05 agosto 2012

¿HA MERECIDO LA PENA VOLVER AL CINE PARA VER LA ÚLTIMA ENTREGA DE EL CABALLERO OSCURO?

Digamos que yo soy un tipo que hace algún tiempo dejó de ir al cine, harto de comportamientos indeseables de algunos espectadores y, por qué no decirlo, cierta pereza. Además, muy pocas cosas de lo que entrenan me interesan realmente como para pagar 7 € y prefiero que aparezca en DVD o BD, que es cada vez antes. Así que, como he contado en alguna ocasión, me hice de una buena pantalla y un buen HC y, aunque con algún tiempo de retraso, lo veo casi todo. 
Pero hoy he vuelto al cine. Animado por la poca afluencia y porque tras quedar maravillado con la anterior entrega, también dirigida por Nolan e interpertada practicamente por los mismos actores -excepto Heath Ledger porque en esta última entrega no aparece el 'The Joker'-, por esos motivos, decía, me animé a ir. 
Y, sí, no hay que negar que saborear ese olor especial a palomitas y el espectáculo de la enorme pantalla y el sonido me han vuelto a deleitar. Para colmo, en las fechas en las que estamos, apenas había público y éste -a excepción de algún niño que se aburría con la película- hoy ha sido correctísimo (me pregunto si no será porque estábamos allí los que no solemos ir casi nunca y aprovechamos estas fechas). Pero, he decir, que la película no me ha deleitado tanto. Un portento de presupuesto, medios, efectos especiales y todo lo demás, pero no me ha llegado a gustar como la anterior. Es más, en algunos momentos -excesivamente larga- me ha llegado a aburrir por predecible y excesivamente peliculera. 
Lógicamente la han salvado sus excelentes interpretaciones, porque nunca decepcionan actores como Gary Oldman, Michael Caine o Morgan Freeman, por hablar de los más veteranos. Interesante también el papel de la "austeniana" Anne Hathaway.
No diré que haya sido un frustado reencuentro, pero cuando salía a la calle sentía que no me estaba perdiendo mucho por no ir de manera habitual a ver pelis a la gran pantalla. Pero, bueno, se trata tan sólo de una opinión y un parecer personal.

04 agosto 2012

¡QUE NOS ABRASAMOS!




A ver, ¿hay alguien por ahí en esta calurosa mañana de sábado? Que me he ido a correr. Antes que las chicharras comiencen su BSO particular. Voy a hacer unos 15 kms. por la Vega granadina y luego me tomaré en alguno de los buenos bares de mi pueblo un café mientras leo Ideal. Pero antes, he programado ésto: 
Me jode decirlo: pero España está peor de lo que creíamos todos. Fijaos: 

El cada vez más decepcionante Rajoy y su atribulado equipo de palmeros dice que tenemos que reducir en los próximos tres años -incluido éste, que ya va acabando- 102.149 millones de €. Pero nuestro techo de gasto para 2012 es de 126.792 millones de €. Es decir, que si hacemos sencillas cuentas aritméticas comprobaremos que lo que se quiere reducir es una burrada y una insensatez que nos situará un peldaño más abajo que los griegos y portugueses juntos. Está claro que este tío y este gobierno son un banda de chalaos y no nos cuentan la verdad, porque nada más que para 2013, que será el año perro de verdad, quieren reducir 39.000 millones de €, es decir, en torno al 38 por ciento del presupuesto para ese año. Lógicamente, contando conque las CCAA colaboren -algo que dudo- y no gasten más de lo que ingresan, que es lo que están haciendo desde hace lustros ¿Podrán, entonces, la casta seguir manteniendo su sistema partitocracio y sus privilegios políticos, sus chiringuitos clientelares y demás derivados?   
Y esos vaticinios en el mejor de los casos. Suponiendo que el Estado recaude lo que pretende recaudar con la subida del IVA y otros impuestos, cosa harta improbable por la evidente caída del consumo que va a haber en los últimos cuatro meses del año y hay gastos que aumentarán como son los casos de los intereses de la deuda pública y la ayuda económica al desempleo.  
¿Que harán entonces? ¿Quitar la otra paga a los empleados públicos? Bien, éstos -nosotros- se empobrecerán más, consumirán menos y el Estado no podrá llegar a los objetivos de recaudación que pretenden. No olviden que son una cifra aproximada de 3 millones de personas, dentro de una población activa de poco más de 18 millones de personas, es decir, entre el 17 y el 18 por ciento del total. Y eso suponiendo que esos otros 15 millones de personas del sector privado que tienen trabajo puedan seguir consumiendo al ritmo actual, algo que dudo, dada la carestía de la vida, la bajada de retribuciones y la subida de impuestos. Ellos verán lo que se hacen, que son los que elegimos para gobernar.          
    

03 agosto 2012

UNA CUESTIÓN DE PESO


Para los corredores siempre hay una cuestión de peso en nuestra mente. Al peso físico me refiero. Es lógico que sea así. No sólo porque nos parece más estético estar delgados si corremos habitualmente, sino porque un menor peso siempre posibilitará que podamos correr mejor y castigar menos nuestros miembros inferiores. Pero no todo el mundo tiene una predisposición genética a perder peso y a estar delgado. Por lo general, la mayoría de la gente aumenta de peso con la edad por una razón muy sencilla: por poco que se coma, siempre se ingieren más calorías que las que realmente gastamos, principalmente, en la época histórica en la que estamos, en la que todo es más cómodo y hay tantos aparatos mecánicos, electrónicos y eléctricos que hacen nuestra existencia más cómoda, pero que también posibilitan que nos movamos menos. Todo lo positivo también tiene algo negativo. Un ejemplo muy sencillo: el mando a distancia que tienen todos los aparatos del tipo que sean, hacen muy sencilla nuestra vida, pero tienen el inconveniente que no hay mover el culo en absoluto para conectarlos, desconectarlos o graduarlos. Además, se da la circunstancia que la comida que consumimos cada vez es menos natural y, por el contrario, está más repleta de elementos químicos que no ayudan nada a nuestra dieta natural, así que todo sumado produce consecuencias catastróficas. No se trata de lo mucho o poco que se coma sino del tipo de productos que se consumen, ya que todas las calorías no son iguales.
Los corredores, a pesar de que gastamos más calorías que la media, no somos de otro planeta -bueno, algunos sí- y sucumbimos también a esa vida cómoda, a esa comida basura y a esa bebida azucarada que se encuentra por por todas partes, hasta el punto de que hay que hacer un verdadero esfuerzo para no sucumbir. 
De todo esto no te das cuenta de forma inmediata, es decir, no te das cuenta en los inicios como corredor. Compruebas -y comprueban- que vas perdiendo peso, pero con el tiempo te das cuenta que no es suficiente, bien porque te estancas, o bien, porque, incluso, coges algunos kilos si te descuidas un poco.  Sí, para la población en general estás delgado, pero es posible que no lo suficiente para el intramundo que gira en torno al corredor.Lees y te documentas y acabas llegando a la conclusión que la única manera de poder acercarte a tu peso forma -como siempre dice nuestro amigo Paco Montoro- es controlar también la alimentación. 
Mucha gente me pregunta si los corredores hacemos dietas específicas y les contestó que en absoluto; es más, no es conveniente porque, en mi opinión, todas las dietas adolecen de defectos y evitan que ingieras algún alimento básico para nuestro organismo. Lo que hacemos -les digo- es comer de manera sana, evitar atiborrarse y, sobre todo, evitar determinados tipos de alimentos (frituras, grasas saturadas, golosinas, frutos secos en abundancia, bollería industrial, comida basura, el tapeo...etc.). Lógicamente, cuando les enumeras toda esa retahíla de alimentos, la mayoría considera que, en su caso, es misión imposible, pero yo opino que en absoluto es necesario el consumo de todos esos alimentos que lo único que provocan es mal alimentarte y hacer que ganes peso (he de decir al hilo de esto, que casi me escandaliza los alimentos que habitualmente come la gente que, además, no hace ningún deporte). 
En lo que respecta a mi caso particular -que en absoluto soy un purista de la alimentación-, no me supone ningún esfuerzo añadido apartarme de estos productos, pero he decir que tampoco los desdeño si se tercian en determinadas ocasiones. Por ejemplo, nunca los desdeño cuando viajo por placer ya que siempre me intereso por la gastronomía del lugar, sea la que sea. 
En cuanto al peso, puedo hablar de mi caso particular por si a alguien le resulta útil. Cuando comencé a correr en serio -después de muchos años de inactividad y actividades contrarias a la comida sana, estaba en torno a los 92 kgrs. (mido 186 centímetros). Al poco tiempo de correr de manera habitual, bajé a los 87 u 88 y más progresivamente me estanqué en los 84 u 85.  En 2006, acabé el año con 83,7;  en 2007, que fue el año de mi primer maratón, lo cerré en 83,5, pero curiosamente, en 2008, que intensifiqué la actividad, cerré en 84,5. Sorprendentemente, un año después -el año de mi segundo maratón- lo acabé en 85,3 y en 2010 en 84,1. 
El año pasado -el 2011-, fue un año poco equilibrado, llegando a pesar en mayo 86,7  y en diciembre 82,1; y de esa manera, un tanto irregular comencé 2012. Hay que admitir que no siempre se coge peso porque se tenga más grasa. Puede ser que se tenga más músculo, pero la sensación de delgadez siempre pasa por tener la menor grasa posible. Así que dije que había que ponerse manos a la obra y fue el pasado junio cuando comencé a reflexionar y  a documentar y comprendí que había un principio muy básico -basiquísimo diría yo- al que se referían desde grandes maestros de la nutrición -Grande Covián- hasta grandes campeones profesionales -Martín Fiz- y aficionados -Francis Tovar-: había que gastar más calorías que las que se ingieren. Pero, a pesar de ser un axioma de fácil construcción, no es tan fácil llevarlo a la práctica, ya que es muy importante que los corredores ingiramos los nutrientes y los oligoelementos necesarios para que nuestra dura actividad física no acabe por enfermarnos. Así, que creo que dí con la tecla para bajar de peso (ahora, estoy en torno a los 80 y quiero bajar a los 78): bajar mucho más la ingesta de hidratos de carbono, principalmente, en la cena, alejarse, practicamente, por completo del tapeo a mediodía los siete día de la semana (lógicamente, advirtiéndoselo antes a los amigotes y compas de oficina), aumentar el consumo de proteínas -sin que sea necesario llegar a la malsana dieta Dukan-, aumentar el consumo de fruta, eliminar carnes que no sean magras,  eliminar todo el alcohol de las bebidas espirituosas y no atiborrarme en ninguna de las comidas. Con anterioridad, hace años que ya había eliminado de la dieta normal todos esos alimentos basura que antes enumeraba. 
Lo que he decidido no hacer, porque por ahora no es necesario, es eliminar la cerveza, aunque, sin tapa claro, y preferentemente en casa que es el lugar donde yo puedo controlar con qué productos sólidos la acompaño. Lógicamente, unido a una carga de kilómetros de no menos de un maratón semanal -es decir, la suma de kilómetros semanales-, si es posible.
¿Llegaré a ese peso propuesto con este plan? Estimo que sí. Al menos voy camino de ello. Pero, aconsejo, que cada uno adapte su propio sistema, el que le vaya bien.                   

02 agosto 2012

UNA MAGRA TAREA PARA AGOSTO

Magra tarea me propondré este agosto. Leía en el blog de mi amigo y álter, el proteico Lens, que un periodista de Ideal, apellidado Barrera, se ha propuesto escribir cincuenta post seguidos y que él mismo intentará que haya uno por día a lo largo de todo agosto, por lo que he pensado que sería buena idea sumarme a esa iniciativa ahora, precisamente, en agosto, cuando la sesera está más seca y hay mucho menos que contar. Mucho más mérito, por tanto, que hacerlo en otro mes del año en el que la aluvión de temas están al orden del día. 
Será una tarea difícil y fácil al mismo tiempo. Difícil porque no todos los días tiene uno algo que contar que merezca la pena; y fácil porque es costumbre en un servidor escribir a diario o casi. Magnífica ocasión,  por tanto, para escribir a diario, como debería hacer con mi muy futura novela y que no hago (atascado estoy en las 90 páginas). 
Lógicamente para tan titánica tarea, habrá que tocar muchos temas y me propondré que a pesar de que haya que escribir a diario lo que cuente no sea  vomitivo o un mero recorte de periódico, que no es la norma de este blog como sabéis los más antiguos del lugar. Luego, entre asuntos relacionados con el correr -actividad en la que estoy muy activo en agosto-, reflexiones, críticas, denuncias, cine, música, relatos breves de verano, artículos....y un largo etcétera, espero que haya material suficiente para rellenar todo este cálido y ausente agosto. Sé que no somos muchos los que nos asomamos a diario a la red en general y en particular a esta esforzada bitácora, pero sería mucho de agradecer que los pocos que seamos se exterioricen con algún que otro comentario, que siempre es la sal y la pimienta de esta ensalada. Lógicamente, en las ausencias será más complejo, pero como hay soluciones para todo, las poco probables ausencias -en agosto intento atrincherarme en casa- serán suplidas con programación de entradas que es lo que habitualmente hago cuando viajo.
Vayamos pues a la tarea, sirviendo esta entrada como segunda del mes.   

01 agosto 2012

CINE: GRUPO 7 (ESP, 2012)


Me arrepiento de no haber visto esta película mucho antes. Es realmente soberbia. Cruda y real como la vida misma, que era la máxima aspiración de su director, el sevillano Alberto Rodriguez, que me convención hace unos años con '7 vírgenes' (¿por qué está el 7 tan presente en las películas?)  
Cuando acabas de ver Grupo 7 te sonrojas si alguna vez has pensado que todas las películas españolas son 'españoladas'. Desde luego, desde hace mucho tiempo, yo no pienso así, y eso es mérito de memorables películas como ésta o 'Celda 211' y 'No habrá paz para los malvados', por citar sólo algunas de las últimas. Pero hay muchas más que nada tienen que envidiar al buen cine de Hollywood, porque al malo -que es la mayoría- le ganan por goleada. 
Pero que Grupo 7 sea una excelente película no es sólo 'culpa' de su director y su guionista, Javier Cobos, es también 'culpa' de ese soberbio actor que es malagueño Antonio de la Torre, un animal de la cámara que con un poco de suerte debería de estar en lo más alto del cine mundial. Seguramente, de mucho le habrá servido ser periodista de profesión, principalmente, por su olfato y genial adaptación a cada uno de los papeles que hace, ya sea de gordo, de payaso violento o de policía duro y corrupto. 
Había escuchado mucho hablar del insultantemente joven Mario Casas, pero jamás le había visto en una interpretación. Y hay que decir que este chico gallego tiene mucho talento, que exterioriza muy bien a través de un ágil dominio de su imagen ante la cámara. Escucharemos muchas cosas buenas de este joven actor. 
Grupo 7 tiene todos los ingredientes para penetrar en las pupilas del espectador. Una Sevilla preExpo, un mundo marginal de droga y un grupo de policías que no desean saber nada con las buenas formas, con capacidad para ser condecorados y denunciados de manera simultánea. Además, subyacen historias personales que no pueden considerarse de forma aislada porque tienen mucho que ver con las vidas privadas de sus dos máximos protagonistas y con su arriesgada profesión, aspectos ambos que no pueden tener comportamientos estancos en la vida del policía arriesgado y corrupto. 
Lástima que estemos en un momento tan malo para el cine y todo lo que sea arte, dados los recortes, la subida  del IVA venidera y demás, y digo, lástima, porque una película como ésta debería de ser obligatoria para todo aquel quiera entender el inframundo que en ocasiones nos rodea y que, por lo general, no vemos. 
La Expo de Sevilla fue el comienzo de muchas cosas nefastas para este país. Fue el inicio de un  vorágine de pelotazos y corrupción política aún sin investigar a fondo. Fueron los años de las vacas gordas en España y, probablemente, una de las causas de estos lodos en las que todos intentamos nadar para que no nos engullan. Y aunque la película no se centra en corrupción política, sí expone muy a las claras la imagen que se quería dar de una ciudad, como Sevilla, en la que confluían -y es posible que aún confluyan- muchas perversiones, siendo una de ellas la droga y el camelleo a baja escala (los ricos jamás se pinchan, decía la puta de la película), que para los políticos era más una cuestión estética que moral, ya que Sevilla en poco tiempo se iba a vestir de largo para todo el mundo y su centro de la ciudad dejaba mucho que desear. 
Una película que hay que ver, sin demora.        

30 julio 2012

VOLVER Y NO PARECERSE AL DE LA FOTO

Hay una cosa que me parece muy gratificante: volver de un viaje en el que has holgazaneado, comido y bebido más de lo normal, en el que no has calzado ni por asomo una zapa, en el que has trasnochado, en el que has visto a alguien corriendo y has mirado para otro lado, en el que has pasado por una tienda de artículos de running y has preferido irte al bar de al lado, en el que has debilitado tu musculatura, en el que probablemente has aumentado de peso, en fin, en el que has hecho todo lo contrario a las sagradas reglas necesarias para el buen correr y al volver, decía, salir a correr y comprobar que no has perdido un ápice de forma, que avanzas sin dificultad y hasta con ligereza y que los diez kilómetros que has hecho para desintoxicar y elevar el tono de la musculatura, te han sabido a poco. 
Porque siempre queda la duda de que eso no sea así y te veas arrastrándote por esos caminos de Dios, arrepintiéndote como un vulgar Judas Iscariote de todos esos excesos y alegrías que te das, exclusivamente, cuando viajas.  
Es decir, que te vanaglorias de volver y no parecerte a éste: 


29 julio 2012

¿ESTA INVOLUCIONANDO NUESTRA SOCIEDAD?

Acabo de llegar de un largo viaje por nuestra piel de toro y sigo sin comprender el por qué de la razón que han llevado a ciudades y pueblos con un pasado histórico glorioso a acabar sucumbiendo ante tradiciones ancestrales, animalesca y abominables. 
En Toro pude comprobar cómo el mítico Palacio de las Leyes de Toro no era más que una mísera fachada abandonada y  sucia junto a un bareto pestilente y una clientela ruidosa y beoda y en Tordesillas, ya sabemos todos lo que significa el toro de cuerda. Y hoy mismo he contemplado que en otro pueblo, de pasado glorioso y una de las cunas de la civilización ibérica se da este contraste....: 

No se trata ni más ni menos que la tortura psicológica y física que someten cuatro cazurros y cazurras a unos asustados toros. Sencillamente el que no sigue el curso que quieren los caballistas cazurros y cazurras acaba siendo picado con ese terrible pico de hierro acabado en punta. Una actividad ilegal, según me reconocieron en la oficina de turismo, cuando pregunté sobre la idoneidad de esta salvajada.


...contra este otro contraste a muy pocos metros de allí: 

File:Sagunt. Teatre. Orchaestra.JPG
  

El majestuoso teatro romano -reformado ahora- de esta misma población -de pasado íbero, romano y árabe y testigo de las II Guerras Púnicas entre la antigua Cartago y Roma-, es escenario de un impresionante dinamismo cultural que abarca desde la música al teatro de alto nivel, pasando por la danza. 

Lógicamente, como ya hice en el caso de Tordesillas, lo pienso denunciar -aunque de poco servirá- a las autoridades del lugar y ponerlo en conocimiento de PACMA (Partido Contra el Maltrato Animal).

¿DE QUÉ CIUDAD O PUEBLO SE TRATA? 

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...