10 julio 2012

EL INTRUSISMO EN LA FUNCIÓN PÚBLICA (IDEAL, 12/7/2013)

                                                   
La batalla informativa por conocer con rigor cómo y de qué está configurada la función pública en España está completamente perdida. Ha habido tanta contaminación informativa por parte de determinados sectores sociales y políticos influyentes de nuestra sociedad que a estas alturas el concepto genérico de funcionario –utilizado de manera indiscriminada- se ha convertido en abominable. Ese concepto ya desintegrado y casi peyorativo forma ya parte del imaginario colectivo y está provisto de una carga negativa que convierte el malentendido en conocimiento general, que es lo que ocurre cuando no hay interés o voluntad en abordar los asuntos con seriedad y rigor.
            Desde la irrupción de la democracia en España y a medida que tras la promulgación de la Constitución de 1978 se fueron constituyendo las diecisiete Comunidades Autónomas y las dos Ciudades Autónomas de Ceuta y  Melilla años después, la función pública ha ido incrementando su número de efectivos como resultado lógico de la diversificación administrativa. En distinta medida, la Ley de Bases del Régimen Local, aprobada en 1985, permitió a las entidades locales asumir más competencias, lo que supuso un incremento de su propia función pública y, asimismo, la creación de nuevas Universidades y el crecimiento de las ya existentes conllevó el reclutamiento de más empleados públicos. Ahora bien, por secuencia lógica, esa descentralización administrativa del Estado en favor de las Comunidades Autónomas conllevó un importante vaciamiento del sector público estatal, a pesar de que las Comunidades Autónomas no se conformaron con ese trasvase estatal y continuaron con una política de recursos humanos expansiva en los años siguientes, en parte, gracias a que la propia LOFAGE años más tarde introdujo la figura de las Entidades Públicas Empresariales como norma básica que podría trasladarse al resto de las Administraciones Públicas. Probablemente, es a partir de ese momento cuando se produce el punto de inflexión que posibilita la contratación de personal laboral al servicio de estas nuevas formas organizativas, que se rigen en su gestión, generalmente, por el derecho privado. Este personal contratado, por su naturaleza jurídica no puede ser considerado empleado público ya que no pertenece en puridad a la Administración Pública sino a sus Sociedades Instrumentales circundantes.
            El problema a día de hoy es que desde 1997 hasta nuestros días todas las Administraciones Públicas, en mayor o menor medida, han abusado, sin justificación la mayoría de las veces, de la creación de estas auténticas administraciones paralelas que han ido engordando su nómina de manera exorbitante e injustificada hasta el punto que ha sido el mecanismo más directo que han utilizado los partidos políticos en el poder para hacer uso de la figura del clientelismo político, que debió quedar desterrado tras la reforma de la función pública de 1984, a pesar de que ya contaban con la regulación de la figura del personal eventual, encuadrado dentro de la categoría de empleado público –incluso en el vigente EBEP-, y de la que han abusado hasta límites casi obscenos.
A día de hoy a todo ese ingente colectivo que presta sus servicios en las administraciones paralelas los distintos gobiernos les suelen poner el epíteto de funcionarios en igualdad jurídica a los que sí lo son en realidad, lo que supone una escandalosa tergiversación al tiempo que provoca un rechazo unánime de los tribunales. De hecho, es así como la propia Junta de Andalucía llama a ese personal externo que ocupa esa extensa administración paralela, tan costosa para los andaluces.
            Por tanto, la reforma del sector público que pretende llevar a cabo el gobierno central no puede ser ajena a este fenómeno y tendrá que conllevar, necesariamente, medidas legislativas básicas que permitan la eliminación de gran parte esas administraciones paralelas en que se han convertido toda esa miríada de Sociedades Instrumentales ya innecesarias, y la consiguiente eliminación de los puestos de trabajos a cargo del capítulo I de los distintos presupuestos de las Administraciones Públicas que son, en realidad, ajenos a la función pública. De hecho, gran parte de esos puestos a cargo de las arcas públicas podrán ser absorbidos perfectamente por el sector privado, tan necesitado de estímulo profesional.
            Nadie discute que la función pública en España necesita una enorme reestructuración, pero ésta no podrá llevarse a cabo sin que se produzca la necesaria eliminación de ese intrusismo citado y la restitución progresiva a esa verdadera función pública que jamás debió ser adulterada y que, con sus defectos y sus carencias, es un símbolo desde los albores de la Revolución Francesa de cualquier Estado de Derecho que pretenda serlo.  

Por José Antonio Flores Vera

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09 julio 2012

CINE: TOO BIG TO FAIL (USA, 2011)

Este fin de semana he visto varias películas, como siempre, pero una me ha llamado especialmente la atención dado que tiene un carácter pedagógico para entender con mejores argumentos qué ha pasado para que la economía de los países occidentales -los ricos del globo- esté como está; una muestra totalmente aplicable a la actual situación de España ya que en su origen la crisis económica de 2008 tuvo su origen en las hipotecas "subprime" que provocó la caída del gigante norteamericano -el cuarto banco de inversiones de EEUU- JP Morgan. El nombre de la película en su nombre original inglés es "Too big to fail", traducida al español como "Malas noticias". Una película que nació concebida como serie para televisión y que está basada en un best-seller del escritor norteamericano Andrew Ross Sorkin. Cuenta con diversos premios. 
Se da la circunstancia que además de su carácter pedagógico, cuenta con un excelente elenco de actores, con el siempre impecable William Hurt en el papel del 74º Secretario de Tesoro de Estados Unidos Henry Merritt Paulson y mi admirado Paul Giamatti en el papel de presidente de la Reserva Federal Estadounidense (admirables esos diálogos en los desayunos semanales de trabajo entre ambos). 
En Estados Unidos, como ya está ocurriendo en Europa, los gobiernos electos suelen "tirar" de grandes nombres de la banca de inversiones y este Henry Merritt, había sido hasta un año antes de ser elegido Secretario del Tesoro, Presidente Ejecutivo de Golman Sachs, uno de los bancos de inversión y valores más grande del mundo y que estuvo involucrado en la crisis griega, ya que ayudó a esconder el déficit de las cuentas de este país, siendo su vicepresidente para Europa -lo que son las cosas- el actual Presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi. Realmente, es terrible ni tan siquiera imaginarse cómo juegan estos pájaros con nuestro dinero y con nuestro futuro. Es terrible comprobar cómo acaban dirigiendo las instituciones económicas quienes contribuyeron a hundir la economía. Le encomiendan a los zorros guardar las gallinas. En España, para no ser menos, también tiramos de ejecutivos de la gran banca de inversión causante de la crisis. El actual Ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, fue presidente ejecutivo para España y Portugal de Lehman Brothers, otro banco de inversión, que se dio el castañazo por la crisis de 2008 gracias a los créditos subprime. 
Pero, en fin, volvamos a la película. Decía que explica de manera bastante clara todo lo que ocurrió y toda esa ascendente tensión de Henrry Merritt Paulson con los diez grandes bancos de EEUU y su esfuerzo para que los contribuyentes no tuvieran que sufragar a la banca hundida (¿nos suena esto a algo relacionado con Bankia y otras cajas y bancos españoles?). Todo ese esfuerzo titánico por parte de uno de los directivos mejores remunerados de EEUU y, por tanto, del mundo, luego reconvertido en político es un elemento destacable en esta película, ya que todo el mundo consideraba que un banquero de la élite de Wall Street no iba a dejar tirada a JP Morgan. He de reconocer que a pesar de que se trate del centro neurálgico de la crisis, un mundo plagado de multibillonarios, ajenos totalmente al pueblo llano, el esfuerzo de este banquero reconvertido en político tiene algo de conmovedor y no estaría de más una figura similar en la política española en ese tira y afloja por ofrecer el dinero de los contribuyentes a algunas de las nefastas cajas españolas -y de camino aceptar un rescate de la Unión Europea por culpa de éstas- que se han hundido víctimas de su ambición y de sus nefastas inversiones, pero principalmente por estar dirigidas por políticos y sindicalistas aficionados y cínicos.

07 julio 2012

PROBANDO MEDIAS COMPRESORAS


Este producto tuvo hace años una introducción tímida entre los corredores. Todo lo que se apartara de la ortodoxia de los calcetines técnicos bajos era temerario y mal visto en un mundo que, inicialmente, es cerrado a cambios. Y digo inicialmente porque la práctica, la comodidad, la posibilidad de evitar lesiones y otras cualidades diversas hacen que los corredores vayamos comprometiéndonos con nuevos productos y si el color es chillón y destemplado mucho mejor. 
Decía, que las medias de compresión tuvieron una entrada lenta -pero favorecida por la irrupción del triatlón y del trail- y fueron marcas como Medilast y otras poco conocidas y no dedicadas al running en exclusiva las que fueron proponiendo productos y haciéndolas probar a atletas de élite; y, queda claro, que la opinión de éstos fue determinante para los populares. 
Acabo de adquirir las famosas, valoradas y de moda medias de compresión de la marca Compressport y haciendo recuento, es la quinta marca que adquiero. Pero no todo lo que he tenido, en puridad, se puede calificar como "media de compresión" en sentido técnico porque la media de compresión aceptada unánimemente por los corredores suele ser la que no tiene calcetín. 
Me compré hace años unas medias Nike de compresión con calcetín, pero las abandoné casi inmediatamente -aunque aún las conservo, porque soy un nostálgico del material técnico que he tenido- por varios motivos: porque no calculé bien la talla, porque el calcetín era una birria, porque costaba un mundo ponértela y quitártela y porque se me ocurrió estrenarlas un día lluvioso y se llenaron de lodo y barro imborrable; posteriormente me compré la media compresora de calcetín de la marca Medilast de color blanco, porque era casi lo único que existía en el mercado, y a pesar de que comprime muy bien el gemelo y el soleo, el calcetín era manifiestamente mejorable e, igualmente, costaba un mundo ponerla y quitarla. La conservo y la usé, creo recordar en la última prueba de Alhama y siempre ha sido necesario sobreponer un calcetín técnico. Al poco compre la auténtica media de compresión de esta misma marca en color rojo y blanco y es otra historia. Es la que he estado utilizando de manera más continúa y ya se está haciendo trizas. Es excelente; la tercera media de compresión que compré fue la famosa media de neopreno de la marca 2XU, pero como a la mayoría de los corredores les ocurre, no me ofrece buenas sensaciones y se me suele quedar señalada la cintilla de cierre junto a la rodilla. Las utilizo y las utilizaré, pero me temo que cada vez menos. Sin embargo, he de decir que tiene calidad y comprime bien; no hace mucho compré unas medias de compresión con calcetín de Saucony en color negro, que pedí a una tienda inglesa especializada en running junto a las Saucony Rider 3. Pensé que volvía a caer en el error de comprar una media con calcetín, pero la respuesta de este producto es fantástico, tanto en el rendimiento como en la facilidad de poner y quitar. Además, el calcetín está reforzado y es técnico. Un acierto; y finalmente, hace unos días compré las medias de compresión de la marca más valorada actualmente: Compressport, aconsejado por varios corredores amigos (Javi, Alfredo..) y por infinidad de opiniones en foros especializados. Opté por el color azul. La  primera experiencia con ellas en el entrenamiento del pasado viernes fue muy buena ya que cumple con la función que ha de tener este producto: sujeción y compresión de gemelos y soleo y que al mismo tiempo no impidan correr; es decir, que la sensación sea no tenerlas puestas. 
No hay que esperar otra cosa de estas medias o de otras que no sea la ayuda a evitar lesiones indeseadas en gemelo y soleo y que favorezca la circulación y el retorno venoso sin que sea necesario estrangular tendones y venas. De hecho, su material técnico evita ese estrangulamiento. Es muy importante elegir muy bien la talla, pero no es difícil elegirla, principalmente, en cuanto al grosor del gemelo ya que el largo, siendo importante, es por lo general adaptable a cualquier pantorrilla. Un talla de menos puede provocar estrangulamiento y una de más evitaría cumplir con su función de compresión y sujeción. 
Yo que parezco muchos problemas de gemelos y soleo -sobre todo microrroturas- ya no suelo rodar sin medias de compresión, ni tan siquiera para rodajes cortos y suaves. 

03 julio 2012

A VUELTAS CON LA GESTA DE LA SELECCIÓN, LA SITUACIÓN DEL PAÍS Y OTRAS CUITAS


No quiero aguar la fiesta a nadie ni mucho menos restar importancia a lo que ha hecho la selección de fútbol. Lo conseguido por este grupo de talentosos jugadores, englobados en un par de generaciones irrepetibles, es de un mérito mucho más elevado de lo que ahora se aprecia. Nada de eso cuestiono. Pero sí todo lo demás. Como vino a decir el incisivo Jorge Valdano, el fútbol es lo más importante de las cosas que no tienen importancia.
Que yo decidiera de manera unilateral -como ya escribí- no ver el partido y en su lugar hacer 12 inolvidables kilómetros (por las sensaciones, por la soledad), mitad trail, mitad running, es una opción personal, como respuesta hacia un estado español caduco, trasnochado, corrupto -en todas las instituciones y seguramente en una gran parte de la sociedad-. Lo que ahora me gustaría es contar con la sapiencia, la habilidad lingüística suficiente y la mínima claridad de ideas para exponerlo. Veamos.
Yo pienso que es un todo. Que nada que represente a España está concebido en comportamientos estancos. Que la selección española de fútbol representa al fútbol español, pero que también representa al Estado y es esa la versión que considero tóxica, principalmente, por lo que representa el Estado en sí, en estos momentos, es decir, lo que representa la marca España, tan plagada de corruptelas y deterioro institucional, paro y deuda económica. Al mismo tiempo, igualmente, me parece totalmente erróneo nuestro concepto de las cosas. Con mucha razón hay quién dirá que nada tiene que ver una cosa con la otra; que nada tiene que ver el fútbol con lo que está ocurriendo en nuestro país, y es posible que no le falte razón, o al menos, no le falta razón en un sentido estricto, pero sí en un sentido amplio porque, insisto, nada que represente a España puede ser ajeno al concepto global de Estado. De hecho, ¿por qué, si no, se rompen el culo políticos y miembros de la monarquía por estar presentes en estos eventos? Ese es el argumento principal para defender que el deporte a nivel de selección y el Estado van de la mano. Y eso es lo que me parece nocivo. 
El pasado domingo, 1 de julio, fue un día histórico para España, como lo fue el verano de hace dos años (mundial de Sudáfrica) o el de hace cuatro (Europeo de fútbol de 2008) y en un sentido estricto es motivo de celebración, pero me pregunto ¿hay algo que celebrar?; seré más preciso: ¿hay algo que celebrar estando el país como está y lo que nos está cayendo a los ciudadanos y lo que espera que nos caiga en los próximos meses o años? Curiosamente - y eso me parece triste-, el grueso de los celebradores es gente joven que apenas tienen futuro y ahí estaban desgañitándose, dando gritos de "soy español, español, español" y adorando a unos jóvenes, como ellos, que son multimillonarios -aunque no les culpo: tienen un talento y lo explotan- y viven en una gran burbuja económica y social, favorecidos por un amplio espectro de especuladores y corruptos a su alrededor -y eso es lo podrido, lo criticable-, que así se puede denominar el mundo del fútbol y el dinero que mueve que, además, por las últimas noticias conocidas, no es cumplidor ni con Hacienda ni con la Seguridad Social. Para colmo, los padres de la patria - y lo digo de forma peyorativa - apoyan con su presencia -a cargo de los presupuestos del Estado, eso sí y para su beneficio personal, claro está- este mundo, en vez de estar haciendo los deberes para evitar lo que se nos viene encima, que para eso los elegimos o los colocó la mano sagrada y hereditaria de la institución monárquica. Disculpadme, pero todo eso me parece muy pestilente. Y en respuesta a eso yo, que he sido futbolista muchos años y amante del deporte, decidí no apuntarme a este circo y jurar en arameo para que este país se hunda de una puñetera vez y caiga todo el aparato -metafóricamente hablando, claro, que me empapelan- sobre esta monarquía, cubierta de escándalos financieros y toda esa clase política, judicial e institucional que con sus privilegios y prebendas está hundiendo y pudriendo a este país. Pero, he de admitir que, a excepción de alguna columna de opinión u opinión sin más, mis consideraciones no tuvieron ni tendrán el más mínimo éxito aunque, eso sí, por higiene mental, fuí coherente conmigo mismo -tan incoherente en otras cosas- que es lo que perseguía realmente. 
Por tanto, pasados ya los fastos, que han tenido a este país anestesiado -igual le hacía falta- durante casi un mes, como venía a escribir hoy Lorenzo Silva, pongámonos a ello. Que vienen muchas curvas en el camino por andar y  muchas son mortales, añadiría yo.     

01 julio 2012

CINE: ATTACK THE BLOCK (UK, 2011)


Confieso que siempre me ha gustado la forma que tienen los británicos de ver, a través de su cine, los aspectos paranormales, ya sean extraterrestres, zombis u otro tipo de criaturas o cosas paranormales. Me gusta esa forma, porque se alejan de la visión yanki, que ya es un poco cansina, a no ser que nos salgan con cosas al estilo "Super 8", que ha aportado frescura. Para nada hay que desmerecer las míticas "ET" o "Encuentros en la Tercera Fase", todo lo contrario: en mi opinión son las obras maestras señeras del genero alliens, pero todo lo demás, con alguna excepción, ha sido muy repetitivo. De ahí, que la peli que vi el otro día "Attack The Block" me haya gustado, por su arriesgada apuesta bajo presupuesto y no pertenecer a la industria norteamericana, hollywoodiense o "indie".
Inicialmente, podríamos estar en un contexto americano: un extrarradio marginal y violento de una gran ciudad, una pandilla de adolescentes marginales que roban y extorsionan, un camello que domina el barrio con el tráfico de estupefacientes y un enorme bloque de pisos de baja extracción social, tipo "Edgar Allan Poe" en el Harlem neoyorkino. Sin embargo, no estamos en ninguna gran ciudad norteamericana, sino en el extrarradio sur de Londres. Y lo arriesgado estriba en que en ese contexto, no demasiado idílico para otras cosas que no sea intentar sobrevivir robando o evitando que te roben aparecen unos extraños seres alienígenas con una misión muy concreta. Pero no entremos en la órbita del "spoiler" porque mucho mejor será verla y valorar que no encontramos ante un cine diferente del acostumbrado en el género, pero al mismo tiempo alejado de lo que habitualmente vemos. 
Una película muy cercana en estética a cualquier película b, pero al mismo tiempo no exenta de cierta ironía inglesa que le permite congregar los tópicos y típicos del cine de género alliens, pero todo ello encuadrado en una sugerente idea original muy europea que le ha llevado  a obtener algunos premios menores, pero prestigiosos. Mejor verla para valorar. 

29 junio 2012

¿QUIÉN DICE CALOR?


Seguramente que lo que se pregunta el título de esta entrada es lo que pensarán nuestros amigos organizadores del Circuito de Diputación porque me acaban de comunicar por correo electrónico que la prueba de fondo de "Dílar" no será el 8 de julio. Será el 15. 
Me imagino que quien no haya corrido esta prueba -o sencillamente no haya corrido- no comprenderá a lo que me refiero, pero seguramente sí lo hará quien haya corrido esta prueba en años anteriores, que con independencia de que salga de Dílar, Otura u Ogíjares su recorrido es exigente, dadas las subidas que hay que ir superando y el fuerte calor que hará. No olvidemos que el problema no está en correr en julio, pero sí correr en julio una prueba de competición a las 10 horas, donde el sol ya está bien alto. 
Hay experiencias infinitamente más duras, y el Veleta es el mejor ejemplo, pero no hay que olvidar que en esta prueba se comienza sobre las 7 de la mañana y cuando el sol ya está alto, a las diez de la mañana, ya estamos en zonas frescas con muchos grados menos. 
Pero, en fin, es lo que toca y hay que asumirlo. 

En el plano personal, percibo que voy avanzando poco a poco, a pesar de que no son muchos los kilómetros que hago. Pero es algo que aprecias cuando das los primeros pasos. Los primeros meses de inactividad hay que ir integrándolos poco a poco, sin locuras, y menos en estas fechas en las que el calor no te permite hacer grandes recorridos. 
Por lo pronto, planteo el fin de semana con una carga aproximada de 25 kilómetros, repartidos entre el sábado y el domingo. Volveré a los olivos y llanearé por la Vega, que son dos entrenamientos que se complementan muy bien. 
Y un dilema: dado que el entrenamiento sabatino no podré hacerlo por la mañana, lo llevaré a cabo a partir de las ocho y media de la tarde, que imposibilitará poder salir el domingo por la mañana. Así que no habrá más remedio que rodar en el mismo intervalo horario de la final de la Eurocopa ya que no antepongo el partido al entrenamiento, entre otras cosas porque la marca España cada vez mes seduce menos, dado el esperpento institucional de este país. Así, de camino, evitaré verle el careto y la papada el principito, que a pesar de que España estará representada por el Presidente del Gobierno, él, totalmente preocupado por la situación económica del país y haciendo gala de la típica austeridad y solidaridad de los borbones, tirará de presupuesto público y allí aparecerá con su también austera y sencilla esposa para mayor disfrute propio a cuenta de los impuestos de todos, cuando ni tan siquiera es Jefe del Estado aún. Para colmo, pareciera tener un contrato de imagen con Tele5, según ya vimos en el último partido al que asistió. Cuánto echo de menos a mi admirado Andrés Montes, que sabía como nadie hacerle el vacío al principito, meramente, guardando un sonoro silencio cuando salía su careto en la imagen. Qué lacra de monarquía española. Así nos va. Mejor correr, que para mí es tóxico verle la cara a este tipejo real del buen vivir.

26 junio 2012

LA SELECCIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL Y LA DESESPERANZA


Huele a desesperanza. Una especie de tufillo que penetra por las puertas, que entra en las oficinas, en los bares, que se pasea por las calles. Una desesperanza por la incertidumbre del rescate a España y por la poca transparencia informativa en torno a la misma. Una desesperanza por no poder ya ser los ricos que hace poco éramos.   
No sabemos de prima de riesgo, de política fiscal, de estados de cuentas y balances, pero existe una incertidumbre, como una sombra alargada alrededor de nuestras cabezas que amenaza y conspira. Pensaba en ello mientras hacía una ruta urbana de nueve kilómetros y me venía a la mente el mensaje que están dando medios de comunicación de masas y políticos en cuanto a la esperanza que supone para los españoles el papel de la selección española de fútbol porque, al parecer, a nadie se le ocurre otra. 
Acostumbrados como estamos a vivir en el ámbito mediático ya nada se estima a no ser que esté relacionado con ese especie de estado de ánimo colectivo que emana de una sociedad global y mediática. Sin duda, ya se ha perdido la individualidad y nada que no tenga que ver con lo colectivo tiene importancia. 
Años atrás, estábamos de fiesta permanente en este país; a la mayoría, gracias al ladrillo, le iba muy bien, y en esa situación superficial y de hedonismo físico ¿quién necesitaba la individualidad y el recogimiento? ¿O el pensamiento? ¿O la lectura? ¿O, sencillamente, la soledad disfrutada? Nada de eso. La bacanal era diaria y permanente y quien no participaba en ella era un proscrito, un antisistema, un ser peligroso. 
Pero resulta que ahora todo aquello que se despreciaba se necesita más que nunca, pero acostumbrado el personal a la orgía colectiva del espectáculo, del dinero del ladrillo, de la estulticia colectiva, ¿quién hizo los deberes para enfrentarse a periodos individuales que algún día tendrían que llegar? Nadie o casi nadie. De ahí que ahora los medios de comunicación de masas y los gobiernos estén tan preocupados por dar algo al pueblo que les libere de su propia individualidad, porque saben que ésta puede ser su mayor enemiga. Lo que ocurre es que lo de la selección española, como mucho, durará hasta el propio domingo ¿Y después qué?   

NOVELA: MI LUGAR EN ESTOS MUNDOS, CAPÍTULO II ÍNTEGRO

«Qué extraño todo esto…», me decía constantemente. Curiosamente, unos días antes, en uno de mis maratones de películas de fin de semana, hab...