Según establece el artículo 16.3 de la Constitución española de 1978, "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Es decir, que el Estado español se declara aconfesional -no laico como dicen algunos políticos-. Por tanto, la libertad religiosa y de culto está asegurada, estableciendo el límite del respeto al orden público, según establece el artículo 16.1.
Por tanto, que se eliminen los crucifijos como símbolo religioso de las escuelas estatales me parece congruente con la Constitución. Y esa acción que se reivindica, emanada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, me parece lógica y razonable. Algo que siempre ha sido deseable por éste quien suscribe -ojalá se eliminara también el careto del borbón de los estamentos oficiales, aunque considero que esto será más difícil ya que es el Jefe del Estado, según la Constitución-.
Ahora bien, dicho esto, no pretendamos convertirnos enemigos de una tradición más allá de lo que establece el texto Constitucional (texto que también establece que se mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones), que es la española y no nos abstengamos al mismo tiempo de ser igual de críticos con otros símbolos religiosos que la progresía snob de este país no parece observar. Me estoy refiriendo a los símbolos religiosos del Islam, muy presentes también en las escuelas aconfesionales estatales. Esos símbolos son los derivados del velo que lleven las mujeres árabes, que no los portan como adorno sino como símbolo religioso bien definido.
A ver si estamos vendiendo España a un precio irrisorio y no nos estamos dando cuenta. Y, lo que es peor, provocando de paso polémicas futuras indeseables.
Que eliminemos crucifijos -ya digo que me parece bien- no será un problema para los católicos españoles, que no protestarán más allá de lo razonable. Y no lo harán porque España hace ya años que ha dejado de ser un país fundamentalista en materia religiosa. Ahora bien, que reaccionen igual quienes profesan la religión de Mahoma lo veo más difícil.
Y hay que tener cuidado con todas estos asuntos de religión, ya que cuando no se está a un nivel avanzado de modernidad y adaptado a los nuevos tiempos, puede tornarse en algo peligroso.
paisano en esto de los crucifijos, lo mas lamentable es que de nuevo hay una cortina de humo, puesto que nos quieren hacer ver que el mayor problema de nuestro estado, ya ni siquiera uno puede decir de España, sea que haya crucifijos en las escuelas o colegio, ¿se formaran mejor nuestros hijos por no que no haber crucifijos? creo que no. Es darle una vuelta mas a la tuerca y significarnos una vez mas por esa izquierda progre anticatolica para justificar sus ideas que poco tienen que ver con sus practicas, por no decir de una derecha que admira esa pose y disimuladamente quieren ser como ellos. Se acabo el mundo de las ideas en la política que gobierna.
ResponderEliminarEl islam fanatico, el catolicismo militante y sus hijos no reconocidos que son las ideologias totalitarias, digase comunismo y fascismo, son todos identicos en su metodologia y en su proselitismo. Vemos como el comunismo que parecia ya un residuo historico empieza a resurgir con fuerza y en nuestra sociedad una cosa que es de sentido comun como es que las ideas religiosas y sus manifestaciones queden para el ambito privado es objeto de discusion habiendo como hay problemas mas serios. En fin, que parece como si no avanzaramos y siempre dieramos vueltas sobre lo mismo.
ResponderEliminarUna vez más estoy de acuerdo con el anterior comentario y muy en parte con el de Mario también. Como si no hubiese otras cosas en qué pensar... Pero el asunto en sí es obvio: dejemos la fe para el ámbito privado. Y lo del velo o hijab islámico, el asunto es más peliagudo. Difícilmente puedes prohibir el uso en centros públicos españoles, pues si no habría que hacerlo también con pulseras, colgantes, pegatinas... por no hablar de tangas por fuera del pantalón, pantalones cagados o cadenas de oro macizo al cuello. Allí ya estamos hablando de libertad de expresión.
ResponderEliminarPero por supuesto que me posiciono a favor de que se retiren los crucifijos y de, como dices, el careto del borbón.
Saludos
Mario, nuestros políticos hacen política de lo innecesario y, como dice Vicente siempre damos vueltas sobre lo mismo.
ResponderEliminarDe acuerdo Javi, pero sostengo que el velo no es un atributo similar a los piercing o colgantes, ya que mientras estos símbolos son más bien frívolos y pasajeros, el velo representa, además de una vil dominación sobre la mujer, un símbolo religioso fanático que entronca con una concepción política, seguramente alejada de nuestro orden constitucional. Si fuera un símbolo más, sin esa carga religiosa y política, no le vería ningún problema.
Totalmente de acuerdo con Mario. No creo que el que se quiten los crucifijos de las escuelas, mejore el pobre nivel de nuestra enseñanza. Lo triste es la frivolidad de utilizar temas como éste o el del aborto para distraer de otros asuntos que ahora deberían ocuparnos y preocuparnos.
ResponderEliminarJosé Antonio, en lo del velo coincido contigo en que no se trata de una moda, sino de la exteriorización de la absoluta sumisión de la mujer musulmana frente al hombre. Aunque se ve que esto no le interesa tanto a nuestro "feminista" gobierno.
Que quieren quitar los crucifijos de las escuelas públicas, están en su derecho. Pero lo que el grupo socialista, junto con los diputados de Esquerra, aprobó es suprimirlos de todas las escuelas (públicas y privadas), y luego los socialistas hicieron un "donde digo diego, digo digo" y matizaron que sólo se referían a las escuelas públicas. Faltaría más.
Los colegios privados y los concertados tienen un ideario, y no obligan a nadie a que sus hijos estudien allí. Por lo que me parece estupendo que pongan el crucifijo o cualquier símbolo de la confesión que profesen.
Lo que me parece anacrónico y un ejemplo de intolerancia es el vigor con que determinada progresía se aferra a las añejas consignas anticlericales, y la inquina que algunos políticos de izquierdas tienen a los católicos.
Disculpar el tono, pero hay asuntos que me sublevan. Un saludo
Estoy de acuerdo contigo Vacuit.
ResponderEliminarEl asunto de los velos me preocupa, y me preocupa porque me preocupa el fanatismo del Islam.
Muchos de los preceptos islamistas que practican musulmanes afincados en España son totalmente contrarios a la Constitución y lógicamente se producirán problemas legales.
Tras muchos años de historia y lucha en España, con sus luces y sus sombras, tenemos una democracia que preservar los valores religiosos, como bien dices, en la práctica privada, por lo que dar un paso atrás ahora sería descabellado.
Saludos.