06 mayo 2011

SOBRE LAS SERIES


Por fin cumplí con las series, a pesar de que estuve a punto de hacer un rodaje sustitutivo. Pero pudo la responsabilidad y también la necesidad.
Sí, por poco que nos gusten es necesario hacer series si queremos mejorar. Por una sencilla razón: con las series nos podemos permitir ir a un ritmo más rápido que cualquier mejor ritmo medio hecho en competición. De hecho, en los entrenamientos rutinarios es muy difícil, incluso, conseguir un ritmo de competición, lo que supone que si no incorporamos series o fartlek sería casi imposible rodar más rápido en los entrenamientos que en el día de la carrera.
Por ejemplo: si un corredor rueda en competición a 4'30'' el mil en una prueba de diez kilómetros, sus rodajes ordinarios difícilmente los ejecutará por debajo de 4'40'' en esa misma distancia a no ser que se proponga hacer un rodaje de calidad similar a la competición, que es tremendamente difícil como cualquier corredor sabe. Por tanto, con las series de un kilómetro -o incluso de dos o tres kilómetros- este corredor podrá rodar sobradamente por debajo de esos 4'30'' de la competición lo que redundará en una mejoría a la hora de manejar con mayor facilidad esos ritmos.
En mi caso, es notorio que mis ritmos en series de mil son muy discretos pero siempre consigo bajar entre 10 y 30 segundos mi mejor ritmo de competición -por ejemplo- en los diez kilómetros y eso me asegura mejora siempre que introduzca las series de manera habitual, al menos, una vez a la semana, que ni por asomo hago.
En la tarde del jueves hice lo siguiente: rodé más de tres kilómetros de calentamiento y a partir de ahí hice 5x1000 con tiempos que fueron entre 3''52 la más rápida y 4,09'' la más lenta, que fue la última y ya estaba fundido. En todo caso, en las cinco series me aseguré estar bastante por debajo de mi mejor ritmo de competición en los diez kilómetros que suele estar entre 4'15'' y 4'22'', según el terreno y el día. Y eso es lo realmente importante. También lo es el tiempo de recuperación. Entre serie y serie convendría no dejar pasar más de dos minutos porque de lo que se trata es que el organismo asimile los ritmos anaeróbicos con más facilidad.
Por tanto me aseguré buscar una recta diáfana y llana y medir con precisión con el GPS las referencias kilométricas.
Existe mucha inexacta leyenda en torno a las series. He leído mucho sobre ellas y la conclusión a la que siempre se llega es que existe una idea equivocada de que las series se han de hacer casi agonizando, pero no es cierto que eso deba ser así. El ritmo de las series que haga cada corredor irán en función de sus mejores ritmos en competición. Tal y como he comentado antes, lo importante es asegurarse que en cada serie -por ejemplo de 1000 metros- el ritmo sea inferior al mejor ritmo medio de competición en esa distancia, en torno a los 15 o 20 segundos. Lógicamente, si se trata de series de 400 metros o de 200 metros hay que emplearse más a fondo, pero si, por el contrario, se trata de series de 2000 o 3000 metros hablaríamos de un ritmo algo inferior a las de 1000 metros.
Posteriormente en conveniente -que es lo que también hice el jueves- rodar muy suave durante unos cuantos kilómetros tras realizar las series con la idea de descargar la musculatura de las piernas que tras el entrenamiento de calidad sufre y se acorta sobremanera. Y si algún día no hay que excluir los estiramientos es el día de las series.
En particular, la mejora que busco con las series no es tanto rodar más rápido sino rodar con mayor velocidad a ritmos más altos. Dominar mejores ritmos sin necesidad de ir agonizando en la prueba desde el primer kilómetro. Es posible que sea eso lo que busquemos todos los corredores.
Esta tarde de viernes -como es aconsejable- he hecho un rodaje suave de 10,5 kms., a 5'03'', que me ha servido para descargar los desechos musculares del día anterior. Y ya no haré nada hasta la prueba del domingo en Salobreña porque eso sería imprudente y apenas hay margen de descanso.

04 mayo 2011

LEY DEL SILENCIO ANDALUZA


Lo que está ocurriendo en Andalucía con los distintos asuntos que están conociéndose en el entorno de la Junta de Andalucía no es más que una rocambolesca versión de aquella excelente novela de Gabriel García Márquez, “Crónica de una muerte anunciada”.

En aquella obra de ficción, toda persona que rodeaba al futuro asesinado sabía de su destino, pero él mismo parecía no enterarse a pesar de las múltiples muestras y evidencias de que el hecho luctuoso ocurriría antes o después. Sin embargo, el protagonista se comportaba con tal despreocupación y ausencia de temor que su osadía y falta de prevención erizaba la piel de cualquier persona sensata.

En los alrededores de la Junta de Andalucía se están acumulando ahora todos esos mensajes que anuncian una muerte política e institucional inminente, pero sus mentores no parecen darse cuenta de algo siniestro que está en la cercanía de sus cabezas. La confianza en las altas torres de la fortaleza es amplia.

Lo que se torna siniestro y cercano no es otra cosa que el descubrimiento de muchos desaguisados llevados a cabo a lo largo de treinta años en los que ha imperado una especie de ley del silencio. Pero esa ley ya está cambiando.

Las causas por las que esa ley del silencio está haciendo aguas son muchas y complejas y no serán suficientes estas cuantas líneas para destriparlas. Es más, ya deberían de ir pidiendo cita los sociólogos y politólogos para ir auscultando con su ciencia social en el qué y en el cómo de lo que ha ocurrido y está ocurriendo por estos lares.

El sistema político democrático, al contrario que el sistema político dictatorial, es denso y de muy difícil estructuración. Éste se basa en un líder omnipotente y una negación de instituciones democráticas y, por tanto, de poderes. Sin embargo aquél es de más difícil calificación porque tanto las instituciones democráticas, los poderes y el derecho son elementos que siempre son menores de edad y pueden ser utilizadas de muy diversas formas. Una utilización correcta provocará unos estímulos positivos y una sociedad libre, pero una mala utilización se acerca mucho más a una dictadura que a la propia democracia, pero con el agravante de venir ésta enmascarada y eso sí que es preocupante.

Poner en marcha un mal gobierno y un alejamiento de los intereses generales utilizando el poder y el derecho es algo nefasto para las sociedades y para la convivencia porque esas prácticas desarrollan nepotismo, corrupción, intereses de partido e intereses particulares, siendo todo esto de difícil captación porque se opera con una ingeniería jurídica y económica muy sofisticada.

El ciudadano vota y se cree los mensajes del partido en el gobierno y el que nada cree es comprado con subvenciones, regalías, concesiones, plazas públicas u otras prebendas de perversidad inimaginable. Se va tejiendo la tela de araña y al cabo de seis lustros ya está la obra acabada. Sin embargo, una sombra crece en el horizonte que observa, anota y denuncia.

Pero como todas las telas de araña, un buen día se resquebrajan y comienzan a deshilacharse y, finalmente, romperse. Y por esa rotura se vacía todo lo conseguido con el paso de los años.

Lo que tuvieron de común los grandes imperios es que ellos mismos se autoinmolaron y lo que tienen de común las grandes castas basadas en los partidos es que finalmente el encubrimiento se debilita y los pactos de silencio se resquebrajan.

Chaves saltó a Madrid, mucho más allá de los límites de su vasto dominio, pero debió de haber leído y no lo hizo el cómo y el porqué de la caída de aquel vasto imperio Omeya que se fue desdibujando para convertirse en decenas de reinos de taifas.

Este personaje andaluz en la Andalucía silente estaba protegido porque controlaba los medios, las instituciones, el poder y el dinero, pero en el Madrid del gran poder no es nadie y va desnudo y boquiabierto. Además, jamás sospechó que algún día Andalucía podría crecer mentalmente y las mentiras de ayer carecen de crédito hoy.

02 mayo 2011

ÚLTIMOS RODAJES SATISFACTORIOS


Los últimos entrenamientos están siendo muy satisfactorios. Lejana ya aquella dolencia en la zona del calcáneo izquierdo, los rodajes en las últimas semanas están marcando unos ritmos espontáneos que no mucho tiempo atrás tenía que buscar con cierto ahínco.
El pasado jueves pude completar un rodaje corto de diez kilómetros en llano con una media inusitada para un entrenamiento a bote pronto y sin pretensiones. Los 4'29'' el mil mostraron mejora con respecto a los últimos meses toda vez que se trataba de un ritmo no buscado.
La confirmación de esta mejoría se confirmó a los pocos días. El pasado sábado, a pesar de la fuerte lluvia que cayó sobre mi cabeza y el mal tono del tiempo meteorológico, pude completar los dieciséis kilómetros llanos de la ruta a 4'41'' el mil. Se trató, igualmente, de un entrenamiento rutinario, sin pretensiones, de esos en los que sales a rodar por rodar; de ahí que destaque esa mejoría, que se ha vuelto a confirmar esta tarde al completar trece duros kilómetros, con varias pendientes, en 4'45''.

A pesar de que sigo siendo reacio al entrenamiento de calidad -que procuraré hacer esta semana de cara a la prueba de Salobreña, que es corta y rápida- esos rodajes más que alegres contribuirán a que la mejoría llegue a la competición. Barrunto que si esa mejoría se confirma podría está bastante cerca de los 40 minutos en los diez kilómetros y de los 90 en la media maratón, pero no es nada fácil. Por lo pronto, hasta ahora el mejor tiempo de los diez kilómetros está en cerca de tres minutos por encima de esos 40 y en media maratón por encima de los cuatro minutos de esos noventa.
Son escasos minutos, pero muy difíciles de bajar como todo corredor sabe.
Jamás he vivido las marcas con obsesión alguna -que es algo que saben bien quienes me conocen- pero siempre existe la ilusión bajarlas y los últimos entrenamientos están siendo buenos agoreros.

30 abril 2011

LOS BLOGS


Esta tarde mientras hacía mi ruta de 16 kms. por una verdísima Vega, bajo un buen aguacero, en algún momento de la ruta, en uno de esos momentos que experimentamos los corredores en el que las piernas van sueltas y sin esfuerzo, la respiración tranquila y la mente despierta, pensaba en el papel de los blogs, que es un fenómeno que se inició no hace muchos años y que está captando cada vez más lectores y asiduos escritores. ¿Pero de qué material están hechos los blogs para que encuentren tanta aceptación? Sin lugar a dudas, el blog, en su esencia, es un experimento personal pero jamás puede caer en la tentación de ser personalista.
Escuchaba hace unos días en televisión que uno de los más excelsos blogueros fue alguien que jamás supo de la existencia de los blog ni de nada que tenga que ver con la informática. Me refiero a Josep Plá, ese original escritor catalán que escribió "El cuaderno gris". Precisamente en este obra -su obra cumbre- Plá, escribió una especie de diario minucioso, utilizando una deliciosa prosa que bien podría haber sido el precursor de los blog. Escribió sus vivencias personales, sus opiniones, sus ideas, su visión del mundo, pero jamás cometió el desatino de escribir sobre personalismos que probablemente no interesaran a nadie. Esa es, en mi opinión, la esencia de los blog.
Los blogueros, en más ocasiones de las aconsejadas, confundimos escribir en primera persona con escribir de la propia persona. Pero no es exactamente lo mismo. Es más, podría ser diametralmente opuesto. Lógicamente, en una bitácora personal uno describe el mundo -o algún aspecto del mundo- tal y como lo ve y lo vive, pero no ha de describir su vida porque eso sería otra cosa y seguramente no interesaría a nadie.
Por ejemplo, yo en mi blog he hablado de amigos y he comentado algunas circunstancias: si hemos corrido, básicamente, porque este blog se dedica en gran parte a este deporte; pero jamás se me ocurriría escribir -por ejemplo a mi amigos Paco o Emilio- algo referente a mis relaciones más personales con estos amigos, porque para eso está el teléfono, el correo electrónico o, sencillamente, los encuentros personales. Es así como lo entiendo. Todo lo demás me parece exhibicionismo o despropósito.
En esencia, lo que escribo en el blog lo escribo porque considero que está bien. Si corro y disfruto lo cuento porque me parece una experiencia exportable; si leo un libro y me gusta, lo comunico porque la calidad literaria debe ser reproducida; si valoro una película opino sobre ella y será tan sólo una opinión personal; si escribo un artículo y lo publico en el periódico lo trasladó también a la bitácora porque forma parte de mi creación y pensamiento. Son vivencias, ideas, impresiones, opiniones que experimento, que lanzo al espacio virtual, pero nada más. No tienen más importancia que la tiene. De hecho, los blogueros somos millones y es imposible leer a millones; de ahí que la mejor manera de no mirarnos el ombligo es alejarse del exhibicionismo y la desnudez personal. Para eso está la prensa rosa, que ya tiene sus acólitos. La vida de cada persona es lo más privado que existe y violentar esa privaticidad lo más pernicioso.
Además, pretender pensar que porque te lean cien o doscientas personas a diario, tus opiniones son dogma de fe me parece un grave error y caer en esa autocomplacencia es el mayor de los defectos del bloguero y la mejor forma de claudicar. Un bloguero no llega ni a ser una micra de polvo en el universo virtual.
Cada bloguero ha de tener un cometido, un rol. Cada uno tiene que saber y responsabilizarse de lo que escribe y saber por qué lo hace.
En mi caso concreto -que es el que más conozco- no sé exactamente si lo que escribo goza de mayor o menor aceptación, a pesar de que los comentarios, cuando los hay, te puedan dar una idea, pero si sé porque escribo un blog. Muy sencillo: me apasiona escribir. Tengo hábito de escribir. Nada más.

28 abril 2011

CARRERAS, LECTURAS Y OTRAS MENUDENCIAS


Bien, pasados ya los fastos que te dejan bloqueado y recuperado ya de las últimas declaraciones de José Mourinho y Pep Guardiola volvemos a la actividad algo dejada por mor de otras actividades -algunas no tan prosaicas- con las que se enreda uno.
Recapitulemos.
Como un vil cobarde, desvelé el bulo del pádel en los momentos de menor actividad del blog por causa de las vacaciones, ocurriendo lo que ya barruntaba: el desvelo del bulo ha pasado sin pena ni gloria, me temo. Pero, en fin, no importa porque se trataba tan sólo de una broma virtual aunque reconozco que el día que decida jugar al pádel me pasará como le pasó a Pedro con el lobo.
En cuanto a la actividad que nos ocupa tantas horas, que no es otra que destrozar zapatillas por esos caminos de Dios, sigue siendo intensa y continua.
Semana Santa ha sido testigo de una buena acumulación de kilómetros sin importar que ora fuera la lluvia ora el sol quienes me acompañaran por esos caminos. Y la lluvia siempre bienvenida para este corredor que disfruta bajo ella -debe ser una fijación infantil- me acompañó en un par de salidas. Una lluvia suave, nada borrascosa que iba pugnando por ocupas espacios en el rostro en dura pugna con el sudor. Ya sabéis a lo que me refiero cuando se experimentan esas sensaciones sin par.



Pero también muchas horas de lectura. Lectura intensa y variopinta. Uno se dispersa con muchos libros pero es algo inevitable. Lógicamente, intento no simultanear libros que aborden temáticas similares. Por ejemplo, jamás leo al mismo tiempo dos novelas. Pero sí me gusta simultanear novelas con ensayos e introducir de por medio algunas de las revistas a las que estoy suscrito o compro mensualmente en el kiosco. Entiendo que esa mecánica lectora no me dispersa demasiado aunque, lógicamente, los libros comenzados se prolonguen más en el tiempo. Pero toda esa ansia lectora se deben a un causa poderosa: no puedo escapar el embrujo que me produce ver en los anaqueles un libro recién comprado y puedo asegurar que el ritmo de compra de libros es alto, aunque no caprichoso.
Por ejemplo, en estos días aprovechando los descuentos del Día del Libro compré dos títulos que me interesan por motivos bien distintos: la novela "La Prueba", de Carmen Gurruchaga, ganadora del I Premio Abogados de Novela 2010 y "Memorias de un preso" de Mario Conde, que lo que cuenta un ser tan fuera de serie para lo bueno y para lo malo no puede pasarse por alto (además, es la antesala de la continuación memorística, que apareció en las librerías hace poco). Pero ambos títulos aún duermen en sus anaqueles porque tras acabar la excelente novela de Eduardo Mendoza "Riña de gatos", ambientada en los meses previos al estallido de la Guerra Civil española y ganadora del premio Planeta de 2010, comencé inmediatamente la última novela del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, "El sueño del celta", pero sigo enredado con la Historia de España, la magna obra de Tolkien y aún dejo tiempo para otras lecturas que nada tienen que ver con el ocio.
Por tanto, mi nula afición a la Semana Santa y mi innata aversión a las aglomeraciones ha servido para dedicar muchas horas a correr a la lectura, al buen cine, del cual jamás prescindo, y la obsesiva idea de descubrir nuevos grupos de Heavy Metal y escuchar a los ya consagrados. ¡Menos mal que "dejé" el pádel!
En los próximos días mucho habrá que decir sobre muchas cosas. Tiempo habrá para volver a tratar sobre esta especie de mafia que gobierna nuestras tierras andaluzas y el aluvión de escándalos diarios sobre comisionistas, eres y otras granujadas. Pero tiempo habrá también de ver cómo está el panorama de carreras en las próximas semanas, que se presentan apasionantes.

18 abril 2011

NUEVA SEMANA DE PASIÓN

Bien, ahora que estamos en época de perdón y estamos pocos es hora de revelar que no existe pasión alguna por el padel.

Sin duda ha sido divertido sumergirse virtualmente en un deporte que jamás he practicado. Divertido en el sentido de indagar por la red acerca de materiales, marcas y nociones elementales del juego. Lo que demuestra que una mentira bien construida nunca alcanzará la categoría de verdad.

Muchos de vosotros sospechabais del bulo, pero mucha gente también ha habido que ha confesado su creencia en mi nueva pasión deportiva.

Pero ¿qué sería del mundo de los blog si no cambiamos el registro de vez en cuando? ¿Si no dinamizamos los contenidos, para no caer en el hartazgo mio y vuestro?

Sin duda, hay que dinamizar e intentar no repetirse, algo que cuesta cuando ya llevas más de cinco años administrando un blog y ese blog, a pesar de heterogeneo y asistemático tiene un vínculo directo con un tema, en este caso la carrera, correr.

A lo largo de este último lustro, he visto nacer muchos blogs y he visto caer también muchos. Además, otros muchos tienen etapas de estacionamiento y otros tras abandonar han vuelto a renacer. Incluso está mi caso: liquidar un blog e inmediatamente sustituirlo por otro de contenido más amplio; o incluso, administrar dos blogs de manera simultánea.

De cualquier manera, hay una premisa muy clara: crear un blog es muy fácil, pero mantenerlo no lo es tanto. De ahí que haya que dinamizar, crear, revolucionar, alterar...

Y esa fue la razón de introducir el pádel. Pensé en otro deporte, pero colegí que era demasiado rebuscado y casi desconocido. No recuerdo el nombre, pero se práctica por la carretera, a bordo de una especie de patineta impulsada por una vela. Ese cambio hubiera sido demasiado drástico y, por lo tanto, increíble. Sin embargo, el pádel es mucho más creíble y está extendido por nuestras ciudades y pueblos, sin pocos problemas para encontrar pista y material deportivo.

Curiosamente "me aficioné al pádel" cuando más estaba disfrutando de la carrera, tras dejar atrás con bastante éxito las últimas dolencias en la zona del calcáneo del pie izquierdo. Disfrutando mucho a mi aire, perdiéndome por esos increíbles caminos de la Vega y Caparacena e incluso compitiendo con ilusión en la última prueba del "Memorial Padre Marcelino" a la que acudí -aclaré a muchos corredores que habían leído el bulo en el blog- "porque ya estaba inscrito".

Así que sigo en la rutina, sin dejar de volver a esos caminos que tan buenas sensaciones me ofrecen. De hecho ayer, cuando eran más de las dos de la tarde y con un calor destacado para estas fechas, me perdía por el soleado y primaveral camino que une Caparacena con Pinos Puente, ante muchas muestras de efervescencia humana dando buena cuenta de carnes y chorizos braseados en los numerosos cortijos del recorrido; me perdía, decía, sin más intención de correr sin ataduras y sin crono, dejando que mis piernas me llevaran al ritmo por ellas elegido. Observando todo ese verdor del campo y disfrutando del bienestar que producían los kilómetros a un ritmo fácil de 4'50'' el mil según el Forer. Una prueba más de la feliz unión que existe entre este deporte y este esforzado corredor y una nueva oportunidad para ratificar la alianza que me une a este deporte.

Muchas gracias por vuestra animosa y sincera participación en esta "farsa" de la que espero hayáis disfrutado tanto como yo.

Nos vemos en los caminos.

14 abril 2011

NADA HA CAMBIADO


"Todo el que gobierna en cualquier región de este nuestro país.(...) es un salteador de caminos"

Esta frase podría ser de total aplicación a nuestros días, sin embargo no lo es. La descubrí leyendo el ensayo histórico denominado "Al-Andalus, siglos XI-XV", debido a Mª Jesús Viguera Molins, que es Catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid.
La frase fue pronunciada en el siglo XI, en la primera etapa de las taifas, por Ibn Hazm, insigne jurista que clamaba por el abuso impositivo de los gobernantes. Intencionadamente he eliminado de la frase original "Al-Andalus" tras "nuestro país" para que se pudiera apreciar que muy pocas cosas han cambiado en los gobiernos de esta ajada tierra tras el transcurso de diez siglos.
¿Habrán leído esta frase los dirigentes de la Junta de Andalucía? Deberían.

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...