15 febrero 2012

CINE: SILENCIO DE AMOR (Francia, 2011)


Cuando hacía una pequeña glosa de "Silencio de amor" en el margen derecho escribí de forma expresiva: ¡viva el cine europeo! Esa expresión fue de satisfacción, esa que en ocasiones se siente cuando aparecen las letras de crédito al final de una película. Con ello no pretendía magnificar   -y mucho menos convencer-  las virtudes de esta película de Phillippe Claudel, simplemente expresaba mi momento emocional tras ver esta excelente película francesa, porque al contrario de lo que les pasa a algunos gabachos con nuestros deportistas de élite, a mi me gusta el cine francés. Tan es así que la he vuelto a ver en un intervalo breve de tiempo y he vuelto a mostrar la misma emoción.
En mi opinión, el buen cine tiene que tener una buena historia o varias y ha de estar aderezada de otros elementos que cada vez voy definiendo con más precisión: rodaje en exteriores -y en ese aspecto Francia gana por goleada no como en otros deportes-, buena banda sonora, sentimientos nobles, que no diabéticos y, sobre todo, si hablamos de cine europeo es convenientes que hable de las personas, de las ciudades (en este caso, Estrasburgo, sede de las principales instituciones europeas), de la sociedad en suma, de la forma de vida en Europa, porque soy europeísta convencido en cuanto a estilo de vida, en cuanto a su cultura, su música, sus conquistas sociales, su arquitectura, su pintura,su literatura... su arte en general, y todo eso a pesar de la Unión Europea y su unívoca obsesión por la pasta. Además, si tiene buena música y poesía, mucho mejor. Y de todo ello hay en esta película, que es la segunda dirigida por un prolífico escritor, ganador del prestigioso Goncourt de novela en 2003 y múltiplemente vendido y premiado gracias a su literatura de estructura sencilla pero muy emotiva, tal vez, como sus películas. Pero nada de él he leído, lo reconozco; por tanto, lo que conozco de su literatura es por testimonios indirectos.
Curiosamente en las pasadas navidades alguien del entorno familiar mostró interés por uno de sus relatos, La nieta del señor Linh, y ese dato y esa búsqueda me llevó a indagar en el autor, para descubrir que hacía pocos meses había visto -sin saber que se trataba de él- su premiada opera prima, una excelente película francesa: "Hace mucho que te quiero". Por tanto, se cerró el círculo con la adquisición de aquella obra y con la visión de esta su segunda película.


Ver este film un par de veces, ya digo, ha sido un enorme placer. Como lo ha sido saborear su música y descubrir la Tarantela, una pieza musical histórica muy cantable y muy bailable por los pueblos del sur de Italia y que es de origen siciliano, de la que se dice que nació para curar amores. E impagables también han sido los versos del poeta y músico siciliano Alfio Antico, cuyo título del poema ha servido para dar nombre en español a esta película. Un bellísimo poema que habrá ocasión de escuchar cantado en esos excelentes fotogramas finales de la película y que reza así: 

Te he amado desde la cuna,
te he dado dulzura miga a miga.
silencio del amor que corre por las venas,
me es imposible dejarte.
No lloréis vosotros, los olivos:
el amor y la ternura vienen de lejos.
Mi alegría, mi amada, soplo de mi alma.
Dame tu corazón, yo te daré mi vida.





14 febrero 2012

JULO CÉSAR: UN PORTERO CON ASPECTO DE SEMINARISTA

El nombre de Julio César Jacobi poco nos dirá -incluso a los más futboleros-, pero si decimos: es el portero suplente del Granada C.F, probablemente ya nos diga algo, a pesar de que mucha gente aún se preguntará quién es. 
Y sale aquí debido a una reflexión que me surgió cuando leía el lunes por la mañana el artículo que a él aludía a raíz de sus luces y sus sombras firmado por la fina pluma de mi buen amigo Manolo Pedreira, redactor de Ideal. 
Venía a decir Manolo que Julio César no tenía aspecto de portero sino más bien de seminarista. Y, efectivamente, este joven de 25 años, natural de Brasil, atesora un rostro beatífico que poca impresión de feracidad debe de dar en el área cuando se disponga a atrapar balones con más rápidez y destreza que sus naturales enemigos los "killers" delanteros del equipo rival. 

Y es que este portero de procedencia portuguesa -al parecer también fue suplente en el Benfica-, cedido al Granada, está en boca del mundillo futbolístico, incluso, allende de Granada, debido a sus grandes paradas y sus muy sonadas pifias. Y como resulta que la memoria es selectiva, traicionera y anárquica, no sé por qué me ha venido alguien a la mente que poseía -guardando las distancias- similares virtudes y similares defectos. Caprichos del destino. Y ese alguien no es otro que el suscribe, que también anduvo bastantes años en la ingrata tarea de arquero en las ligas provinciales. 
Cuando Julio César se automarcó el tercer gol ante el Villarreal, en una jugada inofensiva, fijé mi mirada en sus ojos cuando la cámara de televisión ofreció un plano corto. Y fue entonces cuando intenté averiguar qué pasaría por su cabeza, que podría albergar en ese momento un torbellino de desolación y desesperanza. Llevaba cuatro partidos como titular por mor de la lesión de espalda del titular y muy querido por la afición, Roberto Fernández; había cuajado una gran actuación ante el Málaga y el Betis, pero ante el equipo sevillano había errado también en el gol bético; sabía que todas las miradas estaban puestas en él; él se sabía observado y para colmo no contaba con prestigio, buena fama ni pasado glorioso, un perfecto desconocido. Y, ahora, de pronto, cuando el Granada podía incluso empatar y tras hacer un par de meritorias paradas, va y la pifia. Tierra trágame. Reconozco que me sentí mal por él y en parte también por mí, por mi pasado errático en esa demarcación. Para colmo su aspecto es pulcro, educado, casi débil y allí se encontraba sólo, en tierra hostil, alejado de su hogar, cedido por su equipo, automarcándose un gol que le podía apartar de la titularidad. 
Al día siguiente leí el artículo de Manolo e, insisto, sin saber porqué pensé en ese otro portero modesto que también solía liarla parda de vez en cuando; aquel que en opinión de gente sabia del fútbol podía llegar lejos si se le ofrecían las oportunidades adecuadas; aquel que fue valorado por jugadores  que fueron de la élite del fútbol nacional como son el caso de Emilio Baena -padre de mi amigo Emilio- y por Joaquín Calera, ambos jugadores del Granada en distintas épocas. Pero a aquel joven no se le dio la oportunidad de oro y acabó sucumbiendo. 
Probablemente no sea el caso de Julio César porque llegar a Primera División ya es triunfar pero mucho me temo que si su técnico, Abel Resino, no le tiende ahora la mano, como portero que él también fue, este chico con cara de seminarista acabe sus días haciendo bolos en equipos poco serios, porque no me cabe duda que existe un enorme potencial en este portero, tan sólo alguien debe de enseñarle a enmendar sus pifias y, tal vez, a hincar puñales con su mirada.                   
   

DOS CIUDADES ARDEN

Arde Atenas. Y arde Sevilla. Y no pensemos que los motivos son muy distintos: motivos económicos, en suma. 
A Grecia, todos sabemos que la están machacando de lo lindo. Vale, todos sabemos que los griegos han sido un desastre, mucho más cigarras que hormigas y que su clase política se podría considerar de la más despreciable de Europa por hacer de la cuna de la democracia occidental un pozo de corrupción, nepotismo e intereses (creo recordar que alguna griega ocupa una de las más altas instituciones de nuestro Estado). Supieron despojarse de una corrupta y decimonónica monarquía de vocación autárquica pero instauraron una supuesta democracia basada en clanes y  oligarquías y así les ha ido. 
Sin embargo, de ese error histórico no son responsable solamente ellos y el círculo se  cerró cuando sin control de sus balances entraron en la Unión Europea. Por tanto, al no estar cuadradas sus cuentas, Grecia, se ha convertido en un pozo sin fondo financiero que está poniendo al borde del abismo la moneda de los mercaderes europeos. 
Ese bocado de deuda es tan enorme como cuásar del que intentan sacar provecho los banqueros alemanes y franceses que al ver que la deuda comprada al país heleno puede ser no cobrada están poniendo a trabajar a sus títeres gobernantes: Merkel y Sarkozy. 
Y, claro, quién acabará pagando todo esto: ¡premio! los ciudadanos, ¿quién si no? Por tanto, éstos, los más activos, están quemando la ciudad griega como si de una nueva Roma neroniana se tratara. 
¿Y qué otra ciudad está ardiendo? En esto caso metafóricamente, sí, pero ardiendo a fin de cuentas: Sevilla. O mejor dicho el rancio poder sociata sevillano, nerviosos ante la perspectiva cada vez más cierta de que perderán el poco poder que aún les resta: la Junta de Andalucía. No hace mucho tenían múltiples opciones de acomodar a sus huestes en alguna lista electoral, alguna empresa pública, alguna fundación, alguna aberración jurídica de esas que ellos crean para colocarse..., pero todo esto ya se acaba. Y lo saben.    
Y como resulta que estos prebostes de socialismo andaluz, tan hombres de estado que son, ven cómo se le acaba el alpiste ahora comienzan a picotearse entre ellos. Algo muy similar a lo que contemplamos en los documentales de la 2 con las hienas: cuando no tienen donde hincar el hocico acaban devorándose entre ellas.  

13 febrero 2012

CINE: EL ÁRBOL DE LA VIDA (USA, 2011)

Comenzaré a hablar de esta película con una recomendación que normalmente se deja para el final. Y mi recomendación no será otra que me abstendré de recomendarla o no recomendarla. Ante este tipo de películas no me atrevo a valorar nada, porque tampoco sé si lo que he visto me ha gustado a mi mismo o no. 
No, no estoy perdiendo el juicio. Lo que ocurre es que estamos ante un tipo de película de esas que uno podría ver a regañadientes para luego alardear de cinéfilo; o sencillamente, estamos ante un tipo de película de la que es muy difícil hablar nada y uno prefiere dejarlo al albedrío personal de cada uno y de su forma de entender el cine. También podría darse el caso de tratarse de una película que un espectador podría abandonar en cualquier momento; o, por el contrario, tratarse de un tipo de película que un espectador podría visionar dos y más veces. 
Es todo tan extraño y tan complejo. Me explico. Uno lee el casting, las buenísimas críticas y la avalancha de premios y nominaciones y sugestionado por todo esto no le queda más escapatoria que verla. Ninguna película que protagonicen Brad Pitt y Sean Penn puede ser excesivamente mediocre, así que te lanzas a verla, pero ¿qué te encuentras? No sabría explicarlo. 
Tan sólo puedo decir de lo que opino personalmente al verla, que en absoluto tiene que coincidir con otras opiniones. Hay poesía visual. Hay una excelente fotografía. Hay una asfixiante gravedad en el mensaje. Hay tanta humanidad..., tanta profundidad. Se diseccionan tantos aspectos de nuestra infancia... - de cualquier infancia- Pero no sabría decir nada más.
Verla o no, eso lo dejo al albedrío y a la forma de concebir el cine que tenga cada uno.        

12 febrero 2012

VUELVO A LAS ANDADAS

La tarde de este domingo, doce de febrero, fue particular y deportivamente aciaga en lo personal. A la exposición al viento frío del norte por una desangelada y despoblada Vega se unió la constatación de que le lesión aún persiste y eso que la tarde anterior los nueve kilómetros habían ido como la seda. Realmente hay momentos malos para el corredor, pero pocos como ese en el que sabes que sigues lesionado y cojeas más que corres, mientras que el frío desapacible de una tarde de domingo te hiela el rostro.
Por tanto, hay que rendirse ante la evidencia: se acabó el running, al menos, durante diez a doce semanas. Cuando intente volver ya habrá pasado la Semana Santa y probablemente ya haya cambio de gobierno en la Junta de Andalucía. Así de implacable es el tiempo. 
Con cinco semanas de parón no ha bastado y, probablemente, tampoco baste con diez semanas o doce semanas, pero mejor parar ahora que no alojarse en la negrura de una lesión crónica. 
Tras analizar el dolor de hoy -que es el mismo que sufrí el pasado cuatro de enero- casi podría llegar a confirmar que no se trata de una "vulgar" microrrotura fibrilar porque cuando se trata de esta lesión de este tipo percibes una especie de "pedrada" que te obliga a detenerte en seco. Además, es una lesión que no avisa. Sin embargo, el dolor que ahora padezco no impide por completo correr pero es persistente. Por tanto, me inclino hacia la contractura. De todas formas sea lo que sea necesita su tiempo. Pero lo asumo sin aspavientos y porque sé que de la mayoría de las lesiones se sale. Lesiones como ésta he padecido y posteriormente he corrido maratones, medias maratones e incluso he subido hasta el Veleta.  
Con suerte, la próxima prueba de competición que podré correr será la de Salobreña a celebrar en el aún lejano domingo del seis de mayo. 
Hasta entonces serán muy otros los planes, todos ellos alejados del correr. Intensificaré la bicicleta y buscaré también el entrenamiento en agua, sin olvidar el masaje, la electroestimulación, los largos paseos y los estiramientos. Todo lo demás que sea necesario hacer lo prescribirán en Medicina del Deporte a cuyo centro acudiré esta misma semana para buscar el diagnóstico profesional preciso. 
Sin embargo, en estas tres últimas sesiones -qué parecidas son las palabras sesión y lesión- que he llevado a cabo no me ha dado demasiado tiempo a entrenar como dios manda, pero sí a estrenar algún material técnico que he ido comprando a lo largo del mes de enero. Por tanto, como todo lo comprado está probado, dedicaré las próximas entradas a comentar las virtudes o defectos de este material que, probablemente, os pueda venir bien conocer a quienes corréis habitualmente.  
  

09 febrero 2012

NUESTROS DEPORTISTAS DE ÉLITE Y CANAL PLUS FRANCIA

Acabo de ver los guiñoles de Canal Plus France ridiculizando a algunos de nuestros mejores deportistas a raíz de la polémica e incomprensible sanción a Alberto Contador y, sí, hay que reconocer que no es nada agradable y es denunciable, pero no representa el sentir de la nación francesa, ni de sus dirigentes deportivos y políticos. Si consideráramos que así es la cuestión tendría otros matices bien distintos y serían muchas y contundentes las medidas a adoptar.
Los guiñoles del Plus -que también existieron en España- sólo es posible interpretarlos en un contexto, que no es otro que la misión de caricaturizar y ridiculizar a todo personaje famoso, siendo más ridiculizado quien más famoso es o al que más daño se le quiere hacer. De hecho, en el Reino Unido son pasto de ellos -u otros similares- desde la sagrada monarquía británica hasta el muy popular David Beckham, pero al mismo tiempo estos que ridiculizan son símbolos e iconos de la sociedad británica. En Francia ocurre algo similar y es frecuente que estas caretas de gomaespuma -o de lo que fuere que estén hechos- aticen al mismísimo y todopoderoso primer ministro y otros personajes de las altas esferas políticas. Por tanto, todo este pollo que se ha montado hay que verlo en un contexto y con un prisma determinado. 
Dicho esto, sí hay que afirmar que es muy probable que en nuestro país vecino, en determinados medios de comunicación, reine cierto resentimiento por el éxito continuado de muchos de nuestros deportistas de élite en su propio territorio, porque ¿cuánto tiempo lleva un tenista francés sin ganar el Roland Garros? ¿O desde cuando no se sube un ciclista francés a lo más alto del podio en los Campos Elíseos? Quizá en la respuesta a esas dos preguntas pueda estar la clave de la forma de actuar de los guionistas de los guiñoles de Canal Plus. Dicen en mi pueblo que la envidia es muy mala y en Francia muchos sectores políticos y sociales nos siguen viendo aún como un país inferior; algo parecido a como vemos nosotros, por ejemplo, a Marruecos. Y la envidia cuando surge de una posición de sentimiento superior es mala pócima. 
Ahora bien, de ahí a rasgarse las vestiduras, crear un conflicto con el país vecino, elevar una queja diplomática, insultar a cualquier francés de buena fe que se cruce con nosotros, va un abismo. 
Ya lo dijo Cervantes sabiamente en boca de su personaje universal: "Ladran, luego cabalgamos, Sancho".     
Lo verdaderamente grave no es esta parodia de dudoso humor sino la actuación del TAS contra Alberto Contador. Está claro que la justicia deportiva siempre ha sido un desparrame y sus dudosas resoluciones casi siempre son pantomimas, pero es cierto que jamás ha llegado tan lejos, por lo que podría ser muy razonable sospechar que son otros los intereses y otros los hilos que mueven a estos artistas del Tribunal de Arbitraje Deportivo. También hay que considerar un dato que no se ha de pasar por alto: Francia sigue siendo el país con más influencia en el ciclismo mundial. Esos asuntos son lo verdaderamente graves y preocupantes.

08 febrero 2012

CINE: CÓMO ACABAR CON TU JEFE (Horrible bosses, USA, 2011)

Como decía en el lateral derecho de la pantalla, en ocasiones, un nefasto subtítulo en español te puede apartar de ver una interesante película. Y es precisamente lo que ocurre con ésta, en mi opinión, una excelente comedia, que bien podría calificarse de varias formas: género negro, de enredo, de trasfondo laboral... El caso es que nos encontraremos muy a gusto viéndola porque es verdaderamente divertida. De hecho, cuenta con un excelente elenco de actores entre los que se encuentran el versátil Kevin Spacey, el incombustible Donald Sutherland, el muy peculiar Colin Farrel, James Foxx -que ya hizo un papel fantástico en El solista-, y el muy activo Jason Bateman, que hizo una magnífica interpretación en la excelente Hancock -cuya segunda parte podremos ver en 2013-; y que forma un buen lío en compañía de los más desconocidos Jason Sudeikis (Carta blanca) y Charlie Day (Salvando las distancias)   incluso existe una buena interpretación de Jennifer Aniston, bien metida en papel de ninfómana. 
Nos encontramos ante una película que podría ganar mucho si mantuviera el título original en inglés: Horrible bosses, pero es un detalle menor si logramos documentarnos sobre ella, conocer su elenco de actores y finalmente convencernos que con tal casting difícilmente puede salir nada demasiado malo. 
Particularmente brillante -como siempre- el británico Kevin Spacey, que podría hacer creíble su papel aunque hiciera de la hormiga atómica.   

07 febrero 2012

CINE: 127 HORAS, (UK, 2010)


Muchas películas hoy día poseen un guión basado en hechos reales, pero eso no garantiza que sea creíble lo que cuentan o que la dirección de la película sepa recrear certeramente lo que ocurrió. Pero ese no es el caso de esta excelente película de Danny Boyle (Slumdog Millonaire, 2008; Trainspotting, 1996). 
Basada en el libro del montañero Aron Ralston, que cuenta las terribles sucesos vividos en una grieta en los cañones de Utah, esta película penetra en la mente del espectador con un asombroso realismo vivencial, algo que no es fácil de conseguir en cine. 
Hoy día, en el cine actual, existen muchos artificios para procurar que lo que se narra cale en el espectador, pero todos esos artificios no aseguran una total compenetración entre las imágenes, la historia que se cuenta y el espectador. Sin embargo Boyle, como ya ha demostrado en las películas anteriores indicadas, consigue con mucha maestría que sus historias, sus imágenes penetren en la psique del espectador sin necesidad de artificio alguno. Yo creo que esa es su grandeza como director. 
Lo consigue sobradamente en 127 horas, pero no descuida otros aspectos narrativos fundamentales, algo difícil de conseguir cuando se trata de una película que ni tan siquiera llega a ser coral. Para conseguir ese efecto ha obtenido la inestimable ayuda de un actor de raza, James Franco, uno de esos escasos actores que interpretan con gestos, miradas, muecas..., como ya demostró en la saga de Spiderman. 
Además, el director británico no descuida en absoluto la banda sonora, algo que ya descubrimos en Slumndog Millonaire y Tranispotting. Por tanto, nos encontramos con una película que cuenta con todos los ingredientes que tiene que tener el buen cine de este director, cuyas películas van camino de convertir en cine de autor, si no lo son ya. 
Imprescindible.  

06 febrero 2012

EL PSOE, EN DERRIBO


Está claro que el PSOE, actualmente, es una partido en derribo. Su historia, su presencia y sus muchos gobiernos central, autonómicos y locales en este país le otorgan aún muchos votos, pero esa pérdida de más de cuatro millones y medio de votos y la pérdida del gobierno central, las autonomías -sólo le resta Andalucía, que probablemente perderán en marzo, según las encuestas, y el País Vasco, apoyados "contra natura" por el PP- le sitúan casi en un partido testimonial, algo que puede ir a más si definitivamente perdieran Andalucía y el País Vasco, que ambos casos se dan casi por seguros.  
Sin embargo, siendo muy importante esa pérdida de poder, lo es mucho más que no posea gente solvente para renovar el partido, ya que una cosa casi conduce a la otra. Las políticas llevadas a cabo por este partido en España ya parecen haber calado negativamente en los españoles y pocos con un poco conciencia política y sentido de Estado desean ya apostar por un partido que ha destrozado más que ha edificado. 
El elector actual cada vez más repugnante que el poder que ha ejercido el PSOE se base en una política de partido, alejándose cada vez más de los problemas de los ciudadanos y de las instituciones y esa, quizá, haya sido su propia tumba. Además, existe un verdadero hartazgo, si no un rechazo frontal, de los tejemanejes de personajes del partido que parecen no tener interés en irse nunca, todo lo contrario, siguen ahí con sus discursos vacuos y maniqueos, sus escándalos vergonzosos -véase los casos que rodean a Chaves, a Zarrías, a Chaves, a Griñán...-  y su poca capacidad de autocrítica y renovación. 
De hecho, en el congreso de Sevilla del pasado fin de semana se vuelve a demostrar que no existe interés alguno por el cambio. Este cambio hubiera sido dramático que hubiera recaído en Carme Chacón porque no creo que aglutine el sentir del partido a nivel nacional ni tenga la altura necesaria para dirigir al segundo partido del país, pero lo es mucho más que ese cambio lo lidere un coetáneo de Felipe González, apoyado por una especie de parque Jurásico integrado por González, Chaves, Zarrías, Jáuregui y otros miembros del PSOE del 82. 
Pareciera que exista más interés por la liquidación total de las siglas que por mirar hacia el futuro. Allá ellos.       

05 febrero 2012

HAY UN TIEMPO PARA TODO

Muchos de vosotros-as, a estas horas del domingo, probablemente tecleéis esta dirección virtual -o probablemente la tengáis en favoritos- para consultar la crónica de la prueba de Armilla, que como es habitual suelo hacer tras cada prueba. Pero no la hay. 
A la hora en que probablemente el arco hinchable de meta -que nos acompaña en todas las pruebas del Circuito de Diputación- estuviera desinflado y plegado, iniciaba una tímida ruta de algo menos de seis kilómetros por un camino -alejado aún de asfalto- blando de tierra tras un mes justo sin correr -excepto una ligera y precipitada escaramuza que no resultó-. La idea era probar cómo se comportaría ese gemelo derecho tras la microrrotura fibrilar que acabó por detenerme el pasado 4 de enero. 
Y es que mi ritmo ahora es muy otro, totalmente alejado de competiciones ni nada que se le parezca. Así han de transcurrir mis días deportivos en estos tiempos y así deberán de seguir hasta que la lesión desaparezca y la forma vaya poco a poco apareciendo. 
Pero no tengo prisa alguna, es más no experimento mono alguno por correr en competición alguna. Uno sabe a estas alturas que cada cosa tiene su tiempo. 
Sin embargo, tras la corta ruta de hoy a un ritmo de 5'30'' el mil, todo indica que la recuperación esta casi completada. No ha habido dolor alguno, si acaso unas apenas imperceptibles molestias, algo lógico cuando se trata de ejercitar una zona que ha estado dormida por la lesión. 
Por lo pronto, hay que ir poco a poco acumulando kilómetros - sin salvajadas, eso sí- y siguiendo con los estiramientos, el frío, el electroestimulador y el automasaje, que una vez lo controlas puede hacer milagros como el otro día me decía Paco Moreno, jugador que fue del Guadix y del Granada y que de eso sabe lo suyo. 
Por tanto, no voy a hacer planes para la próxima prueba en Albolote, de aquí a un par de semanas. Si estoy para correr lo haré eliminando todo ánimo competitivo, es decir, tomando la carrera como un entrenamiento de rodaje algo que nos cuesta mucho llevar a cabo cuando se trata de una prueba porque, sin quererlo, nos electrizamos y nos dejamos llevar por el ritmo de la prueba, que casi siempre se convierte en algo similar a un buen entrenamiento de calidad. 
Seguiré alternando, eso sí, correr con la MBT, porque sigo en el propósito este año de restar algún tiempo a correr para concedérselo a los pedales. 
Satisfecho, eso sí, por poder decir que de nuevo vuelvo a los caminos.        

03 febrero 2012

CINE:WIN WIN (GANAMOS TODOS) (USA, 2011)

Hablamos de una película que habla de las personas. Tal afirmación podría parecer lógica, pero si se piensa bien no lo es tanto. Es cierto, como cantó Aute, que la vida es cine, pero no siempre el cine es la vida misma. Sus historias son épicas, excesivas, aventureras, mágicas, históricas, pero pocas veces son las personas sin aditivos las que dan contenido a una película. Pero en Win Win sí, y es algo que se palpa desde los primeros fotogramas. 
Pocas películas establecen tanta complicidad con el espectador como ésta. Su cotidiana historia navega por los vericuetos complejos de todos nosotros sin ataduras y al poco estaremos completamente compenetrados con el argumento. Seguramente podría ser la historia de cualquiera de nosotros y es por eso por lo que esta película se impregna de nosotros y nosotros de ella.
Hay que agradecer este premiado guión y hay que agradecer este tipo de cine con olor a independiente; pero sobre todo hay que agradecer que existan actores tan terrenales como Paul Giamatti, que no para de sorprenderme. Un actor que se mete en la piel de un enólogo obsesivo (Entre copas) un tipo sin moral (El mundo según Barney) o un malvado rey (El Templario). Sólo un actor de este nivel podría interpretar una película como Win Win. 
Una película que hay que ver y que -por cierto- hará las delicias de los corredores en sus primeros fotogramas.     

NUEVOS PROYECTOS LITERARIOS YA CONSOLIDADOS

  Me refiero a nuevos proyectos literarios ya consolidados, porque por su propia naturaleza un proyecto no es otra cosa que una intención qu...