Opino que hay algo que no es como nos dicen en lo referente a la crisis económica. En absoluto negaré que las cosas están adquiriendo un color oscuro y que la hecatombe económica es posible presenciarla ya en los hábitos de consumo (cada día más comercios cierran y cada día nos desayunamos con nuevas quiebras). Nada de eso negaré, al menos, desde la más ramplona visión empírica de la realidad, que no desde la visión conocedora, porque ni tan siquiera los expertos se ponen de acuerdo en lo básico.
Pero dicho esto, vuelvo a insistir que hay algo que no es como nos están contando. Algo que está tapado, opaco aún, como si de un genio encerrado en su lámpara maravillosa se tratara, pugnando por salir e inevitablemente saldrá algún día y no para hacer milagros precisamente.
En pocos meses los medios de comunicación han pasado de abrir con titulares deportivos o políticos a abrir éstos con noticias económicas desastrosas. Y es ahí donde creo que estriba mi incredulidad: en ese machaque diario y sistemático, amenazandonos, asustandonos, a nosotros, sencillos mortales, que sufrimos lo indecible desde el día 20 de cada mes. Se trata de un miedo cuasireligioso, como aquel que proyectaban en el simple, el siervo de la gleba, en el periodo medieval, por parte de sinvergüenzas civiles y religiosos. Ahora que en occidente la religión no asusta, nos asustan con las cifras, cada vez más desastrosas y amenazantes. Y es por eso por lo que decía que hay algo que no me cuadra. Veamos. Si tan mal está la economía, desde hace apenas un año , ¿cómo es posible que dos años atrás todas las vacas fueran gordas? Para responder a esta pregunta se pueden articular dos versiones: 1. Las vacas no estaban tan gordas hace dos o tres años. 2. Las vacas no están tan flacas hoy. Es decir, existiría una verdad a medias o una mentira a medias, que nunca supe si es distinta cosa.
Por eso, desde hace unos días, sospecho que existe todo un mecanismo ideológico, totalmente planeado para prepararnos a afrontar un cambio de ciclo de proporciones bíblicas. Incluso, con timidez se están rescatando algunas teorías marxistas, pero maquilladas por la visión keynesiana de la economía, que son visiones mucho más moderadas y socialdemócratas. Mucho me temo que estemos asistiendo al final de la era capitalista, tal y como la hemos conocido hasta ahora, al fin de un proceso productivo selvático, a un modelo devorador que no nos lleva a ningún sitio, y es posible que se estén articulando nuevas teorías económicas que nos traerán desde disgustos hasta posibles satisfacciones. Si eso no es así, los medios de comunicación no debería entonces delatarse tan descaradamente.
ni vacas gordas ni vacas flacas, borriquos rebuznando es lo que hay, paro existe como nunca, comprar una vivienda es alquilarla de por vida, tomar una cerveza supone ya algo suntuoso (doscientas cincuenta pesetas donde menos) y aqui el keynes y el estado sirve para el que rebuzna y ha dado coces (las inmobiliarias, los bancos...), asi que este es el cambio.
ResponderEliminarcomo bien dices...algo se oculta..los medios dominan, manejan y manipulan.
ResponderEliminarJosé Antonio, un artículo muy reflexivo y con una didáctica irrebatible. Los medios de comunicación y los políticos amarillistas están sobreinflando las preocupaciones. Se exageró antes (hace unos años) y se vuelve a exagerar (y mucho) ahora.
ResponderEliminarEl petróleo está casi en mínimos históricos (ha bajado de 150 a 30 dólares en poco más de 4 meses). Los tipos de interés bajan y bajan. La inflación cae obviamente (si no hay consumo, no pueden subir los precios).
Pero, ¿ por qué los gobiernos solo están pendientes de que no quiebren los bancos por sus malos usos y no son capaces de amarrarlos e intervenirlos para evitar más desmanes ?
Creo que iremos en el futuro a una nueva economía -parcialmente capitalista- pero sometida a controles estrictos de los poderes del Estado. Aunque tengo muchas dudas.
De momento, nuestros bolsillos criando telarañas, día tras día.
Saludos republicanos. Alfa79 (Toni Sagrel)
Hoy hablamos un poco del mismo tema, Alter. El problema es que todo lo hemos reducido a términos economicistas. Nada más. La ´tica, el compromiso, la cultura, la inteligencia... todo ello esta fuera del debate. Lo estaba cuando se pegaban los pelotazos. Y lo está cuando estamos tiesos. Y es una pena.
ResponderEliminarLa cuestión estriba quizás en que los medios tienen colores políticos. Así, cuando interesa atacar se hace a destajo ya sea con razón o sin ella. ¿Habrá alguna vez un medio realmente independiente? Pues sí: mi blog, je, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mario..Parece que los que han rebuznado más fuerte han sido los bancos y los fabricantes de coches. Y digo yo, ¿ dónde estarán los beneficios de todos estos durante estos años ? Un enigma.
ResponderEliminarPaco.. y los gobiernos cada vez más débiles. Habrá que ir la rebelíón genérica y dejar de votar...total para lo que sirven.
Toni, Han decidido que el rebaño deje de consumir y vuelva a pastar a tierras yermas, mientras los amos de los cortijos piden subvenciones y ayudas. El mundo al reves, que cada vez entendemos menos. Ya no existen partidos políticos ni sindicatos que defiendan al ciudadano. Por tanto, fin de la historia, y como dice Mario Keynes se fija en el que más rebuzna. Saludos republicanos cada vez más, porque no parece que la crisis amargue la navidad a los borbones - ¿ o son los bombones ?, ya ni me acuerdo-.
Querido Alter, una gran oportunidad perdida. Antes, mientras el pelotazo danzaba a sus anchas, el pensamiento estaba marginado, ahora que el pelotazo se ha eliminado, el pensamiento sigue eliminado. No hay remedio.
Pues sí Gregorio, la independencia de pensamiento ya sólo está en nuestros blogs. Por lo menos decimos lo que pensamos sin ataduras. Saludos amigo.
Para mí que hay algo de verdad, pero también, como bien dices José Antonio, algo de artificio en la crisis. Creo que es la forma de cambiar el modelo económico presentándolo como una necesidad imperiosa.
ResponderEliminarQuizá la solución sea un mayor control por parte de los Estados.
El problema es que ese control puede ser la coartada perfecta para justificar elintervencionismo de los gobiernos con el fin de favorecer, o acudir al rescate en tiempos de vacas flacas como el que padecemos, de empresarios de su entorno.
Felicidades por tu entrada y por la certera elección de la ilustración. Un saludo
Para mí que hay algo de verdad, pero también, como bien dices José Antonio, algo de artificio en la crisis. Creo que es la forma de cambiar el modelo económico presentándolo como una necesidad imperiosa.
ResponderEliminarQuizá la solución sea un mayor control por parte de los Estados.
El problema es que ese control puede ser la coartada perfecta para justificar elintervencionismo de los gobiernos con el fin de favorecer, o acudir al rescate en tiempos de vacas flacas como el que padecemos, de empresarios de su entorno.
Felicidades por tu entrada y por la certera elección de la ilustración. Un saludo
El grito de Munch, es impresionante Vacuit y plasma muy bien catástrofes, crisis y otras desgracias.
ResponderEliminarEstá claro que no están preparando para algo gordo. Saludos y gracias por tus palabras.
Pues eso me pregunto yo . ¿donde está todo ese dinero que se ha movido en estos años atrás? Es muy cierto que ciertas alcaldías no muy lejanas se han llevado bastante pasta.
ResponderEliminarPero hay gentes que están muy bien de dinero y lo tienen "apalancado", esperando a seguir el engorde de cuentas bancarias, sin arriesgarse a gastar algo de ella para sacar el país adelante...pero vamos, a estas gentuzas la importa nada la crisis.
Buena entrada amigo...