Estamos en la Hoya de la Mora. Como decía aquí el viento cambió y ahora lo tenía a mi espalda, hasta el punto que, a pesar de ser una subida dura, empujaba con tanto brío que tenías la impresión de ir bajando. Tan sólo debías mover las piernas porque el viento te transportaba. Un grupo de ciclistas que venían en dirección contraria, lo tenían de cara y prácticamente los detuvo en seco. Un mal día hoy para correr y pedalear en esta zona tan imprevisible.
Llegados a la barrera, concluí la ruta (llegué hasta el segundo palo que se atisba a lo lejos, pero el aíre me hice desistir de continuar hasta la Virgen de las Nieves). Este punto coincide con los últimos 10 kilómetros -los más duros- de la prueba del Veleta o con el comienzo de la minisubida.
Gráfica de la ruta
COMENTARIO AL ENTRENAMIENTO
Desde que el año pasado frecuentara estos parajes para preparar la subida al Veleta, me planteé volver allí, al menos, en alguna ocasión en verano, que es la única estación en la que se puede entrenar allí sin sufrir problemas meteorológicos, y no todo el verano está asegurada la laxitud climatológica.
Así que elegí el 15 de agosto cuando la mayoría busca a codazos hacerse con un metro cuadrado (el mio lo cedo gratuitamente) en alguna de las playas de nuestro extenso litoral. Y, como preveía, el ambiente allí era muy otro. Bastantes ciclistas, algunos andarines, pero ningún corredor. Ocurre que la mayoría de los corredores que entrenan por allí lo hacen con vistas la prueba de el Veleta, pero transcurrido ésta no suele ser una zona para hacer un entrenamiento ordinario, a no ser que se esté preparando alguna carrera en altura. Por tanto, la noche anterior me nutrí de hidratos y medí en Google Earth la distancia que iba a hacer, oscilando entre los 16 y los 17 kilómetros, entre Pradollano y la Hoya de la Mora -ida y vuelta-. No calculé nada mal porque el Forer marcó finalmente algo menos de 16.500 metros, de los cuales hay algo más de cuatro con tramos que te ponen en serias dificultades, mucho mayores si el viento hace de las suyas y hoy ha hecho de las suyas, precisamente, en la zona más complicada, que es la conocida como de "las sabinillas", en las inmediaciones del centro operativo y el albergue militar "General Oñate". En ese lugar, está muy mal protegido por tu frontal derecho y si el viento viene de esa zona y lo tienes de cara cuesta mucho andar y no digamos correr. Por tanto, en dos ocasiones, entre el viento y la cuesta, hube de echar el pie a tierra y andar en torno a los 500 a 700 metros. No sé sinceramente qué hubiera sucedido sin viento, pero recuerdo que el año pasado no tuve necesidad de andar por allí cuando entrenaba sin viento alguno, aunque sí cuando competía por los problemas musculares en los abductores, desde el centro de visitantes de El Dornajo.
El entrenamiento que he llevado a cabo en soledad el domingo, 15 de agosto, es bastante realizable, a pesar de que tiene momentos de mucha dureza, con rampas que en ocasiones superan el 15%. Pero es realizable también, porque a nivel logístico no necesita una preparación especial, como sí ocurre en otros entrenamientos de subida. No es necesario que nadie te recoja en coche, como sí es necesario que lo haga cuando subes las rampas de El Dornajo, ya que la bajada es bastante traumática para las piernas. En esta ocasión, la bajada se hace bien porque no existen muchas bajadas demasiado pronunciadas. Tampoco es necesaria una hidratación especial porque se pueden utilizar los medios que ofrece la zona. Para ese fin, decidí no llevar ninguna cinta de agua e hidratarme cuando llegara a la Hoya de la Mora, lugar en el que puedes comprar agua o bebida isotónica. Por tanto, mejor llevar unos cuantos euros que unas botellas de agua. Además, durante el trayecto no es necesaria hidratación ya que se corre a temperaturas por debajo de 20 grados, incluso, por debajo de 15, en algún momento, pero sí embadurnarse de protector solar porque, a pesar, de que el ambiente tinte a nublado, el sol a esas alturas es muy nocivo. Así que si corres a un ritmo llevadero -yo lo hice a 5'30'' el mil, en total-, en poco menos de 1 y 25 minutos has completado el recorrido más el tiempo que necesites para hidratarte y -aconsejable- a deleitarte con las vistas.
Por tanto, animaos a hacer esta ruta si habitáis por la zona porque no es aconsejable esperar mucho más, ya que las condiciones climatológicas en esta zona pronto no serán las adecuadas.
Las fotos anteriores se deben a Google Earth, por lo que a continuación cuelgo cuatro hechas personalmente durante este entrenamiento:
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