21 septiembre 2010

ES INDIGNANTE


Creedme si os digo que esta extraña situación económica me confunde sobremanera. Y ya hace tiempo que dejé de creerme a los salva patrias que nos gobiernan o al menos eso dicen hacer. Pero la realidad es que todo lo que veo a mi alrededor es podredumbre mezclada con enorme ostentación. De ahí la confusión en la que me encuentro.

Yo que por la ubicación de mi trabajo conozco el centro neurálgico de Granada observo cómo los pequeños comercios caen como chinches, sencillamente porque el negocio no funciona y no funciona porque no se vende. Comprobabas que hace unos años se cerraban unos negocios y se habrían otros, cumpliendo con esa extraña rotación de cambio de negocio tan común en las zonas comerciales. Pero ahora la mayoría cierra para no abrir, no sin antes haber estado liquidando su stock a precios irrisorios.

Por otra parte compruebas asimismo, que no conoces ni a un-a joven menor de 30 años que disponga de trabajo a pesar de la hiper formación que acreditan. En ese sentido es indignante ver cómo el estado con los impuestos de todos ofrece una vasta educación a los jóvenes para que míseros e impresentables empresarios puedan optar a la carta por mano de obra cualificada a cambio de sueldos irrisorios, mientras que ellos van inflando sus arcas, su ambición y avaricia.

De los jóvenes no formados que pueblan -por ejemplo- los pueblos de Andalucía mejor no hablar, porque a esos sólo les queda vegetar en un rincón al amparo de sus padres, probablemente parados. El último recurso que les queda son las menguadas pensiones de los abuelos. Subieron al andamio con promesas de riqueza, coches, fiesta y droga en muchos casos y ahora han tenido que bajar de él. Pero parece irle muy bien al PSOE andaluz que ha mantenido a un mentecato como Chaves gracias a esa política simplona, tercemundista y subvencionadora.

Y miras para otro lado, cambias el objetivo y observas a los mismos de siempre instalados en sus prebendas y privilegios ofrecidos por mor de esta cruel democracia que devora a muchos para favorecer a unos pocos. Y para colmo tienes que tolerar que chupen cámara para que te cuenten veinte cuentos que deberían ser castigados como delito (en ese sentido es un paradigma de lo que digo la inefable Leire Pajín, una tipa que sin formación ni mérito ostenta -dicen- tres sueldos y se toma la libertad de dar lecciones progres en las televisiones de su entorno).

Pero no queda ahí la cosa, porque el Estado -con mayúsculas ahora- español sigue en la más ruin de las ruinas y, sin ofrecer credibilidad alguna a los inversores internacionales, sigue gastando y tirando el dinero a sus anchas, porque como nuestro presidente es el gran gurú de la alianza de las civilizaciones hemos de dar ejemplo ofreciendo nuestro menguado estado de bienestar a civilizaciones que a poco te descuides tan meterán un chupinazo por el culo de tanto que nos odian. Pero bueno, no importa, lo importante es el buen rollito y el gratis total. Además, quien esto lo paga no es otro que el español medio con su mísera nómina a la cual es fácil extraerle el diezmo, ya que extraérselo a las grandes fortunas y grandes profesionales -que las guardan a buen recaudo en los paraísos fiscales admitidos y consagrados por la clase política- no lo es tanto.

Es tan indignante la situación que ni ánimo tengo de acompañar con dibujo o foto esta entrada como siempre hago y ni yo mismo sé ya que añadir más. Por tanto, me haréis un gran favor si vosotros-as comentáis o explicáis vuestra opinión y los casos casos indignantes que conozcáis.

Ganas dan de apearse de toda esta estulticia.

18 septiembre 2010

BALADA DEL CORREDOR SOLITARIO



Aunque no vaya a elaborar una composición poética provenzal, según la tercera acepción de balada ofrecida por la Real Academia de la Lengua, en su primera y segunda acepción existe sentimiento amoroso y existe sentido legendario y, de fondo, poesía, mucha poesía. Por tanto, ¿no está repleto nuestro deporte de todos esos atributos?
De ahí que justifique ese título como "balada", que se me ocurrió (estas cosas solo se te ocurren corriendo) ayer por la mañana mientras hacía con bastante ánimo y motivación más de 16 kms., por una Vega lluviosa y silenciosa (¡Dios, qué belleza!), desperezándose por abrirse al día poco a poco.
Pensé que sería buena idea ese título para hablar del corredor solitario. Ese corredor que habitualmente corre sólo -que bien podría ser yo, pero también alguno de vosotros-.

Yo, como corredor solitario la mayoría de las veces, encuentro en ese onanismo una doble y hasta un triple motivación y pocas veces siento que salgo a correr en soledad, ya que son una pléyade de sensaciones las que me acompañan a lo largo del recorrido. Por decirlo con esforzado sentido poético, correr en soledad es una soledad tumultuosa.
Porque al escuchar tan sólo la respiración -hace ya mucho tiempo que no corro con música- y el ruido del impacto de las zapatillas contra el asfalto o la tierra (y siendo consciente que esos sonidos están totalmente integrados en la actividad deportiva) la mente divaga de un lado para otro y acostumbro a otear los campos que me rodean y a seguir el tenue y limpido hilo de luz de las claras acequias de la Vega; en otras ocasiones, sigo el vuelo torpe de algún pájaro al que la luz del día le da otra oportunidad de camuflarse con el entorno entre los frondosos árboles. Pero casi siempre avanzo con la emoción a flor de piel por mor de los kilómetros hechos y los por hacer. E incluso hablo conmigo mismo, entablando un diálogo interior de lo más variopinto. En ocasiones me dedico a pensar en algún artículo que voy escribiendo mientras devoro kilómetros; y en otras ocasiones le voy dando forma y solución a pequeñas onerosidades cotidianas, que se convierten en minúsculas cuando las endorfinas están en su punto álgido, a pesar de que horas antes, en el terreno de los seres vivos, se tornaban irresolubles.
Pero de todo, lo que más me place es poder sentir la sensación de estar ausente de todo. Ese es mi verdadero privilegio.
A veces, en mitad del trayecto ha comenzado a caer una tenue lluvia y he comprendido que eso ha ocurrido porque tan sólo faltaba ese detalle para que la felicidad sea total. Las piernas se van alzando por atrás y el nivel de calentamiento de los músculos inferiores está en su punto exacto para no sentir molestias; la respiración es tranquila y las pulsaciones son cómodas y, entonces, comienza a caer esa tenue lluvia. Y dices gracias. No sabes por qué ni a quien se lo dices, pero la realidad es que de tu boca ha salido un sonoro: ¡¡gracias!! Igual que en otras ocasiones gritas fuerte para espantar y, de camino salvar, a los pájaros ante la presencia de los cazadores (eso algún día me meterá en un buen lío), ser al que odio casi al mismo nivel que al torero.
Y es que cuando corres en soledad se confecciona todo un mosaico de pequeñas sensaciones que hacen que esa soledad se convierta en la mejor de las compañías.

15 septiembre 2010

CRÓNICA DE UN ENTRENAMIENTO




Muchos, antes de dormir, cuentas ovejitas. Pero el corredor -que suscribe- suele relajarse visualizando el entrenamiento que ha hecho ese día o si no lo ha hecho, el circuito que hará el próximo día. Así que la noche anterior buscaba el sueño visualizando el circuito que haría a la mañana siguiente. Pero no tenía claro qué circuito haría. Había hecho uno por la Vega hacía dos días y le apetecía cambiar de recorrido. Podría subir desde Pinos Puente al Pantano Cubillas y luego volver, pero eso le supondría hace casi diecisiete duros kilómetros y no estaba seguro de querer hacerlos (el corredor aún no sabía que la realidad luego se impondría), así que una opción excelente podría ser volver a un circuito últimamente muy olvidado aunque duro: el que conduce a Tiena. Dejaría el coche junto a la tapia principal del campo de Fútbol de Pinos Puente e iría calentando motores por el camino de asfalto, que tras pasar por los dos cementerios -el viejo y el nuevo- de la localidad enlazaría con el camino asfaltado que junto a las instalaciones de tenis del club privado de la localidad, (al cual fue invitado a pertenecer, pero el tenis nunca ha sido su obsesión) desemboca en la carretera comarcal que conduce a Búcor, en primer lugar y posteriormente al Cortijo de Enmedio, Tiena, Olivares -e incluso hasta Moclín y Colomera-.
Nada más penetrar en esa maltrecha carretera el corredor observa que está en obras. Y ahora recuerda que la última vez que pasó por allí fue en bicicleta y las obras ya estaban comenzadas pero mucho más allá, más cerca de Tiena que de Pinos Puente. Por fin alguien ha tenido la genial idea de reformar esa vieja carretera.
Las obras para nada debían ser un obstáculo para el corredor, todo lo contrario: si se evita el tránsito de coches él podría correr a sus anchas, por medio de la carretera que es lo que siempre le ha gustado, pero que casi nunca ha podido hacer. Sin embargo, algunos coches entran sin que el corredor se explique cómo, lo que hace que desista de ir demasiado tiempo por mitad de la carretera.
El día es claro y se presume que será soleado y caluroso, así que más vale no permanecer hasta más de la once por esas secas carreteras. Todo dependerá del número de kilómetros que desee hacer esa mañana.
En principio no lo sabe. Lo único que sabe es que volverá por el mismo lugar, por lo que bastará con multiplicar por dos los kilómetros que haga en la ida.
Cerro de los Infantes

Nada más comenzar la ruta en la carretera -apenas kilómetro y medio desde que saliera junto al campo de fútbol- el correr tiene ante su vista uno de sus lugares favoritos: el Cerro de los Infantes, así denominado porque en él fueron abatidos dos importantes infantes: el Infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X el Sabio y el infante Pedro de Castilla, hijo de Sancho IV, el Bravo, cuando ambos comandaban las tropas castellano-leonesas en su incursión por estas tierras, por entonces, bajo el dominio del Sultán Ismail I, de Granada. Corría el año (del Señor) 1319 -en concreto el día 25 de junio de ese año-. Si bien, ese hito histórico documentado fue importante, no se puede negar que esa zona es mucho más conocida por haber dado abrigo a una ciudad íbero-romana denominada Ilurco, según los expertos con los que el corredor pudo hablar en sus tiempos de Concejal de Cultura y cuyas inscripciones decoran la sala de entrada del Museo Arqueológico de Granada y a cuyo lugar he de llevar (al Cerro de los Infantes, no al museo) algún día -porque se lo tiene prometido- al escritor granadino José Luis Serrano cuando éste se lo pidió al corredor.

Media luna de <span class=

Contemplar esa zona -ahora a la izquierda del corredor- junto al río Velillos mientras se corre hace que transcurran los kilómetros sin apenas percibirlo hasta llegar a otro lugar no menos bello: la Media Luna de Búcor, obra civil árabe que aún sigue conservándose a pesar de los pesares.
En la curva que hace la carretera junto a este monumento arquitectónico el corredor se encuentra ya las primeras máquinas que están levantando la carretera hasta convertirla en un polvoriento camino. El corredor agradece que desaparezca el asfalto aunque sea por unos metros, pero no sabe qué se encontrará más adelante aunque ya ve mucho movimiento al fondo. Un poco más adelante le tranquiliza ver que un coche viene en dirección contraria.
Sobre el kilómetro tercero, la carretera serpentea y se convierte en una especie de tobogán, volviendo a romperse de nuevo por mor de las obras a la altura del bucólico cortijo de las "Dos Hermanas", en cuyo lugar -dicen- se celebran las mejores nochebuenas de la zona y a las que siempre ha estado invitado y nunca ha ido. Ahora sabe que ya nunca irá porque no le interesa en absoluto celebrar las nochebuenas -ni casi nada- fuera de su hogar. Sin embargo, la visión de ese cortijo, encerrado entre olivos y plantas ornamentales le es siempre grata.
Al final de la cuesta -no demasiado pronunciada- de ese cortijo, como suele ser habitual, comienza un descenso desde el que ya se atisba el cortijo de Búcor, que en su momento fue una pequeña población y que ahora no lo habita nadie de forma permanente. El corredor mira su Forer y comprueba que ya está cerca del kilómetro 4 y que las obras están a esta altura en su punto más álgido.

Sierra de <span class=

No sospecha de hasta qué altura hasta que no enfila la larga recta que conectará un par de kilómetros más adelante con el Cortijo de Enmedio, ya en la frontera con el municipio de Moclín. El ruido y el ajetreo de máquinas y obreros le avisan que ese lugar será de difícil tránsito cuando comprueba que un gran tajo rompe por completo la carretera.

- Se puede pasar- pregunta el corredor a un obrero.
- Sí, los turismos están pasando por los olivos- responde el hombre con amabilidad.

Así que tras correr unos veinte metros en falso, confundiéndose de carril, acaba por lanzarse por un pequeño balate para conectar con el carril que se adentra entre los olivos, siguiendo las huellas de los coches que ya han pasado por allí.
El camino entre los olivos no tiene mal piso pero es completamente asimétrico e inclinado hacia la izquierda -en la vuelta se compensa-, pero impide que el corredor tenga que dar la vuelta, algo que no le apetecía en absoluto porque aún no llevaba ni cinco kilómetros.
Vuelve a la carretera porque a partir de ahí se acaba la obra y comienza una nueva carretera recién arreglada pero mucho más dura en su orografía. Ahora, la opción será si llegar hasta el cruce de Tiena -y de Olivares- y volver; o bien, seguir hasta Tiena -u Olivares-. Todo dependería de qué kilometraje se marque hasta dicho cruce.
Un poco antes de llegar al cruce el corredor ve un coche aparcado a la sombra de un árbol y dentro un operario de las obras de la carretera enfundado en un mono amarillo, seguramente indicado para trabajar de noche si fuese necesario. El corredor llega hasta el cruce y comprueba que el Forer acabar de marcar el kilómetro ocho en un tiempo de 41 minutos y con unas pulsaciones de 144 latidos por minuto. Por tanto, se ve bien para continuar y el calor aún no acecha todavía. Son las diez y diez minutos de la mañana.
Pero acechará en breve, así que bajo un árbol orina y comprueba que ese par de minutos bajo la sombra demuestran que el sol ya está atacando fuerte. Abajo, al fondo ve las primeras casas de Olivares, población que está a apenas dos kilómetros perteneciente al municipio de Moclín al igual que Tiena, pero decide visitarla en otro lugar. Así que se da la vuelta consciente que le darían más de la once en ruta.
El corredor no tiene sed, pero comprueba que el trabajador del mono amarillo continúa aún allí y hacia él se dirige:

-Hola, ¿tienes agua? -le pregunta tuteándole el corredor, porque es joven.
-Si, pero está helada- contesta el joven.

Efectivamente, la botella apenas tiene agua porque es casi una pieza de hielo. Se nota que el joven la mete en el congelador toda la noche para que se mantenga fresca el resto del día.

-Mejor -dice el corredor y toma un trago-.
-Ésta es nuestra gasolina -continúa diciendo el corredor para dar un poco de conversación-, además me quedan aún ocho kilómetros.
-Y porque aún no hace demasiada calor -dice el joven, quedándose indiferente cuando escucha lo de los ocho kilómetros. Se ve que no ha corrido nunca.
-Adiós y gracias.
-Adiós. De nada.

Con esa gasolina en el estomago el corredor sigue su curso que ahora es favorable ya que hay una ligera bajada, lo suficiente para ir cogiendo fuerzas que, aunque aún no perdidas, irán desapareciendo poco a poco.
El corredor vuelve de nuevo a la zona de obras y dobla hacia el camino de olivos. A los pocos metros, superada las obras y las máquinas, vuelve a salir a la carretera, pero comprueba que ese desvío le ha cansado las piernas más de lo esperado. Así que decide bajar un poco el ritmo hasta subir la cuesta que hay nada más pasar Búcor. Inmediatamente comienza otra pequeña bajada, pero ya se ve con fuerzas suficientes para subir algo el ritmo y correr durante varios kilómetros entre 4'45'' y 4'55'', manteniendo las pulsaciones en torno a las 150 ppm.
El corredor va tranquilo y no demasiado cansado, así que va pensando en sus cosas. Mira el Forer y comprueba que ya lleva casi 14 kilómetros, es decir, que está a dos kilómetros de la llegada. No siente ansiedad por llegar porque va cómodo, pero sabe que la entrada a Pinos Puente es a través de una cuesta algo dura y que el calor va acechando. No en vano ya son más de las 10,30.
Sube la cuesta y ya ve ambos cementerios en un hondonada y a continuación las tapias más septentrionales del campo de fútbol. Ya sólo le queda hacer lo que hace siempre: apretar para llegar a su destino a un ritmo inferior a 4'30''.

11 septiembre 2010

MUCHO QUE CORRER

Media Maratón JaénNORMATIVA CIRCUITO GRAN PREMIO DE FONDO DIPUTACION-CRUZCAMPO 2010Media Maratón Granada



Mucho por correr en los próximos meses. Medias maratones, principalmente. Y es que, en principio, apetece correrlas todas pero hay fechas muy próximas y aunque es muy recomendable hacer cada semana una tirada de 21 kms., no lo es tanto competir en esa misma distancia. Porque, por lo que sé, entre la Media Maratón de Jaén y la Media Maratón de Granada tan sólo dista una semana -31 de octubre y 7 de noviembre, respectivamente, si no recuerdo mal-. Por tanto, entre estas dos hay que optar, o bien tomarse ambas -o al menos la primera de ellas- como un entrenamiento rutinario, algo de difícil ejecución cuando se trata de competir.
No obstante, antes hay dos medias maratones de mucho atractivo: la Media Maratón del Melocotón de Guadix y la Media Maratón de Motril -ambas integradas en el Circuito Provincial de Diputación-, que retrasa su fecha para hacerla coincidir con el campeonato de España de Media Maratón si no estoy mal informado. La primera de estas dos será pronto: el 26 de septiembre y la segunda el 17 de octubre. Por tanto, se trata de una acumulación de cuatro medias maratones cercanas en un plazo de mes y medio y -no hay más remedio- que optar.
Y en esas estoy. Intentando hacer kilómetros para poder llevar a cabo al menos tres de ellas -las cuatro con casi toda seguridad no las haré-.
Iré a Guadix y sufriré lo indecible porque es una media maraton rocosa, pero será un buen punto de lanza para afrontar las siguientes. Y entre medias está programada la prueba de Almuñecar, que a pesar de no constar de 21 kilómetros si lo hace con 15 que puede venir bien para ponerse a punto.
En fin, como decía al principio, mucho que correr para acabar bien el año.

07 septiembre 2010

VIAJANDO Y VIENDO ROSAS DE PIEDRA



Muchos de los viajes que narra literariamente Julio Llamazares en "Las rosas de piedra" están produciendo en mi una recreación de viajes ya realizados y, entre otras cosas, siempre coN el emocionante motivo de ver esas rosas de piedra como llama el escritor leonés a las catedrales. Además está sirviendo su lectura para descubrir nuevas rosas de piedra que quien esto escribe no ha visto y, es más, ni tan siquiera ha sospechado que pudieran existir, tales como las catedrales de Ciudad Rodrigo o El Burgo de Osma -la quinta en importancia de todo el país-.
Coincido con Julio Llamazares en dos cosas: me gustan las catedrales, pero no la iglesia católica, a la que se le supone patrocinadora o mecenas de estas enormes grandes obras de arte (la mayoría gótico, pero también con presencia románica, barroca, plateresca y renacentista e incluso -las más modernas- neoclásica. Y es que -pienso yo- nada tiene que ver el ser religioso con el ser artístico. El arte es arte, con independencia de donde proceda, produciéndose en este punto un inacabado debate sobre si el arte justifica todos los fines. Probablemente todos no, pero sí una gran parte de ellos.
Soy consciente que estas grandes obras hechas entre los siglos XII y XIX -las más importantes- se hicieron a costa de ignorar la enormes carencias del pueblo llano, pero también es cierto que no por ello hay que destruirlas. Y ahí entroncamos con otro gran debate: la quema de iglesias y templos religiosos por grupos izquierdosos, algo que, desde mi punto de vista, siempre ha sido un error y que sin esa acción mejor hubiera ido a la Segunda República española, por poner un sólo ejemplo, aunque no sé si se reconoce ya a estas alturas que no fue el poder dirigente de esta etapa histórica española la causante de este estropicio sino grupos radicales no demasiado amigos de una república burguesa, como ellos solían denominar...pero en fin, eso es otra historia, que nada tiene que ver con esta entrada.
Hablaba de este magnífico libro de Julio Llamazares, con el estoy disfrutando y viajando y expectante que pronto esté publicado el segundo tomo, en el que se completará ese largo viaje por todas las catedrales españolas.
Un libro que recomiendo.

04 septiembre 2010

ANOTACIONES

"Me he encontrado en una forma excelente. Correr fácil, soportando ritmos -sin proponérmelo- en la segunda mitad muy fáciles muy por debajo de los 5'. Excelentes sensaciones. Uno de esos días en los que acabas y te enorgulleces de tu afición".
Esas eran las palabras que anotaba esta mañana en la bitácora del Sport Track tras hacer 10.5 kms., suaves y sencillos a las 9,30 horas de la mañana, una hora en mí inusual pero bastante cercana a mis entrenamientos matinales de los fines de semana -en otoño, invierno y primavera- toda vez que la temperatura ya se va moderando en el sur del país.
Con ese lenguaje coloquial con el que me gusta hacer las observaciones en el Sport Track expresaba muy a las claras la grandeza de sentirse bien tras una sesión de entrenamiento, algo que he de reconocer me sorprendió tras los diecisiete kilómetros del miércoles y los casi cuarenta kilómetros pedaleando de ayer viernes (y hubiera ido a la prueba de 10 kms en Santa Fé, donde, incluso, me atrevería a emular mi mejor marca de hace unos años, pero, sorry, estoy de viaje vacacional).
Y es que esas observaciones -que todos hacemos en nuestras respectivas bitácoras sean físicas o electrónicas- son un buen termómetro para sacar conclusiones en una expectativa temporal concreta. Yo las hago siempre, con independencia del estado en que me encuentre. Es más, si estoy mal intento ser más preciso en las sensaciones: si he corrido con mala digestión; si esa mala digestión está provocada por un alimento que no va bien para correr; si la zapatilla no ha ido bien en un camino determinado; si el pantalón me ha rozado en la entrepierna; si la nueva camiseta tenía más vocación de globo que de camiseta; si los calcetines han provocado un fatídico roce en algún dedo del pie; si ha sido imprudente tomar la tercera cerveza con los compañeros de trabajo; si he comenzado como una tortuga y he terminado como un impala; si he comenzado como un impala y he terminado como una tortuga; si la nueva zapatilla me ha rozado a la altura del espolón; si un camino se embarra con facilidad aunque caigan cuatro gotas; si una carretera local está demasiada confluida de tráfico a una determinada hora; si una nueva ruta no ha respondido a mis expectativas; si me he sentido pesado y torpe como un burro ...No sé, hay miles de argumentos para anotar, tantos como sesiones de entrenamiento se contienen en un año.
Y vosotros-as ¿Qué soléis anotar tras vuestro entrenamiento -si es que anotáis algo-?


01 septiembre 2010

¿POR QUÉ EL GOBIERNO ESPAÑOL SE BAJA LOS PANTALONES ANTE MARRUECOS?


¿Por qué nos bajamos los pantalones ante Marruecos? Es decir: ¿por qué el gobierno español se baja los pantalones ante Marruecos? Es algo que parece no conocer nadie, pero el gobierno español, con su presidente a la cabeza, permanentemente, rinde pleitesía al vecino país africano y no cesan las ayudas hacia sus nacionales ya sean por medio de becas de estudios en nuestras universidades andaluzas -principalmente, la de Granada, ciudad a la que tienen apego los marroquíes- o invitándoles a que disfruten de nuestro estado de bienestar sin contraprestaciones algunas, algo que está viniendo muy bien a los súbditos de Mohammed VI.


Pero ocurre que el trato que dispensan las autoridades marroquíes a ciudadanos y funcionarios españoles no es recíproco, tal y como hemos podido comprobar en los hechos recientes de la frontera de Melilla, donde nuestras mujeres policías son sistemáticamente ultrajadas y hasta agredidas (lástima que la Bibi estaba de vacaciones, qué se iban a enterar los moros maltratadores éstos, que esa niña de Cádiz es de armas tomar) o los hechos recientes acaecidos en la capital del Sáhara Occidente, El Aaiún, con los activistas españoles que estaban expresando su opinión, algo que no parece sentar bien al rey hermano del nuestro y por eso envió a sus perros policías, eso sí, vestidos de paisano para que no se mostrara el cinismo que profesan, que es una de sus especialidades máximas, junto a un complejo de inferioridad que maquillan de orgullo.


En fin, que ocurren cosas extrañas. Porque Marruecos, tras Perú, es el país que más dinero recibe a fondo perdido del gobierno español, pero no parece que ese dinero sirva para que esta gente comprenda que lo que han de hacer es crecer como país y acceder a una democracia real y no morder la mano que te da de comer.
Además del gobierno español, es conocido que la Junta de Andalucía tiene enormes proyectos en el país alauita, tales como colegios, pabellones deportivos y hasta plazas públicas y es mucho el apego el que le tiene el ineficaz Chaves a esta tierra, aunque eso no creo que tenga nada que ver con el chalé en primera línea de playa que tiene su amigo Felipe González en Marruecos. A Chaves le preguntaron -como a todos los dirigentes- qué patrimonio declaraba y dijo no tener apenas nada. Supongo que la pregunta se circunscribía a patrimonio territorial español.
Pero, en fin, volviendo a la filosofía que mueve esta entrada, voy a expresar mi opinión por muy polémica y visceral que pueda parecer: a los súbditos de Mohammed VI parece que sólo les interesa de España nuestro estado de bienestar y el buen estado de nuestro paritorios, además de Ceuta y Melilla, que reclaman como propia, ocultando un dato histórico que no se debe pasar por alto: Marruecos obtiene la independencia de Francia -e incluso de España, ya que ésta disponía allí de bastante territorio y lo cedió- en 1956 y Ceuta pertenece a España desde el año 1668 en virtud del llamado Tratado de Lisboa, a través del cual España y Portugal -anterior poseedora de la ciudad norteafricana- reconocen la soberanía española sobre esta ciudad. Melilla ya pertenecía a la corona española desde 1556 (con anterioridad había pertenecido al ducado de Medina Sidonia, asentado en Andalucía). Luego, ¿qué derechos históricos posee Marruecos sobre estas dos ciudades norteafricanas? (Probablemente sean mayores los que España posea sobre Gibraltar y no se ven a los españoles de La Línea lanzando priedrecitas a los "bobys" gibraltareños).
Por tanto, estos datos hay que hacérselos saber a este Mohammed VI para que se deje de pamplinas.
Y, bueno, tras tanto rollo que os he insuflado, me sigo preguntando: ¿Por qué tanta genuflexión ante Marruecos? ¿Vosotros tenéis la respuesta?

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...