09 enero 2013

CINE: EL IRLANDÉS (IR, 2011)

Hoy os hablaré de una excelente película que, como ocurre con muchas, ha pasado desapercibida para la gran pantalla -al menos en España-, pero que existe la oportunidad de ver en BD o DVD. Se trata de una película irlandesa de 2011, que originalmente se denomina "The Guard", pero que en España se ha subtitulado como "El Irlandés", tal vez porque se ha querido enfatizar ese carácter tan propio de los habitantes de este ancestral y sabio pueblo. 
Hablamos de cine negro, de comedia negra me atrevería a pronunciar, pero no está totalmente claro que lo sea -que cada cual saque sus conclusiones cuando la vea-, ya que no se trata de película al uso ni tiene nada que ver con el cine negro americano, aunque sí se podría considerar que existe una más que velada crítica a la forma de hacer y actuar en estos asuntos por las autoridades americanas, pero tampoco en eso estoy completamente seguro, porque cuando acabas de visionar esta original película no te queda claro qué mensaje quiere transmitirnos su director, si es que existe algún mensaje que transmitir; todo lo más, situarnos ante un "modus operandi" muy propio del protagonista -Brendan Gleeson- y, ya digo, el énfasis que pone su director, John Michael Mcdonagh en mostrarnos la peculiar forma que tiene de ver la vida, la investigación y el mundo policial, ese peculiar sargento de la policía local de una pequeña población típicamente irlandesa. 
Esta cinta ha llamado la atención tanto a público como a jurados de prestigiosos premios. No en vano, ha sido nominada en dos prestigiosos premios (Globo de Oro 2011 y BAFTA 2011), obteniendo el premio de la sección oficial de largometrajes de la Seminci 2011 (Festival de Valladolid). 
Aseguro que esta película sorprenderá a quien decida verla, entre otras cosas, porque se aleja del cine convencional -principalmente norteamericano- al que estamos acostumbrados. Se trata de buen cine británico. 

08 enero 2013

¿Y AÚN SEGUIMOS SORPRENDIÉNDONOS?

Es tremendo lo de este país. Realmente, poco aportan ya entradas en  blogs o redes sociales como ésta ni los cientos de artículos diarios, ni las cientos de tertulias televisivas y radiofónicas, porque parece que todo se evapora a los pocos minutos de pronunciado o escrito. 
Hace poco un conocido me decía que le sorprendió gratamente mi último artículo en Ideal sobre Tolkien, porque le satisfizo la lectura de un asunto tan apartado de lo que se suele leer hoy día; apartado, incluso, del registro de mis propios artículos. Le contesté que precisamente esa era la intención: alejarme de lo mismo que llevamos hablando, escuchando y hablando en este país en los últimos años. Un mero ejercicio de higiene mental.
Pero a pesar de todo, aún hay informaciones que nos siguen sacando de nuestras casillas y que circulan por los medios sin pena ni gloria. Vale, es cierto que nos enfadamos y hasta nos indignamos al leerlas o escucharlas, pero pronto se nos olvidan. Luego, me pregunto ¿cuál será el tope de nuestra capacidad de sorprendernos? ¿Es limitada o ilimitada?
De todas estas últimas noticias, destaco algunas: 1) Los tres sueldos de la recortadora oficial del PP, Cospedal. Atesora unos ingresos en torno a los 200.000 € brutos anuales, que es la suma de sus tres sueldos: Presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, según declaró ella misma, mientras que con su tijera cada día en su comunidad autónoma crecen los mileuristas. 
2) Leo que el Rey, lejos de dinamitar de una vez por todas a su yernísimo presuntamente corrupto, busca los servicios de siete grandes gurús de la imagen para salvar esa mala imagen de la Corona. De hecho, ya estamos todos asistiendo a la vergonzosa y vergonzante puesta en escena de la televisión pública en favor del monarca. Realmente más que asco da pena.   
Y la ultima que leo que también es gorda: Bruselas exige al gobierno español asumir más pérdidas para rescatar a la banca mediana a través de los fondos del FROB. Y, claro, cuando hablamos de banca mediana, nos estamos refiriendo también a esas cajas de ahorros que fueron y que ahora están englobadas en grupos bancarios exnovo. Y es cuando nos viene a la memoria todo ese gasto suntuoso que todos conocemos se ha producido en la caja de nuestra ciudad; toda esa pléyade de cargos políticos y sindicales, coches oficiales de lujo, gastos en dietas sin control, regalos sin freno, inversiones millonarias sin sentido, obras faraónicas para calmar la megalomanía de unos pocos. Y, claro, todo eso ahora hay que pagarlo ¿Y quién lo hará? ¡Vaya pregunta! el ciudadano con sus impuestos y muchos empleados de cajas y bancos con su puesto de trabajo. Y todo eso, aparte de crear un banco malo estatal con todos los activos tóxicos de la banca grande, mediana o pequeña.  
Pues nada, sigamos pasando página y hagamos como si no pasara nada, que es la mejor forma de cargarnos poco a poco lo mínimo conseguido desde que comenzó esta maltrecha democracia. 
Me pregunto si no será hora ya de echarse a la calle y no para quemar contenedores precisamente.  

07 enero 2013

LIBROS: CASO CERRADO, DE CÉSAR GIRÓN

En estos días navideños pasados, donde el tiempo se dilata, he acabado varias lecturas iniciadas en el mes anterior. Una de ellas ha sido "Caso Cerrado", la novela del granadino César Girón, último premio Internacional de Novela Negra 'Ciudad de Carmona', y a cuya presentación acudí a mediados de octubre. Avalada como estaba por Jesús Lens, miembro del jurado que otorgó el premio, le hinqué el diente casi en cuanto me hice de ella; y ciertamente, estamos ante una enorme novela de género negro, una 'Granada de Trhiller', como bien escribió César en mi ejemplar cuando le pedí la dedicatoria del libro. 
Una novela de estructura compleja y muy imaginativa. Partiendo de un suceso real acaecido en la Granada franquísta de 1969, un homicidio -es probable que asesinato- perpetrado en las proximidades de Río Darro -lugar en el que apareció el cadáver-, en las faldas de la Alhambra y muy cerca del Paseo de los Tristes, ha servido como argumento para que el escritor granadino desarrolle una novela de 400 páginas, muy copiosa en datos jurídicos -se observa bien la profesión del autor- y lugares imprescindibles de la geografía de la ciudad de Granada, campo en el que el autor es experto y autor de varios libros sobre calles, monumentos, lugares históricos y la propia historia de esta ciudad milenaria. 
El ejercicio llevado a cabo por César Girón conlleva un esfuerzo literario titánico, tanto por el buen número de personajes como por los minuciosos datos y estructura milimétrica que la novela soporta. Además, como buena novela negra, nada es lo que parece y cada página es una nueva oportunidad para sorprenderse de los vericuetos y la complejidad que esconde el alma humana. 
Seres dispares que pululan por la ciudad de la Alhambra henchidos de secretos y pasiones. Y de fondo una Granada imbuida en pleno franquísmo, en el que la justicia no aflora de forma automática y donde la ley, la moral y esa misma justicia casi nunca van van de la mano. 
Pero como también ocurre en toda buena novela negra, existen seres idealistas, personas inasequibles al desaliento que intentan no detenerse ante nada ni ante nadie si creen que de esa forma se consiguen algunos gramos de dignidad, sensatez y justicia. 
Y todo lo encontraremos bien repartido y estructurado en esta novela de copiosa documentación y enormes y bien trabajados diálogos, contada en primera persona la mayor parte de ella por su principal personaje, el abogado Celso Costa. 
Por tanto, si andáis buscando algo emocionante para leer y que además sea de género negro, no tenéis elección. Os la aconsejo.

06 enero 2013

DÍAS DE FASTOS

Cerveza, vino, pacharán, güisqui, sidra, cava, comidas copiosas....todo eso, en pequeñas dosis, circula o ha circulado por las venas y arterias de este pecador cuerpo, pero ya que la Navidad de 2012 y el Año Nuevo han pasado a la historia hay que hacer balance y comparar el estado de forma anterior y el actual. Lógicamente, no puede ser mucha la diferencia, pero en mi primera salida del año, a los seis días de comenzado éste, la oxidación en la musculatura y en los pulmones era evidente, a pesar de que entre medias hubo una ruta en MBT que algo ayudó a no prolongar esa oxidación. Porque tengo que admitir que este modesto corredor no ha sido tan pacato en cuanto a vida disoluta en estas fechas como en las de años anteriores. Mucho más flexible a salida, a invitaciones, a comidas, a bebidas....sí, algo más disoluto. Esto no supondría ningún contratiempo en una persona que habitualmente no haga deporte, pero sí en quienes nos dedicamos a correr o a algún deporte de forma constante. Sabemos muy bien que la vida disoluta y alegre poco encaja con la austera y ermitaña vida del deportista, por muy aficionado que sea. 
Así que esta tarde -a eso de las tres- cuando el sol se señoreaba en los campos de la Vega y las Avefrías blancas y negras gozaban de los restos de los escasos sembrados, mis piernas, corazón y pulmones intentaban componer una mínima sinfonía de este trío de instrumentos y me deslizaba con más voluntad que acierto por esos caminos solitarios y bellísimos de la Vega invernal, pero bajo un sol casi de primavera. 
Fueron doce kilómetros sufridos a 5'09'' el mil, en los que la oxidación muscular y la sensación de torpes pasos intentaban recordar que no muchas semanas atrás pude hacer mi mejor marca personal en media maratón, pero todo indicaba que en aquel reciente mes de noviembre era otro corredor; y éste que ahora torpemente casi se arrastraba por los caminos, otro muy distinto, acompañado en todo momento con una clara sensación de más peso y menor movilidad.
Sin embargo, cosa extraña sucedió en el kilómetros 10, faltando tan sólo dos para acabar la ruta. Percibí, que de pronto las piernas comenzaron a elevarse con más osadía y menor esfuerzo y que la sombra que me acompañaba por los caminos ya no parecía que se arrastrara. Fueron dos kilómetros deliciosos, que vaticinaron que todo parecía volver a su cauce, a pesar de las molestias en el abductor mayor de la pierna izquierda, dolencia que se produjo los últimos metros del último rodaje del año recién despedido, que espero que no sea muy importante y no trunque nada como sí ocurrió en estas fechas el año pasado. Prudencia, por tanto, y rodajes suaves en estos días posteriores a los fastos.

03 enero 2013

HABLEMOS DE ZAPAS

Ahora que llegan tiempos de rebajas, y sé positivamente que muchos corredores nos lanzamos estos días a buscar las nuevas zapatillas que nos permitan hacer el máximo de kilómetros en el 2013, estoy en disposición de valorar -porque ya he hecho muchos kilómetros con ellas- las dos pares de zapatillas que, normalmente, alterno para entrenar y competir. De esa manera, os puedo dar algunas ideas y, de camino, analizar estas zapas de marcas tan dispares, cuando ya han alcanzado más de la mitad de su vida útil y ya hay que ir buscando sustitutas. 

Comenzaré por la adquirida en primer lugar: 


Como ya comenté en su día, cuando analicé esta zapatilla hispana, nunca hay que decir "nunca jamás". Porque de hecho, es la zapatilla que más he usado en el último año, que es lo que tiene de vida. Las encontré en Internet a un precio fenomenal y, realmente, no arriesgaba nada. 
Pero no haré una descripción técnica de la misma porque ya la hice en su momento. Ahora me referiré a las sensaciones y a la experiencia que he tenido con ellas a lo largo de muchos kilómetros por caminos, calles, carreteras y senderos. 
Hay que comenzar con contundencia y decirlo alto y claro: esta zapa ofrece mucho más de lo que cuesta; o al menos, mucho más de lo que yo pagué por ella. 
Tiene un comportamiento muy aceptable en todo tipo de terrenos y su robustez y amortiguación te ofrece la confianza necesaria para introducirte en cualquier experiencia "running". He entrenado con ella por caminos, por senderos de olivos repletos de piedras, por asfalto seco y mojado, con calor y con lluvia y jamás se ha resentido. Ni ella, ni mis pies. Hay que decir que no tiene la versatilidad en cuanto a amortiguación que ofrece el sistema 'gel" de Asics ni el mágico sistema de amortiguación de Saucony, pero es una zapatilla muy serie en todos los aspectos y pensada al cien por cien para runners, incluso con un peso de alrededor o algo superior a los 80 kgrs., como es mi caso. 
En particular me gustan de esta zapatilla muchos aspectos, pero destacaría su abrigada horma que embute muy bien el pie sin que tengas la sensación de sentirlo más descubierto, como sí ocurre con otras marcas más prestigiosas y caras. Además, la robustez de la zapatilla hace que sientas seguridad en cada pisada, ya que la suela es sólida y contiene un agarre muy efectivo que hace que no te desequilibres en terrenos irregulares provistos de abundantes piedras. De hecho, éstas son perfectamente aplastadas y superadas por esas suelas agresivas y contundentes, sin que percibas sensaciones desagradables en la planta del pie al pisar alguna piedra puntiaguda. 
En cuanto a la comodidad de la zapatilla, hay que decir que ésta está a la altura de las grandes marcas, a pesar de sentir en las primeras salidas una rigidez que va desapareciendo con el tiempo. No he tenido ninguna rozadura con ellas y su durabilidad es superior a la de otras marcas consagradas, como es el caso de Mizuno. 
En su contra, hay que decir que no es una zapatilla muy rápida. Las uso básicamente para atacar muchos kilómetros -incluso las he utilizado en media maratón- pero jamás para series ni rodajes rápidos ni competiciones cortas y rápidas. Para ese fin van mucho mejor el otro par que paso a analizar. 


Estas zapatillas, tienen ahora unos seis meses de vida y ya han superado con creces su recorrido kilométrico medio. 
Tengo que decir, en primer lugar, que fue una magnifica opción hacerme de ellas porque me han ofrecido sensaciones que no había tenido hasta ahora. Tampoco haré una exposición técnica de ellas, porque ya lo hice en su día.
Inicialmente, concebidas para corredores con menos de 80 kgr. (en torno a los 75), no me importó adquirirlas para alternarlas con las Hispalis IX -también las he alternado con otras más antiguas y ajadas, como la Brooks Trance, que están ya en fase de prejubilación). 
Esa alternancia ha llegado de la mano de rodajes rápidos, competiciones -normalmente compito con ellas en cualquier distancia- y entrenamientos de calidad. Y en esos terrenos son prácticamente perfectas, ya que se trata de una zapatilla ligera, que es algo que se aprecia nada más tocarla, pero lo suficientemente amortiguada para no caer en la terrible afección muscular de soleo y gemelos, que tanto me persiguen. 
No se trata, en puridad, de una zapatilla voladora, pero si puede hacer ese papel para corredores de más de 85 kgrs., que no es mi caso. 
Sin embargo, sí he sido prudente en cuanto a su uso continuado en rodajes de muchos kilómetros. Por ejemplo: si un día he hecho con ellas 20 kilómetros, en la siguiente sesión he procurado calzar las Hispalis o las Trance porque sé que para mi peso y con una carga de kilómetros semanal por encima de los 60 kilómetros, no es aconsejable abusar de esta zapatilla. Por tanto, cumpliendo con ese requisito, que consiste sencillamente en poderla alternar, esta zapatilla es magnífica y no concibo hacer series o rodajes rápidos si no es con ella. 
Por ese mismo motivo, la siguiente adquisición consistirá en buscar una zapa similar que me permita seguir haciendo rodajes y entrenamiento de calidad con la idea de pensar en otra alternancia futura, más pensada para altos rodajes kilométricos, tipo Cumulus, Supernova,  Triumph, otras Hispalis, Glide, 1080 y sucesivas o 2070 y sucesivas.     

01 enero 2013

EL DISCURSO DEL REY (QUE NO LA PELÍCULA)

El día de Navidad, tomaba un café en uno de los raros bares que estaba abierto y al no haber prácticamente nadie en el local y tampoco existir prensa qué leer, fijé mi atención en una conversación, justo en la mesa de al lado, entre dos hombres entrados en edad, acerca del discurso del Rey de Nochebuena. Al principio, no estaba claro, pero a los pocos minutos lo vi con claridad: uno era un monárquico acérrimo y el otro un republicano entusiasta. Lógicamente, intenté en todo momento no parecer indiscreto, así que pedí otro café y saqué mi bloc de notas que siempre llevo conmigo; de esa manera, parecería que estaba escribiendo cualquier cosa, cuando en realidad tomaba notas de lo que escuchaba. Porque como todos sabemos, es en los bares y tabernas donde se suelen desarrollar las conversaciones más interesantes. Ésta se desarrolló más o menos de esta manera: 


Monárquico: -¿Vistes anoche el discurso del Rey?
Republicano: -Ya sabes que suelo verlo, para poder luego criticar lo que dice. 
M: ¡Ya empiezas con la misma cantinela! 
R: Pero este año estarás conmigo en que el Borbón ha sido más falso de lo habitual. 
M: Sí, no te puedo negar que este año no me ha convencido, como sí lo hizo el año pasado. 
R: ¿Por qué no te ha convencido? 
M: Porque lo que decía no se lo cree ni él. Es más, lo que le han escrito este año es lo que piensa la gente de la calle, pero no le corresponde decirlo a él después de cómo le ha ido este año.
R: Jóder J (omito el nombre), parece que te estás ladeando hacia la República. 
M: Nada de eso; todo lo contrario. Lo que creo es que con ese tipo de discursos demagogos, los tuyos llegarán pronto. Un Rey lo que tiene que hacer es ponerse en su sitio. Lo primero, nada de sentarse en el borde la mesa como si estuviera en una taberna.
R: Pues, precisamente por eso me gustó el discurso, je,je...
M: A mí, por todo lo contrario. El Rey está perdiendo los papeles ¿Cómo se le ocurre hablar de regenerar la política, cuando no es capaz ni de regenerar su propia Casa? 
R: Yo lo que creo es que cree que los españoles somos estúpidos y que nos vamos a tragar que a él le preocupe el desprestigio de la clase política. Yo creo que ya está bien de tratar a los ciudadanos como inmaduros ¿no crees?. 
M: Sí, estoy de acuerdo, ese no es el camino. 
R: Está claro que no. Y lo que realmente me preocupa es que la República llegue sin que cambien los valores. No es esa la República que quiero. Una República que contenga toda la corrupción actual no sirve para nada, por muy electos que puedan ser los Presidentes de la misma. Total, si al final vamos a tener la misma partitocracia de siempre; es decir los mismos perros con distintos collares. 
M: Me gusta que razones M (omito el nombre). 
R: Ya sabes que siempre he pensado lo mismo. Lo que me interesa de la República, no es la forma política del Estado sino los valores, los principios, la ética. A este ritmo, tendremos una República que podría estar presidida perfectamente por un Aznar, un Zapatero, un González ¿Es eso lo que queremos? 
M: Precisamente por eso, defiendo la Monarquía, porque ofrece unos valores estables y duraderos, pero esta Monarquía española cada vez me interesa menos ya que está formando parte de esa clase política corrompida y sin principios.
R: Luego, ¿Tu apoyarías la abdicación del Rey y entronización del Príncipe? 
M: Ni mucho menos. Ese niño ha mamado también la misma degradación del padre. No me vale. Y mucho menos desde que se casó con esa tipa. 
R: Por lo tanto, hay poca salida ¿no?
(En ese momento el Republicano me miró de soslayo y consideré que probablemente pensaran que estaba pendiente de su conversación. Tal era mi ensimismamiento. Yo seguí escribiendo aparentando ajenidad). 
M: Realmente, hay muy poca salida. Y lo peor es que la Monarquía ya se la cree poca gente y su índice de popularidad cae sin freno. De hecho, han dicho que la audiencia este año ha bajado mucho con respecto al anterior.
R: Y no ha bajado más porque el Rey estaba en todas las cadenas importantes. Por lo tanto, no había opción de elegir ver otra cosa a esa hora, excepto en Cataluña y País Vasco, supongo. Si tan sólo fuera retransmitido su discurso por la Primera, la audiencia sería mínima.
M: Razón no te falta. Esto es un desastre ¿Quieres otra copa de sol y sombra? 
R: Vamos a echarla. 

De pronto, comenzaron a hablar de otra cosa y perdí el interés, pero me quedé un buen rato reflexionando y a más reflexionaba más iba comprendiendo que algo está a punto de ocurrir en este país, porque ¿qué país puede resistir que un monárquico convencido y un republicano igualmente convencido mantengan una conversación igual de crítica sobre nuestra monarquía? ¿Qué está cambiando?    

31 diciembre 2012

UN AÑO DA PARA MUCHO.

Un año da para mucho. O para poco. Depende de nuestra actitud y de las circunstancias personales. Puede ser un año fatídico y puede ser un año redondo, pero no estaría mal que fuera un año normal, sin más. 
Los que corremos habitualmente, podemos perfectamente resumir el año por kilómetros y por carreras. Es una buena referencia. Pero lógicamente, el año no se nutre solo de eso, aunque 'eso' sea lo que quizá hagamos con más constancia, al menos, en lo que se refiere a práctica deportiva. Una práctica deportiva que está presente, haya frío, lluvia, nieve o calor. Siempre está ahí; como lo está esa extraña estatua en mitad de la calle por la que pasamos cada día o ese árbol, que con hojas o no, floreciendo o no, con fruto o sin él, siempre está ahí, inmóvil, constante, presente... 
Un año, que en sus doce meses y sus trescientos sesenta y cinco días, sus ocho mil setecientos sesenta horas y sus doscientos diez mil doscientos cuarenta minutos, se despide dejándonos algo más pobres y mucho más desesperanzados con las instituciones, las leyes y la clase política de un país que cada día va más a la deriva y que permite que su clase pudiente siga aferrada a sus privilegios mientras que liquida progresivamente el estado de bienestar y la ciudadanía se desangra postrada en el desempleo, la carestía de la vida y la fuerte carga impositiva; y que observa cómo son cada vez más los jóvenes preparados que optan por traspasar las fronteras, mientras que recibimos una cada vez más preocupante inmigración social, que no funciona ya como contingente de mano de obra. 

Pero a pesar de todo seguimos haciendo kilómetros y compitiendo, completando este año menos kilómetros que el anterior, por la lesión de principios de año, y un total de 11 competiciones, de las cuales cinco han sido en la distancia de media maratón. Y, también, escribiendo. Han sido 247 las entradas escritas y varios cientos vuestros comentarios. Entradas en las que ha habido reflexión, correr, deporte, literatura, relatos, cuentos, artículos en prensa, cine, libros, vídeos musicales, viajes, fotografía música...y una lista interminable de asuntos. Ese es el sustrato que mueve este blog, que no es más que la plasmación del espíritu de su autor. 
Esperamos, por tanto, para el nuevo año que las circunstancias y las actitudes no sean muy cambiantes y podamos seguir compartiendo kilómetros y este espacio virtual. Pero eso nunca se sabe. 

Un venturoso y buen 2013 para todos y todas.  

PRUEBA DE ALHAMA


PRUEBA DE SALOBREÑA
PRUEBA DE HUÉTOR TÁJAR



PRUEBA DE ÓRGIVA

PRUEBA DE VALLE DE LECRÍN 

PRUEBA DE OTURA


MEMA DE GUADIX


MEMA DE MOTRIL
MEMA DE GRANADA

MEMA DE JAÉN





MEMA DE CÓRDOBA




UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...