11 enero 2012

VOLVER A LA BICI (UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA POÉTICA)


Causa estupor comprobar cómo la vida te puede apartar, incluso, de hasta lo más sagrado para ti. Podrías dedicarte -por ejemplo- a correr dos mil kilómetros al año, confundirte con el paisaje que sueles frecuentar cuando corres, lavar miles de veces la ropa técnica como consecuencia de las muchas salidas a los caminos, sostener que si no corres, en tu vida hay ausencia de  algo, pero basta que pares unos días o unas semanas, para que la vorágine del tiempo, que es siempre olvidadizo y algo cínico, reconvenga contigo y casi te convenza que jamás has dado un paso ni te has calzado unas zapas. 
Pareciera que existiera en nuestra psique una especie de agujero negro que atrapara todo lo bueno y positivo que el correr te concede. 
En cambio, bastará con una pequeña lesión para el cuerpo la memorice casi eternamente y amenace con reproducirla. Es decir, que cualquiera diría que tenemos el enemigo dentro de nosotros mismos. 
Algo similar a lo narrado me ha ocurrido en infinidad de ocasiones cuando me he lesionado. Pero en esta ocasión, esas sensaciones las he tenido con otra otrora pasión: la bicicleta, que ha quedado algo más postergada desde que corro de manera habitual, si bien yo memoricé las buenas sensaciones, la cuestión épica del sufrimiento placentero, subiendo puertos de montaña con una bicicleta de carretera, de competición. Pero esas sensaciones han vuelto con el correr, y no precisamente con la bicicleta, si bien ahora ésta es de montaña. 
Pero sí, tenía en alguna parte de la mente cierto malestar por algo inacabado. Soy muy enemigo a no acabar las cosas y sentía que lo de la bici no lo tenía totalmente culminado, más que por otra cosa, por honestidad, por ser fiel a aquellas sensaciones tan extraordinarias que en su tiempo me otorgó este deporte. Así, que siempre que pasaba por el cuarto en el que ésta está inerte, ya con las ruedas desinfladas por el paso del tiempo, sentía desazón por no poder enfundarme la ropa técnica -de ciclismo, en esta ocasión- y hacer kilómetros, sentía que traicionaba mi padado. Pero hoy, por fin, en una mañana algo fría, pero magnífica para el ciclismo, me he quitado de golpe esa desazón y alegremente me he perdido por caminos, veredas y carreteras locales con la MTB, sintiendo que ésta también participaba de ese ajuste de cuentas, que estaba pendiente. Una cuestión de justicia poética.
No han sido mucho los kilómetros, unos treinta, pero suficientes para congraciarme con un deporte que siempre ha estado ahí en algún rincón de mi ser interior.  Sé que volverá a transcurrir tiempo de nuevo para que vuelva a montar en esa máquina agradecida y perfecta, pero por ahora ese desazón ya ha culminado.                     

10 enero 2012

LIBRO: NO VUELVAS A DECIR QUE ES IMPOSIBLE, de Fernando Valverde

En estas últimas fechas recibí de regalo un libro cuyo título es: "No vuelvas a decir que es imposible" y que contiene una especie de segundo título o, tal vez, subtitulo que reza: Tragedia y milagro del Granada Club de Fútbol. Lógicamente, pensé, títulos tan sugestivos sólo se le puede ocurrir a un poeta. Y, efectivamente, su autor lo es. Se trata de un joven poeta granadino, de nombre Fernando Valverde y que ha sabido plasmar con un lenguaje poético, precisamente eso que rezaba el segundo título: la tragedia y el milagro de un club, tributario de una ciudad también un tanto trágica y milagrosa. 
El libro está muy bien prologado por otro poeta granadino ya consolidado y que no es otro que el conocido Luis García Montero, del que conservo en la memoria su trato afable y su afán por escuchar más que por hablar. 
Quien me regala el libro es de mi circulo familiar pero probablemente no sepa que ese libro refleja de alguna manera mi infancia, cuando algunos domingos era llevado por mi padre o los amigos de mi padre al antiguo Estadio de Los Cármenes y podía soñar, bajo aquel inconfundible olor de la hierba del estado, con los ídolos que defendían los colores del equipo de tu tierra. También como Fernando Varlverde, éste años después; o como Luis García Montero, éste años antes, también decía, entrecrucé mis dedos entre la fina alambrada que separaban las gradas del terreno de juego y soñaba al tiempo que me enaltecía de aquéllos héroes que entre el barro o bajo el sol defendían una causa, que también era la mía. Fijaba mi mirada en el portero y comprendí que esa soledad también quería yo sufrirla en el arco, que es lo que hice años más tarde.
Por eso la lectura de este libro ha sido como un homenaje al recuerdo, porque evoca poéticamente algo que el lenguaje deportivo por sí sólo no podría. 
Da la casualidad que comencé este libro justo después de la injusta goleada del Granada (porque no mereció salir de allí con tantos goles) en el Santiago Bernabéu y durante los días siguientes no pude dejar de impresionarme ante las repetidas imágenes que escupía el tubo catódico al ver al Granada con sus camiseta de rayas blancas y rojas horizontales en uno de los Olimpos del fútbol, cuando unos cuantos años antes se había arrastrado por pastizales de la Segunda División B e incluso pocos años antes, incluso, por verdaderos patatales de la Tercera División enfrentándose a equipos de pueblos de no más de 5000 habitantes en muchos casos, todo debido a la nefasta gestión de gente ajena al fútbol. 
En esos campos el histórico Granada fue ultrajado e incluso perdió partidos, pero de todo supo reponerse y de ahí la impresión de verlo jugar en todo un Santiago Bernabéu. Sin duda, eso marca.


De ahí que este libro lo haya recibido como un bálsamo porque su autor ha sabido contar con sentimiento y emoción la intrahistoria de un club que como la ciudad que representa tiene una vocación trágica y a la vez milagrosa, aspectos que si se trasladan al fútbol desembocan en algo épico.  

09 enero 2012

CINE: TROLL HUNTER (Noruega, 2010)

Troll Hunter es una película curiosa. En primer lugar, porque no es muy  habitual encontrar por estos lares una película noruega; en segundo, porque aborda el mito de la existencia de los Troll desde una perspectiva poco habitual, si bien cada vez más utilizada en el cine. Una perspectiva basada en el "falso documental", que tiene una vida propia demasiado corta, una vez que ya hemos visto fórmulas iniciáticas en las dos partes de la española "Rec" o la muy meritoria norteamericana "Monstruoso", que en mi opinión está en lo alto del pódium de este tipo de cine.
Pero Troll Hunter merece la pena, a pesar de contener un acartonado falso documental, que no era tan evidente en "Monstruoso", principalmente porque no existía ese ánimo documentalista sino otra razón para grabar de forma "espontánea" lo que estaba a punto de suceder y los ojos del espectador van descubriendo "a la par" que la cámara. 
De todas formas, en Troll Hunter hay que valorar que presumiblemente no estemos ante una película de gran presupuesto y pese a ello consigue elementos muy efectistas y aceptable calidad, y aunque sólo fuera por eso y por su excelente fotografía, merece la pena ver.    

08 enero 2012

HABLEMOS DE CORRER

Ya va siendo hora de hablar de correr, que nos dilapidamos entre cine, música, política, actualidad y un largo etcétera. Pero correr nos gusta y nos gusta leer, escribir y comentar sobre ello, porque normalmente corremos en soledad y nada viene mejor que asomarse a un blog y leer que en algún lugar también hay alguien compartiendo tu afición y destrozando zapas por esos caminos de Dios.. Y sí, en ese papel he estado durante todas las navidades, corriendo casi a diario, comenzando el nuevo año corriendo...hasta que me he tenido que detenerme unos días. 
Todo comenzó con unas molestias justo debajo del gemelo derecho, algo que venía "escuchando" los últimos días. Pero no fue hasta el pasado miércoles, 4 de enero, cuando debí de detenerme en los últimos kilómetros de la ruta de 14 que estaba llevando a cabo. Detenerme, estirar algo, masajear la zona un poco y continuar a duras penas. 
Pero no es nada preocupante ni creo que sea ninguna microrotura fribrilar. En todo caso, hay una carga en la zona que irá invirtiéndose con un poco de descanso y cambio de deporte -recuperaré la bicicleta la semana próxima-. 
Que este contratiempo pueda cambiar los planes de acercarme a los noventa minutos en Almería es muy probable. De todas formas tampoco ese dato me quita el sueño. Pensaré seriamente en ello cuando vuelva a correr, que espero sea al final de la semana próxima, sobre el día trece o catorce. Será entonces el momento de definir cómo plantear 2012 que, como sabéis, somos lo que entrenamos.               

06 enero 2012

EL MUNDO DE LAS MARCAS


Alguna vez he escrito por aquí acerca de mi fascinación por las marcas, pero no tanto por el nombre en sí, sino porque detrás de cada marca existe un largo recorrido de investigación, de marketing, de trabajo, de esfuerzo, de personas, de una determinada forma de entender la vida, el negocio o las relaciones. Además, se de la circunstancia que las marcas van unidas de manera indeleble a un país o época concreta y muchas de ellas están tan presentes en nuestra vida que no escapan a la influencia del cine, la literatura o el arte. Es más, algunos productos suelen ser denominados con el nombre de la marca más que por el nombre propio del género, asunto éste que seguramente capte el interés también de de sociólogos. Y, pensando en ello, se me ocurrió hacer una lista de las marcas de bienes duraderos que me rodean y, realmente, me ha dejado sorprendido, ya que acostumbrados como estamos a estar rodeados de todo tipo de artilugios y objetos, no nos paramos a pensar que cada cosa que atesoramos, por lo general, tiene su marca concreta.
          Os aconsejo que hagáis ese ejercicio y comprobaréis con sorpresa la cantidad de marcas que os rodean y que obviamente aunque no queramos nos convierte en consumistas. Seguramente de muchos de esos objetos podríamos prescindir, pero es probable que de otros no. Lo que si está claro es que todos contribuyen a aumentar nuestro nivel de vida y bienestar.
            La clasificación se puede hacer de distinta forma: por objetos, por grupos, por zonas o por grupos funcionales, que es la opción que yo he elegido, aunque siempre centrado en los productos duraderos:        


ELECTRODOMÉSTICOS GRANDES:

Bosch, Zanussi, Fagor. Cata, Philips

ELECTRODOMÉSTICOS PEQUEÑOS:
 
Bosch, Fagor, Jata, Ufesa, Philips, Princess, Braun

AIRE- CALOR:

Daikin, Garza, Rowenta, Ferroli, Jata, Orbegozo.

IMAGEN Y SONIDO.

Sony, Sennheiser, Yamaha, Denon, Piooner, Koss, Grado, Panasonic, Quad, Zenith, Apple.

INFORMÁTICA-GADGETS:

HP, Apple, Compaq, Creative

GPS, RELOJES, ELECTRÓNICA CONSUMO: 

Garmin, Sigma, Calypso, Lotus, Philips, Sanitas, Exacta.       

TELEFONIA –Fija, Móvil-

 Siemens, Philips, Nokia, Samsung  

VEHÍCULOS A MOTOR

 Toyota, Kymco,

MARCAS DE DEPORTE

La mayoría no son bienes duraderos como es el caso de todo lo que utilizamos los corredores para entrenar, pero aún así enumero: Specialized –MTB-, Asics, Saucony, New Balance, Brooks, Adidas, Mizuno, Nike, Joluvi, Joma, Boomerang.    

03 enero 2012

CINE: CISNE NEGRO (2010)

Una película excesiva, psicológicamente salvaje, terrorífica en ocasiones, claustrofóbica en otras, pero con una marcada vocación hacia la cinefilia. Seguramente una de esas películas en la que los actores y actrices pueden acabar marcados para siempre. 
Portentosa Natalie Portman y portentoso como ya nos demostró en "El pacto de los lobos", el francés Vincent Cassel, uno de esos camaleónicos actores que es capaz de entrar con tanta pasión en su personaje como para acabar sumido en la locura. Y portentoso el joven director norteamericano Darren Aronofsky por poner tanta carne en el asador y arriesgar tanto. 
Desde luego, todo este grupo de buenos actores y el citado director han conseguido varias cosas en este aficionado al cine que suscribe: por una parte, ver el mundo de la danza desde otro punto de vista, algo que ya consiguió -desde otro punto de vista- la excelente Billy Eliot; y por otra, comprender que a la perfección se puede llegar fácilmente por el camino de la locura. De hecho, suele ser el camino más corto, pero al mismo tiempo el más peligroso. 
En este película casi todo es perfecto: la plasticidad de las escenas, los efectos especiales, el sonido (oh!! el perfecto sonido del aleteo de las alas del cisne negro en las últimas escenas), la trama psicológica, las escenas de terror... 
He de reconocer que me resistía a ver este filme, por aquello que no es la danza uno de mis desvelos, pero ahora que he visto la película me pregunto por qué no solucioné verla antes. Pero no importa, porque las obras maestras se caracterizan por poder acudir a ellas en todo momento, en todo tiempo y espacio, sin que pierda un ápice de frescura.
Una película que hay que ver, pero no apta para almas demasiado sensibles.  

02 enero 2012

SE ACABÓ EL AGUINALDO (IDEAL 2/1/2012)

Bueno, estrenamos año con artículo nuevo. Una breve reflexión sobre la relación entre el consumo y la navidad. 
Si no ha sido posible que lo leáis en papel os lo dejo a vuestra consideración:    

SE ACABÓ EL AGUINALDO


No hace muchos años que la interpretación de estas fechas, que dejan el espíritu a flor de piel, sólo era posible hacerla con la economía como trasfondo. Ser feliz y consumir en abundancia formaban una parentela de difícil erradicación y pocas cosas ponían la cara más alegre que un nuevo coche por Navidad, el último artilugio electrónico o la última casa, que había quien las coleccionaba más que habitaba.
               Pero llegó la crisis. Y la crisis no era advertida porque, como suele ser común en las grandes plagas, sólo presentó su tarjeta de visita cuando ya estaba asentada plenamente entre nosotros y desterrarla es tarea titánica, como si se tratara de alguno de esos organismos alienígenas de las buenas películas de los ochenta.
               Porque nuestra crisis ya no es tal crisis, es un cambio de ciclo y deberían ser los sociológicos más que los economistas quienes a estas alturas diagnosticaran este nuevo inquilino para identificarlo. Pero vayamos por partes antes de que el contenido de este pretendido artículo confunda a propios y a extraños, que no tenía más cometido que preguntarse sobre qué relación ha de tener la crisis con la Navidad, hilo argumental, en definitiva, de este texto. Y existe mucha relación, sin duda.
               En cierta ocasión escribí en esta sección acerca de cómo podría imaginarse una Nochebuena en mi pueblo, en cualquier pueblo. Pues bien, hablaba de Misa del Gallo, de noches frías y bufandas que cubrían cuellos de personas dispuestas a beberse la noche, de una iluminada plaza de la Iglesia, como la que hay en cada pueblo de cualquier rincón de España, de villancicos espontáneos en las calles, en las casas, en las plazas, de aguardiente, de polvorones, de belenes, de árboles navideños y de muérdago, elementos todos que siempre han estado al alcance de cualquier pobre de solemnidad ya que hay cosas que valen pero no cuestan; y hablaba también, creo, de otras navidades que llegaron más tarde, en las que los protagonistas principales eran los grandes almacenes, los escaparates de lujosas tiendas, los cotillones de precio surrealista... todo eso que vivimos en los buenos años de vacas gordas en este imprevisible país, es decir, cosas que probablemente poco valen pero que cuestan.
               Y llegó el tiempo en el que las vacas gordas se volvieron famélicas o, sencillamente, desaparecieron pero por contra no regresaron aquellos elementos que conformaban esas navidades más pobres pero con sentido. Y eso debe ser así porque ese organismo poderoso del consumismo ya forma parte para siempre de nuestras vidas y ha transformado nuestra sensibilidad en endémica.  
               Porque de sensibilidad y espíritu hablamos cuando se aproximan los últimos días del año y seguramente la opción de sustituir lo material por lo espiritual no es más que un mecanismo de defensa que los humanos nos hemos fabricado para obviar lo que verdaderamente importa en fechas entrañables como pocas. Y ahora que ese aguinaldo excesivo de los últimos años ni existe ni se le espera volver a mirarnos desde dentro parece tarea difícil. 
               Sin duda, debe ser por culpa de ese organismo alienígena. 

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  Ya está disponible mi tercera novela Mi lugar en estos mundos. La plataforma elegida, una vez más, es Amazon ; pero en esta ocasión estará...