay trama, ideas, historias..., todos los ingredientes que faltan a tantas películas. 
En ocasiones prefiero optar por frikadas (tipo trilogía 'Resacon' o 'Noche en el museo', por citar a las de calidad más que aceptable), esas en las que no hay apenas historias, ni trama, ni, en puridad, cine, pero que son tremendamente divertidas (reconozco que soy adicto a ellas). Sabes que no vas a encontrar otra cosa que divertimento y escenas desternillantes. Y eso es lo que busco. Mucho mejor que perder casi dos horas -en ocasiones más- con una película cargada de pretensiones, para encontrarse con más de lo mismo.
Me pasó el pasado sábado con una película denominada 'Juegos sucios' que a pesar de la buena crítica que trae, a mí me pareció más pretenciosa y efectista que otra cosa. Quizá demasiado sucia, pero de un sucio no creíble, no sé..Aguanté hasta el final porque no era excesivamente larga. 
Algo parecido me pasó con la británica 'Circuito cerrado', protagonizada por Eric Bana (el Hector de Troya). Un planteamiento interesante y una fotografía de Londres magnífica, pero algo en ella no funcionó o al menos no logré conectar lo suficiente. Terrorismo y secretos de Estado inconfesables. Sí, algo muy actual pero, en mi opinión, no demasiado bien contado.
Así que las últimas semanas las he dedicado de nuevo a los Western que jamás me defraudan y en ese sentido qué mejor que 'Sin perdón', una película que debería estar -si no lo está ya- en los altares del cine. 

También volví a ver las dos primeras partes de 'Regreso al futuro' (por cierto, ya estamos en el año al que va el Delorian/máquina del tiempo y los coches siguen sin volar y sin que se sepa que haya robotcordones), esa película tan imperfecta en detalles, pero tan deliciosa; una de esas que conforma el cine de tu vida.   
Y por supuesto toca ver en estos días la inolvidable 'Atrapado en el tiempo'.

02 noviembre 2014

ESCENAS INOLVIDABLES DE CINE: EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (ITALIA, 1966)

Qué mejor escena para inaugurar esta sección que la que narro: 

Pertenece  a la película 'El bueno, el feo y el malo'. 
La acción transcurre en un cementerio en el que confluyen los tres protagonistas: Eli Wallach -el feo-, Lee Van Cleef -el malo- y Clint Eastwood -el bueno-, para buscar el oro, enterrado en una tumba y que, a la postre, es el principal móvil de la película. También será el escenario del duelo final. 
Se amplía la imagen y se ve al 'feo', a Eli Wallach, -que recientemente ha fallecido a los noventa y ocho años de edad- corriendo despavorido de tumba en tumba, buscando la que falsamente le ha indicado el bueno -Clint Eastwood-. Y todo bajo -en mi opinión- la mejor parte de la banda sonora de Ennio Morricone, un adelantado a su tiempo; la música y escena que suele utilizar Metallica como 'intro' en sus conciertos. Es algo realmente impresionante. Una de las grandezas de esta película, que nació cómo de bajo presupuesto, una típico Spaguetti-Western italiano, para ir erigiéndose con el tiempo en una de las mejores películas del género, a pesar de que, ni de lejos, es el que más me gusta ni -en mi opinión-, la mejor. Siempre preferiré las dirigidas por John Ford o Howard Hawks, por muchos motivos. 
No obstante, ahí queda esa memorable escena, que la sitúo entre las mejores del género e, incluso, del cine y que, además, tanta relación tiene con España, con la provincia de Almería, en concreto: 

La escena de la película: 



Comienzo de concierto de Metallica en el Teatro Romano de Nimes:


28 septiembre 2014

CINE: A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS (USA, 2013)


Una nueva película de los Hermanos Coen siempre es una buena noticia. Otra cosa muy distinta es que estos enormes cineasta -guionistas, directores, productores..-, de talento repartido, acierten siempre. Aunque en justicia hay que decir que un 'Fargo' y un 'El gran Lebowski' no sale todos los años, ni tan siquiera cada cinco años. Pero siempre hacen películas especiales, muy originales en cuanto al guión, dirección y temática elegida. 

Disfruté mucho con la anterior, el remake de 'Valor de ley' de igual título, hasta el punto de inclinarme más por el remake que por la original. En ese sentido algo tuvo que ver que el protagonista fuera uno de mis actores predilectos: Jeff Bridges; igualmente me cautivó la anterior a ésta: 'Quemar después de leer', pero siempre me quedaré con una de mis películas predilectas, tanto de los Coen como del cine en general: 'El gran Lebowski'. Pero aún no me he atrevido a ver 'Crueldad intolerable', que según dicen, es una de las cagadas de los hermanos. 
Esta última: 'A propósito de Llewyn Davis', también se apunta al grupo de películas interesantes de los hermanos de Minnesota, o al menos a mí me lo parece. 
Desigual en su ritmo, es una película con momentos muy brillantes y contada como 'road movie', siendo la canción folk norteamericana la que sirva de tapiz; una canción, que bien podría compararse con la canción de cantautor en nuestro contexto cultural español. Una película sobre perdedores que intentan sobrevivir en un mundo musical despiadado a principios de los años 60. 
Proverbial la actuación de su protagonista, el guatamalteco Oscar Isaac, actor que a mi me gustó -y así lo manifesté en su día- en 'Ágora', el filme de Amenábar. Un actor no demasiado conocido ni demasiado llamado a interpretar papeles importantes -tal vez por su origen, no lo sé-, pero que actual con mucha convicción. Los Coen, que es gente de cine con olfato, no han dudado en llamarle para contar la historia de un músico de canción folk, ya que en la vida real, Isaac, es también músico y, lógicamente, eso evita el engorro de actuar en 'playback', que es algo que por bien que se haga siempre resulta algo artificioso (que se lo digan a Penélope -perdón, Pen-, Cruz imitando cantar con la voz de la granadina Estrella Morente en 'Volver', de Almodovar). 
En fin. Comentaba sobre la última película de los Coen que contaba con un ritmo desigual. O al menos, a mí me lo ha parecido. Proverbial en su primera media hora, pierde algo de interés posteriormente, para volver a interesar hacia el final. Pero es tan sólo una apreciación personal. No obstante esa apreciación, nada le quita mérito a esta buena película en la que los gatos -ya lo verán- tienen bastante protagonismo. Que no sólo el escrito Murakami está obsesionado con estos felinos.
Por tanto, si os convence el cine de los Coen, no podéis perderos su última película.  

14 septiembre 2014

CINE: CRÓNICAS DIPLOMÁTICAS (FR, 2013)


Esta comedia política francesa navega muy bien por la pantalla siguiendo las máximas de Heráclito. Ese podría ser un digno resumen de esta excelente comedia de casi dos horas. Inteligente y tratada con fino humor, su director,  el francés Bertrand Tavernier, dirige una muy completa película en clave crítica y ácido humor sobre la alta clase política francesa de la mano de un Ministro de Exteriores, cargo fundamental en la política francesa dada la presencia de Francia en el antiguo mundo colonial. Una crítica ácida que también es extrapolable a cualquier alta clase política de los países poderosos del primer mundo, tan divididos en mantener su poder, sus colonias y sus chanchullos a la vez que de aparentar ser los guardianes de la paz mundial. 

Me ha gustado esta película porque es ocurrente, inteligente, irónica y desenvuelta. Alejada de topismos propios de películas de este tipo, también es desenfadada. Contemplándola uno puede imaginarse en clave de humor las venturosos castillos de naipes que han de llevar a cabo los caóticos gabinetes de los ministros, en este caso del Ministro de Exteriores francés. 
Cuando uno se enfrenta a una película francesa, le pueda pasar de todo. Desde que se trate de una película muy retroalimentada y encantada de haberse conocido así misma, hasta encontrar un pequeño tesoro o algo muy original que no haya visto nunca. Eso es lo que tiene el cine francés: enorme cine -del que disfruto enormemente- pero al mismo tiempo cargado de esa especie de chauvinismo que caracteriza a los vecinos del norte. Pero quizá también en esa dualidad radique su genio, su calidad. 
De ahí que cuando en la tarde del domingo me acomodé en mi salón una vez bajadas las persianas y corridas las cortinas, no sabía con qué tipo de película me iba a encontrar. Tan sólo contaba con lo que me había contado, Juan Carlos, un compañero de trabajo y amigo con el suelo coincidir en gustos cinematográficos. Lógicamente, eso me infundió confianza. 
Así que a medida que iban pasando los fotogramas, me percaté que me encontraba ante una excelente película cuyo argumento giraba en torno a las peripecias del ministro y su gabinete, tirando del hilo argumental el protagonista encargado del lenguaje en los discursos. Un tipo que jamás parece acertar, no porque no ponga empeño y saber, sino porque es imposible acertar con la visión de la política que tiene el peculiar ministro, algo que ya saben los veteranos y veteranas del gabinete. Como trasfondo, como antes decía, las máximas peculiares del filósofo presocrático griego Heráclito. 
Un ministro que no lee lo que le escriben, a lo sumo la primera línea, en la que espera encontrar una interpretación de una máxima de su filósofo favorito. Si no es así, ese discurso se inutiliza rápidamente. 
Mucho disfrute, por tanto, en esta comedia francesa, de la que no hay que perder comba en cuanto a sus diálogos y situaciones. Muy aconsejable, desde mi punto de vista, claro. 

11 septiembre 2014

CINE: 'LA VIDA INESPERADA' (ESP, 2014)

Había escrito en el margen derecho unas breves palabras en la sección dedicada al cine 'Me gustó...', pero tenía interés en alargar unas cuantas palabras más sobre ella. Más que nada porque me ha parecido una película interesante a la par que incierta. Es como si algo fallara en ella y que de no haber fallado, la podría haber convertido en una película mucho mayor. 
No soy experto en cine -sólo opino sobre lo qué me parece la película que veo-, pero, ya digo, la sensación que tienes cuando acabas de verla es como si algo hubiera fallado en ella. Tal vez la dirección, tal vez el guión, no lo sé...Porque lo que me queda totalmente claro es que no ha fallado el descomunal esfuerzo interpretativo de su protagonista principal, el bueno de Javier Cámara que como le ocurre al buen vino, con los años va avanzando enteros en este difícil mundo de la interpretación. Excelente actor para la comedia y excelente actor para el drama. También ha estado a buen nivel el trabajo del coprotagonista, el más joven y menos experimentado Raúl Arévalo, un actor muy dotado también para la comedia, como ya ha demostrado en varias películas, destacando por encima de todos su papel en la magnífica 'Primos', de Daniel Sánchez Arévalo.
El guión de Elvira Lindo, sobre el papel es muy interesante porque ha sabido atrapar bien el espíritu de la ciudad de New York, gracias a sus largas temporadas pasadas allí junto a su pareja, el escritor Muñoz Molina. En ese sentido, hubo momentos en la película en los cuales contemplé cierto paralelismo con lo que nos cuenta el escritor ubetense en el magnífico libro de viajes 'Ventanas de Manhattan'. De hecho, los créditos iniciales de la película se acompañan de imágenes de ventanas de edificios neoyorkinos, siempre ausentes de cortinas, que es algo a lo que se alude en el transcurso de la película como podrá comprobar el espectador. Decía que el guión es interesante: vida precaria de españoles en la Gran Manzana persiguiendo sueños que son muy duros de conseguir.  Y es también excelente la ambientación y la fotografía. Luego, es bastante probable que la dirección de Jorge Torregrossa no haya logrado conectarnos con el film. A excepción de los últimos veinte minutos finales -los más intenso e interesantes-, donde se trasluce de manera clara lo que pretende contarnos. Los ochenta minutos anteriores, aunque divertidos, se debaten entre la comedia y ese a punto de concluir en algo pero que no llega a concluir. 
Consideré como hipótesis bastante aceptable, una vez vista la peli, que se consigue transmitir lo que se quiere transmitir gracias al descomunal esfuerzo interpretativo de Javier Cámara, pero no tanto a la mano de la dirección. Pero, claro, es tan sólo una sensación, más que una opinión. 
De todas formas, es una película que gusta ver (no diré que sea una película que guste volver a ver, que de ésas no hay demasiadas) porque nos divierte y nos introduce en una ciudad como si se tratara de una visita que nos mostrara una persona observadora y cualificada, y en se sentido se aprecia muy mucho la mano de Elvira Lindo, la guionista. De hecho, para hacer creíble que estamos en Nueva York -como estamos- ha sido muy acertada la introducción de dos desconocidas actrices norteamericanas y no cuesta nada leer la traducción en pantalla para quienes, como yo, pillamos pocas palabras del idioma de Shakespeare.         

26 junio 2014

CINE: LA LADRONA DE LIBROS (USA, 2013)

'La ladrona de libros', es un exitoso best-seller de un joven escritor australiano, que con tan sólo un par de novelas se ha dado a conocer a nivel mundial. Y como no podía ser de otra manera, todo best-seller conlleva su correlativa película, que suele ser por regla general una superproducción. 
No he leído el libro ni creo que lo haga. No por nada, sencillamente, este tipo de literatura no está hecha para mí. Si a lo largo de nuestras vidas no nos dará tiempo a leer todo los que nos gustaría, ¿para qué perder el tiempo leyendo libros que a priori sabemos no nos van a interesar? Algo similar ocurre con el cine. Si por lo general, necesitamos un par de horas para ver una peli -ésta dura dos horas y diez minutos-, ¿no sería sensato seleccionar lo que queremos ver?
Sin embargo, con el cine me ocurre algo que no me ocurre con la literatura. Con ésta soy mucho más estricto, pero con el cine no tanto. De hecho, en ocasiones elijo conscientemente frikadas con las que me divierto de forma impagable (sin ir más lejos hace unos días volví a ver una de ellas, quizá, una de las más clásicas: 'Agárralo cómo puedas'. Y volví a divertirme). Es más, casi siempre prefiero ver este tipo de películas que otras con pretensiones y mensaje.
¿Y qué tiene que ver todo eso con 'La ladrona de libros'? Poco o mucho. Según se mire. No se trata de una película desechable. Es más, está bien ejecutada, a pesar de que parezca que ya la hemos visto. De nuevo temática nazi como trasfondo y mucha lágrima fácil (para quien la tenga, claro está). Una excelente fotografía y una buena BSO a cargo del proteico Jhon Williams. ¿Poco más? Sí, poco más. En mi opinión. Amistad, amor, drama, algo de libros -mucho menos de lo que consideré al principio-. 
En un estilo similar, aunque no igual, prefiero 'El niño del pijama de rayas', por poner un ejemplo cercano en tiempo y en temática. No obstante, 'La ladrona..' se deja ver bien, está repleta de enormes interpretaciones con los talentosos Geoffrey Rush y Emili Watson a la cabeza y la prometedora adolescente Sophie Nélisse, protagonista.
No obstante, hay un algo soso o no conseguido en la peli que no llega a funcionar. No sabría decir qué es, pero cuando terminas de verla lo aprecias.
Por tanto, película para pasar un buen rato, pero sin más pretensiones que ésas. En mi opinión, claro.  

06 mayo 2014

CINE: DIAMANTES NEGROS (ESP-PORT, 2013)

En este pasado fin de semana, cinéfilo por excelencia, dediqué algo más de hora y media para ver 'Diamantes negros', la última película escrita y dirigida por Miguel Alcantud -me defraudó comprobar que había dirigido 'Águila roja', pero de algo hay que comer-. Una película-denuncia, un drama social apegado a la realidad. 
Ver 'Diamantes negros' te toca la fibra sensible; te hace ver que existe un inframundo que no percibes porque no lo conoces y que te gustaría gritar a los cuatro vientos. Sobre todo si sabes o intuyes cómo se cuecen las cosas en el fútbol español y europeo. 
De ahí que esta película-denuncia sea tan necesaria y acertada. Quiso la casualidad que viera esta película el mismo día en el que 'El follonero', Jordi Évole, emitiera su programa-denuncia sobre cómo se cuecen los negocios sucios y negros en el fútbol español y observas que lo que intuías o habías escuchado o leído por alguna parte de pronto se materializa.Los negocios son una cosa y las personas son otra. Pero ocurre que en este oscuro y laberíntico mundo de la corrupción que se mueve más allá del terreno de juego no parece haber distinción.
Un buen amigo que conoce a personas que se mueven en este proceloso mundo de los representantes y ojeadores, me había comentado el tremendo negocio y tráfico de niños de África y de otros continentes desfavorecidos. Y me había contado también la ingente cantidad de dinero negro que se mueve, así como la cantidad de rapiña alrededor de este negocio, pero como no conoces de primera mano este cerrado mundo no llegas a imaginarte mucho. Por eso haber visto 'Diamantes negros' me ha abierto los ojos, aunque tan sólo sea a través de una película de poco más de hora y media de duración. 
Una película muy gráfica y bien elaborada que expone sin barroquismos el deambular de dos chavales de Malí, talentosos con los pies pero caídos en manos de la peor rapiña, muy bien interpretada esa rapiña tanto por Guillermo Toledo como por Carlos Bardem. 
Se calcula que hay más de 20.000 niños africanos dispersos por las calles de Europa, dejados de la mano de Dios, rotos sus sueños y los de su familia. Cuesta imaginar lo que supone para una familia de Mali o de Tanzania o de Uganda dar todo su dinero pasado, presente y futuro para que uno de sus miembros intente sacarlos de su miseria para que al final sean muy pocos lo que lo consigan. Entre otras cosas, porque la mayoría llega a Europa -muchos a España- con la cabeza llena de sueños irrealizables. Le hacen ver que serán las próximas estrellas africanas de Europa cuando la realidad es que se trata de chavales que ni tan siquiera han llegado a jugar en equipos de élite de su tierra natal, entre otras cosas, porque no tienen más de dieciséis años.
Curiosamente las normas de la propia FIFA prohíbe el tráfico de los futbolistas menores de edad si no viajan para ser probados dentro del círculo familiar, pero evitar ese 'pequeño' trámite es fácil para la rapiña que se mueve en torno al mundo del fútbol: basta con falsificar fechas de nacimiento e incluso nombres. Total, ¿quién distingue a un negro de otro?, se preguntan jocosamente entre ellos.
Vista la película, no pude evitar pensar en ciertos dirigentes que se afanan siempre en probar chavales africanos en los equipos que controlan. Sus caretos no engaña. 
Por tanto, bien por Alcantud y bien por Évole por llevar a cabo este tipo de denuncias que, contribuirán, en un plazo medio y largo a erradicar este tipo de cosas, las cuales cuentan siempre con la benevolencia callada de altos mandatarios del oscuro mundo del fútbol, que son siempre los que se llevan la mayor parte del pastel si, al final, el chaval se convierte en una versión negra de Messi.     

14 abril 2014

EL HOBBIT: LA DESOLACIÓN DE SMAUG (USA, 2013)

El Hobbit: La desolación de Smaug
De cómo se las ha arreglado Peter Jackson para dirigir tres películas de más de dos horas de un libro breve no es tarea fácil de entender, a no ser que no obviemos que en sus películas existe un intencionado estiramiento visual y épico -delicioso, hay que decir-. Podría tratarse de una explicación sencilla, pero no lo es si nos sentamos como es debido a disfrutar cada milímetro de fotograma de sus películas. 

Pero también ha de quedar claro que cuando vemos las películas tolkianas de Jackson, nos introducimos completamente en el universo tolkiano porque -y lo he escrito ya en bastantes ocasiones- pocos directores de cine podrían entender mejor este universo que el director neozelandés. 
Dicho esto, he de decir que he vuelto a disfrutar como un enano de las montañas de esta segunda entrega de El Hobbit. Podrá ser más brillante o menos que la saga anillesca -aunque creo que están en similar línea-, pero está claro que seguimos sumergidos en el mismo espíritu de la Tierra Media. Y con eso basta. 
'La desolación de Smaug', me ha parecido de mayor belleza visual que 'Un viaje inesperado', así como más cercana al universo de la trilogía de los Anillos. También ha servido para dar cohesión argumental al 'El Señor de los Anillos', que como sabemos es posterior a 'El Hobbit' dentro de la producción literaria fantástica de J.R.R. Tolkien. Pero no ha ocurrido así cuando se ha llevado al cine. Los motivos los desconocemos, como desconocemos el intrincado mundo de la industria del cine de Hollywood. Probablemente, no se trate más que de una casualidad o, tal vez, de planteamientos de tipo comercial.
Fuere lo que fuere, lo que importa es que ya podemos disfrutarlo casi todo, a pesar de que habrá que esperar hasta finales de año para vez la tercera y definitiva entrega del libro más emblemático del escrito británico.
Me sigo preguntando si alguien se atreverá llevar al cine 'El Silmarillion', que es el origen de todo, como nunca se cansó de repetir Tolkien por mucho que casi nadie pareciera escucharle; de hecho el autor jamás pudo ver esa obra publicada (lo hizo su hijo Christopher, una vez fallecido su padre), después de dedicarse toda su vida a escribirla, pero sobre todo a reescribirla. Apuesto a que no.   

07 abril 2014

CINE: EL MAYORDOMO (USA, 2013)

No negaré que he disfrutado con esta película basada en hechos reales (si es que la ficción pudiera emular a la realidad; o al revés). Esperaba menos de ella. Es más, cuando comprobé su larga duración pensé en postergarla, básicamente porque cuando la elegimos para verla -el sábado- acostumbramos a ver varias películas, o bien, películas-series; o viceversa y una película larga puede dar al traste con lo que pretendes ver a continuación. Pero tan buen sabor de boca quedé con esta película que para nada se me hizo larga y dio lugar para seguir viendo la formidable serie 'The Killing'.
El mayordomo más famoso de los últimos tiempos -aunque para mí siempre será el primero Stevens, el perfecto mayordomo genialmente interpretado por Anthony Hopkins, en 'Lo que queda del día'-, no hubiera sido tal si no es por el espectacular homenaje que le brinda el director y guionista Lee Daniels. Y gracias a ese acertado homenaje, hemos podido percatarnos con más cercanía de la intrahistoria estadounidense a lo largo de treinta y cuatro vitales años de la historia de este 'gran país'. Un mayordomo que en la vida real sirvió a ocho presidentes, si bien tan sólo tendremos ocasión de ver la interpretación de cinco de ellos (Eisenhower, interpretado por Robin Williams; Kennedy, interpretado por James Marsden; Johnson, interpretado por Liev Schreiber; Nixon, interpretado por John Cusack y Reagan, interpretado por Alan Rickman -el de parecido más creíble-). Pero no se agota ahí el fenomenal elenco de actores conocidos o de actores-músicos conocidos, como es el caso del también 'mayordomo', Lenny Kravitz, muy frecuente últimamente en el cine o la esporádica aparición de Maríah Carey. Por no citar la sorprendente interpretación de la presentadora-estrella norteamericana Opra Winfrey en el difícil papel de esposa del mayordomo, de cuya interpretación se han encargado el ya veterano y acreditado actor negro Forest Whitaker, que tanto nos gustó en la película de 2006 'El último rey de Escocia'. Pero hay muchos más actores y actrices conocidos. En realidad, la producción no ha regateado en cuanto a la valía y nombre de los interpretes para llevar a cabo una película que quedará mucho tiempo en la retina de quien decida verla. 
Una película que, además, posee una pedagogía más que aceptable sobre el transcurrir de la historia dramática de la población negra en Estados Unidos, desde que inician su peculiar lucha por la igualdad en los años cincuenta. Asistimos al asesinato de Martin Luther King y al de Kennedy, y aunque ambos fueran cometidos de forma vil y, probablemente, por causas bien distintas, no son tan desiguales los personajes históricos en cuanto a su lucha a favor de los seres humanos, obviando los matices del color de la piel. Todo eso está perfectamente retratado en la historia de este peculiar mayordomo, que lo único que busca es un lugar entre los blancos para poder sacar adelante a su familia y alejarse de todas esas penurias y momentos dramáticos que hubo de pasar en su infancia y juventud en una plantación de algodón. Un negro que es bien tratado por los blancos, entre otras cosas, porque jamás se sale de su guión de negro; otra cosa muy distinta hubiera sido haber ejercido de negro reivindicativo desde el principio de su carrera de mayordomo en la Casa Blanca, dicotomía ésta que se expresa muy bien a través del pensamiento de su hijo mayor. 
Me quedo con ganas de seguir escribiendo sobre esta estupenda película, pero no mea arriesgaré a 'espolear' ese rico argumento que nos ofrece esta película. Tan sólo una cosa: no dudéis en verla y podréis sacar vuestras propias conclusiones que, con independencia de las que sean, en ningún momento llegaréis al aburrimiento a lo largo de sus dos horas largas de metraje.

26 marzo 2014

CINE: PRISIONEROS (USA, 2013)

Prisioneros
'Prisioneros' es una película muy talentosa. Probablemente no atisbe un asunto original o no tratado ya en el cine, pero a estas alturas ya prácticamente todo está tratado. Lo importante es cómo se trate, cómo se cuente. Y en ese aspecto, la película de canadiense Denis Villeneuve es destacada.

'Prisioneros' cuenta con una atmósfera bastante claustrofóbica, algo que en gran parte es mérito de la excelente fotografía de Roger Deakins, por la que obtenido una nominación en los últimos Oscars.
Pero también ayuda la sordidez con la que el director nos ha querido mostrar el desarrollo del film, en el que no hay lugar a un sólo segundo de dicha o placidez desde que se desarrolla la trama central que el espectador verá casi al principio. 
Y a partir de ahí, los casi ciento cincuenta minutos de película se nos pasarán rápido sin ni tan siquiera atrevernos a irnos a poner una bolsa de palomitas en el microondas o abrir una Alhambra especial.
Porque, en realidad, se trata de una de esas películas en la que todo el mundo que la integra tiene fe en ella. Y eso se aprecia claramente en las soberbias y creíbles interpretaciones tanto de las figuras estelares -Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, un actor que particularmente sigo-, como en la de los secundarios.
En realidad un trhiller dramático no tiene por qué hacer concesiones a la felicidad y a la dicha del espectador. Al menos, un trhiller que se precie. De hecho, hemos visto películas de este género que nos han producido cierta risa o aburrimiento, que ambas cosas son igualmente nocivas para este género. Por tanto, si eso ocurre no estamos ante un buen trhiller. De estarlo, tendríamos que sentir ciertas nauseas, ansiedad, conmoción, angustia...Y esta película consigue todo eso, a pesar de su largo metraje.
Deberíais verla pronto si no lo habéis hecho ya.  

16 marzo 2014

CINE: RUSH (USA, 2013)

No tengo ninguna duda: 'Rush', es una de la mejores películas que he visto últimamente. Conocía del buen hacer de Ron Howard en otras películas como 'Apolo XIII', 'Cocoon' o 'Una mente maravillosa', por citar tan sólo tres destacadas de su amplia filmografía y por eso sabía que no me iba a decepcionar, a pesar de que todo su cine no está en el mejor nivel de calidad. En mi opinión, tiene altibajos, porque depende mucho del presupuesto, del guión, de la producción, de las interpretaciones...Muchos factores que siempre juegan a favor o en contra de un director por brillante que éste sea. 
En ésta, su última película, era necesario un oficio contrastado en la dirección del dúo de actores que protagonizan de manera casi exclusiva la película, así como no romper la emoción de la larga historia que enfrentó en el ámbito deportivo y, en ocasiones, personal, a dos de los pilotos de Fórmula 1 más destacados de los setenta, el británico James Hunt y el austriaco Niki Lauda. Dos formas totalmente antagónicas de entender el deporte y la vida. 
Es una película que entretiene y emociona y que ayuda a entender el mundo de las carreras de coches en su nivel elitista. Reconozco que dudé de la interpetación del 'Thor' Chris Hemsworth, pero finalmente me convenció, en un papel para el que parece haber nacido. Sin embargo, no tenía duda alguna en cuanto a la puesta en escena del germano-español Daniel Brühl, un actor muy dotado para la interpretación que a mí jamás me decepciona, desde que lo vi por primera vez interpretar el difícil papel de Alex en la magnífica '¿Good by', Lenin! Posteriormente lo vi en 'Salvador Antich', 'Eva', 'Siete días en La Habana', 'Los Pelayos'  y hace unas semanas en 'El quinto poder'. En todas, me ha parecido que raya a gran altura. Además, se da la circunstancia que al dominar bien el español, al ser su madre española, siempre es llamado para interpretar películas nuestras, a pesar de que su caché está ya más cerca de Hollywood que del cine patrio. 
En cuanto a 'Rush", he de decir que Daniel Brühl nos hace conocer una excelente versión de Niki Lauda. Sabíamos que este piloto siempre había destacado por su educación, generosidad, prudencia y voluntad, pero en manos de este actor es más palpable. Además, la épica del fílm nos ayuda a entender mucho mejor la psicología de los grandes campeones, así como la concepción que tienen de la vida y del deporte. Un Hunt que en la vida real -y, lógicamente, en la película- quiso vivir rápido y sin demasiada prudencia y que por eso murió joven (aunque no curiosamente en la pista, a pesar de su temeridad); y un Niki Lauda que en la vida real -y, también en la película- supo compaginar el deporte de alto riesgo con una vida ordenada y que a pesar de estar muy cerca de la muerte en el accidente en la ciudad alemana de Nürburgring, como el 'Ave Fénix', resurgió de sus cenizas y siguió compitiendo en la élite hasta 1985. Lo curioso es que fue muy prudente en la pista y ésta casi se lo lleva. Son las paradojas del deporte y de la vida.
Una película que hay que ver y que mereció mejor suerte en los últimos Oscar. En mi desacreditada opinión.

04 marzo 2014

CINE: LINCOLN (USA, 2012)

LincolnA mucha gente esta película fiasco de los Oscar de 2012 -obtuvo el mayor número de nominaciones- , le resultó un peñazo, pero nunca me dejé guiar por esa apreciación genérica. En primer lugar, porque jamás nada de lo que ha producido o dirigido Spielberg me ha resultado indiferente; en segundo lugar, porque la temática me interesaba. Y sabía que el enfoque me iba a interesar sobremanera. 
La he visto más de un año después de su estreno en España, cuando ya se ha hablado mucho de ella -negativamente, por lo general- lo cual supone un riesgo, toda vez que quieras o no eso te condiciona. Pero a mi no me ha condicionado y la he disfrutado como si estuviera recién estrenada y nadie hubiera hablado aún de ella. 
El pasado sábado me sumergí en sus casi dos horas y media de metraje y disfruté cada minuto y cada segundo. La repetitividad en torno a la enmienda constitucional que permitiera abolir la esclavitud podrá parecer para muchos un tanto insufrible, pero desde el principio capté que el objeto de esa repetitividad no fue otra que intentar mostrar con la mayor objetividad posible el difícil camino que hubo de seguir la propuesta y los hombres que la apoyaron. Una propuesta que resultó decisiva para el devenir de esa nación líder que es Estados Unidos y que sirvió para establecer los principios de una nación moderna, desmarcándose de esa manera de la esencia de su origen. En torno a esa enmienda gira la película y no tanto en glosar la vida y milagros de un personaje ya suficientemente retratado en el cine y en la literatura.
Además, es una de las pocas películas en la que se puede disfrutar la alta política, el buen hacer de los ideales nobles, que es algo que hoy está ya prácticamente perdido y conviene recordar.
Por su parte, se trataba de conocer de primera mano, dada su vasta documentación, los desvelos del presidente norteamericano dieciseisavo, quizá el más conocido y apreciado en toda la historia de este país. Un hombre singular que gracias a su intuición, arrojo y principios supo poner las bases de lo que hoy conocemos como democracia y que con sus luces y sombras logró erradicar algo que a día de hoy podrá parecer ridículo, -la esclavitud- pero que a finales del siglo XIX era comúnmente aceptada por mucha gente en aquel país.
La bien plasmada lucha de esos hombres y todo el juego de maniobras políticas, las lealtades y deslealtades, en mi opinión, hacen de esta película un clásico, añadiendo a todo ello, las enormes interpretaciones -proverbial Daniel-Day Lewis-, la generosa dirección artística, la conseguida ambientación y fotografía y, cómo no, la banda sonora de John Williams. 
Ya digo, en mi opinión, una película enorme que ya integro entre mis predilectas del género y que mereció mejor suerte en los Oscar de 2012.  

25 febrero 2014

CINE: GRAVITY (USA, 2013)

Gravity
No pensaba que lo diría antes de verla, pero he de ser sincero como lo soy con el resto de las películas que voy viendo: Gravity me ha parecido totalmente decepcionante. Una vez superada la primera impresión de las majestuosas vistas de la madre tierra desde el espacio, todo lo demás me ha parecido aburrido. Poco que contar en noventa minutos cortos de película que tiene su razón de ser en el impacto visual. He de decir que aunque no la he visto en 3D, la he visto en HD-BD en casa, en una pantalla FULL HD de Sony de 52 pulgadas y un buen equipo -Yamaha- de cine en casa. Y sí, el disfrute visual -ya digo- ha sido excepcional, pero nada más aparte de eso ha llamado mi atención en cuanto a la historia que pretende contar.

Y tras la desaparición de escena de George Clooney, que es un actor con buenos registros interpretativos, todo ha ido a peor, porque no ha habido más remedio que enfrentarse a las torticeras e inexpresivas dotes interpretativas de Sandra Bullock, en mi opinión, una de las peores actrices de Hollywood (premios en ese sentido ha tenido). Por suerte no fui al cine. 
Imagen perfecta, sonido perfecto, pero más de lo mismo. Nada que no nos pudiera ofrecer con maestría cualquiera de las míticas películas del género ficción-espacio. Mejor hubiera sido que el bueno de Alfonso Cuarón hubiera hecho una documental estilo 'Tierra'.
Porque contar cómo una científica, sin habilidades de astronauta, se las ingenia para llegar hasta la tierra, saltando de una estación USA a otra de la antigua URSS y, después a otra China (en la que sólo se escuchan por radio aullidos de perro y llantos de bebé), no es contar apenas nada, aparte de los consabidos efectos especiales.
Por tanto, al margen de la visualidad y el sonido, ya digo, para olvidar. Sólo espero que los Oscar no sean generosos con ella. Aunque como documental, sí que podría haber triunfado en la gala.     

20 febrero 2014

CINE: LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA (ESP, 2013)

La gran familia españolaAcabo de ver la comedia española que más expectación consiguió el año pasado, destinada también a arrasar en los Goya de este año, cosa que no ha hecho. Es más, no sólo que no ha arrasado sino que tan sólo ha obtenido el Goya a la mejor canción original y a la mejor interpretación masculina de reparto -muy merecido, por cierto-, en la persona de Roberto Álamo. 
De todas formas, lo que ocurra en los Goya es algo que nunca me ha interesado mucho. Quizá demasiados intereses de todo tipo a la hora de nominar y premiar películas. Lo importante es que el espectador disfrute con la película que ha visto, que es el fin último y lo que pretendo reflejar con estas entradas de cine que escribo más o menos de manera habitual.
Decir previamente que me gustaron los tres largometrajes anteriores de Daniel Sánchez Arévalo ('AzulOscuroCasiNegro' -2006-, 'Gordos' -2009- y 'Primos' -2011-). Pero la que más, con diferencia, 'Primos', una comedia que encarna muchas cosas buenas del ser humano que, además, es nostálgica, cercana y entretenida (aquí ya escribí sobre ella). Dicho ésto, no puedo afirmar que 'La gran familia española' sea demasiado inferior a las otras tres. En ella se aprecia el peculiar estilo del buen director madrileño tanto en el guión como en la dirección, así como los exclusivos momentos que identifican su cine. Es una película que se disfruta en general, pero que también tiene momentos bajos para, al final, resolverse de manera brillante.
En mi opinión, esta película tiene bajones por el pírrico nivel de algunos de su actores y actrices. Hay demasiada diferencia de calidad interpretativa. No diré que algunas interpretaciones estropeen el conjunto, pero casi.
Las actuaciones portentosas de Antonio de la Torre o de Roberto Álamo, se ven claramente ensombrecidas por las de Arantxa Martí o Verónica Echegui y eso lastra, en general. Por suerte, el buen Quim Gutierrez, con mucho oficio ya, mejora bastante el resultado final con su casi unívoca interpretación en el desenlace.
Sin embargo, la película no se escapa de las manos porque hay una historia, que está bien contada. Y no se escapa tampoco porque está bien resuelta la complejidad de cada uno de los personajes, estableciéndose un completo análisis de los importantes, sin que exista pérdida o confusión, que es una técnica difícil de conseguir tanto en cine como en narrativa. 
La película cuenta con una excelente fotografía y un excelente sonido y buena banda sonora, pero mejoraría mucho que algunos de los actores y actrices más jóvenes vocalizaran mejor. No es que hablen sólo como si tuvieran un chicle en la boca sino que hablan como si estuvieran almorzando en el Macdonald's.  Eso hace mucho daño al cine español, ya que hay una enorme diferencia entre éstos actores más jóvenes y los más maduros -que vienen del mundo del teatro en su gran mayoría- a la hora de vocalizar, pronunciar las palabras y hacerse entendibles. 
No obstante, valoro en líneas generales, bastante bien esta película aunque jamás la pondría en el mismo pedestal que sitúo a 'AzulOscuroCasiNegro'  'Gordos', y sobre todo a 'Primos'.   

02 febrero 2014

PHILIP SEYMOUR HOFFMAN: MUERTE DE UN ACTOR DE RAZA.

Philip Seymor Hoffman, interpretando al padre Flynn
en 'La duda"
Me entero a través del blog hermano de mi amigo Jesús Lens que ha muerto Philip Seymuor Hoffman. Ha sido un mazazo tremendo. Una muerte sentida como si fuere la de un amigo. 
A mi me gustaba cómo interpretaba este tipo. La primera que le vi interpretar un papel protagonista -es probable que el primero importante que hizo- fue en la excelente 'Truman Capote" - por la que obtuvo el Osca el mejor actor- y después en 'Antes que el diablo sepas que has muerto', 'La duda', (de la que hice un comentario hace poco aquí), 'Radio encubierta', 'The Master' y tantas otras. Era un actor muy talentoso y camaleónico. Y gracias la enorme cantidad de registros que tenía, cada vez era más demandado en Hollywood para papeles importantes, a pesar de su, aún,  juventud.
Ha muerto joven, porque seguramente ha vivido muy rápido. Tanto como su meteórica carrera.
El año pasado intentó desligarse de su adicción a la heroína, pero al parecer ha sido demasiado tarde. 
Lo lamentable de la muerte de este tipo de actores de raza -al margen del drama humano que siempre representa una muerte- es que con ella desaparece la posibilidad de verles en futuros papeles cada vez más complejos y brillantes y, por lo tanto, no poder disfrutar de futuras extraordinarias películas magistralmente interpretadas. Pero así es la genialidad: efímera.   

12 enero 2014

CINE: LA DUDA (USA, 2008)

'La Duda' es una película que va camino de tener seis años, pero a mí me parece tan genial como el primer día. Una de esas películas que cuentan con todos los ingredientes para integrarla dentro del gran cine: guión, dirección, interpretaciones, fotografía, diálogos, temática, ambiente...En mi opinión lo tiene prácticamente todo. Cuando la vi por primera vez el año de su estreno comprendí que estaba ante un futuro clásico y estuve buscando el BD, hasta que por fin en una generosa oferta lo localicé y adquirí, porque sabía que la fotografía del inglés Roger Deakins en alta definición iba a ser un espectáculo. No me equivoqué. También es excelente en 5.1 DTS.
De 'La Duda' se puede escribir mucho, ya que cada aspecto de la película, tanto los técnicos como los artísticos y literarios, merecen un capítulo aparte. Pero, mucho mejor es referirme al conjunto, a ese estado de gracia en el que nacen muy determinadas películas. Un estado de gracia que pasa por una conjunción tanto de actores como de guionistas o el mismísimo director.
Parte importante de ese mérito en esta película se debe a su director, el norteamericano John  Patrich Shanley, que también es el guionista. De hecho, se ha basado en su propia obra literaria, ganadora de un Pulitzter y de un premio Toni de teatro. De hecho, el mismo nos cuenta que 'La Duda' refleja el ambiente del colegio en el que él estudió en 1964 en la ciudad de New York y que, decidió irse a ese mismo lugar a grabar la película. Por tanto, estamos ante una obra que sin ser biográfica, nace con conocimiento de causa, si bien poco se refirió a si lo que centra la temática del film pudo ser real o no, a pesar de que no es un asunto nuevo, ya que esa 'duda' en la que se centra esta película ha salido a la luz pública y no pocos escándalos ha tenido que tragarse el Vaticano en lo que se refiere a la pederastia y la homosexualidad en el credo.
No obstante, yo diría, que ni tan siquiera ese tema tan crucial es el centro neurálgico de la ´rama aunque, indudablemente, lo parezca. El centro en sí está en esa 'duda' que levita en el ambiente y que crea dos posiciones antagónicas, que son de poder y de ego, dicho sea. Asimismo, refleja dos formas antagónicas de entender la iglesia. El espectador, siempre podrá decantarse por alguna de las partes, que es lo que parece pretender la película en sí. 
En fin, muchos matices que podrían rellenas páginas y páginas y el siempre certero deseo de poder verla repetidamente, pudiendo descubrir siempre más matices, que es algo muy propio de las obras maestras.  

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...