16 agosto 2012

UN ENTRENAMIENTO MUY "VELETERO" (15/8/2012)

Se trata de una ruta de poco más de 16 kilómetros -ida y vuelta- entre Pradollano y la Hoya de la Mora. La ruta la inicié justo a la entrada de Pradollano, dejando el coche en el aparcamiento libre que hay justo a la entrada. Lógicamente, un 15 de agosto, esta zona no tenía ni un centímetro de nieve. Estas fotos las debió coger Google entre los meses de diciembre a febrero. 

En esta bifurcación hay que coger el carril derecho para comenzar a subir con dirección a la Hoya de la Mora. 

Aquí comienzan las primeras rampas, pero no son rampas complicadas. Estos primeros kilómetros -de 3 y medio a 4- hasta llegar al cruce que conduce al Veleta, aunque son de subida, son muy llevaderos y hacen bien.  

Nos encontramos con el cruce que conduce al C.A.R.D. Seguimos rectos.

Por la fotografía pareciera que la subida es muy dura, pero no lo es. Encontraré dificultades un poco más tarde.

Llegamos al cruce que, o bien, nos conduce a Granada -por la izquierda- a través de la carretera del Dornajo, que es por donde entra la prueba de el Veleta, o bien, se tuerce hacia la izquierda que nos conducirá a nuestro destino. Es lo que hice. 

Ésta es la primera rampa, una vez dejado el cruce. Aquí presencié una fuerte presencia del viento que, junto a la cada vez más pronunciada subida, me la jugaron unos metros más tarde. 

Esta zona siempre me ha parecido muy sugestiva. Ves asomar por primera vez el  Veleta y ya se aprecia el refugio militar "General Oñate". La dureza, a pesar del viento, aún es pasable, pero un poco más adelante el viento y también el terreno me hicieron prácticamente detenerme en seco; de hecho tuve que ir andando en dos ocasiones, y hasta andar costaba. El viento si lo tienes de cara no te deja dar un paso y subiendo aún menos.  

Llego a la altura del cruce que nos dirigirá, o bien a la estación SolyNieve -que está por encima de Pradollano-, o bien, al Veleta. El Veleta, ya permanentemente visible, ejerce sobre ti una influencia tan poderosa, que siempre irás en su dirección, aunque no puedas con tu alma. Ya se aprecia el campo de césped y la pista de atletismo del C.A.R.D., instalaciones que están justo en el techo del recinto deportivo.     

Esta última rampa es corta pero muy dura. Cuando la superamos ya comenzamos a ver las instalaciones de la Hoya de la Mora. El viento cambia aquí de dirección, por fortuna.   

Estamos a 2500 metros de altura, pero no he sufrido en ese aspecto, a pesar de no haber contactado con tanta altura en un año.

Estamos en la Hoya de la Mora. Como decía aquí el viento cambió y ahora lo tenía a mi espalda, hasta el punto que, a pesar de ser una subida dura, empujaba con tanto brío que tenías la impresión de ir bajando. Tan sólo debías mover las piernas porque el viento te transportaba. Un grupo de ciclistas que venían en dirección contraria, lo tenían de cara y prácticamente los detuvo en seco. Un mal día hoy para correr y pedalear en esta zona tan imprevisible.   
Llegados a la barrera, concluí la ruta (llegué hasta el segundo palo que se atisba a lo lejos, pero el aíre me hice desistir de continuar hasta la Virgen de las Nieves). Este punto coincide con los últimos 10 kilómetros -los más duros- de la prueba del Veleta o con el comienzo de la minisubida. 


Gráfica de la ruta 

COMENTARIO AL ENTRENAMIENTO  


Desde que el año pasado frecuentara estos parajes para preparar la subida al Veleta, me planteé volver allí, al menos, en alguna ocasión en verano, que es la única estación en la que se puede entrenar allí sin sufrir problemas meteorológicos, y no todo el verano está asegurada la laxitud climatológica. 
Así que elegí el 15 de agosto cuando la mayoría busca a codazos hacerse con un metro cuadrado (el mio lo cedo gratuitamente) en alguna de las playas de nuestro extenso litoral. Y, como preveía, el ambiente allí era muy otro. Bastantes ciclistas, algunos andarines, pero ningún corredor. Ocurre que la mayoría de los corredores que entrenan por allí lo hacen con vistas la prueba de el Veleta, pero transcurrido ésta no suele ser una zona para hacer un entrenamiento ordinario, a no ser que se esté preparando alguna carrera en altura. Por tanto, la noche anterior me nutrí de hidratos y medí en Google Earth la distancia que iba a hacer, oscilando entre los 16 y los 17 kilómetros, entre Pradollano y la Hoya de la Mora -ida y vuelta-. No calculé nada mal porque el Forer marcó finalmente algo menos de 16.500 metros, de los cuales hay algo más de cuatro con tramos que te ponen en serias dificultades, mucho mayores si el viento hace de las suyas y hoy ha hecho de las suyas, precisamente, en la zona más complicada, que es la conocida como de "las sabinillas", en las inmediaciones del centro operativo y el albergue militar "General Oñate". En ese lugar, está muy mal protegido por tu frontal derecho y si el viento viene de esa zona y lo tienes de cara cuesta mucho andar y no digamos correr. Por tanto, en dos ocasiones, entre el viento y la cuesta, hube de echar el pie a tierra y andar en torno a los 500 a 700 metros. No sé sinceramente qué hubiera sucedido sin viento, pero recuerdo que el año pasado no tuve necesidad de andar por allí cuando entrenaba sin viento alguno, aunque sí cuando competía por los problemas musculares en los abductores, desde el centro de visitantes de El Dornajo. 
El entrenamiento que he llevado a cabo en soledad el domingo, 15 de agosto, es bastante realizable, a pesar de que tiene momentos de mucha dureza, con rampas que en ocasiones superan el 15%. Pero es realizable también, porque a nivel logístico no necesita una preparación especial, como sí ocurre en otros entrenamientos de subida. No es necesario que nadie te recoja en coche, como sí es necesario que lo haga cuando subes las rampas de El Dornajo, ya que la bajada es bastante traumática para las piernas. En esta ocasión, la bajada se hace bien porque no existen muchas bajadas demasiado pronunciadas. Tampoco es necesaria una hidratación especial porque se pueden utilizar los medios que ofrece la zona. Para ese fin, decidí no llevar ninguna cinta de agua e hidratarme cuando llegara a la Hoya de la Mora, lugar en el que puedes comprar agua o bebida isotónica. Por tanto, mejor llevar unos cuantos euros que unas botellas de agua. Además, durante el trayecto no es necesaria hidratación ya que se corre a temperaturas por debajo de 20 grados, incluso, por debajo de 15, en algún momento, pero sí embadurnarse de protector solar porque, a pesar, de que el ambiente tinte a nublado, el sol a esas alturas es muy nocivo.  Así que si corres a un ritmo llevadero -yo lo hice a 5'30'' el mil, en total-, en poco menos de 1 y 25 minutos has completado el recorrido más el tiempo que necesites para hidratarte y -aconsejable- a deleitarte con las vistas. 
Por tanto, animaos a hacer esta ruta si habitáis por la zona porque no es aconsejable esperar mucho más, ya que las condiciones climatológicas en esta zona pronto no serán las adecuadas. 
Las fotos anteriores se deben a Google Earth, por lo que a continuación cuelgo cuatro hechas personalmente durante este entrenamiento: 







              








15 agosto 2012

LA MONARQUÍA, AJENA LA CRISIS


Que guay debe ser pasarlo en grande a costa del bolsillo de los españoles ¡Esto es una monarquía consecuente con la crisis!
La línea que separa la razón de Estado del ocio y disfrute personal a costa de éste en la monarquía española es muy tenue, pero puestos a dar razones de Estado o de otro tipo más vale darlas oficialmente, principalmente, en este momento histórico en el que el ciudadano se sube por las paredes por la falta de empleo, la bajada de remuneraciones y la carestía de la vida. Pero eso no parece importar en los altos palacios reales si observamos a qué se dedican sus miembros.

               En estos días hemos visto a tres de ellos -Reina y Príncipes de Asturias- pasarlo a lo grande en diversas actuaciones de nuestros compatriotas en las Olimpiadas de Londres y, claro está, tan sólo ha bastado indicar en la agenda oficial que es un asunto de Estado para sostenerse de forma gratuita, pero muy costosa para los bolsillos de los españoles. Nunca nos hablan de cifras -y la futura Ley de Transparencia tampoco lo hará-, pero cada vez que un miembro de la monarquía se mueve, las secas arcas del Estado se retuercen de dolor ya que a la manutención personal -en excelentes hoteles de lujo, supongo- hay que sumar viajes en avión, escoltas y personal de seguridad, pero eso no parece importar a la Casa Borbón y Grecia, como parece no importar la situación económica que atraviesa el país por mucho que lo expongan en sus elaborados discursos. Esperamos con ansiedad el día que tengan el detalle de hacer estos viajes de ocio -porque son de ocio por mucho que se esfuercen en mantener lo contrario- tirando de sus cuantiosos sueldos pero, claro, no estaríamos hablando de la monarquía española, esa que se desvive por la razón de Estado. Realmente, hay que tener la cara como el cemento armado. 

14 agosto 2012

UN BUEN DÍA ESCRIBÍ SOBRE LA 'TABERNA CASA CORRIÓN'



Ya escribí por aquí que hace algunos años (¿me estaré repitiendo?) un compañero de trabajo y buen amigo, Antonio Membrilla, y un servidor nos fuimos a Jaén para realizar un curso de cuya temática ya no me acuerdo (no debió ser muy interesante) y como había tiempo más que suficiente, tras una jornada de formación tediosa, nos encaminamos a la mítica Taberna "Casa Gorrión", que es antiquísima -de finales del Siglo XIX-, ofrece buenas viandas y es muy mediática, ya que además de haber sido protagonista de documentales referidos a cosas interesantes de Jaén -que las tiene y muchas-, ha sido protagonista de la excelente novela de Juan Eslava y Galán, 'La Lápida Templaria' y citada en diversos artículos. Hasta alguna poesía se puede ver entre sus paredes. Y, como decía, esa tarde de octubre era muy larga y Jaén se ve en poco tiempo -a pesar de sus muchos y misteriosos rincones- mi amigo y yo, junto a un hermano de éste, subinspector de Hacienda en la ciudad del Santo Reino, nos refugiamos en aquella taberna, donde el buen vino, la cerveza y las buenas viandas acabaron por propiciar la promesa de un artículo en Ideal Jaén y Granada, iniciativa que aconsejó mi amigo y cuyo guante recogió con gusto el dueño de local, un jienense de ascendencia granadina. Así que hecho el compromiso (que sea un artículo personal, apostilló Paco, que así se llama el dueño) y amigo como soy de los retos literarios, acepté gustoso. El resultado no estuvo nada mal o al menos a mi me satisfizó -y por lo que sé también al dueño de la taberna-, así que a los pocos días apareció en Ideal de Granada y Jaén un artículo  cuyo título fue 'Un gorrión nada común', que ahora esta antigua taberna tiene colgado en su reciente página web, junto a otras publicaciones sobre la taberna. Sólo queda la promesa de llevarle una copia impresa del mismo para que enmarcarla, según me dijo, aunque antes tengo que buscarlo, que no todo lo que he escrito lo conservo de forma ordenada. 
Aquí esta, pues, ese enlace Taberna Casa Gorrión, cuyo lugar os aconsejo visitar si os asomáis por la ciudad vecina un buen día de éstos. Una buena oportunidad puede ser la participación en su Media o la mítica S. Antón, del mes de enero. Dicho queda. 

13 agosto 2012

EL PAPEL DE ESPAÑA EN LONDRES

España, en los diez primeros días de Juegos iba camino de un importante fiasco, pero en esta última semana ha levantando cabeza, a pesar de las decepciones del fútbol, tenis, balonmano, waterpolo y, tal vez, hockey sobre hierba, masculinos, que se ha compensado con las brillantes actuaciones de los equipos de balonmano y waterpolo femeninos. Sin duda, las damas han sido las grandes salvadoras de nuestro honor en esta ocasión, que ya era hora. Y suerte que la selección masculina de baloncesto finalmente ha hecho un partido de oro en la final, a pesar de que se venía tambaleando en las fases eliminatorias. Pero pensemos en exclusiva en el atletismo, el rey de los juegos.
En este deporte el fiasco ha siendo mayúsculo. De hecho, los que seguimos el atletismo todo el año, ya sabíamos que eso iba a ocurrir porque estamos en un país en el que se nos ha olvidado el sufrimiento y el poco dinero que conlleva llegar a la élite. Los niños y niñas, igual que ya no quieren ser príncipes o princesas, tampoco quieren dedicarse a una actividad en la que se entrega más que se recoge. La nobleza del esfuerzo ha dejado de ser importante y se sueña por la billetera, la gloria y muchos menor esfuerzo que a diario nos restriegan los medios de comunicación, personalizados en los Casillas, Cristianos, Iniestas y demás. Porque no olvidemos que hemos sido un país de nuevos ricos y los nuevos ricos tan sólo desean vivir bien y exponerse al esfuerzo lo menos posible. Lógicamente, esto que digo no es más que una exageración con muchos tintes de veracidad, pero la realidad es que el atletismo de élite en España ya no vende y tampoco las autoridades atléticas lo favorecen demasiado porque es muy difícil acceder a una beca ADO y cuando se accede, la cantidad que se obtiene apenas da para entrenar sin tener que dedicarse a otro menester y la pierdes en cuantos te relajas y no das las altas marcas exigidas. En resumen: el atletismo en España no mueve dinero y todo lo que en este decadente país no mueva dinero está abocado a desaparecer. Por eso no desaparecen los políticos y la monarquía, supongo. 
En otros países, el mecanismo profesional del atletismo es muy distinto y ahí están sus resultados. En EEUU y muchos países del antiguo bloque soviético, el esfuerzo y el talento atlético se recompensa de otra manera más generosa, principalmente - en EEUU, básicamente- por el papel de las universidades,  y a los atletas africanos, por su talento natural, se los rifan fuera de sus países y obtienen sumas millonarias en 'meeting' y otras pruebas más o menos oficiosas. Sus marcas les preceden.
Pero en España tener una gran marca tampoco ya es sinónimo de gloria y eso crea mucha incertidumbre y desánimo. Por tanto, si nadie lo remedia en los próximos años, nuestro atletismo seguirá bajando peldaños en la orbe internacional. Costará mucho volver a tener gente en la final de 1500, 5000 ó 10000 y tocar podio en maratón. Pero ojalá me equivoque y tan sólo se trate de una visión desanimada de la realidad actual.   

12 agosto 2012

MR. BEAN Y CARROS DE FUEGO

Si no habéis visto esta secuencia de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no os la perdáis. Y si la habéis visto, como supongo, siempre es un placer volver a verla: ¡el inigualable Mr. Bean y la London Philarmonic Orchestra en una de las escenas cinematográficas de atletismo que más nos gusta a los corredores! Para mí, lo mejor de la inauguración:  

11 agosto 2012

UNA BANDA ANDALUZA, QUE YA ES MÍTICA

Hubo un tiempo en el que te topabas con unas fiestas y allí actuaban ellos, ya fueran unas fiestas de ciudad o pueblo; ya hubiera un escenario de grandes dimensiones o un escenario de verbena. Al cabo de poco tiempo, te topabas con otras fiestas y allí volvías a encontrarlos, incombustibles, abonados a ese mal llamado rock andaluz, tributario de los primeros míticos grupos, con Triana al frente.
En los años 90 cuando los grupos de este género desaparecieron, ellos se reconvirtieron y supieron sacar petróleo de donde no lo había. El panorama musical patrio ya tenía otra estética, con nuevos grupos modernos y posmodernos, pero sorprendentemente estos cordobeses de vocación siguieron componiendo y se especializaron en un campo en el no todos los grupos daban bien: el directo. Lo hicieron potente y le dieron algo especial, una especie de elixir que enganchaba a generaciones pasadas, presentes y futuras, así que consiguieron conectar con un nuevo público, un público más joven, un público que, en muchos casos, aún andaba a gatas o, sencillamente, no había nacido cuando ellos ya había grabado su primer LP, allá en 1979 y que triunfó bajo el nombre del single "Paseando por la mezquita". 
Siempre a la sombra de Triana, junto a Alameda, la desaparición de aquellos míticos sevillanos -por la lamentable muerte de Jesús de la Rosa en accidente de tráfico cuando volvían de un festival de S.Sebastián-, les otorgó el testigo de este género y vaya que si supieron aprovecharlo, porque fueron sacando un trabajo por año y exponiéndolos en sus cientos de giras (se llegó a afirmar que era el grupo español que más conciertos ofrecía en un año) por toda la piel de toro, pero también llegaron a cruzar el charco, donde tienen un pequeño ejército de seguidores. 
Y a día de hoy, ahí continúan, inasequibles al desaliento, después de haber llevado a cabo alguna 'perfomance' y cambiar varias veces a varios miembros del grupo. De sus inicios tan sólo queda su mentor, Manolo Martinez pero también uno de los más tempranos, Paco Ventura. Una gran voz, la de su líder Manolo Martinez y una primera guitarra, quizá una de las mejores del rock patrio, la de Paco Ventura, junto a un bajo, una batería y un teclado hacen de éstos andaluces, buenos músicos, y todo eso, que no es poco ni fácil, unido a una enorme dedicación y profesionalidad hacen que este grupo, a día de hoy aún continúe grabando en estudio y ejecutando su verdadera especialidad: los directos. Lógicamente, por la crisis y porque ya la mayoría de las ciudades y pueblos españoles han visto sus actuaciones, sus giras ya no se cuentan por cientos, pero no hay semana veraniega en la que no tengan un concierto como mínimo, ya sea un pueblo turolense de 500 habitantes o un macrofestival de estos que duran dos o tres días. Ahí los tienen, con su toque ochentero y algo hortero, explotando los decibelios en los escenarios, reconocidos y valorados por todos. Hablamos de: 







10 agosto 2012

RELATO DE VERANO

VIDA DE PALOMA

En la Plaza de la Trinidad de Granada –que frecuento a diario y no por devoción- pueden congregarse en una sola mañana unos cuantos cientos de paloma, de todos los colores y pelajes. Lógicamente, son incómodas para casi todo el mundo, principalmente no porque sea un ave molesta ni guste violentarse ante la presencia humana. Por lo general, es tranquila y suele ir a lo suyo, que no es otra cosa que echarse una miga al pico o algún otro alimento sólido. Sin embargo, son odiadas por lo corrosivo de sus defecaciones, que nada perdonan ya sean trajes recién entrenados, monumentos o estatuas.
            Son tribales, como se sabe, pero en ocasiones hay alguna un poco más independiente y es eso lo que observé el otro día: había una paloma solitaria que, además, estaba tranquilamente sentada en una caja de cartón que, horas antes había sido recipiente de algún tipo de fruta, de las muchas fruterías que pululan por la zona.
            El qué hacía allí la paloma, cómodamente sentada en la caja no llegue a advertidlo con rigor. Al principio pensé que se encontraba indispuesta y que había optado por alejarse de la manada, pero deseché rápidamente esa idea cuando observé que iba y venía de la caja con bastante frecuencia. Estuve un rato observándola y durante el mismo no hacía otra cosa que salir de la caja y con tranquilidad buscar algo que echarse al pico y volver a la caja. No es fácil adivinar el estado anímico de una paloma por la expresión de su cara –entre otras cosas porque no suelen tener expresión- pero para mí que esa paloma era distinta al resto. Por lo pronto, mucho más independiente, menos previsible y más ajena a todo ese guirigay que montaban sus congéneres alrededor de una miga de pan. Ella iba tan a lo suyo que pareció casi poético. Y es que como ocurre con las personas, también hay palomas singulares e independientes.
            Al día siguiente me asomé de nuevo a ese lugar en el que estaba la curiosa paloma en su caja y ya no estaba, ni ésta ni la caja, demostrándose, que un día es mucho tiempo para este tipo de ave, que vive al día, pero para mí tengo que esta singular paloma, con independencia de cuál haya sido su destino, optó por seguir su vida independiente, al margen de la manada.   

09 agosto 2012

CINE: LOS IDUS DE MARZO (USA, 2011)


        Cuenta la tradición que el emperador romano, Julio César, fue advertido por el interprete de astros para que se guardara de 'Los Idus de Marzo', tras un fatídico sueño de su esposa, pero el emperador no pareció afectarle la amenaza que se ceñía sobre él, dado lo seguro que estaba de su entorno y de lo poco que quedaba para que el fatídico marzo expirara.
   Pero ocurrió la tragedia, tal y como había predicho el vidente. Julio César, ignoraba que a su alrededor se estuviera conspirando contra su vida y mucho menos podía imaginar que el brazo ejecutor fuera su delfín y protegido Brutus que fue el que finalmente acabó con su vida a las puertas del Senado. No va de historia romana esta película, igualmente denominada “Los Idus de Marzo”, pero sí va de traiciones y engaños. Nada novedoso cuando se trata de un trhiller político hollywoodiense, pero sí si todo el entramado se atisba desde la mirada, no del político, sino de uno de sus hombres de más confianza, forjador de su campaña y su particular 'Brutus'. Pero nos queda una seria duda al acabar la película sobre el asunto de las traiciones: ¿quién traiciona a quién?
     La mirada sobre la realidad norteamericana está muy bien diseñada en esta película, una vez más, por un actor y director comprometido con su tiempo, George Cloney, mucho más conocido por su gancho físico, pero que sería injusto no atribuirle un fuerte compromiso y un sentido crítico en muchas de sus películas, tal y como ya expresó en ‘Buenas noches,  y buena  suerte’ o ‘Syriana’. No en vano, el actor goza de un buen espejo en estos menesteres de la crítica y la investigación de asuntos públicos turbios y  ese espejo no es otro que su padre, periodista de investigación de prestigio que, seguramente, ha  marcado esa impronta denunciante en el actor y director.          
     Por lo demás, no creo que estemos  asistiendo a una película excesivamente brillante. Hay una buena historia, aunque, nada original y una obra bien construida, alejada de la vulgaridad, pero lo que realmente me parece brillante en esta película es su espectacular elenco de interpretaciones que elevan la película a un lugar más alto del que le corresponde por su temática. Desde la creíble interpretación de Geoorge Cloney, en el papel de candidato demócrata a la Presidencia de EEUU hasta el breve papel de Paul Giamatti, pasando por el camaleónico Philip Seymour Hoffman, y el protagonista, el ya consagrado joven actor, Ryan Gosling, que ya nos convención en 'Drive', todos los actores rallan a un alto nivel y eso posibilita que la película se sostenga muy bien.
Por tanto, si queremos  comprender mejor cómo funciona la alta política y comprobar que 'Los Idus de Marzo' siguen vigentes, mejor ver esta peli, que algo nos aportará para comprender qué es lo que hay en la mente del político, de cualquier político (posiblemente nada más que poder y dinero, vaya usted a saber).

08 agosto 2012

Decía yo el otro día en el artículo de Ideal que había cierta coherencia entre el papel de la llamada "rojilla" (o "rojita") y la situación económica de España dentro de los países occidentales y eso mismo estoy detectando de alguna manera en otros deportes, principalmente, en los que España ha sido hasta ahora potencia, medalla olímpica o campeona mundial. Sí, existe cierta decadencia, cuando ya estábamos acostumbrándonos a los seguros éxitos de nuestros representantes.
Por ejemplo, ahí está el caso de los 1500 en atletismo, prueba que, aunque siempre acaben ganando los atletas africanos, siempre ha habido alguna representación española, pero en esta ocasión por primera vez en muchísimo tiempo no ha sido así. Esa misma sensación la podemos trasladar a los deportes colectivos como el balonmano, el waterpolo o el hockey sobre hierba, disciplinas en las que España ha escrito grandes páginas del olimpismo. Pero, lógicamente, estamos hablando del caso de los hombres, porque si alguien va a salvar el honor español, ese alguien serán las féminas, que están obteniendo unos resultados extraordinario, tanto en los deportes individuales como en los colectivos. De todo me quedo con las representantes de natación -normal y sincronizada, balonmano y waterpolo. Increíble el papel de éstas en estos dos últimos deportes, en los que, con independencia de lo que hagan a partir de ahora, han hecho morder el polvo a las grandes potencias femeninas de ambos deportes. Impresionante.
Por tanto, se ve claro un devenir futuro en el deporte español, en el que el género masculino parece entrar en decadencia, mientras que el femenino, bastante pacato hasta ahora, comienza a codearse con el máximo nivel de la élite mundial, algo que ya se ha demostrado en otros deportes como son el baloncesto, a pesar de que no estén representadas en Londres.
Otro gran fiasco ha sido el tenis masculino. Que no acudiera Nadal no es excusa para que nuestros destacados jugadores, siempre presentes en los primeros puestos de la ATP, no hayan obtenido medalla alguna.
Lo del fútbol mejor no comentarlo, porque ha sido de un ridículo sonrojante.
Lo que está ocurriendo en España con el deporte puede tener varias explicaciones. La primera sería pensar que la economía del país está lastrando el deporte no profesional (el profesional en nuestro país está, incomprensiblemente, hiperprotegido). Se han recortado las becas ADO y las competiciones internas son apenas inexistentes porque no interesan a casi a nadie. Un ejemplo es que de las 16 componentes del equipo español de balonmano, 11 van a emigrar a otros países europeos, que es un aspecto muy similar a lo que está ocurriendo con los jóvenes españoles con mejor preparación. Otra explicación de lo que pudiera estar ocurriendo es que España se ha estancado en la orbe mundial, mientras que otros países con peor índice deportivo, están avanzando a un paso más rápido. Eso parece muy evidente en el atletismo.
Por tanto, si la cosa no se remedio, en pocos años, seguiremos teniendo probablemente la mejor liga del mundo de fútbol, con jugadores de todos los sitios obscenamente pagados, la mejor selección de fútbol con talentosos jugadores españoles hiperprotegidos e hiperretribuidos conviviendo con una mediocridad cada vez más preocupante en el resto de los deportes.
¿Es exagerada mi reflexión? ¿Qué opináis?    

EL EXTRAORDINARIO CASO DE FÉLIX SÁNCHEZ



Estoy siguiendo con atención las pruebas de atletismo en las Olimpiadas de Londres 2012 y ya casi superada la frustración ante el pésimo papel de la gran mayoría de nuestros atletas olímpicos (pareciera que en España ya no haya ánimo, vocación o talento para dedicarse a la élite atlética, algo a lo que ha contribuido mucho los recortes), me centro en las enormes actuaciones de los mejores atletas del mundo. Pero de entre todos, uno de ellos, me ha llamado la atención de forma poderosa. Se trata del excelente vallista dominicano Félix Sánchez. Y lo ha hecho por la épica, por su capacidad de reinventarse y de resurgir de sus cenizas como un Ave Fénix glorioso. Que haya revalidado el oro tras su triunfo en Atenas 2004 en la difícil y competida prueba de los 400 metros vallas me ha parecido algo extraordinario, a punto como está de cumplir los 35 años (los cumple este mismo mes de agosto). De hecho, su espectacular llanto en la ceremonia de entrega de medallas lo dice todo ¡Cuántas cosas no habrán pasado por la cabeza de este excelente y elegante atleta en esos pocos minutos que dura el himno!
            Lloró por su abuela –que en realidad fue su verdadera madre-, la cual falleció horas antes de competir en Pekín 2008 y, seguramente, lloró por toda esa travesía del desierto que ha debido pasar desde las anteriores olimpiadas hasta ahora, manteniéndose fiel a su país, a pesar de que como muchos de sus compatriotas nació en Nueva York y podría haber optado por representar a USA, algo que intentó en sus inicios, si bien la competencia era mayor. De todas formas, ha estado venciendo durante muchos años a aquellos pudieron ser sus compatriotas rivales
            Lo que me parece más extraordinario de todo, y lo que más me cautiva, es esa capacidad de reinventarse  a la me refería antes. Uno recuerda al Félix Sánchez de principios del año 2000. Un aguerrido y orgulloso joven que se “comía” a los excelentes atletas contemporáneos que poblaban la vuelta a la pista envallada. Ese toque exótico, por representar a un país sin tradición atlética alguna le confiere una especial relevancia, como ocurría con el recordmán de altura, el cubano Sotomayor (2 metros y 45 centímetros es su récord, aún imbatido).  Todos los rivales de Félix Sánchez de entonces han ido desapareciendo de la élite mundial y ahora hay una nueva generación, tales como el norteamericano Michael Tinsley, el puertorriqueño, Javier Culson o el británico David Greene, por citar tan sólo a los que entraron por detrás de él, todos ellos bastante más jóvenes. Pero Félix Sánchez pareciera que no entendiera de etapas ni de pasado y vuelve a imponerse en unas olimpiadas, ocho años después. Es algo mágico. Y Fascinante. Ese es el verdadero espíritu olímpico y es por eso por lo que hay que amar los juegos.            

07 agosto 2012

CORRER Y SU MEMORIA

El pasado domingo madrugué para correr. Como lo hice el sábado. Reconozco que me encanta correr por la mañana en agosto, cuando te encuentras los campos y los caminos desperezándose y compruebas que cuando estás en la mitad de tu recorrido, el sol despierta de golpe a todos los seres vivos que pueblan la ruta, ya sean pájaros, plantas o personas. Esa transformación súbita me motiva de manera particular. 
Comienzas a correr a eso de las nueve o nueve y algo y vas descubriendo los claroscuros de la mañana -que a veces deposita rocío en las hojas-, pero a medida que pasan los kilómetros esos claroscuros se convierten en un amarillo de sol de agosto y ya pocos seres vivos se atreven a asomarse. El perro del 'Camino Real', permanece en su caseta y los pájaros veraniegos dejan de cantar, mientras que el rocío desaparece de las hojas, pero yo sigo mi ruta kilométrica, acumulando metros y metros, sin darle tregua al recién "estrenado" forer. 
Casa de Remedios -en invierno con el parral mutilado por el frío-, desde donde inicio mi ruta (FOTO DE GOOGLE EARTH).
El sábado fue un día glorioso. Hice la ruta acostumbrada de los sábados de agosto. Salí de Pinos Puente, en un punto a la salida del pueblo, en un lugar en el que ya sólo existen las dos últimas casas de la población por esa latitud, en el camino de Fitena a espaldas del Restaurante La Cruz de Granada, de grato sabor en mis recuerdos; en ese lugar, a esa hora, suelo encontrarme al panadero que deja atada una bolsa de pan en la reja del bonito patio -cubierto por una  frondosa parra veraniega- de Remedios, una anciana delgada y activa, que allí vive y que de alguna manera comparte ruta conmigo. Remedios me recuerda a mi abuela Carmen, que también era delgada y sabia y tenía un parral en su patio, que nos cobijaba en los tórridos veranos. Allí estudiaba y ella me arengaba  para que me esforzara cada día. Remedios apenas anda cada día trescientos metros; yo quince kilómetros. Pero ambos nos comentamos nuestras proezas. Porque es proeza para ella andar con su bastón esos trescientos metros cada día, a pesar de sus más de ochenta años. La veo andar en verano y la veo andar en invierno bajo un tiempo cruento. Yo salgo del coche, que aparco junto a la puerta de su casa y me abrigo hasta los ojos. Y ella, ya se dirige con su bastón a andar esos trescientos metros, que a veces triplica, ya llueva o nieve. Comenta que le duelen las piernas, pero yo le digo que la mejor medicina es andar y que visite menos el ambulatorio. Creo que me hace caso porque la experiencia le dicta que quien da consejos debe predicar con el ejemplo. Si me ausento una semana, Remedios me pregunta por mi ausencia y entonces le digo que he estado lesionado, de viaje o muy ocupado. Conoce a mi madre; de hecho se casaron el mismo año.  Y enfrente de donde parto, la enorme casa de José Antonio "El Lobo", hermano de mi buen amigo, el sabio cronista de la ciudad al que un buen día le dediqué un artículo en Ideal, que emocionó a él y a su familia. Manolo "El Lobo" es persona alegre y noctámbulo. 'Ya no te veo, sólo leo tus artículos. Los leo porque escribes muy bien', me dice el otro día cuando el andaba, intentando rebajar su peso y su glucosa. Sin embargo, a mi pregunta de sí sigue siendo noctámbulo me asegura que sí y que monta buenas fiestas flamencas en su casa como buen bohemio. Me autoinvito a una de ellas, porque sé que me admitirá.
 Su hermano, José Antonio, que es de otro costal, más rudo e iletrado, ya comienza su tarea infatigable en sus hazas, con su tractor ya ajado y su peón casi sordomudo que siempre me saluda, porque es viejo conocido. Justo enfrente de su enorme casa dejo mi coche.


El abuelo, al fondo, Pinos Puente, bajo la atenta mirada de "El Piorno" (FOTOGRAFIA DE PANORAMIO).  
Uno cuando corre, no lo hace sólo por el placer de hacerlo sino porque está ya unido a un terruño y cada metro que avanza lo conoce como la palma de su mano. Sabe donde se acelera el agua de la acequia y sabe en qué sitio de sombra podrá detenerse a beber agua de la botella que lleva agarrada a su cintura. Ese sitio de sombra, el sábado, fue "El Abuelo", ese centenario árbol, perdido en algún lugar entre Fuente Vaqueros, Valderrubio y Pinos Puente, que mi amigo Paco, con su gracejo habitual le llama el olmo negro, sin que sepa o sepamos de qué tipo de árbol se trata, un árbol casi sagrado que incluso podemos ver desde Google Earth. Allí se refugian los agricultores de los pueblos colindantes cuando recogen sus cosechas bajo el sol de julio y agosto como han hecho a lo largo de generaciones y allí me refugié yo el pasado sábado para beber de la cantimplora adherida a la cintura. Eran casi las 11 y el sol cromaba de amarillo ese largo y polvoriento camino que me conduciría a Ánzola. Faltaban más de siete kilómetros para acabar mi ruta de quince.
No se trataba de otra cosa que de un sábado de agosto sagrado, dedicado al correr, dedicado a mis raíces, prolongado con visita al pueblo para tomar un café, para comprar productos exclusivos en el mercado de "Pepico", para hablar con viejos conocidos. Un ajuste de cuentas con la memoria. 
Pero hoy domingo, como decía, madrugué para irme a hacer la ruta de "los olivos" -entre el Pantano del Cubilla y Caparacena- que estaban silenciosos -sino ausentes- a esta hora. Subía sus breves y durísimas rampas de hasta un 20% de inclinación, según el Forer- y desde allí, en ocasiones veía el Veleta. Sabía que ese domingo, cinco de agosto, era la prueba y sentía a partes iguales nostalgia y temor. Allí estaba yo el año pasado, subiendo esas rampas. Cuando llegué a casa, desde la terraza de mi ático, desde donde veo muy bien el Veleta, busqué los prismáticos para comprobar cómo refulgían los metales de los coches en la alta carretera de montaña. No podía ver corredores a esa distancia, naturalmente, pero mentalmente me veía en esas rampas,  pensando que allí podría estar de nuevo y admitiendo que, aunque me lo planteé, no he tenido la suficiente fuerza mental este año como sí la tuve el año anterior. Luego, me dije, es hora de que te plantees hacer un maratón, lechón. Sin embargo, concluía, que sí haré alguna mañana de agosto un entrenamiento en la zona del Veleta para, así, pulgar mi arrepentimiento por no haber estado allí este año.

NUEVOS PROYECTOS LITERARIOS YA CONSOLIDADOS

  Me refiero a nuevos proyectos literarios ya consolidados, porque por su propia naturaleza un proyecto no es otra cosa que una intención qu...