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04 noviembre 2010

MÁS SOBRE EL NEPOTISMO DE LA JUNTA DE ANDALUCIA

En la Junta de Andalucía, seguimos con la lucha y la indignación va creciendo cada día en proporción a las nuevas noticias que nos están llegando acerca de los motivos que sospechamos esgrime el gobierno andaluz para blanquear esa administración pirata de 35.000 personas que ha ido construyendo día a día, en la sombra.
La última noticia ha sido el abandono que han sufrido los empleados públicos por parte de los sindicatos más representativos a nivel estatal y andaluz: UGT y CC.OO.
Estos sindicatos, efectivamente, son los más representativos a nivel nacional y a nivel andaluz, de acuerdo con la Ley Orgánica de Libertad Sindical, porque poseen más del 10%, del total de delegados de personal, de los miembros de los comité de empresa o de los correspondientes órganos de las Administraciones Públicas a nivel estatal y también porque poseen más del 15% de esa misma representación a nivel andaluz. Pero no lo son en el ámbito sectorial de la Junta de Andalucía, organismo en el que ocupan el cuarto y quinto lugar en cuanto a fidelidad de voto. Es decir, que la audiencia que la Ley Orgánica de Libertad Sindical le reconoce en la suma de todos los sectores, no la tienen en el sector de la Junta de Andalucía, que es en el que se va a producir -si los funcionarios con sus movilizaciones o el Tribunal Constitucional no lo remedian- la mayor sangría e injusticia en la historia de función pública, en la historia de nuestra democracia. Ni la derecha más rancia se atrevería a llevar a cabo una reforma así. Aunque yo particularmente dudo que no estemos ante la derecha más rancia expresada en la definición de "nuevos ricos" que se lanzan sin mesura ni control hacia todo lo que sea dinero público sin el más mínimo sentido de la ética ni de la razón.
Porque de lo que se trata con este Decreto-Ley no es otra cosa que estabilizar por la cara a miles de personas contratadas con total impunidad y sorteando todos los filtros legales de acceso a la función pública.
Para recordar datos, hay que decir que lo que pretende hacer la Junta de Andalucía es reordenar a su antojo el sector público por medio de Decreto-Ley, (una norma jurídica que aprueba el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y posteriormente convalida en el Parlamento ya que gozan de mayoría absoluta -el PP e IU votaron en contra-) que es un instrumento normativo pensado para abordar asuntos legales sobre aspectos que requieran extraordinaria y urgente necesidad. Y resulta que esa extraordinaria y urgente necesidad no se ha explicado ni motivado en absoluto, a no ser que sean otras que la de acelerar el proceso para dejar bien atado a todo su personal afín, ahora que se ve muy cercano el declive electoral, tal y como hoy me comentaba hoy un amigo que -atención- fue alcalde socialista en un pueblo.
Y lo más grave es que lo harán, usando sin mesura y control el dinero público y perjudicando de manera irreversible al empleado público profesional andaluz, al que le usurparán todo su futuro y carrera administrativa y usurpándole las posibilidades de entrar en la función pública a todo ciudadano que se lo merezca y demuestra mérito y capacidad.
La barrabasada es de proporciones tan gigantescas que es difícil añadirle un adjetivo clarificador de lo que está pasando.
Pero seguimos en la lucha y vamos a seguir así hasta que se sepa en todos los foros. De hecho, cada vez más medios -incluso nacionales- ya se están haciendo eco de esta cacicada.
El andaluz tiene que saber que están jugando con sus impuestos, con su derecho a unos servicios públicos. Tiene derecho a saber que en este cortijo sociata nada crece a no ser que se trate de algo en lo que ellos tengan intereses. Es el país de los chaves, las aidos, las pajines y toda una panda de personas que sin mérito alguno -tan sólo estar en política y medrar- están construyendo su futuro y destrozando el de los demás. Algo muy similar a una dictadura. Palabra.

24 octubre 2010

ARRECIA LA INDIGNACIÓN ENTRE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

Pitada en la Plaza de España de Sevilla

El empleado público de la Junta de Andalucía. El real. El que aprobó en su día unas oposiciones o ganó un concurso. Ese empleado público está muy mosqueado. Y lo demuestra siempre que puede y le dejan. Pero no es un tema baladí ya que el asunto puede ir a más. Puede ir a una auténtica insurrección y auténticas batallas campales contra toda esta casta del PSOE que ocupa la Junta de Andalucía. Toda esta pandilla de bandoleros que asaltan siempre que pueden.
Toda esa revuelta que se está desarrollando para evitar que la Junta de Andalucía no oficialice esa administración paralela integrada por sus enchufados, ex-cargos políticos, miembros de su partido y familiares y un amplio acervo de personajes que esperan el momento de poder convertirse en empleados públicos fijos sin pasar por la tortura de la oposición o el concurso-oposición. O sencillamente gente que un día fue contratada al margen de los principios constitucionales que rigen la función pública y a los que a partir del día 1 de de enero de 2011 -fecha de entrada del Decreto-Ley- se les quiere hacer fijos.
Y decía, que todo el vasto territorio de Andalucía está sirviendo a los más de 40.000 empleados públicos legales para reivindicar sus derechos adquiridos. Hay mucha indignación y nos estamos organizando. Y allá donde acuda un Consejero-a o el mismísimo Presidente allí que acudimos para organizar una buena pitada reivindicativa.
De hecho, existe una excelente organización en este tema porque todos estamos unidos y nos comunicamos con mucha facilidad el lugar y la hora de visita de los cargos públicos.
Por ejemplo, el pasado viernes se nos comunicó con urgencia que el Consejero de Cultura estaba a punto de salir del edificio de la Biblioteca de Andalucía, lugar al que había acudido a entregar unos premios relacionados con la lectura. Y allí acudimos. No éramos más de treinta pero parecíamos los trescientos espartanos, esos que sufren en el entrenamiento para sufrir menos en la batalla.
La pitada y las voces a este personaje -antiguo gestor del Turismo de Andalucía, a pesar de que su familia está introducida en el sector del golf, y perdedor de la Alcaldía de Marbella (Marbella, curiosamente)- fueron tremendas. Se le llamó ladrón y se le persiguió. Realmente llegué a temer por un grave altercado ya que hubo roces importantes con un policía de paisano de su escolta.
El espectáculo fue poco edificante y se podría describir en estas pocas palabras: el Consejero, palmeros y escoltas intentaban acceder a paso ligero hacia su lujoso Audi A-6 plateado por una calle lateral y esos espartanos y espartanas le seguían llamándole ladrón y otras lindezas. Con anterioridad, con chulería y yendo de sobrado, intentó hablar con los manifestantes y le salió el tiro por la culata ya que arreció la indignación y todos le dimos la espalda de forma sincronizada al tiempo que alzábamos las manos diciendo a gritos:¡Que nos roban!
Algo similar ocurrió en Jaén, pero el protagonista en esta ocasión era el mismísimo Griñán.
Y unos pocos días antes, en la Plaza de España de Sevilla, el acto público al que acudía el antiguo presidente de la Junta, Chaves, casi fue boicoteado por los empleados de la Agencia del Agua de Andalucía, que son las primeras víctimas de esta escandalosa reordenación del sector público de Andalucía.
Estas acciones se van a seguir sucediendo -de hecho no acaban más que empezar- y mucho me temo que cada vez serán más contundentes porque el tiempo se acaba ya que la Junta de Andalucía quiere tener sellado su nepotismo para el día 1 de enero de 2011.
Parece que Andalucía comienza a despertar ante esta abominable casta.
Seguiré contando.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...