05 marzo 2016

TRES PELÍCULAS, DISTINTAS, PERO INTERESANTES PARA UN FIN DE SEMANA

Mi gran noche
Comenzaré por 'Mi gran noche' (España, 2015), la última de Álex de la Iglesia. Película muy en su línea. Comedia negra, humor negro. De ácida crítica nada velada en clave de humor hacía el mundo de la televisión. En concreto, en este caso, hacia el acartonamiento vanidoso de los programas enlatados de fin de año, pero grabados meses atrás. Cuenta con el elenco más o menos similar de actores que viene utilizando el buen director español: Santiago Segura, Carlos Areces...Aunque también hay una amplia nómina de actores conocidos o menos, como Hugo Silva o Pepón Nieto. No obstante, la novedad principal está en la aparición de el gran Raphael, en el papel de Alphonso, megaestrella del evento en competencia con cantante ñoño del momento, bien interpretado por Mario Casas. 

Decir que se le ven tablas de actor al cantante español más famoso de todos los tiempos -con el permiso de Julio Iglesias-, porque no en vano comenzó su carrera como actor al par que de cantante. 
¿Qué nos vamos a encontrar? Pues una película desternillante, con una calidad media, con buenos golpes y, sobre todo, divertida para verla una noche de viernes, sábado o domingo. 


La verdad
La segunda que reseño es 'Truth' (La verdad) (EE.UU 2015).  Muy distinta a la anterior. Basada en hechos reales plasmados en el libro -en el que se basa- de Mary Mapes, la productora del programa de la CBS, de máxima, 60 minutos, que en 2004 intentó demostrar los movimientos de escaqueo del presidente Bush para librarse de ir a Vietnam. Todo resultó fallido y, al parecer, esos documentos que parecían confirmar ese hecho, es decir, todo el tejemaneje en su época de teniente primero para librarse de la guerra; esos documentos, decía, al parecer se determinaron como falsos y se llevó por delante, no sólo a esta productora famosa y solvente -muy bien interpretada por Cate Blanchett,  sino a uno de los presentadores más honestos y famosos de Estados Unidos, Dan Rather, perfectamente interpretado por Robert Redford. Dos horas de película apasionantes, donde no conviene perderse un detalle. Al final el espectador tendrá que decidir quién llevaba razón, si bien es posible sacar una conclusión: los poderosos, poderosos son. Muy aconsejable esta seria y auténtica película, quizá de lo mejor que se ha hecho en los últimos años sobre investigación periodística. 



La cumbre escarlata
Y, por último, la última que he visto: 'La cumbre escarlata' (EE.UU, 2015), la última dirigida y coescrita por Guillermo del Toro. Un espectacular cuento gótico, que cuenta con todos los elementos para serlo, pero que nos parecerá haberla visto ya. No hay un terror tan a las bravas, como en 'La mujer de negro' por poner un ejemplo gótico cercano, aunque sí hay una historia o al menos la insinuación de ella. 

Desde mi punto de vista a la peli le sobran minutos, pero a pesar de ello no se hace pesada, más que nada porque hay trama. 
Impresionante el atrezzo, los efectos especiales y las localizaciones.     

21 febrero 2016

CINE: LA VISITA (EE.UU, 2015)

La nueva película de Shymalan siempre es un enigma, tanto por la temática como por si nos convencerá o defraudará. Probablemente, siempre buscamos encontrarnos con una película del talento y calidad de 'El sexto sentido' y por eso se le exija tanto al director norteamericano de origen hindú. Aunque conseguir la calidad de esa película del año 1999 no es nada fácil; se podría decir que es la obra maestra del director, ésa que muchos directores dirigen un buen día y, desde entonces, ninguna se le acerca ni en calidad, temática, guión y un largo etcétera. 
Con 'El bosque', 'La joven del agua' o 'El incidente', por referirme a alguna de las más conocidas, nos quedamos un poco cortos de sensaciones. Inicios espectaculares para, poco a poco, ir bajando en interés y calidad. Quizá sea una de las características de este talentoso director: no saber trasladar a toda la película el interés que ofrece ofrece al inicio. De ahí que tuviera particular interés por ver qué pasaba con 'La visita', una película que no viene mal avalada  por la crítica.
¿Y qué me he encontrado? Puedo decir de manera categórica que me ha gustado. Con elementos propios del cineasta (sobre todo esos primeros planos impresionantes, en los que casi siempre aparecen elementos de la naturaleza inquietantes: árboles, valles, campos..), la historia que cuenta es original y no desprovista de escenas con vocación de terror a que nos tiene acostumbrados el director de 'El sexto sentido'. Lo que interesa a M.Night Shymalan no es un terror gótico de raíces victorianas, ni tan siquiera muertos que vuelven a la vida en formas espectrales, a pesar de que ha tratados de ellos en algunas películas. Lo que le interesa es un terror subyacente, aderezado con escenas que convulsionan al espectador al tiempo que convulsionan al protagonista que asiste a ellos. Y el factor sorpresa, que siempre está presente en sus películas.
En 'La visita', se asiste a escenas inquietantes que prosperan gracias a esa impronta única que imprime el director a estas escenas terroríficas y cortas, sin aparente explicación; mezclando lo normal con lo anormal de una manera fluida. 
Reconozco que a lo largo -poco largo- de esta película siempre tuve presente esa decepción que me han producido otras por él dirigidas y escritas, que han ido de más a menos de manera estrepitosa. Por suerte, no ha sido el caso de esta película, a pesar de que hay momentos en que se desinfla un poco, si bien no de manera alarmante.
Por tanto, he de admitir que no me ha defraudado; o al menos, no lo ha hecho como las anteriores suyas, si bien vuelve a estar lejos de 'El sexto sentido'. Es entretenida, con sus momentos de terror, con sus 'repullos', con una historia que parece ir desenredándose. Con sus virtudes y sus defectos, se trata de una película que es aconsejable ver.

16 febrero 2016

GARMIN FORERUNNER 225

He vuelto a Garmin, tras la mala experiencia con Polar. El RC3GPS de la marca finesa, al final no ha cumplido el trabajo encomendado y su vida útil no ha llegado a los dos años y medio, bastante poco para un aparato de estas características. Había opción de arreglarlo, pero por un buen puñado de euros más he optado por evolucionar hacia el Garmin Forerunner 225, uno de los últimos modelos de la marca estadounidense, perteneciente a la misma familia del mítico Forer 315, que tan buenas prestaciones me ofreció.
Como decía, éste está mucho más evolucionado, nada que ver con el 315, si bien se basa en su mismo comportamiento y eficacia sobre todo con relación a los satélites: pantalla redonda, a color y más grande y una serie de innovaciones fundamentales, siendo, quizá, la principal la inclusión del pulsómetro en la muñeca, tal y como se puede apreciar en la fotografía. El mecanismo pertenece a la especializada marca MIO, utilizando dos luces led de color verde, las cuales cumplen la función de ir tomando el pulso en la muñeca, que es una forma tradicional que siempre hemos tenido de tomarlo. 



De esa manera, prescindimos de cinta en el pecho que, aunque no era demasiado farragoso dado el buen material que tenían las últimas generaciones de pulsómetros, sí que era algo farragoso y cierta molestia para el corredor. Es posible que la toma de datos del ritmo cardíaco de las cintas sea más precisa, pero eso es importante en corredores de élite profesionales, pero no tanto para, nosotros, los aficionados; no obstante, he podido acceder a gráficas comparativas entre ambos sistema de toma de datos y no hay apenas diferencia. Las líneas de medición iniciales son un poco divergentes, pero convergen hasta solaparse al poco tiempo de la medición.
Poco más puedo decir de este aparato porque me llegó ayer y aún no he rodado con él. Sin embargo, lo que he visto hasta ahora me convence y su peso, tacto y correa demuestran que es un aparato muy evolucionado. Otro aspecto que hizo aguas en el modelo POLAR que he tenido hasta ahora es el da la carga a través de mini USB. Siempre dio problemas y finalmente acabó siendo su tumba. En Garmin lo han solucionado con un dispositivo de carga tipo pinza, el cual atrapa suavemente el reloj y lo carga con rapidez, conectándolo al ordenador o bien a una toma de corriente con el consiguiente adaptador de red.
Aún no conozco el track, pero todo el mundo comenta que es uno de los más completos del mercado.
En fin, todo parece interesante y así lo atestiguan las rewiew a las que he podido acceder. Ahora tan sólo falta probarlo e ir contando.

14 febrero 2016

CINE: EL DESAFIO (THE WALK) -EEUU, 2015-

Una película dirigida por Zemmeckis siempre es una buena noticia. Además, la historia que se cuenta es de las que podríamos denominar como extraordinaria. Basada en las memorias de Phillippe Petit, el equilibrista francés que en 1974 dejó al mundo helado al atravesar en una cuerda metálica los cuarenta y siete metros que separaban las ya desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York, a punto de inaugurarse.  
Se trata de ese tipo de películas que han de contar a lo largo de dos horas lo que se podría contar en mucho menos tiempo. Se supone que ahí radica el talento del director: acometer todo ese relleno de manera convincente. Y que no aburra. 
A mí esta película me parece fantástica en su tramo final, que coincide con la gesta nuclear del film; es más, he de admitir que esos minutos están llenos de enorme poesía, emoción, mucho vértigo y una fotografía realmente impresionante. Dicho ésto, también he de admitir que todo lo demás me interesa mucho menos, a pesar de que la historia no está mal hilvanada, sin que  se haya de  excluir algunos minutos de aburrimiento. 
Todo ese proceso de transformación de una persona que tiene un sueño no es fácil de contar, ni tan siquiera para un director veterano y consagrado como Zemmeckis. No obstante, no sale mal parado, siendo las interpretaciones medianamente convincentes, pero no rayando a gran altura. No obstante, hay que decir que el papel protagonista le va como anillo al dedo a Josep Gordon-Levitt, que me gustó mucho en la buena película 50/50, de 2011. 
Tal vez la película hubiera crecido enteros si mi admirado Ben Kingsley (uno de los mejores actores de todos los tiempos, en mi opinión), hubiera tenido más protagonismo, pero seguramente que su magnetismo ante la gran pantalla hubiera restado protagonismo a la historia y eso lo saben los directores cuando dirigen a actores de tal nivel. 
La BSO corre a cuenta de Alan Silvestri, que podría pasar por seres el compositor de cabecera de Zemmeckis y que saboreó las mieles del éxito componiendo la trilogía de Regreso al Futuro, Forrest Gump, Polar Express...Se podría decir que ha estado presente en gran parte de las películas de éxito de este director.  
En líneas generales, es una película muy recomendable, aunque tan sólo sea por esos minutos mágicos finales a los que me refería. Hubiera bastado con cuarenta minutos menos, pero no siempre el metraje de la película coincide con la opinión del director; en más ocasiones de las necesarios es el productor el que decide, sobre todo porque es el que pone los cuartos.  

17 enero 2016

CINE: LOREAK (ESPAÑA, 2014)

Loreak (Flores, en vasco), fue una de las películas revelación de 2014, pero eso no significa que pertenezca al tipo de películas pensada para todos los públicos. No en un sentido calificativo, en función de la edad, sino relacionado con la íntima sensibilidad del espectador que demanda cine. 
Porque el espectador de cine con criterio, se supone que es aquel que antes de acudir a una sala de cine o alquilar un deuvedé, sabe perfectamente qué busca, con qué se va a encontrar. A eso me refería, en esencia, cuando me refería a 'todos los públicos'.
De hecho, esta película vasca -pero sin temática vasca alguna-, cuenta una historia universal, como universales son los sentimientos y las sensaciones que en ella iremos encontrando a lo largo de sus noventa y nueve minutos de proyección.
Todo gira en esta película en torno a sentimientos encontrados, los cuales pueden ser muchos, pero que un espectador atento, a saber podrá calificar en: amor secreto e incomprendido, pérdida, expiación (como bien apuntó mi amigo Antonio J. Morales Vílchez, buen cinéfilo, que me propuso viera esta película), redención, perdón, desolación, miedo, odio, resentimiento, pérdida... Sentimientos que pueden ser tantos como escenas hay, muy propio de las historias cruzadas, en apariencia independientes, pero que acaban convergiendo y fundiéndose en una sola historia, que no es otra que la historia común del ser humano desde el principio de los tiempos. 
No sabemos qué podría estar en la cabeza de los guionistas (que son también directores) a la hora de escribir esta película. Seguramente, algo tan sencillo como las flores podrían ser la causa de tantos y tantos sentimientos atrapados. Como si se tratara de una varita mágica, ese sencillo producto que nos ha ofrecido la naturaleza, como por arte de magia, hace rebosar lo mejor que hay en todos nosotros. Con flores nacemos y con flores morimos, y entre la vida y la muerte, siempre están ahí para alegrarnos la habitación de un hospital, dar vida a un jardín mustio o expresar nuestro amor a la persona amada. Y al tiempo que ofrecen su mejor estampa cromada, acaban feneciendo en algún rincón olvidado, llevándose con su fenecimiento todo lo bueno que desplegaron. 
Todo eso trasladado al lado humano, despliega múltiples reacciones, múltiples historias. Historias que comienzan con la entrega anónima de un ramo de flores y acaban con ese mismo ramo depositado en una peligrosa curva de una carretera, de los muchos que vemos en cualquier punto de la geografía. Todo eso remueve almas y espíritus y más nos valdría tomarnos en serio el hecho de que aparezca un ramo de flores en nuestra vida. O en nuestra muerte.
Una película que hay que ver, porque no siempre aparece un producto cinematográfico que hable sencillamente de la vida y de los sentimientos, sin parapetos ni acartonamientos.  Sencillamente, loreak.      

10 enero 2016

CINE: MARTE (The Martian, Estados Unidos, 2015)

Tenía bastante interés por ver la película Marte. Hubiera estado bien haber asistido a una pantalla de cine, pero lo llevo mal, así que disfruté de la película en casa; pero eso sí, con buen sonido y buena imagen y creando el mejor de los ambientes posibles. Porque, por lo que había leído, Ridley Scott había vuelto a dirigir otra buena película, de ésas a las que nos tenía acostumbrados hace ya algunos años. ¿Y lo ha conseguido con Marte? En mi opinión sí, lo ha conseguido. 
El planteamiento de la película es muy atractivo. Me preguntaba antes de verla de si se trataría tan sólo de una historia de supervivencia, pero va más allá. Hay una historia bien trenzada y no se trata de una película que pudiéramos denominar excesivamente futurista, toda vez que ya se está trabajando en la opción de enviar naves tripuladas a Marte. Por tanto, habría que considerar esta película, basada en una novela de Andy Weir, como de gran contenido pedagógico, de algo que es posible que en menos años de los que pensamos pudiera ser realidad. 
A pesar de su largo metraje (142 minutos), asistimos a entretenimiento puro y emoción permanente desde el minuto uno, sin que haya tenido constancia que decayera la trama en ningún momento. Eso es debido a la historia, claro está: original, novedosa, no vista hasta ahora en película alguna, a pesar de las muchos trabajos con el espacio como fondo. Pero, en ocasiones ocurre que asistimos a películas con una buena historia que no llega a engancharnos, que se queda huérfana en demasiados aspectos. Quizá ahí radica la grandeza de la dirección de cine eficiente y sabía de Scott: cuidar todos los detalles, desde el protagonista principal, con un Matt Damon perfecto y unos secundarios de lujo, porque no otra cosa se puede decir de la intervención en la película de dos grandes como son Jeff Daniels y Sean Bean. En mi opinión, el trabajo de estos dos últimos ha sido un total acierto, actores de primera línea -no catalogados como secundarios- que actúan como secundarios y que, por eso, despliegan esa sensación de ser protagonistas absolutos. Esa participación me ha parecido imprescindible, increíble, deliciosa...un total acierto del director y de su equipo de casting. No obstante, para que estos secundarios de lujo puedan quedarse en su papel hay que apostar muy fuerte por el actor principal; de ahí que fuera Matt Damon el elegido, probablemente, uno de los mejores actores de su generación. Además, hay un guiño favorable a la colaboración mundial de países antagónicos: la colaboración de la agencia aeroespacial china, al contar con un dispositivo más avanzado que haga posible que la nave HERMES regrese al planeta rojo en menor tiempo. La frase del director de la agencia china, apostando por un acuerdo entre agencias mundiales, suena a emocionante.
Otro elemento a mi modo de ver fundamental ha sido la BSO. A mí me ha parecido genial. El haber apostado por el compositor británico Harry Gregson-Williams -que ya nos deleitó con la Saga Narnia y Bridget Jones, entre otras muchas-, demuestra hasta qué punto se han cuidado todos los detalles, como decía. Una BSO que integra temas discoteros de los ochenta, aspecto que a mí me ha parecido muy acertado. 
Elemento fundamental en este tipo de películas es la credibilidad de lo que cuenta, sobre todo en este tipo de tramas. En ese aspecto, pocas películas del género he visto tan creíbles y trabajadas. No se deja tampoco al socaire el lado humano de la historia, que en ocasiones se pierde ante el interés que muestran algunos directores por mostrar efectos especiales en demasía. En 'Marte', todo parece bien medido y ponderado. Y aunque quizá no se convierta en una obra maestra -el tiempo lo dirá-, sí ha marcará un antes y un después de las muchas películas que seguramente nos esperarán con el planeta rojo de fondo, ahora que ya parece descartada la luna por parte de las grandes agencias aeroespaciales.   

04 enero 2016

CINE: ENTERRANDO A LA EX (ESTADOS UNIDOS, 2014)

Está meridianamente claro que el director de esta película 'Burying the ex", Joe Dante, no es el mismo que nos deleitó en los 80 con Gremlins o Alaridos, entre otras. Su capacidad de dirigir buenas películas parece que ha ido de más a menos. Y ésta, quizá, sea un ejemplo de ello. Si no supiéramos quién es el director podríamos perfectamente darla por válida. A fin de cuentas no se trata de otra cosa que de una comedia negra, una comedia de zombis, válida para pasar un buen rato, pero poco más. Ahora bien, conociendo la capacidad que tuvo Dante de sorprendernos y emocionarnos con Gremlins, uno de los iconos cinematográficos de los ochenta, nos sabe a poco. Pareciera que el buen director tuviera más interés por cubrir su cuota cinematográfica, bastante amplía, y no por dirigir un producto de calidad. 
Porque el argumento (con independencia de que hubiera seguido la línea de la comedia), daba para mucho más. Es más, momentos hay en la película que así lo pensara. Pero esos momentos se rompen casi de inmediato y dan relevo a toda una torticería cinematográfica casi ridícula. De ahí, que me haya quedado un sabor agridulce al terminar de ver esta película de 2014. Más que nada por esos momentos mínimos brillantes. Estoy convencido que el mejor Dante hubiera podido haber hecho un buen producto si se lo hubiera propuesto. 
Dicho esto, hay que decir que en líneas generales la película se deja ver. Eso sí, si lo que pretendemos es divertirnos un rato. Pero si pretendemos también añadir calidad, mucho me temo que esa pretensión jamás llegará, sencillamente porque no la hay. Ni tan siquiera es factible salvar interpretación alguna, que eso salva a algunas películas, pero lamentablemente no a ésta.  

01 enero 2016

CINE: LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS (NUEVA ZELANDA, 2014)

Cuando uno cree que ya ha visto casi todo en cine, llega esta película de humor negro neozelandesa, grabada en falso documental. Con su pizca desagradable como tiene que ser para el género que trata, pero sobre todo humor fresco, abierto e inteligente. Un descubrimiento, un regalo para el intelecto y el sentido del humor en este comienzo de año. Habrá que buscar más cosas de estos directores y guionistas del país oceánico.  
Escrita, dirigida e interpretada con un gran sentido irónico, nos adentra en la convivencia de cuatro vampiros de diferentes épocas. Podría pasar por ser un piso compartido de estudiantes o trabajadores de los muchos que hay por todas partes -que comparten además de gastos, problemas domésticos como a quién le toca lavar los platos-, si bien en esta ocasión nos hemos de trasladar a Wellington, capital de Nueva Zelanda. 
La vida normal de este grupo nos recuerda en parte a aquella mítica Familia Adams, que tanto nos divertía, pero aquí hay añadidos fundamentales, al ser mucho más gamberra, picante, irónica y, en definitiva, mucho más inteligente y divertida. Seguramente mucho hubieran querido los adinerados productores de Hollywood haber encontrado esta 'perita en dulce', esta pequeña joya que nace ya como comedia negra de culto, algo muy similar a lo que ya ocurrió con la saga de la Familia Adams y, sobre todo la afamada británica 'Zombies Party' de 2014 con esa pareja ya mítica también integrada por Simon Peeg y Nick Frost, que siguen haciendo cosas muy interesantes, incluso, por separado (de hecho, fundamental el papel de Simon Peeg en la última entrega de Misión Imposible). 
Pero volviendo a esta peli neozelandesa. Me vanaglorio de haber visto mucho cine (eso no quiere decir que sepa de qué hablo) y he de decir que ha sido una grata sorpresa haber descubierto esta joya que viene de las antípodas y que hará las delicias tanto de los amantes del género 'vampirozombismolicantropismo', como de quien guste disfrutar con el buen humor dosificado en pequeños tarros repletos de esencias irónicas e inteligentes. Como suelo decir, nadie debería perdérsela si quiere experimentas un cine distinto y muy, muy divertido y, ya digo y repito hasta la saciedad, irónico e inteligente.                    

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...