Muchos de los viajes que narra literariamente Julio Llamazares en "Las rosas de piedra" están produciendo en mi una recreación de viajes ya realizados y, entre otras cosas, siempre coN el emocionante motivo de ver esas rosas de piedra como llama el escritor leonés a las catedrales. Además está sirviendo su lectura para descubrir nuevas rosas de piedra que quien esto escribe no ha visto y, es más, ni tan siquiera ha sospechado que pudieran existir, tales como las catedrales de Ciudad Rodrigo o El Burgo de Osma -la quinta en importancia de todo el país-.
Coincido con Julio Llamazares en dos cosas: me gustan las catedrales, pero no la iglesia católica, a la que se le supone patrocinadora o mecenas de estas enormes grandes obras de arte (la mayoría gótico, pero también con presencia románica, barroca, plateresca y renacentista e incluso -las más modernas- neoclásica. Y es que -pienso yo- nada tiene que ver el ser religioso con el ser artístico. El arte es arte, con independencia de donde proceda, produciéndose en este punto un inacabado debate sobre si el arte justifica todos los fines. Probablemente todos no, pero sí una gran parte de ellos.
Soy consciente que estas grandes obras hechas entre los siglos XII y XIX -las más importantes- se hicieron a costa de ignorar la enormes carencias del pueblo llano, pero también es cierto que no por ello hay que destruirlas. Y ahí entroncamos con otro gran debate: la quema de iglesias y templos religiosos por grupos izquierdosos, algo que, desde mi punto de vista, siempre ha sido un error y que sin esa acción mejor hubiera ido a la Segunda República española, por poner un sólo ejemplo, aunque no sé si se reconoce ya a estas alturas que no fue el poder dirigente de esta etapa histórica española la causante de este estropicio sino grupos radicales no demasiado amigos de una república burguesa, como ellos solían denominar...pero en fin, eso es otra historia, que nada tiene que ver con esta entrada.
Hablaba de este magnífico libro de Julio Llamazares, con el estoy disfrutando y viajando y expectante que pronto esté publicado el segundo tomo, en el que se completará ese largo viaje por todas las catedrales españolas.
Un libro que recomiendo.
Julio Llamazares es el mejor escritor de viajes de España. Junto con Reverte. Su capacidad de evocación es única. Tengo pendiente este libro. Lo leeré. Gracias Alter.
ResponderEliminarRevoloteando llegué hasta aquí y he de decir que ha sido muy grato encontrarte, tienes un blog maravilloso, enhorabuena !!
ResponderEliminarLo enlazo para volver a visitarte..
Un Besoteeee
Sgroya
Sin duda estoy muy de acuerdo con lo que dices respeto a aquella catástrofe que fue la quema de Iglesias e imágenes,etc
ResponderEliminarLa Iglesia, a la que pertenezco, está plagada de personas muy religiosas pero que no llevan a Dios en el corazón y eso hace mucho daño al cristianismo.
El libro, tomo nota, a mi me enganchó nuestro amigo Lens con Reverte, del que he leído tres libros.
Hablando de catedrales, aunque en novela, me encantó La catedral del mar.
Un abrazo