12 abril 2014

UN COMENTARIO DE FÚTBOL (IDEAL 10/4/2014)

Seguramente que hoy no estará muy feliz el hipotético aficionado al que me refiero en este artículo que me publicó el pasado jueves el diario Ideal de Granada. ¿Quién se  iba a esperar la victoria del Granada sobre el Barça?. Si no pudisteis leer en papel, aquí lo reproduzco: 

UN COMENTARIO DE FÚTBOL   



'Para eso hemos pagado doscientos millones', comentó el parroquiano en el bar, feliz de que una de las figuras del Barça marcara un estupendo gol, un comentario bastante usado cuando algún aficionado de raza se congracia con el equipo de fútbol de sus sueños.
            Inicialmente, consideré que se trataba de un comentario ridículo. Ese 'hemos', me dije, no es más que la falsa ilusión de quien considera que su enorme afición al fútbol en general y a un club en particular, le convierte en una especie de socio mayoritario de la entidad. Una especie de nebulosa que le ayuda a sobrellevar mejor la frustración de no poder formar parte de manera más directa de ese gran club, cuando la cruda realidad es que quienes han pagado esos doscientos millones ya han obtenido con creces la rentabilidad que buscaban, amén del enorme nivel económico que adquiere la existencia del susodicho futbolista y la de los mercachifles que le rodean.

            Sin embargo, a medida que reflexionaba fui comprendiendo ese comentario, hasta llegar a la conclusión de que no estaba exento de sensatez, a pesar de lo ridículo que me pareció cuando lo escuché en ese bar de mi barrio. Y no estaba exento de sensatez porque, en realidad, ese parroquiano lo que estaba diciendo no era otra cosa que él contribuía de manera bastante directa a que esos doscientos millones pudieran ser pagados a ese futbolista estelar al que tantos equipos de renombre pretendían. De hecho, estaba contribuyendo en ese mismo momento mientras consumía dos o tres copas o lo que le diera tiempo a beber en los noventa minutos de partido, al tiempo que, gracias a esas consumiciones, el dueño del modesto bar haría una caja más generosa que cualquier otra tarde sin fútbol, lo que posibilitaría poder pagar la elevada cuota que cobran a los establecimientos de hostelería las cadenas televisivas que se arriesgan a emitir los costosos partidos de pago. Un dinero que, por cierto, en una parte importante va a parar a las arcas de los clubes que juegan en ese momento y que sirve, entre otras cosas conocidas o no, para poder pagar esa cantidad ingente de millones de euros a los que se refería el parroquiano, el cual seguramente seguirá contribuyendo a engrosar las arcas del club de sus amores comprando para él o para sus hijos, camisetas, pantalonetas, medias, botas o balones con la inscripción del nombre y logotipo del club y de su ídolo de tan costoso precio. Es más, ese parroquiano jugará semanalmente una quiniela y es probable que hasta apueste por Internet en muchas de esas páginas que no paran de proliferar y no dudará en pagar los euros que sean necesarios para poder ver a su club cuando venga a jugar a Granada o, incluso, es probable que algún día, cuando se lo pueda permitir, vaya a ver jugar a su equipo en su propio estadio, decisión que le costará un riñón. Por tanto, si sumamos todas esas cantidades y las multiplicamos por los millones de personas que consumen fútbol a diario, no nos parecerá tan descabellado el comentario que hacía ese aficionado con rotundidad. Es más, llegado a un punto nos parecerá un comentario totalmente acertado y consecuente.      

09 abril 2014

LIBRO: EL HÉROE DISCRETO (ÚLTIMA NOVELA DE MARIO VARGAS LLOSA)

el heroe discreto-mario vargas llosa-9788420414898No estoy seguro de si el peruano Mario Vargas Llosa es el escritor total, pero sí de que es el narrador total. Podría significar lo mismo, pero no lo es. Un narrador es un escritor, pero no siempre un escritor es un narrador; o al menos, no un buen narrador. Y en ese terreno de la narrativa, el último premio Nobel de habla hispana es todo un maestro, un clásico vivo. 
No he leído todo lo que ha escrito Mario Vargas Llosa, entre otras cosas, porque ha escrito mucho, pero sí he leído bastantes de sus novelas y siempre llego a la conclusión que su maestría narrativa está muy por encima de la media de los autores consagrados en lengua hispana. Tal vez, esa su mejor divisa y la que, probablemente, le ha llevado a ganar el máximo galardón literario internacional. Y es que el autor peruano es por encima de todo un contador de historias. 
Acabo de terminar su última novela: 'El héroe discreto'. Con ella consigue llevarnos a las vidas de dos héroes anónimos, que tanto esfuerzo ha puesto en homenajear; además, también ha querido homenajear de manera muy espléndida el particular lenguaje peruano, al menos, el lenguaje de la calle, básicamente en Piura (doy fe que muchos de las palabras que aparecen en la novela no se encuentran registradas en el diccionario de la RAE).
Una novela que te adentra de manera muy directa y profunda en dos personas anónimas que, por circunstancias ajenas, convierten un determinado periodo de sus vidas en algo épico. Son los héroes anónimos que el escritor quiere remarcar. Una novela que se sitúa a caballo entre Piura -al parecer, la cuarta o quinta ciudad más grande Perú- y la capital del país, Lima, que sirve para analizar, en ocasiones de manera despiadada, el Perú de nuestros días, tanto a nivel económico, social o institucional. Nada escapa a esta aparente sencilla novela.
Porque las novelas de Vargas Llosa -ahí radica, en mi opinión, uno de los aspectos de su grandeza- aparentan una estructura sencilla, pero en realidad esconden siempre una estructura compleja. Una complejidad que se desarrolla de manera diáfana -en la novela a la que me refiero- a través de las muchas descripciones de personas, lugares y situaciones, pero sobre todo a través de los siempre presentes diálogos de los diversos personajes que van apareciendo en la novela.  
Una narración que cuenta con un desenlace imprevisto y que, de alguna manera, redondea perfectamente las dos tramas que se van tejiendo a lo largo de sus casi cuatrocientas páginas.        
    

07 abril 2014

CINE: EL MAYORDOMO (USA, 2013)

No negaré que he disfrutado con esta película basada en hechos reales (si es que la ficción pudiera emular a la realidad; o al revés). Esperaba menos de ella. Es más, cuando comprobé su larga duración pensé en postergarla, básicamente porque cuando la elegimos para verla -el sábado- acostumbramos a ver varias películas, o bien, películas-series; o viceversa y una película larga puede dar al traste con lo que pretendes ver a continuación. Pero tan buen sabor de boca quedé con esta película que para nada se me hizo larga y dio lugar para seguir viendo la formidable serie 'The Killing'.
El mayordomo más famoso de los últimos tiempos -aunque para mí siempre será el primero Stevens, el perfecto mayordomo genialmente interpretado por Anthony Hopkins, en 'Lo que queda del día'-, no hubiera sido tal si no es por el espectacular homenaje que le brinda el director y guionista Lee Daniels. Y gracias a ese acertado homenaje, hemos podido percatarnos con más cercanía de la intrahistoria estadounidense a lo largo de treinta y cuatro vitales años de la historia de este 'gran país'. Un mayordomo que en la vida real sirvió a ocho presidentes, si bien tan sólo tendremos ocasión de ver la interpretación de cinco de ellos (Eisenhower, interpretado por Robin Williams; Kennedy, interpretado por James Marsden; Johnson, interpretado por Liev Schreiber; Nixon, interpretado por John Cusack y Reagan, interpretado por Alan Rickman -el de parecido más creíble-). Pero no se agota ahí el fenomenal elenco de actores conocidos o de actores-músicos conocidos, como es el caso del también 'mayordomo', Lenny Kravitz, muy frecuente últimamente en el cine o la esporádica aparición de Maríah Carey. Por no citar la sorprendente interpretación de la presentadora-estrella norteamericana Opra Winfrey en el difícil papel de esposa del mayordomo, de cuya interpretación se han encargado el ya veterano y acreditado actor negro Forest Whitaker, que tanto nos gustó en la película de 2006 'El último rey de Escocia'. Pero hay muchos más actores y actrices conocidos. En realidad, la producción no ha regateado en cuanto a la valía y nombre de los interpretes para llevar a cabo una película que quedará mucho tiempo en la retina de quien decida verla. 
Una película que, además, posee una pedagogía más que aceptable sobre el transcurrir de la historia dramática de la población negra en Estados Unidos, desde que inician su peculiar lucha por la igualdad en los años cincuenta. Asistimos al asesinato de Martin Luther King y al de Kennedy, y aunque ambos fueran cometidos de forma vil y, probablemente, por causas bien distintas, no son tan desiguales los personajes históricos en cuanto a su lucha a favor de los seres humanos, obviando los matices del color de la piel. Todo eso está perfectamente retratado en la historia de este peculiar mayordomo, que lo único que busca es un lugar entre los blancos para poder sacar adelante a su familia y alejarse de todas esas penurias y momentos dramáticos que hubo de pasar en su infancia y juventud en una plantación de algodón. Un negro que es bien tratado por los blancos, entre otras cosas, porque jamás se sale de su guión de negro; otra cosa muy distinta hubiera sido haber ejercido de negro reivindicativo desde el principio de su carrera de mayordomo en la Casa Blanca, dicotomía ésta que se expresa muy bien a través del pensamiento de su hijo mayor. 
Me quedo con ganas de seguir escribiendo sobre esta estupenda película, pero no mea arriesgaré a 'espolear' ese rico argumento que nos ofrece esta película. Tan sólo una cosa: no dudéis en verla y podréis sacar vuestras propias conclusiones que, con independencia de las que sean, en ningún momento llegaréis al aburrimiento a lo largo de sus dos horas largas de metraje.

05 abril 2014

DOS IMÁGENES DE GRANADA QUE NO HAY QUE PERDERSE

Hay una zona alta- el mirador más alto- en Granada que se llama S. Miguel Alto. Tiene la particularidad de poderse observar desde allí, de manera inmejorable, tanto el conjunto de la Alhambra y el Generalife -además del Palacio de Carlos V-, como todo el Albayzín. Además, se observa también una vista franca de la ciudad de Granada, la Vega y muchos de sus pueblos, presidida esta comarca a su derecha por el promontorio que forman los picachos de Sierra Elvira, lugar donde se hallaba la mítica ciudad de Ilbira. Además, nos encontramos con la sorpresa de ver dos tramos importantes de la muralla nazarí que, lamentablemente, no está bien conservada y se encuentra aderezada por un par de horribles repetidores de RTVE.  Foto de J.A. Flores.

  
Y si giramos la vista a la izquierda, vamos a poder observar este espacio natural de toda esa dehesa que rodea la Abadía del Sacromente, y al fondo la cegadora nieve de Sierra Nevada. Pocos lugares hay tan bellos como éstos. Foto de J.A. Flores

03 abril 2014

PRIMERAS TENUES LÍNEAS DE LUZ

Fotografía de J.A. Flores









Hoy he comenzado ya a ver penetrar las primeras tenues líneas de luz en el oscuro bosque en el que me hallaba. Deportivamente hablando. 

Casi dos semanas han transcurrido ya desde que me 'arreglaran' el problema vascular que podría ser el que estuviera detrás de los diversos problemas en los gemelos. No se sabrá hasta que comience a patear caminos, cosa que en breve podría hacer, según el médico, pero que aguardaré hasta el uno de mayo probablemente. Mientras tanto, seguirán las caminatas y volveré a los lomos de la MTB. 
Está siendo una necesaria travesía por el desierto, pero ya atisbo los primeros oasis a lo lejos. Espero que no sea una alucinación.
En todo este tiempo, es decir, todos estos meses desde que comenzó el año no he perdido un ápice de ilusión y he aguardado con paciencia el momento para comenzar. La ilusión sólo se mantiene si sabes que algún día volverás a correr, sabiendo que lo que te pasa no es irreversible. 
He caminado, he subido en bici y he contactado con los mismos lugares por los que habitualmente suelo correr. Ha sido un ejercicio de disciplina, pero debo reconocer que en ocasiones me han parecido extraños, distintos a los que observaba cuando los recorría. 
Y es que la mente es acomodaticia. Puedes estar toda una vida haciendo algo, hasta el punto que forma parte de tus días, y en pocos meses puedes encontrar extraño lo que hacías con tanta naturalidad. Algo así me ha pasado en ocasiones, si bien eso no es sinónimo a perder la ilusión.
Ésta siempre se ha mantenido. Hay unas zapatillas sin entrenar; hay una camiseta técnica sin entrenar y jamás me han parecido artículos extraños, sólo silentes, puntualmente, silentes. 
Probablemente para quien no tenga el hábito de correr en sus vidas, le podría parecer exagerado todo esto que escribo, pero no tanto para quién lo tenga. Correr es algo que trasciende al mero ejercicio físico. Pasamos por una calle, un camino o una carretera, vemos a alguien corriendo y nos parece la escena más cotidiana del mundo, pero quienes corremos sabemos que la cabeza del corredor en esos momentos es toda una amalgama de sentimientos, de sensaciones.
Porque correr es algo que trasciende a lo meramente teórico también. Se entrecruza en esta actividad toda una filosofía de vida y todo nuestro ser es como un diapasón de melodías. 
Cuando andaba el otro día bajo la lluvia por un lugar de la Vega, me imaginaba corriendo y no lo conseguía. El camino se desdibujaba a lo lejos y se perdía entre las alamedas y no podía comprender que en muchas ocasiones yo mismo lo había atravesado sin apenas esfuerzo. No podía creer que eso fuera mérito mío. 
Por eso es tan necesario volver a empezar.   

30 marzo 2014

MICRORRELATO-FÁBULA (ELEFANTE): TRAIDOR A LA ESPECIE



Dibujo de Javi Trelis

-¿Fue usted quien sacó el marfil del país?
-No, señor fiscal. Esa acción siempre corría a cargo de la banda a la que aludí en mi declaración ante la policía.
-¿Entonces, qué papel representaba usted en esta trama?
-Yo era quien suministraba el material.
-¿Suministraba el material?
-Sí. Era quien se encargaba de atraer a los poseedores de marfil.
-Es decir, ¿a los elefantes?
-Sí, señor. Así es.
-Pero, ¿no se da cuenta que esa acción, además de delictiva, le convierte en un traidor a los ojos de su propia especie?
-Lo sé, señor fiscal. Ahora comprendo que mi ambición ha ido demasiado lejos. Yo quería salir  a cualquier precio de aquella aldea perdida en algún lugar de África. Y ahora me encuentro con que me está vetado entrar. Ni tan siquiera para ver a mis ancianos padres que, además, me entregaron su marfil para que yo buscara un futuro mejor. Ahora sé que la he jodido.

28 marzo 2014

MÚSICA: SYMPHONY X (USA, 1994-ACT)

El metal de la banda americana Symphony X oscila entre el progresivo y el sinfónico, pasando por el power casi siempre. Es una banda melódica y, relativamente, tranquila que se enmarca en la línea de Dream Theater o la sueca Opeth. Pero cada cual tiene su propio estilo. No es justo confundirlas. 
Symphony X lleva existiendo en este difícil mundo del metal desde 1994, por lo que el mejor aval es saber que llevan veinte años en los escenarios de forma ininterrumpida. 
Eran ya conocidos pero, quizá, su nombre llegó al gran público -es un decir para una banda Heavy- con un trabajo denominado, Paradise Lost, un trabajo conceptual, de igual título, basado en el poema épico del poeta inglés del S. XVII John Milton. Gracias a este trabajo triunfaron a lo grande y les posibilitó una larga gira en 2007-08. Ya antes, en 2004, habían sacado el mercado otro trabajo conceptual basado en el poema épico homérico, de igual nombre: La Odisea (The Odissey). Por tanto, gustan de utilizar la literatura clásica para sus trabajos, algo que a mí me parece loable siempre. 
Sus instrumentos son la guitarra, el bajo, la batería y, por supuesto, la voz, que es una divisa que cuida mucho este tipo de grupos. Su cantante actual se llama Russell Allen, un norteamericano de 42 años que utiliza la voz tenor. Y como es lógico en bandas que suelen crear trabajos conceptuales, usan arreglos musicales de estudio, aparte de ser bastantes espectaculares en directo. 
Es un tipo de banda que gusta escuchar con tranquilidad y si eso lo hacemos con frecuencia acabamos aficionándonos a sus melodías.

Aquí inserto un corte de, quizá, su álbum más conocido, antes indicado:    
 

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...