Hoy, por fin, acabo las sesiones de rehabilitación de calor y ultrasonidos y los médicos tras ver la ecografía ha afirmado que la zona muscular del gemelo interno se ha recuperado. Está bastante bien, han sido sus palabras.
Ahora toca -también palabras de los facultativos- reforzar esa zona y estirar porque resulta -ya lo sabía- que tengo un gran volumen muscular en los gemelos -uno es esclavo de su genética y resultado de los deportes anteriormente practicados-, el cual me "ha ido presentando" en la ecografía.
Y, lógicamente, a más volumen muscular se necesita más reforzamiento de la zona y mucho más estiramiento, que es la asignatura siempre pendiente de la mayoría de los corredores.
Esto satisfecho, por supuesto. He recuperado la zona, se ha flexibilizado, y hay que intentar no volver a agotar en exceso un grupo muscular que siempre será mi Talón de Aquiles. Por tanto, a partir del jueves habrá sesión de reforzamiento y estiramiento y a partir del fin de semana comenzaré los primeros trotes cortes y por zona blanda.
El asunto de las lesiones, a pesar de sus complejidades de músculos, tendones, cápsulas, huesos y demás elementos, tiene una base muy sencilla: hay una discordancia entre la resistencia muscular y tendinosa-osea y el volumen de trabajo practicado.
Si nosotros, por ejemplo, pretendemos exponer un motor de una scooter de 125 cc. a un trabajo continuado de 110 km/horas desde Granada a Málaga -por ejemplo-, que son unos 120 kms., sin descanso, lo normal será que el motor se acabé cargando y finalmente averiando, algo que no ocurrirá si el motor es de 250 cc.Y de una manera similar ocurre con nuestros músculos, tendones y huesos.
No nos damos excesiva cuenta porque no aparece el dolor (este aparece cuando la lesión ya está iniciándose) y nos sentimos bien; hay buenas sensaciones y la resistencia aeróbica es alta, pero no reparamos en el trabajo que hacen los músculos, tendones y huesos, por lo que si no le damos el necesario descanso -una recompensa, como me decía los doctores-, el estrés al que se han sometido acaba pagando factura.
Por tanto, amigos y amigas corredores, sed muy sensatos y ofrecer descanso a esos elementos del organismo que nos posibilitan disfrutad de nuestro deporte. Darles descanso, masajes, spa...todo eso le irá muy bien.
Yo a partir de ahora les mimaré mucho más. Hasta casi llegar a ser más un protector que un portador. No olvidemos que ese buen trato será lo que nos posibilite correr hasta una edad tardía.