El cinismo de la Junta de Andalucía no tiene límites. Y mucho menos cuando se trata de invertir fuera de Sevilla. Os cuento.
Resulta que hace ocho años se planteó reestructurar por completo el abandonado Estadio de la Juventud de Granada. Para quien no lo sepa, se trata de uno de los recintos deportivos más míticos de Andalucía, que albergó grandes eventos atléticos de nivel internacional gracias a la celebración anual del "Nuñez Blanca", que era orgullo de la Granada atlética y no atlética. Allí pude ver correr al mítico José Luis González, por poner un sólo ejemplo.
Se planteaba por entonces una renovación urgente y total de este señero recinto del Camino de Ronda, para lo cual se licitó por un total de 30 millones de €, lo que supondría contar con un nuevo recinto deportivo, mucho más ambicioso que el antiguo. Por aquel entonces, varios clanes de familias rumanas habitaban en las decrépitas ruinas y, consecuentemente, fueron expulsadas por las autoridades locales para comenzar la construcción "en breve". Se barajó la posibilidad de albergar edificios administrativos deportivos, gimnasios y no sé cuántas cosas más; y finalmente, alguien tuvo la feliz idea de plantear la convivencia de galerías comerciales junto al recinto deportivo, aspecto legal que no estaba nada claro. En definitiva, demasiadas ideas para no llevar a cabo ninguna.

Pasaban los años y el proyecto no se iniciaba, mientras que la Junta de Andalucía -esta Administración torticera e imparcial como pocas- decidía invertir 50 € en la remodelación del Palacio de S. Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, acabar las obras del metro de Sevilla, acabar las de Jaén -porque allí está una parte del pulmón del PSOE-, finalizar en gran parte las enormes infraestructuras de Málaga -porque es una ciudad pujante y entregada al PP y no conviene dar de lado- y no se sabe cuántas obras más...pero la remodelación del Estadio de la Juventud seguía paralizada, negando, por tanto, a Granada un recinto deportivo imprescindible para la práctica deportiva de una ciudad que carece de las infraestructuras deportivas necesarias para atender a casi 300.000 habitantes.
Posteriormente se comenzó la faraónica obra del metro de Granada -que cuando acabé será un mero tranvía- y, posteriormente, esta obra se paralizó por falta de liquidez (de hecho, mientras escribo esta entrada las obras siguen paralizadas, si bien comenzarán en unos días gracias al crédito obtenido del Banco Europeo de Inversiones, sin que, por supuesto, nada tenga que ver que las elecciones sean dentro de un mes).
Por tanto, ya sin liquidez, la Junta de Andalucía, ha ido postergando la remodelación del Estadio de la Juventud sin que ningún político -y política- granadinos alce la más mínima voz para no provocar una caída de la poltrona en que están cómodamente sentados y sensacionalmente remunerados.
Y mira por donde -e, insisto, nada tiene que vez que sean pronto las elecciones, que no parezca que uno desconfía- ayer comienzan a trabajar unas cuantas máquinas en el decrépito y simbólico Estadio, pero eso sí, con la idea de invertir solamente un tercio de la cantidad inicial aprobada, es decir, 10 millones de €. Pero, eso sí, no hubo olvido por parte de los barandas de turno en hacerse una magna foto con caras sonrientes y desenfadadas, como previo ejercicio a la petición del voto.
Y después de todo ese espectáculo de incumplimientos y silencios a ningún responsable de la Junta de Andalucía en Granada se le cae la cara de vergüenza.
Eso es lo que tenemos porque así lo decidieron las urnas.