08 diciembre 2011

¿HACIA DÓNDE NOS LLEVA RAJOY?



Al parecer Rajoy está contando en la Cumbre de Bruselas ante sus socios comunitarios lo que aún no ha contado en España para acabar con el déficit y seguir la estela poderosa de Alemania y Francia.
Está contando en Europa lo que aún no está contando aquí, que es donde debe, ya que ha salido elegido por los votos de casi once millones de españoles. Por tanto, estamos asistiendo a una nueva forma de manifestación democrática -digámoslo con todo el sarcasmo que las palabras escritas no saben recoger-, que consiste en dirigir un país con el beneplácito de otras potencias europeas.
O sea, que eso era la Unión Europea, algo que nos ha costado veinticinco años entender, desde la entrada de España en 1986.
Ante el silencio de Rajoy acerca de hacía donde van a ir sus recortes podríamos barruntar dos opciones: Una: que estos serán muy drásticos y no conviene ir anunciándolo así tan de golpe; Dos: que no se tenga ni idea de cómo están las cuentas públicas y, por tanto, no se tenga ni idea hacía donde habrá que recortar, hasta que no nos marque la senda la señora Merkel, guardiana de sus poderosos bancos teutones.
Seguramente que el engaño de la moneda única, prolongado desde el año 2000, ya sea un clamor y nadie sepa cómo salir de este feo asunto, a no se que hagamos lo que ya hizo Argentina al FMI -obviar parte de su deuda-, una formula que le hizo salir de la crisis y que le está haciendo crecer actualmente.
He de admitir que me daba miedo Zapatero y mucho más su inútil equipo de paniaguados y aficionados; pero también debo de admitir que también me da mucho miedo Rajoy y su equipo de tecnócratas sabelotodo. Ambas opciones son para temblar.
Y lo son porque ambas opciones tienen ciega fe en el euro y consideran que es la única opción que existe, sin llegar a valorar otras, como podría ser volver a la moneda nacional (de hecho, países de la UE que optaron seguir con su moneda como son los casos de Dinamarca e Inglaterra no no tienen tan crudo). Pero la realidad de los mercados está demostrando cada día que el euro es un presa fácil, un gran chollo para los especuladores -muchos de los cuales operan desde paraísos fiscales-. Mucho más chollo que el dólar americano, la libra esterlina inglesa y el yens japonés.
Por tanto, tener fe ciega en el euro puede ser la ruina de países como España que, además, no tiene el potencial industrial de Alemania o Francia; ni tan siquiera, de Italia. Y para colmo nuestra destrucción de empleo es aún superior a Grecia y Portugal.
De ahí que lo vea todo negro y comience a sospechar que como con los impuestos no se llegará ni tan siquiera a pagar la deuda, éstos seguirán subiendo, habrá recortes a empleados públicos -otro día hablaré de este asunto- y el estado de bienestar se quedará hecho unos zorros. Sin embargo, no quiero hablar de recortes en un sentido general porque seguramente muchos de éstos habrá que llevarlos a cabo, -sobre todo los gastos abusivos que acarreamos, comenzando por la clase política y es monarquía que se cae a trozos-; seguramente habrá que comprender que se prepara un sinpar cambio de ciclo. Un cambio de ciclo que nos costará asimilar pero que está al llegar. Ya nada será igual. Se acabaron las vacas gordas e incluso cada vez será más difícil ni tan siquiera ver vacas o que éstas se vuelvan sagradas, como en la India. Así de dramático resulta todo esto porque no olvidemos que España es una máquina de gastar gracias a sus 17 Autonomías y a sus muchos Ayuntamientos estrella.
Yo lo veo así y opino desde la ignorancia y desde falta de preparación económica: el euro ha sido un fiasco. Hecho a la imagen y semejanza de la Europa de los mercaderes como ya vaticinó el bueno de Anguita. Unos mercaderes que ya nos atisban desde todos los rincones del mundo. La carroña nos amenaza.

07 diciembre 2011

TROTAR ENTRE OLIVOS



Ciertamente, me temo que hay cosas que hacemos los corredores que es probable que sólo puedan comprender otros corredores.
Hablo de algo muy esencial: perderse una buena mañana de fiesta, cuando el ajetreo está en la calle, los bares y en los grandes almacenes, y trotar entre olivos por caminos rotos por las torrenteras y el paso de tractores y otros vehículos pesados.
Subir pequeñas lomas y bajarlas; saltar un pequeño riachuelo seco; alzar los ojos sudorosos y sólo ver un inacabable mar de olivos.
Y saber que eso lo vas a seguir haciendo mientras las piernas, el corazón y los pulmones quieran.
Y sientes mucha satisfacción por elegir esa opción tan trivial y sencilla, tan al alcance de todo el mundo, que no sabes si contarlo o no. No es más que correr por la naturaleza, trotar entre olivos. Nada más.
Lógicamente, lo acabas contando -porque todo lo que te hace feliz tiene más sentido si lo compartes- pero no estás seguro de que te entiendan, a no ser de que a quien se lo cuentes también tenga tu misma opinión de ese tipo de cosas, tu misma inclinación; es decir, a un corredor.
Era el día de la Constitución y mientras la televisión expulsaba mentiras de políticos ruines que han hecho de la democracia su negocio, yo era el que corría entre esos olivos desmadejados y anárquicos.
Es decir, un acto trivial con espectadores mudos prestos ya a dar su fruto.

06 diciembre 2011

A ENTRENAR EN NAVIDAD



A estas alturas del año doy por cerrada toda participación en competición alguna, aunque mucho me gustaría correr alguna media maratón.
Pero no es fácil dar con alguna que esté en un radio más o menos cercano. Hay algo por Murcia -me lo dijo Javi y Domingo- pero descarto desplazarme, que tengo otros desplazamientos lejanos en este mismo mes.
Así que para suplir la competición estoy entrenando a buen ritmo. A gusto y con unas sensaciones magníficas. La idea es hacer una distancia cercana a la media maratón cada sábado y completar el resto de semana -entre calidad y rodaje- para acabar la semana en torno a los 50 kms.
El sábado anterior a la Media Maratón de Córdoba y con la idea de suplirla en parte hice mi media maratón particular -21.100 metros justos- a un ritmo tranquilo de 4'58'' el mil y este último lo dejé en 19.000 metros, a un ritmo cómodo también de 4'56'' el mil. La idea era dejar las piernas frescas para hacer al día siguiente, domingo, nueve o diez kilómetros, los cuales hice con unas piernas más frescas de lo que presumía. Es más, me quedé con "hambre" de kilómetros, pero la idea era no cargarme demasiado.
Ya lo he dicho en varias ocasiones: en fechas navideñas entreno mucho.
Es una fecha idónea para hacer kilómetros y la verdad es que no sé porqué. Probablemente como opción idónea a perder en tiempo -y cabrearte- en aglomeraciones, decepcionantes comidas políticamente correctas o cosas así.
Correr, ver buen cine, leer, escribir, cosas por lo general hogareñas son opciones, en mi opinión, mucho más placenteras. Pero es sólo una opinión, por supuesto.
Además, porqué no decirlo, correr, quemar, nos permite acceder a viandas que en condiciones normales -es decir, faltando el ejercicio aeróbico- serían una bomba de relojería.
"Corro para poder beber abundante cerveza", podría ser una frase que muchos corredores suscribiríamos sin demasiadas reservas.

05 diciembre 2011

ALGUIEN DEBERÍA DECIRLE A LOS ARGENTINOS QUE TODOS LOS DEPORTES NO SON FÚTBOL



Sí, alguien debería de hacerlo. Alguien que cuente con la suficiente psicología y con esa capacidad analítica -psicoanalítica, para ser exactos- necesaria para hacerse entender entre ese noble pueblo.
Grandes cosas nos transmite el pueblo argentino. Cómo no valorar su excelente cine a cuya cabeza siempre estará el magnifico Ricardo Darín, del que nada suelo perderme; su tango -que ni entiendo ni me gusta-, que hace las delicias de millones de aficionados en todo el mundo; su buena literatura; su excelente fútbol, su excelente cocina...pero observado el espectáculo que han montado en el Estadio de la Cartuja de Sevilla con ocasión de la final de la Copa Davis entre su país y el anfitrión, España, alguien debería de explicarles que el tenis no es fútbol y que tampoco Diego Armando Maradona, su Dios, está en todas partes.

04 diciembre 2011

LIBROS: EL CUADERNO ROJO, de Paul Auster



Estaba buscando entre mis anaqueles un nuevo libro para leer y me encontró con este libro -casi opúsculo- de Paul Auster.
He leído mucho del autor americano, pero no éste -y si lo leí no me acuerdo, porque lo compré en 1994-. Además, tiene el aliciente de estar traducido y prologado por Justo Navarro, el buen escritor granadino afincado en Málaga. Un autor que he leído bastante y del que aún conservo un grato recuerdo gracias a su excelente novela "El alma del controlador aéreo", una de las mejore que he leído.
En ambos autores confluye el azar, tan presente siempre en la obra de Paul Auster. El azar como bendición, pero también como presagio maldito, siempre está presente en la obra austeriana, algo que simboliza de manera muy gráfica en una de sus mejores novelas "La música del azar", que es una novela de obligada lectura.

01 diciembre 2011

SOBRE LA MEJORA, EL PESO Y LA ALIMENTACIÓN


Consulto las estadísticas recogidas en el Sportracks, que recoge los datos del Garmin y observo que la velocidad media de los entrenamientos de noviembre de 2010 están en 5'02'' el mil; sin embargo, la media justo un año después, la recogida del recién acabado mes de noviembre está en 4'53'', a pesar de que en este último noviembre los kilómetros hechos son más del doble que en el mismo mes del año pasado. Por tanto, hay mejora. Algo similar ocurre en la comparativa del resto de los meses.
Un entrenamiento, un día cualquiera, puede salir bien; pero, igualmente, puede salir para olvidar, ahora bien, cuando se trata de medias temporales amplías la fiabilidad es mayor porque el campo de comparación se amplía.
Algo igual podría ocurrir con el peso corporal que también es conveniente ir anotando para establecer comparativas. Que el peso se estabilice año tras año o que, incluso, vaya bajando es lo que espera cualquier corredor que se precie, aunque el motivo no se centra básicamente en la estética, que es una cuestión que pronto se va desechando sino en la posibilidad de correr más tiempo y más rápido gracias a soportar cada vez menos kilos.
Con relación al peso, todos los corredores sabemos que éste dependerá mucho del entrenamiento, pero sobre todo de los hábitos alimenticios y éstos, sin llegar a planteamientos extremos, han de ser variados aunque provistos de ciertas reglas.
Por ejemplo, he comprobado personalmente que un atracón de hidratos de carbono de combustión rápida aumenta el peso corporal, por supuesto, pero que éste disminuye con facilidad después de varios entrenamientos concienzudos. Es nuestra gasolina.
Sin embargo, cuando se trata de una severa ingesta de dulces refinados -que además de hidratos de combustión muy lenta contienen excesiva azúcar no refinada y grasas saturadas- ese peso aumentado cuesta eliminarlo mucho más. Igual ocurre cuando se trata de bebidas espirituosas con una alta volatilidad de alcohol.
Toda energía acumulada en forma de ingesta si no se destruye -es decir, si no se entrena- va acumulándose en forma de lípidos por así está diseñado genéticamente nuestro organismo como resultado de la evolución de miles de años.
Por tanto, cada corredor sabe perfectamente lo que le conviene comer y que tipos de alimentos perjudican menos sus entrenamientos, asunto éste que habrá que tener muy en cuenta ahora en las fechas que se acercan porque no hay hogar, establecimiento o lugares de trabajo en los que no exista una exquisita bandeja de dulces altamente saturados y refinados, justo al lado de una botella de anís o coñac. Habría que preguntarse sobre el porqué de la existencia de tanto volumen calórico en Navidades.
¿Es fácil resistirse a todos esos manjares navideños? Por supuesto que no.
Por tanto, como ocurre con todos los pecados, más vale pecar algo que no estar permanentemente pensando en la conveniencia o inconveniencia de hacerlo.

30 noviembre 2011

CAFE-BAR CINEMA




el pasado martes por la tarde-noche, en uno de los restaurantes con mejores vistas de Granada, asistí a la presentación del nuevo libro de mi amigo y Álter, Jesús Lens, que ha escrito él solito en esta ocasión y con un total de 458 páginas y al que ha titulado Café-Bar Cinema (Editorial Almed). Me consta que ha trabajado mucho porque lo hemos visto mucho menos tanto virtual como físicamente -y ambas cosas son difíciles-, como él mismo decía en su lista de desagravios en la presentación del libro.
Es curioso, pero horas antes, esa misma mañana, cuando pasaba por una plaza céntrica de Granada fotografié esto y se lo envíe a Jesús, advirtiéndole con sarcasmo que ya estaban copiando su libro:

No he leído aún ni una página del libro, pero eso lo voy a arreglar en breve ya que Jesús - y no es peloteo de amigo- es una inagotable fuente de conocimiento cinéfilo y domina como pocos el cine y sus mundos porque, como bien decía Andrés Sopeña en la presentación, ha visto mucho cine, ha leído mucho sobre ello y ha viajado a lugares cinematográficos por todo el mundo. En pocas palabras: ha confeccionado un trabajo de enorme integridad intelectual y libros así -en un mundo de tanto farsante seoudointelectual- tienen que existir y hay que leer.
El acto fue sencillo pero entrañable y allí nos encontrábamos muchos de sus amigos y familiares que aprovechamos para reencontranos como siempre hacemos en estos actos organizados por un proteico Jesús Lens que actúa de catalizador siempre en uniones y encuentros. A eso se llama vitalidad.
En la dedicatoria Jesús me pone lo siguiente: "Para José Antonio, la parte contratante de la primera parte del Florens". Efectivamente, se refiere a aquel proyecto que comenzamos en ambos blogs y que tenemos aparcado por obligaciones indelegables de uno y otro, y que como muchas cosas importantes se retrasan una y otra vez para acabar concluyéndose.
Y, lógicamente, desde aquí recojo ese guante porque sé que Jesús es un hombre de proyectos y a mi nada me gusta dejar inacabado...
Pero en fín, volviendo al acto, la velada transcurrió amena y divertida que culminamos un pequeño y selecto grupo hablando de literatura, de cine, de correr, y de todo lo divino y humano.
Y suerte que era martes....

UN VIAJE A PARÍS (I)

Existen ciudades que pueden ser contadas y otras que tiene que ser visitadas para poder contarse. Entre estas últimas está París.      No es...