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16 agosto 2025
LA GRANADA AUTÉNTICA
15 julio 2025
¿QUÉ HA DE OCURRIR PARA QUE SURJA UNA NOVELA DE TU CABEZA?
Por ejemplo, en la actualidad estoy sumergido en varios proyectos de novela. No todos llegarán a puerto seguramente, de ahí que se trate de proyectos. Es fundamental que no me cueste nada ponerme a escribir cada día o casi cada día. Si me costara para mí sería una obligación y no un divertimento. En la actualidad, me dedico más a una novela cuya idea de la historia surgió sin buscarla y de esa idea mínima han surgido ya casi trece mil palabras. Pretendo que no sea una novela larga, pero casi nunca lo cumplo. Las dos anteriores nacieron con vocación de novelas cortas y una de ellas (La corrupción no era esto) alcanzó las 113 000 palabras y la otra, la última publicada (Mi lugar en estos mundos) llegó a las 85 000. Por ello, no quiero ser yo quien me limite a mí mismo. Prefiero que sea el ritmo de la historia quien ponga punto y final.
Para escribir una novela imagino mucho, pero también bebo de mi historia, de hechos que he vivido, de lugares en los que he estado (tengo memoria para eso), de cosas que me han ocurrido, de reflexiones que he madurado... Tampoco descarto introducir historias de otras personas que conozco, pero trastocando datos y hechos, por supuesto. Esa técnica, si es que se puede llamar técnica, me da muchos frutos. Por ejemplo, en la última novela el personaje principal viaja a un pueblo de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, y me inspiro en mi propia estancia en ese pueblo, lo que me resultó agradable de esa visita y considero que dá para argumentar lo introduzco sin duda, mezclando ficción con no ficción. Hemos de considerar que para escribir con la brújula en la mano no hay que descartar nada. Por supuesto que en las novelas siempre creamos personajes con elementos nuestros, pero también de muchas más personas, cualidades que hemos querido tener y cualidades que jamás hemos deseado poseer, todo se puede mezclar en la creación de personajes. Lo importantes es que el lector imagine al personaje cuando penetre en la novela sin necesidad de que exista una detallada descripción física del mismo, técnica que jamás uso porque no me gusta ni la veo necesaria. He hablado con lectores y le he preguntado con mucho interés cómo imagina, incluso físicamente, a tal y cual personaje y cuando me lo han descrito casi siempre ha respondido a lo que he querido transmitir. Eso es muy satisfactorio. Imaginar, incluso físicamente, a un personaje depende mucho del perfil que le des, de su psicología, de sus hechos, de su forma de pensar, de proceder, de sus amistades, de sus sentimientos, etc., etc...
Hay otro elemento que siempre se incluye en mis novelas o, tal vez, varios elementos: me gusta partir de situaciones corrientes, de personas corrientes, para que poco a poco la historia se vaya convirtiendo en algo más allá de lo ordinario. Podría ser una profunda transformación de la forma de pensar del personaje, algo que le suceda que ni en sus más delirantes sueños pudiera imaginar, algún misterio en el cual verse inmerso o algo imaginado que jamás llegar a ocurrir. En todo caso, el personaje ha de ser otro al final de la historia. Ahí conecto con la tradición más clásica del guión de película de Hollywood, ese viaje del Héroe (con mayúsculas), que tan bien describió Christopher Vogler en su imprescindible ensayo El viaje del escritor. Y, por supuesto, siempre intento trabajar el lenguaje para que surja lo más literario posible. Eso no significa utilizar palabras que haya que buscar constantemente en el diccionario para intentar impresionar al lector, nada de eso. Yo suelo trabajar con palabras vivas, usadas habitualmente, pero procuro que siempre sean lo más literarias posible, para lo cual siempre busco un sentido último de la historia, es decir, que la historia se pueda leer desde varias lecturas: una, la historia en sí, que, de alguna manera, no permita al lector dejarla a medias (no siempre se consigue eso); la otra, la historia escondida que hay en esa historia, que no siempre ven todos los lectores, aunque en conversaciones con algunos de ellos sí logran vislumbrarla la mayoría de los lectores. Otro elemento para mí fundamental son los diálogos, que deben de estar muy trabajados. Soy de la opinión que los diálogos deben de ser coherentes con la trama y que cada personaje adopte el discurso que le corresponde de acuerdo con su rol. Sé que eso no es nada fácil de conseguir, pero lo intento porque para mí es fundamental. Finalmente, me gusta, siempre que puedo y la historia me lo permite, cambiar de registro, es decir, que cada novela sea distinta, pero es irremediable que siempre aparezca el sello propio del escritor, su propio estilo, el cual advertiran quienes sean lectores habituales de mis obras.
01 julio 2025
NOVELA: MI LUGAR EN ESTOS MUNDOS, CAPÍTULO II ÍNTEGRO
A los pocos días, me llamó por teléfono Dionisio.
—Miguel Ángel —me dijo con su habitual desparpajo—, ya he hablado con el dueño de la funeraria de Ortaz.
—Espero que no haya sido una experiencia desagradable para ti. No me lo perdonaría.
—No, en absoluto. Resulta que es un tío joven, más o menos de mi edad, y muy simpático. Su hermano mayor y él han heredado el negocio tras la jubilación y posterior fallecimiento del padre, y está encantado de contactar con gente del gremio.
—¿Pudiste averiguar algo?
—Sí y no. Te cuento. Al comprobar que había química entre ambos, opté por plantearle el tema directamente.
—Supongo que eso habrá sido arriesgado. Te expusiste a que te colgara pensando que le estabas tomando el pelo.
—Todo lo contrario. Celebró que le preguntara por este tipo de asuntos, ya que ese, digamos, servicio siempre ha sido prestado por la funeraria de su familia, según me dijo, pero que de eso hacía ya mucho tiempo, y él tan solo lo había oído referir a sus mayores.
—Curioso, muy curioso. Por tanto, no estamos tan descaminados en este asunto como pensábamos.
—No, en absoluto; es más, el joven propietario se mostró muy interesado por esta práctica, y me preguntó si era habitual por nuestra zona.
—¿Y qué le respondiste?
—La verdad. Y la verdad es que no es habitual, pero que sí ha habido funerarias que lo han prestado y que es probable que aún existan algunas que lo hagan, pero con gran cautela y sin publicidad alguna. En todo caso, en los pueblos pequeños provistos de una sola funeraria, lo que cada vez es más difícil porque las franquicias y las multinacionales también han llegado a este sector.
—Por lo tanto, parece ser que es algo más habitual en esa zona de España.
—Sí. Me contó que la mayoría de las funerarias de los pueblos de aquella zona lo han prestado, aunque desconoce si aún lo prestan. Vino a decirme que se trata de una tradición bien arraigada, pero que esa tradición se pierde en cuanto en la misma localidad o en la zona se implanta otra funeraria, toda vez que al ser algo extraoficial y no escrito, no es posible que el luctuoso encargo del finado pueda ser cumplido, al no conocerse qué funeraria llevará a cabo los servicios fúnebres, tal y como tú mismo dijiste. Y que cree que en los pueblos pequeños con un solo establecimiento pudiera ser que aún lo lleven a cabo. No obstante, sí me dejó claro que su funeraria ya no.
—Dionisio, ¿consideras que si le mostramos a este nuevo amigo tuyo el mensaje lo podría identificar? No creo que se niegue a intentarlo, porque todo índica que el teléfono móvil desde el que se envío el mensaje es de su funeraria.
—Bueno, de eso no estamos seguros, Miguel Ángel. Recuerda que la última llamada tuya, al parecer, no correspondía a esta funeraria de Ortaz, según te dijo el abonado del número que marcaste.
—Es cierto, pero piensa que se trataba de un abonado de ese mismo pueblo y que la primera vez sí se identificaron como funeraria Salmoral.
—Bueno, es posible que te equivocaras en alguna de las dos ocasiones.
—Es posible, pero ¿no te parece demasiada casualidad que los dos números pertenecieran a abonados de ese pueblo...?
—…y que esta funeraria —dijo Dionisio continuando mi frase—, reconociera, es decir, que lo reconociera su actual propietario, que en el pasado habían prestado esa especie de servicio testamentario, por decirlo de alguna manera?
—Exacto.
—Bueno, Miguel Ángel, ¿y qué hacemos ahora? ¿Qué se te ocurre?
—¿Puedes coger un par de días libres?
—Sí, de hecho me deben algunos por unos cuantos servicios prestados en horario nocturno.
—Pues te animo a conocer Ortaz, ¿hace? Invita la casa.
—Hace. No suelo viajar apenas, por lo que me vendrá de perlas salir unos días de la ciudad —dijo tras reflexionar unos pocos segundos, no demasiados.
Realmente no sabía muy bien por qué propuse a Dionisio ir a Ortaz, ni para qué, pero ya estaba dicho. De todas maneras, me vendría bien un cambio de aires tras unos meses laborales agotadores y una situación personal incierta. Además, es lo menos que podía hacer por aquel aventajado alumno que tuve y que tanto esfuerzo hizo por superar el curso, algo que aún me lo sigue agradeciendo, como si hubiera sido yo el que aprobara el examen por él. Es lo que me dije para justificar aquella decisión tan irreflexiva, porque tan solo yo sabía que la idea no era ofrecer al aventajado exalumno unos días de asueto, sino valerme de su mejor posición ante el empresario funerario local. Me sentí mal por mi egoísmo, yo que no solía padecer de ese pernicioso defecto.
Me resultó curioso descubrir que, con anterioridad a mi llamada a ese número desconocido, no hubiera podido hallar Ortaz en el mapa, como tampoco podría afirmar que ese mensaje estuviera destinado a cambiar mi vida. Resulta intrigante comprobar cómo un pequeño detalle sí puede cambiar tu rutina, todo depende de la continuidad que queramos dar a lo que nos ocurre cada día, por muy insignificante que sea. Una llamada, un mensaje, un encuentro con alguien, algo que lees en el periódico..., cualquier cosa puede, si no dar un giro a tu vida, sí introducir importantes cambios. Debo decir, en puridad, que en este caso concreto existía mucha disposición propia a que algo cambiara o, al menos, a que algo se modificara en mi existencia, tan rutinaria e incierta. Podría haber dejado pasar ese mensaje, haberlo borrado sin darle la mayor importancia; y lo hubiera hecho si en mi vida existiera algún asunto que acaparara toda mi atención, algo que la llenara, pero por aquellos días no tenía nada en qué pensar y había demasiada incertidumbre en mi existencia. Una rutina tediosa y de tonalidad gris tirando a negra. Sin duda alguna algo en mi interior anhelaba algún cambio, aunque no supiera de qué tipo.
Así que cogí al vuelo esa oportunidad, que entró en forma de mensaje en la última Nochevieja.
29 junio 2025
CORRIENDO CON CALOR
Pero correr con calor en el sur de España, tal y como están las temperaturas aupadas por olas es peligroso y hay que tener cautela y precaución. En mi caso, la precaución viene configurada por mi propio historicismo como corredor, bregado en muchas batallas de carreras programadas en julio y agosto, eso me hizo ser precavido y hacer las cosas bien. He corrido entre olivos a las una del mediodía en agosto, pero he sabido hacerlo. He sabido hidratarme y detenerme en sombra cuando era necesario. Y sobre todo, he sabido escuchar a mi cuerpo, que te habla, que te implora. Hay que saber escuchar al cuerpo, eso es fundamental. Cuesta hacerlo, y pasan los años y no aprendes, pero una vez has aprendido a escucharlo no habrá lesión a la que no te anticipes, ni golpe de calor que no puedas evitar.
El cuerpo es una máquina, que no es perfecta. Casi lo es, pero no es perfecta. El coche más caro del mundo se detendrá si no tiene carburante, pero el cuerpo humano no. Seguirá adelante aun sin carburante (comida ingerida); buscará energía en la grasa, incluso en los músculos, en los huesos, en la piel si fuera necesario, pero eso es peligroso y hay que saber controlarlo. Siempre verás a un corredor que verdaderamente lo sea delgado porque cuando corre come de su cuerpo. A ese pocas veces le va a ocurrir nada, pero sí al que su cuerpo no le permite ser comida. Cuidado con esos casos. Es necesario muchos kilómetros para hacerse como corredor; y no dejarlo nunca.
Bueno, decía, que me gusta correr con calor. Nada más estimulante que pasar por un camino estrecho y solitario y correr en soledad con el sol encima de ti. Solo tus piernas, tu corazón y tus pulmones... y tu cabeza, que es la que rige, que es la que anima a los demás órganos a seguir funcionando.
Podría renunciar a muchas cosas, a casi todo, pero no a correr con calor o con frío o con lluvia o con nieve... Con aire lo llevo peor, mucho peor.
Dediqué un libro a estas cosas, a reflexiones sobre correr, a historias sobre correr, en los entrenamientos en la competición, a correr como sentido vital más allá del mero ejercicio. Ese libro se llama Corriendo entre líneas y un amigo me dijo una vez que todo corredor debería leerlo. Y lo han leído muchos, pero me gustaría que lo leyeran más, las nuevas generaciones, los que aún no han decidido correr pero están en el camino para comenzar, a esos me gustaría que les llegara el libro. No va a defraudar. No porque yo quiera convencer de que se trata de un libro de gran literatura, no. Literatura procuré que la hubiera, pero en un libro de este género no conviene que vaya tan cargado de literatura, pero la hay porque es mi forma de escribir, no sé hacerlo de otra forma.
Puedes saber más en este reportaje que me hizo el buen periodista Antonio Arenas para Ideal con motivo de la presentación del libro. Puedes leerlo aquí. Una presentación, por cierto, que se llevó a cabo en un lugar hermanado con la historia: El Cuarto Real de Santo Domingo, construcción de época almohade, o sea, antiquísimo. Fue un éxito de público. Un libro que fue editado en papel por la Editorial Leibros y que está agotado. Actualmente puedes descargarte la versión eBook en Amazon, en este enlace.
No olvides correr siempre, hasta que ya no puedas no más que arrastrarte, pero inténtalo siempre. Es el mejor recuerdo que te puedes llevar cuando ya no puedas hacerlo. Palabra.
27 junio 2025
BREVE VÍDEO SOBRE LA NOVELA LA CORRUPCIÓN NO ERA ESTO
Os muestro aquí un breve vídeo de mi canal de Youtube sobre mi penúltima novela publicada La corrupción no era esto. Espero que te sea útil para conocer un poco de qué va esta novela.
22 junio 2025
SEGUNDO CAPÍTULO DE LA NOVELA LA CORRUPCIÓN NO ERA ESTO. AUTOR: JOSÉ ANTONIO FLORES VERA
06 junio 2025
MI NOVELA MI LUGAR EN ESTOS MUNDOS YA ESTÁ DISPONIBLE EN AMAZON
LA GRANADA AUTÉNTICA
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