03 junio 2013

SIEMPRE QUEDARÁ MADRID

Cuando quiero viajar no muy lejos y no me apetece ir a ningún lugar -por conocido o por aburrido- acabo en Madrid. 
Porque cuando vas a Madrid la primera vez ves una ciudad; pero cuando has ido por enésima vez, acabas viendo enésimas ciudades. Así de versátil es esta ciudad. Por tanto, a la única conclusión a la que llegas, es que no existe Madrid: existen muchos Madrid. Y quizá sea eso lo que me atrae de la capital de España, algo que sólo Barcelona y pocas ciudades más pueden contar en nuestro país. 
Al principio, iba a Madrid de vez en cuando; posteriormente, iba una vez al año; y últimamente acabo yendo dos veces al año. Lógicamente, no voy solo, pero sí es habitual que pasee sólo por la ciudad en los días de estancia y en esos paseos descubro nuevos rincones. Y me sorprendo de cómo esta ciudad siempre vive en constante cambio y contradicción. Me sorprende encontrarme a alguna viejecita sentada en la puerta de su casa en las estrechas y ajadas calles del Madrid de los Austrias, en los alrededores de la Calle Toledo; y me sorprende encontrar dos calles más arriba -o en la misma calle, incluso- un innovador y moderno local en el que se pueden beber cócteles imposibles al tiempo que puedes leer algo de literatura de viajes de alguno de sus libros de su coqueta biblioteca. 
Ya lo había vaticinado todo el inmortal Paco Umbral; y antes que él, Ramón Gómez de la Serna, Mesonero Romanos, Larra, Quevedo, y tantos otros literatos. 
Ocurre que Madrid te atrapa o no te atrapa. Si lo hace, quedas atrapado para siempre; y si no lo hace, no te atrapará ya jamás. A mí, me ocurrió lo contrario desde que hice el servicio militar allí. No había mucho que hacer y tenía tiempo libre; así que me dediqué a conocer el Madrid más literario -el cual ya conocía con anterioridad por los libros-,  guiado siempre por lo que escribían los autores citados. 
Esta imagen es bastante típica en el centro histórico de Madrid. La falta de espacio de las viejas viviendas agudiza la imaginación. 

Una de las cosas que jamás deberían de perderse en Madrid son las librerías de viejo, que tan particular sello imprimen a la ciudad.   

En plena calle Toledo me pude encontrar con esta tienda, que aún se mantiene, rodeada de comercios ultramodernos de telefonía móvil y otros artículos de pleno siglo XXI 


La Puerta de Toledo supuso y sigue suponiendo una de las entradas más importantes a la ciudad.

Es impresionante el recogimiento que ofrece esta biblioteca de la UNED en los restos de las Escuelas Pías de S. Fernando, a pesar de encontrarse en uno de los barrios con mayor jolgorio de Madrid, el multiétnico Lavapiés. Fueron incendiadas en la Guerra Civil española por cenetistas para expulsar a falangistas allí atrincherados, que disparaban de  forma indiscriminada a cualquier transeúnte. 

La Plazuela del Conde de Miranda es un remanso de paz en pleno centro histórico.

Puedo recordar vivamente cómo con 'El buscón' de Quevedo en mano, me adentraba por esas calles del Madrid de los Austrias y supuso todo un descubrimiento de los sentidos, descubrir 'La Posada de la Villa', ya citada en esta obra cumbre de nuestra literatura del Siglo de Oro, que se encontraba en ruinas por entonces. Hoy día 'La Posada de la Villa' es un animado local en la Cava Baja, justo enfrente de una taberna de nombre muy conocido, gracias a la obra más señera de Pérez-Reverte 'El Capitán Alatriste', muy cerca de un lugar emblemático del Madrid de aquella época y  del de ahora: 'El Mercado de la Cebada', que comparte vecindad con el castizo teatro de 'La Latina'. 
En Madrid no hay espacio para el aburrimiento como sí lo hay en la mayor parte de las ciudades españolas. Madrid siempre es distinto y cambia en cada calle y cada plaza. La galería de personajes es diversa, curiosa e interesante. Y por mucho que nos esté azotando la globalización, esta extraña y perniciosa moda no hace sucumbir a esta ciudad. 
Al contrario de lo que pasa con Madrid, muchas ciudades españolas son aburridas.  Son planas, sin emoción apenas, demasiado correctas. Cuando las visitas la segunda vez, compruebas que ya está todo visto. A esa rutina escapan algunas, lógicamente; entre ellas, Barcelona. 
Lo que fascina de Madrid, no son sólo sus calles y plazas. Ni siquiera toda esa mística literaria y mística que posee. Lo que fascina es que siempre te encuentras a la ciudad viva. Una viveza interior que se extiende a lo ancho y largo de sus muchos lugares en los que se desarrolla una actividad continuada de música, teatro, literatura, cine..., gente que está continuamente creando, elaborando ideas y que no sucumbe a pesar del mal momento que atraviesa el país, en parte gracias a la ridícula y estrecha forma de ver la creatividad que tienen estos energúmenos del PP y su bestial subida del IVA cultural. 
Pero a pesar de las dificultades, Madrid siempre se reinventa. 
Pero también existe un Madrid menesteroso (ya decía al principio que existen muchos Madrid). Un Madrid poblado de criaturas sin dirección conocida y que confluyen en la gran ciudad atraídos por sus largos brazos acogedores. Muchos aportan, pero otros muchos no. Pero, incluso, esa impronta de ciudad menesterosa que tienen algunos ajados barrios del centro histórico, también conlleva su atractivo. Pareciera que todo lo que existe en esta ciudad, para bien o para mal, acaba siempre matizado por el distinto color de su cielo azul, como ya observara Umbral en su Trilogía de Madrid, quizá una de las mayores obras literarias escritas sobre esta ciudad y que hay que volver a releer para ver la perspectiva del paso del tiempo. 
Las mañanas de Madrid son distintas a todo. Observas una ciudad que se desespereza a su propio ritmo y ese lento ritmo, de súbito, adquiere una extraña velocidad cuando asoman los rayos del sol del mediodía. Y por la noche, ya todo cambia. Las luces cálidas de sus farolas alumbran rostros sedientos de noche y cuando el reloj ya traspasa la medianoche -sin que importe demasiado el día de semana- las terrazas y los locales rebosan de bocas y sentidos sedientos, porque siempre hay algún argumento para beberse la noche dada la enorme cantidad de actividades que se despliegan en un día cualquiera. 
Al llegar el fin de semana, se suelen agregar a esa gran bacanal cultural y de ocio las gentes que llegan de fuera; y éstos unidos a los de dentro crean todo un carrusel de sonidos e imágenes difícil de digerir si no se tiene el hábito adecuado. Por eso, el lema de 'Madrid, me mata' que se acuñó en los años de la movida de los ochenta, aún sigue muy presente.  

01 junio 2013

MÚSICA: TYPE O NEGATIVE (USA, 1989-2010)

Cuando rebuscando por ahí, me encontré con la dramática historia de Peter Steele, me sobrecogí. Principalmente, porque su vida -y su muerte- han sido totalmente coherentes con su concepción musical, algo que no es siempre común en los líderes de las grandes bandas con esencia metálica o roquera. 
Este tipo era el líder y vocalista de la banda 'Type O Negative', originaria de de New York, de Brooklyn, concretamente.
Se cuenta que su música deriva de la concepción de la vida y de la muerte que tenía su líder. Estar atormentado y deprimido y ver las cosas muy negras eran sus características más determinantes, según cuenta sus alegados. No obstante, sus letras tenían contenidos de humor negro autodespectivo. Hasta el punto, que un miembro de la banda ideó el rumor de la muerte de Steele, con la idea de que éste se retirará a meditar y reflexionar. Lanzaron fotografías de lo que, se suponía, era la tumba de Steele, creando una extraña mística en torno a Peter. Lo realmente desconcertante de esta historia es que al poco tiempo -en 2010-, Steele falleció de veras de un ataque al corazón. Su historia y su lugar de nacimiento recuerdan mucho a aquel gran escritor y poeta que fue Edgan Allan Poe. La banda decidió disolverse porque consideraron que sin Peter Steele no eran nada.
Type O Negative cultivaban los subgeneros Doom Metal, Gothic Metal y Groove Metal y estuvieron en escena alrededor de 21 años, alcanzando grande éxitos a nivel mundial.
Aquí inserto un vídeo de uno de sus temas seguido por sus fans: 'Black No. 1'        


29 mayo 2013

¿TE LLEVARÍAS EL CORRER A UNA ISLA DESIERTA?

Siguiendo las sabias recomendaciones de Alfredo -a quien por mucho que lo parezca, no lo conozco físicamente, o eso creo- y dejándome llevar por mi propio sentido común, no podré anunciar -como preveía- que correría la Media Maratón de Montaña La Calahorra-La Ragua. Lo lamento de verás, sobre todo cuando ya estaba preinscrito. 

Pero la leve dolencia del gemelo izquierdo exige cordura. Y para nada me gustaría reproducir esos malos momentos de incertidumbre que tuve en las primeras rampas de Órgiva. Principalmente, porque la prueba de La Ragua es otra historia muy distinta a la de Órgiva. Os lo puedo asegurar por partida doble (2008 y 2009) 
Ahora toca descansar y aplicarme todas esas mejoras técnicas que relataba el otro día (electroterapia, ultrasonidos, ultravioleta...) y aprovechar estos días festivos en Granada para alejarme del mundanal ruido unos días y olvidarse de correr. Nada vendrá mejor que un corto viaje pare regenerar y volver con más fuerza para asumir las pruebas que aún quedan antes de que llegue el tórrido verano (Valle de Lecrín, Río Dílar y Huéscar si es que decido ir, que creo que no). 
Un largo verano por delante para entrenar, para subir cuestas, para bajar laderas, para correr entre olivos, para atravesar cortijos y pueblos, para alzar la vista  y contemplar la recta que  nos queda por recorrer. Mucho que correr, mucho que contar. 
Porque la vida de un corredor popular se estructura en base a esa agenda, que te puede asfixiar y dar vida a partes iguales, pero que es la que nos gusta y la que hemos elegido.
Yo siempre lo digo a los amigos: es probable que en la vida pocas cosas tenga claras; en pocas haya puesto fe; o, sencillamente, en pocas crea. Pero siempre se salva el correr. Una de las pocas cosas que uno se llevaría a una isla desierta (tipo Lost) si se considerara un bien tangible. 
Permitidme por último para amenizar esta entrada que os reproduzca el anuncio sobre bares que mi amigo y Alter, Jesús Lens, ha reproducido en su blog y que tiene que ver mucho con lo que el piensa y escribe sobre los bares (y el cine, en su caso). Yo he escrito también varios artículos y relatos sobre los bares y éstos están muy presentes en algunas de mis entradas ¿de dónde creéis que surgió si no  aquel término que acabo en grupo: Las Verdes? 


28 mayo 2013

ALGUNAS RAZONES PARA CONTINUAR POR AQUÍ

En ocasiones tengo mis crisis de creatividad -como todo el mundo- y es entonces cuando me pregunto el por qué de administrar este blog; incluso las tengo cuando veo mis artículos publicados en prensa o en otras publicaciones físicas o virtuales. Creedme si os digo que en esas ocasiones me siento como desnudo y expuesto a las miradas. 
Cuando he escrito algún relato y lo he publicado en alguna parte también me ha ocurrido en ocasiones; y hubo un momento en los que me sentía extraño publicando poesía en alguna revista o en algún libro de poesía conjunto. 
Y es entonces, en esos momentos de interrogaciones descarnadas, cuando considero muy seriamente revisarlo todo. Fue a esa conclusión a la que llegué cuando cerré el mítico 'Diario de un corredor' y debéis creedme nuevamente si afirmo que han sido muchas las ocasiones en las que casi he decidido cerrar este espacio virtual. Por suerte, en todas esas ocasiones, esa fiebre es poco duradera y, finalmente, siempre hay otras circunstancias que compensan seguir en la red, sin otra satisfacción que la de escribir, comunicar y compartir, que no son divisas nada desdeñables en este momento histórico de codicia y en la que todo parece tener un precio cierto, sin que precio y valor tengan nada que ver en muchas ocasiones. 
Muchos de los motivos por los que uno decide continuar son exógenos y es ahí cuando vosotros-as, apreciados lectores y amigos, entráis en juego. Son muchas las ocasiones en las que escribir es llorar y pareciera que las palabras virtuales y físicas se pierden en la nada (como lágrimas en la lluvia), sin remedio, pero entonces, de pronto y sin previo aviso, un comentario, un reconocimiento virtual o real en la calle, unas palabras mínimas, algunas entradas y artículos reproducidos en otros blogs y foros (a pesar de algún que otro plagio incluido como denuncié no hace mucho con relación a una de mis entradas más reproducidas) o sencillamente el rebosante contador de visitas hacen que uno elimine de golpe esos pensamientos negativos. Esta tarea no es nada fácil y a lo largo de los años uno comprueba cómo cada vez se hace más complicado escribir algo sin que sea repetitivo e, incluso, comprobar con cierta tristeza como gente que comentaba asiduamente deja de hacerlo, algo que se compensa en parte con la nueva gente que se incorpora en algún momento. Nada que objetar; es ley de vida y poco de lo que ocurre en el mundo digital es distinto a lo que ocurre en el mundo real. Son mundos paralelos.
Pero de todo, lo que quizá más satisface a un bloguero es comprobarse citado en otros blogs amigos, ya se trate de gente a la que conoces físicamente o no. Y en ese sentido, mucho me han agradado estas palabras de un amigo remoto que gusta de la literatura y de la fotografía desde esas Islas que desde aquí en la península llamamos afortunadas: Os dejo con las palabras que José Gerardo escribió hace unos días  en su original blog de nombre poético 'Arena y Sal' (cuanto me gusta ese título) a cuento de una fotografía mía de la Alhambra que en algún momento inserté:  

Arena y Sal


 'Rulando por algún que otro blog, siempre nos encontramos sorpresas de gran calibre, maravillas que han salido de la mano del hombre y que muy raras veces, los que vivimos fuera, tenemos la oportunidad de admirar, "nos pilla un poco lejos".

Por esas tierras corre más que vive un chavalote que, cámara en mano, para, en un instante, tanta belleza; ya desde la distancia lo es; parece como si el clima quisiese echar una mano, ponerle su toque de color y su luz a tanta hermosura.
José Antonio, el de las Opiniones Intempestivas, a la par de preparar el trote por la zona, desde un punto de privilegio, el Sacromonte granadino, ¡clic, clic!, y momento para siempre, enésimo retrato, que no el definitivo, de la Alhambra.
No le daré las gracias, porque él ya es afortunado con publicitarlo al mundo, ni le pediré más momentos, ya él los plasma cuando los encuentra, ni tan siquiera le diré lo maravilloso que es el motivo, él sabe que lo es.
Tan sólo animarlo, para que siga subiendo éste y más momentos, para que, con el permiso de ustedes, nos alegren el rato, nos deje boquiabiertos ante tanta hermosura.'



Gracias sinceras.  

26 mayo 2013

SOBRE EL 'CORRER MINIMALISTA' Y LA PRUEBA DE FONDO DE ÓRGIVA

En nuestro organismo existen fuerzas centrípetas que ejercen una presión de resistencia al cambio. Es algo natural. Ocurre en todo lo que tiene vida y movimiento. Y es alto el precio que hay pagar por ello. 
Desde el pasado miércoles se hizo evidente que mis gemelos y sóleos anunciaban un dolor que hasta el momento no tenía identificado. Un dolor que me acompañó a lo largo de toda la semana y que ya se comenzaba a barruntar desde la semana anterior.
En los 15 kilómetros de este pasado miércoles esa tendencia antitaloneo estuvo presente en todo momento y terminé con los gemelos muy cargados. En el entrenamiento en subida del pasado viernes esos dolores persistían, pero no tan agudos como se han evidenciado en la prueba de este domingo en Órgiva.
La cuestión -como expliqué- es que estoy intentando mejorar la técnica de carrera, básicamente, estoy intentando talonear lo menos posible. Y lo debo estar consiguiendo a tenor de esos dolores que explico.
Pero eso tiene sus riesgos y su precio. Si desde siempre hemos corrido de una manera concreta, cambiar a ciertas alturas se puede convertir en un problema. Sin embargo, voy a seguir persistiendo porque entiendo que es la mejor opción.
Hasta ahora el dolor había sido asumible. Antes del entrenamiento del viernes me aplique electroterapia en la zona dolorida y después de este entrenamiento me apliqué ultrasonidos y automasaje. Eso hizo que el dolor remitiera bastante, pero ha reaparecido en carrera con contundencia y sin avisar; ese dolor ha determinado toda mi participación en la larga y dura prueba de Órgiva. 

LOS SÍNTOMAS 

Había iniciado la prueba con la misma filosofía, intentando talonear lo menos posible y no había aún superado el kilómetro tercero, momento en el que las rampas comienzan a convertirse en severas, cuando una fuerte punzada parecía atravesar por dentro la zona del gemelo-sóleo de la pierna derecha. La izquierda no ha dado problemas para mi sorpresa.  Lógicamente, en este terreno la opción era propicia para impulsar la pisada desde la parte media del pie, pero me era totalmente imposible. No se trató de un dolor totalmente paralizante como ocurre con las microroturas fibrilares, pero casi. Lógicamente, lo primero que pasó por la cabeza es retirarme, algo que hubiera sido una opción siempre traumática pero no demasiado inoportuna en el kilómetro tres. Regresaría plácidamente a la salida y punto y final. Sin embargo, consideré que cambiando la forma de pisar el dolor podría remitir algo. Y así fue. Comencé ha descargar la tensión de la pisada en el talón de manera más directa y el dolor remitió de manera considerable y eso me permitió continuar. En ocasiones  volvía a aparecer y debía de revisar de nuevo la pisada. Eso se convierte en un sinvivir cuando sabes que quedan más de 15 kilómetros, muchos de ellos en subida. 
Si no taloneaba de forma contundente el dolor aparecía y si pisaba en terreno irregular -algo muy común en esta carretera de sierra en la que el trazado es irregular y no uniforme- también aparecía el dolor. En las rampas el dolor era más ostensible y la única forma que había de que éste decreciera un poco era bajando el ritmo. No podía subirlo ni tan siquiera en la bajada. Mucho mejor bajar el ritmo que no detenerme por completo, me dije. Sin duda, ha sido un suplicio correr en esta exigente prueba debiendo de estar pendiente en todo momento a cada pisada. Suerte que al menos hoy las sensaciones han sido muy buenas y el menor ritmo ha posibilitado llevar mejor amueblada la cabeza. No diré que no he sufrido, pero he sufrido poco. Obviamente, también ha ayudado que la climatología haya sido hoy la adecuada, principalmente en la bajada. No ha hecho el calor del año pasado ni por asomo, pero eso no ha impedido que haya habido varios desvanecimientos. Siempre ocurre en esta prueba. 

Esta prueba es bellísima y está muy bien organizada, pero es muy exigente 
Nada más acabar la competición -a una media de 4'47'' el mil- opté por dirigirme raudamente al coche para aplicarme líquido frío administrado en spray y, mientras escribo esto, pasadas unas horas, ambos gemelos -más el derecho- siguen fuertemente sobrecargados y el dolor persiste, pero celebro que no se trate de una enésima microrotura fibrilar. Con ésta no hubiera podido continuar en carrera. 
Lo que procede ahora, ya que se trata de sobrecarga, es enfriar la zona con crioterapia y descargar con electroterapia (si persiste el dolor mejor un programa 'tens') y ultrasonidos. Posteriormente, masajear la zona cuando el dolor remita y elongar lo máximo posible y en un último estadio, incluso, reforzarla, pero jamás cambiar la técnica de carrera que posibilite talonear lo menos posible. Progresivamente los gemelos y el sóleos irán asimilando el trabajo y desaparecerá el dolor.
He estado consultando algunos modelos -casi todas las marcas ya disponen de ellos- diseñados para el 'correr minimalista y natural', pero por lo pronto lo descarto. No considero que tenga el peso adecuado para experimentar con este tipo de zapas minimalistas, pero no hay impedimento técnico en adaptar ese correr mínimo con zapas más amortiguadas (las que normalmente utilizamos todos). Lo importantes está en la técnica y no tanto en la zapatilla, en mi opinión. 

24 mayo 2013

ÓRGIVA DE NUEVO Y OTROS ASUNTOS DE INTERÉS

¿Qué tendrá este camino de monte que tanto me motiva?
'Subida al Torreón de Albolote. 14 kilómetros, de los cuales algo menos de la mitad son de subida. Algunos tramos con rampas muy exigentes de esas que, una de dos: o te ponen como un toro o te dejan clavado. No hay medias tintas. Precioso paisaje y frondosa naturaleza. Ya está hecho el test para Órgiva. Que me pueda ir mal o bien, ya no importa: he hecho los deberes.'

Eso es lo que he escrito en el lateral al hablar de mi último entrenamiento. 
Porque los entrenamientos, como decía ayer, son para cumplirlos. Pero a punto he estado de no hacerlo. 
Los viernes me suelo ir de cañas con los compas de la oficina, pero hoy no tenía intención de hacerlo. Pensaba escabullirme, aunque tuviera que mentir para ello, pero una puntual reunión en la oficina de última hora exigía unas cervezas que posibilitara comentarla. Así que han caído tres cervezas, porque me pregunto y pregunto: ¿quién puede hacer ascos a unas fresquísimas cañas y sus correspondientes tapas en la muy reputada Bodegas Espadafor de la Gran Vía granadina?
Claroscuro en mi conciencia: quería tomar esas cañas y hablar con los compas, pero quería hacer la exigente subida al Torreón que, además, iba a hacer esta tarde en soledad, que siempre exige algo más de voluntad. Así que tras una benefactora siesta, sin pensarlo demasiado -no convenía hacerlo- enfilé la A-44 e inicié mi ruta desde el Restaurante Romero, al principio con muchos problemas para coger el ritmo adecuado (todo me dolía, todo me molestaba), pero una vez iniciadas las rampas ya no había ojos, piernas, corazón y pulmones, nada más que para esas rampas exigentes. Pero sabía que finalmente la alegría de llegar arriba y contemplar en soledad la magna vista de la Vega de Granada, con la capital al fondo, merecería la pena.
La bajada ha sido muy satisfactoria también. Una bajada fuerte pero con la presencia siempre de dolor en las dos piernas, en la zona del sóleo, algo que ha debido provocar la nueva forma de pisar que estoy poco a poco adaptando o, probablemente, los efectos del desgaste de las Joma Hispalis, las cuales ya van a ir pasando al baúl de los recuerdos, me temo.
La semana que viene hablaré de la posible prueba a la que me he preinscrito y que se celebrará en junio. Una prueba muy exigente que no aconsejo a corredores novatos y que ya he hecho en un par de ocasiones. Ya contaré. Por lo pronto, centrarnos en la dura -pero bella- prueba de Órgiva del próximo domingo. Incorporo aquí la crónica del año pasado por si pudiera ser útil para alguien. 
Y como estamos en las puertas del fin de semana, intentemos aprovechar el tiempo. Leamos, corramos, veamos cine. Por si os animáis a ver cine, aconsejo dos películas. De una ya hice un comentario hace unos días. Se trata de la última de Tarantino 'Django desencadenado' y la otra está en el lateral 'Mi vecino, el asesino'. Con ambas pasaréis un buen rato. Y si os apetece leer nada mejor que la novela de Murakami '1Q84' y que yo estoy leyendo actualmente. Y otro consejo (pero claro os tiene que gustar este tipo de música): el temazo de Metal Church en el festival del Wacken de 2005 'Gods of Wrath'. Reconozco que estoy abducido con este tema.       
Nada más, nos vemos en Órgiva si los dioses nos son propicios.    

22 mayo 2013

LOS ENTRENAMIENTOS SON PARA CUMPLIRLOS

Escribía en mi Twitter que con el entrenamiento hay que cumplir siempre. Sólo las lesiones lo impiden. Y hoy he cumplido los algo más de 15 kilómetros que tenía programados en llano. Pensaba hacerlos a 5' el mil, pero me he encontrado bien en algunos tramos -en otros menos- y los he hecho a 4'51''. Además, he procurado talonear lo menos posible para ir readaptando la técnica de carrera, que hasta ahora está dando sus frutos. Es cierto que cuando taloneas menos y el trabajo de apoyo e impulso se genera en la parte central -la parte más mullida- de la planta del pie, se consigue más velocidad y el esfuerzo es menor que cuando se talonea. En un sentido figurado es similar a cómo pisamos cuando subimos cuestas, terreno éste en el que el talón no ha de jugar un papel importante.
Sin embargo, es cierto que cuesta readaptar la técnica de correr después de llevar mucho tiempo corriendo de una forma determinada, pero hay que intentarlo. Además, a mí siempre me gusta innovar si eso contribuye a mejorar. No se trata de adaptarse al sistema 'barefoot', con el que no estoy en absoluto de acuerdo, sino de adquirir uno de sus argumentos más razonables: evitar el taloneo, que es algo que también se puede hacer con zapatillas técnicas amortiguadas si se practica de forma adecuada. De hecho, hay modelos como las Triumph 9 -que ya dije acabo de adquirir- que con su talón 'sumergido' en el interior de la zapatilla consigue un talón igualmente amortiguado pero más corto, que contribuye a un taloneo menor.
Decía que en el entrenamiento de hoy me he encontrado bien casi todo el tiempo, pero en los dos últimos kilómetros han vuelto a aparecer problemas digestivos, si bien no tan severos como el día de la prueba de 'Las dos colinas'. Habrá que analizar qué pasa por ahí dentro. Probablemente no sea más que los restos de esa colitis que decidió convivir conmigo el pasado sábado y que aflora cuando más me esfuerzo. 
No obstante, es cierto que en los últimos kilómetros tampoco me he sentido cómodo por la sencilla razón de que llevo todo lo que llevamos de año sin hacer tiradas más largas de doce o trece kilómetros. Es más, ese hábito de las tiradas largas se pierde con facilidad y aunque los últimos meses del año pasado los cerrara con varias medias maratones, si no hay continuidad el hábito se pierde. Y es eso lo que probablemente me ha pasado hoy: a partir del kilómetro 12 sentía que me faltaba el aliento, a pesar de que -hay que decirlo- corría en esos kilómetros a una media cercana a los 4'30'' el mil y hacía calor.  
Posteriormente, busque un terreno blando e hice algo de técnica de carrera, a pesar de que estaba ya muy cansado. 
Mañana no sé si tendré fuerzas para hacer cuestas, pero si las tengo es probable que suba de nuevo al Torreón. 
Indicaros una nueva innovación en el blog, que no es totalmente novedosa porque creo recordar que en una época la incorporé: añadiré en el lateral (no os perdáis el lateral que hay cosas interesantes), en la parte derecha de la pantalla,  un espacio que indicará el último entrenamiento realizado. Eso también me motivará a mí mismo y espero que a vosotros-as.       

20 mayo 2013

CINE: DJANGO DESENCADENADO (USA, 2012)

Comprendo perfectamente que el cine de Quentin Tarantino pueda gustar o no, porque no creo que sea un cine sujeto a especulaciones; lo tomas o lo dejas.
Yo pertenezco al primer grupo, es decir, al que le gusta su cine sin contemplaciones. Unas cosas más que otras, lógicamente, pero me confieso completamente entregado a su cine. 
Con él disfruto. Descubro cosas nuevas siempre y jamás deja de sorprenderme lo que este guionista, director y actor puede llegar a hacer; a cómo juega con el espectador en cada una de las escenas; a cómo tiñe de ironía y comedicidad el drama; al enfoque cínico que hace de la ficción (que en ocasiones no es más que una ironía incompleta de la realidad). 
Y con 'Django desencadenado' lo ha vuelto a hacer, es decir, ha vuelto a soltar la imaginación y a ofrecernos una enorme película de temática ya manida, pero que en sus manos y en su mente se torna en otra cosa distinta. Película larga, como todas las que hace, pero para nada aburrida; todo lo contrario. Un director que ama el cine -el a, el b, y el c, si es que existe- no puede ofrecer nada mediocre.
'Django desencadenado' lleva el sello Tarantino -¡vive Dios!- en sus genes y una de las muchas cosas que caracteriza ese sello es el manejo que hace de los actores. En Django es proverbial el uso que hace de todos ellos, pero en particular del camaleónico Christoph Waltz y del inexpresivo pero eficaz Jamie Foxx. Pero proverbiales son también las actuaciones de Leonardo Di Caprio, siempre tan eficaz y brillante y de Samuel L. Jackson, que en mi opinión es el más simbólico en esta película. Incluso ha tenido la honestidad y el detalle de hacer un homenaje a uno de los reyes del 'spaghetti western' que tanto adora: Franco Nero, el cual hace un 'cameo' (yo no le llamaría una interpretación en puridad) al principio de la cinta.
Otro aspecto siempre destacable en sus pelis: sus bandas sonoras, porque ¿quién se atreve a mezclar estilos tan distintos y hasta antagónicos en grandes producciones? En esta ocasión hasta el Hip-Hop tiene cabida en una película que -no olvidemos- aborda la esclavitud sureña previa a la guerra de Secesión norteamericana de finales del siglo XIX. Una película imprescindible tanto si se es seguidor de Tarantino como si no.         

19 mayo 2013

CARRERA 'LAS DOS COLINAS' (19/5/2013). SEUDOCRÓNICA

Mientras escribo estas palabras -no se le puede denominar ni tan siquiera crónica- alterno las teclas con el WC. Casi lo mismo que ayer, jornada en la que pase la mayor parte del tiempo en ese lugar íntimo que nuestros antepasados denominaban 'sanitarios', porque debían pensar que eran artilugios para mejorar la salud. Razón no le faltaban ahora que lo pienso y ahora que lo experimento.
De la jornada de ayer, tan sólo recuerdo el paso del tiempo en ese lugar. A veces leyendo a Murakami; otras navegando en el Ipad; e incluso, creo recordar, que leyendo algo de historia sobre la conquista española en lo que se vino en llamar el nuevo mundo. Por suerte, al final ya de la tarde, pude hacer unos cuantos abdominales -siempre los hago antes de una carrera- comprobando que no me sentaron nada bien.
Por la noche, mientras veía la original película británica 'Tamara Drewe' el hambre no afloraba. Había planeado comer algo de hidratos -apenas había comido en todo el día- porque aún no siendo una carrera larga sí exigía esfuerzo añadido, pero eran las doce de la noche y el hambre no afloraba. Es más, lo poco que digerí -algo de jamón, que no son hidratos- convirtió de nuevo el estómago en un torbellino de pesadez. Así debió sentirse el lobo del cuento de 'Caperucita', pensé. Para solucionarlo organicé la enésima visita el WC, pero a esas alturas se había convertido más en un hábito que una necesidad real. 
Ha debido ser una colitis o como quiera que se llame esa bacteria, algo de lo que se ocupó de recordarme la breve tostada con aceite y el café que tomé -como siempre- una hora y media antes de la carrera. Pero aún así, me dirigí a las instalaciones militares del acuartelamiento Cervantes sin percibir a priori demasiada debilidad para correr la prueba de 'Las Dos Colinas'. Ésta la comencé a percibir a mitad de la subida de la Cuesta de Gomérez. No soy un especialista en cuestas por mi envergadura. Para eso habría que pesar menos de 70 Kgr. y tener diez centímetros menos. Mi peso es de los denominados medios, pero aún así en los últimos años y gracias a las pruebas en cuesta que he corrido, no se me da demasiado mal ese terreno. Me canso como todo el mundo, pero en mi interior sé diferenciar cansancio de debilidad. Hoy era debilidad. 
Una debilidad que fue en aumento por las callejuelas del Albayzín. De hecho, un poco antes, aún no había podido recuperar en la zona del Sacromonte, a pesar de que era un terreno propicio. Fue en ese momento cuando sabía que debía bajar el ritmo -ya de por sí no demasiado alegre- si quería llegar entero a las últimas rampas.
Justo en este lugar pensé en abandonar (Foto de Google Earth)
Pero no llegué entero. Es más, a la altura del mirador de S. Nicolás, pensé en retirarme. Calculé brevemente el recorrido que tendría que hacer en solitario y andando hasta la parada más próxima de autobús, para el que no llevaba un céntimo. Optaría por un taxi y le pagaría cuando llegara al lugar en el que estaba aparcada mi Kymco Super Dink. Cogería el taxi en el mismo Albayzín...Dediqué unos minutos a valorar todos esos aspectos y lo descarté. Descarté retirarme. Sabía que ya había pocas rampas porque el terreno que quedaba ya era casi todo en bajada o llano y en ambos terrenos  las fuerzas no me abandonaban tan estrepitosamente como lo hacían en las abundantes subidas. Comprobaba que cada vez era mayor el número de corredores que me rebasaban, pero eso no me preocupa en absoluto. Bastante tenía ya con preocuparme conmigo mismo. De hecho, miraba la media kilométrica en el Forer y éste marcaba ya 5'02'' el mil, nada que ver con los tiempos de 2011. Pero eso tampoco importaba.
Incluso me sentí débil en la bajada por Calderería Nueva, pero presentía que podía salvar algo el honor cuando en la llana calle Elvira mi ritmo iba en aumento y percibía para mi sorpresa que la debilidad ya no era tanta. Curiosamente, me sentí con fuerzas en esos dos últimos kilómetros  y pico totalmente llanos. Tal vez se tratara de la necesidad de llegar cuanto antes. Y gracias a esa necesidad y a esa menor debilidad el crono se detuvo en un discreto 4'55'' el mil, que para lo vivido y experimentado desde ayer sábado, doy por bueno. 
Opté por abandonar el cuartel nada más llegado a meta, pensando que hoy tocaba ingerir todo el líquido posible -incluidas cervezas- y todo lo sólido posible porque la balanza -como ya preveía- ha anunciado unos números descendientes preocupantes. Pero cómo explicar todo esto a un fornido soldado bien armado con un enorme 'cetme' o algo así, que se negaba a dejar pasar a nadie hasta que no acabara la prueba, a pesar de que a ésta le podía quedar aún más de media hora (es mucha la gente que hoy ha corrido). Intenté convencerle, pero ya sabemos todos lo que es la disciplina castrense, así que aproveché un corte en la prueba y de manera indisciplinada atravesé a trote en busca de la salida para vestir ropa de abrigo guardada en la moto. Por un momento me sentí un ciervo al descubierto en una dehesa de caza. 

17 mayo 2013

CARRERA 'LAS DOS COLINAS'. PREVIA

La carrera llamada de 'Las dos colinas' o de las Fuerzas Armadas tiene cierta impronta épica y pintoresca. La impronta épica la pone el recorrido y la pintoresca el circuito en sí. 
Algunos corredores venidos de fuera consideran que subir a la Alhambra y al Albayzín es una misma cosa, pero no. Se trata de dos subidas distintas e independientes; de ahí que se denomine 'las dos colinas'. 
La Alhambra desde el barrio del Sacromonte (Foto de José A. Flores Vera)

La Alhambra y el Albayzín se miran a la cara -no hay más que asomarse al mirador de S.Nicolás para comprobarlo-, pero tienen datación histórica distinta. Cuando la Alhambra es construida en el Siglo XI, el Albayzín ya existía como barrio. Hay vestigios romanos y probablemente íberos. De hecho, los primeros moradores islámicos, la saga de los ziríes habitaron en el barrio, en la denominada Alcazaba Cadima; pero cuando la Alhambra fue construida trasladaron los altos palacios gubernamentales a lo que hoy es la Alhambra y el Albayzín quedó como el principal barrio musulmán. 
Y serán esos dos lugares los visitados por los cientos de corredores que el domingo se atreverán con esas rampas en la ciudad de Granada. Está claro que no se penetra en los monumentos nazaríes sino que se correr por el entorno hasta bajar por la Cuesta de Los Chinos; sin embargo, se habrá ocasión de sufrir en las rampas de las sinuosas calles del Albayzín, en mi opinión la parte más dura de la prueba. También hay que añadir el paso por el Sacromonte, otro barrio simbólico de la ciudad justo al lado del Albayzín y muy cerca de la Alhambra, pero no es un lugar en el que haya que preocuparse por las rampas, a excepción de alguna más que asumible cuesta sin la menor importancia. 
Es una prueba dura en general, siempre lo digo. Lo decía el año pasado cuando desde la organización me pidieron una reseña y lo vuelvo a decir de nuevo. Observo que mucha gente -sobre todo de fuera- considera que correr esta prueba es como hacer turismo, pero no, es necesaria una cierta preparación y será cada corredor el que adapte la velocidad a su forma física y al terreno. El turismo, mejor dejarlo para antes o para después, patear estos dos hermosos lugares y tomar una fresquísima cerveza en Plaza Larga, en la Plaza de S. Nicolás o en cualquiera de los restaurantes del recinto nazarí. Por lo demás, todo lo demás en esta prueba es positivo: el circuito -insisto- no demasiado largo,  la belleza monumental, la paisajística, la organización. Todo ello hace de esta prueba una de las más interesantes del panorama patrio. 
Para refrescar sensaciones a quien ya la ha corrido e introducir a quien aún no lo haya hecho os dejo mi crónica de 2011, que es la única edición en la que he participado. Y como colofón, qué mejor que escuchar la espléndida actuación de la interprete de música celta y New Age canadiense de origen escocés e irlandés Loreena McKennit, interpretando 'Night from the Alhambra' en el Palacio de Carlos V, lógicamente, de construcción muy posterior al recinto nazarí.

  

15 mayo 2013

LA NUTRICIÓN EN SERIO

Hay un asunto que a pesar de la mucha información que hoy día podemos obtener en Internet y en los libros (acceder a un libro cada vez es más fácil desde que existen los ebook), sigue siendo para muchas personas la gran asignatura pendiente. Me refiero a la nutrición. 
Se asocia la nutrición al mero hecho de comer, pero eso es tan sólo una simplificación. Particularmente asociaría comer a placer, a pesar de que es a través de la comida cómo podemos nutrirnos adecuadamente. Y seguramente es en este punto de inflexión en el que nos solemos perder en este vasto mundo de los nutrientes que necesita nuestro organismo. 
Quien esto escribe, como cualquier mortal no especializado en el tema, también me pierdo con frecuencia en cuanto a todo lo relacionado a nutrición y por ese mismo motivo, consideré que la mejor forma de encontrar alguna luz era leyendo sobre esta disciplina. Sin embargo, siempre tuve claro que leer sobre esta disciplina no era leer cualquier cosa que cayera en mis manos o se reflejara en la pantalla del ordenador. Siempre he procurado acudir a las fuentes más solventes posibles, a autores serios que me pudieran enseñar con su ciencia qué es eso de la nutrición. De todo eso he escrito aquí en varias ocasiones.
Inicialmente me fui al que probablemente haya sido uno de los mayores expertos mundiales en este campo, el español Grande Covían, eminente médico e investigador, totalmente volcado en la nutrición y la bioquímica. Aprendí mucho de su libro, 'Nutrición y Salud', el cual he leído en un par de ocasiones. Ahora, en la actualidad, mi autor de referencia es el Dr. Campillo Állvarez, Catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de Cáceres, que está especializado, igualmente, en nutrición, además de en diabetes y ejercicio físico. De él leído, sus dos obras fundamentales divulgativas 'El mono obeso' -que considero de lectura obligatoria- y su más reciente 'Comer sano para vivir mejor', en el que hace uso del sabio refranero español como ilustración culinaria basada en la experiencia de muchos años. 
Lo primero que sacamos en conclusión al leer obras científicas divulgativas sobre la nutrición es que no tenemos mucha idea sobre lo que comemos. No es algo que nos hayan enseñado bien desde pequeños y el sistema educativo sigue sin preocuparse sobre este asunto, a pesar de que cada hay niños y jóvenes más obesos, en parte, porque se desconoce lo que se come y porque no existe una planificación seria sobre ejercicio físico; unido a eso, el sedentarismo está haciendo estragos. Y, para colmo, lo poco que hacíamos bien por estos lares no lo estamos cargando a pasos agigantados. Me refiero a la famosa dieta mediterránea. 
Lógicamente, en materia de nutrición dos y dos no siempre son cuatro y mucha gente entiende que con comer casi nada es posible adelgazar y, además,  sin necesidad de hacer ejercicio, olvidando u obviando que nuestro organismo necesita un mínimo de nutrientes para subsistir. Es más, todos los autores serios recomiendan comer de todo para procurar que nuestro organismo se asegure todos los nutrientes y oligoelementos que necesita. Por ejemplo, no debemos descartar grasas ni hidratos de carbono, dos de los nutrientes fundamentales para nuestra subsistencia, pero asistimos a diario a muchas historias sobre dietas que aconsejan eliminarlos por completo. Eso me parece una barbaridad. Pensemos, por ejemplo, en esa famosa dieta que tan sólo prescribe comer proteínas.
Lógicamente, no se trata de hacer aquí ningún tratado sobre nutrición -entre otras cosas porque no soy un experto- pero puedo asegurar que cualquier persona que no tenga patologías tratables puede conseguir el peso adecuado y el estado de salud idóneo con tan sólo asegurarse un mínimo conocimiento sobre nutrición, un plan normal de ejercicio físico y un cierto orden culinario en su día a día. Con tan sólo esos tres elementos se ahorraría mucho dinero en falsas dietas y mejoraría con creces su salud física y mental.
Seguiré escribiendo sobre este asunto en próximas entradas.

NUEVOS PROYECTOS LITERARIOS YA CONSOLIDADOS

  Me refiero a nuevos proyectos literarios ya consolidados, porque por su propia naturaleza un proyecto no es otra cosa que una intención qu...